Alice había continuado el beso, pero al darse cuenta de que era demasiado intenso para seguirle el ritmo, se alejó y se golpeó la cabeza con la pared. El ruido fue secó y lágrimas se amontonaron en sus ojos. Maksym la miró como se agachó y acarició su cabeza.—¿Estás bien? —le preguntó, imitando su posición.Ella negó con la cabeza y él suspiró para lo que ya sabía que iba a venir. 3... 2... 1...—Debo tener una contusión cerebral. Probablemente, ya se estén formando coágulos en mi cerebro —lo tomó de las manos—. ¡Voy a tener convulsiones! Alice estaba nerviosa porque sintió cosas que jamás imaginó que su cuerpo podía tener. Cosas que ella no había provocado. Sentía su intimidad húmeda y tenía deseos de ser acariciada por el mafioso que tenía enfrente.—¿Te duele mucho, Alice? Déjame revisar y veré si debo llamar al doctor —dijo sin ganas. Quería seguir besándola. Ella cabía perfectamente entre sus brazos, pero necesitaba subir de peso—. No me estás respondiendo.—Me duele... Mucho —
Maksym se fue a encontrar con las personas del Sacerdocio. Asistirían el fin de semana a una recaudación de fondos por obligación. Nadie se metía con nadie y también eran millonarios que se mezclaban con otros. No había problema en convivir y había suficientes guardaespaldas para evitar pequeños problemas.Fabrizio, líder de la mafia italiana, estaba sentado analizando los problemas que tenían sus compañeros. El segundo al mando, Kylian, líder de la mafia irlandesa, Sasha, líder de la mafia rusa, Nikolas, líder de la mafia griega y el que acababa de entrar al bar, era Maksym, el silencioso y rebelde polaco.—Mak tiene de rehén a una mujer —habló Nikolas, ganándose la atención de todos—. Le di una semana para dejarla en libertad. Estoy seguro de que esa chica es inocente.—Es mi territorio y yo decido si ella es peligrosa para mi organización, Nikolas —le respondió, al sentarse frente a todos.—¿Qué te hizo creer que ella es peligrosa? —preguntó Sasha—. ¿Ya ha hecho desastres en la man
Y como por arte de magia, Kassia empezó a aparecer en el radar de Alice y se hicieron amigas en tres días. La hermana de Maksym era su viva imagen, podía matarte sin problemas ni remordimientos, pero te hacía agonizar hasta llevarte a tomar la decisión de que le quitaras la vida. Eso solo sucedía si le sacabas el lado malo a la hermana menor.—Vamos a viajar esta noche a Miami. Los vestidos ya lo elegimos con toda la ropa que te compré ayer —le informó la chica—. ¿Alguna vez viajaste a Estados Unidos, Alice?—Nunca he salido de Europa —admitió—. Mi madre no tenía el dinero suficiente para comprarme un boleto de avión y mi padre aunque lo tuviera jamás me lo hubiese permitido.Kassia la miró mientras hacía sus maletas. Ella sanó muy rápido sus heridas, pero jamás escuchó a Nana o a Jack comentar de que se quejara. Sí, Alice era bonita, pero se parecía a las típicas rubias tontas. No, ella no era así. Solo demasiado inocente del mundo exterior. —Iré a hablar con mi hermano sobre tu p
Alice abrió los ojos de manera abrupta y se sentó en la cama para encontrar a su lado a Kassia. Nada tenía sentido para la rubia. Ni siquiera tuvo una oportunidad contra una amante. ¿Para qué su padre le permitió vivir entonces? Una piedra tenía más valor que la supuesta princesa. —¿Te sientes mejor ahora, Alice? —Kassia la sacó de sus pensamientos—. Estamos solas aquí, tranquila.Alice miró alrededor y se dió cuenta de que estaban en una habitación qué no era la de ella.—Ese Kylian... cuando yo era pequeña...—No puedo defendernos, pero puedes estar segura de que ahora estás a salvo —la interrumpió Kassia—. No pude escuchar el resto de la historia porque vine a ayudarte. Te desmayaste por la impresión y preferí...—¿Ustedes hacen eso? ¿Asesinan por dinero? —No son asesinos a sueldo. Probablemente, el papá de Kylian quería probarlo, pero ninguno en la mafia asesina por un sueldo. O sea, lo hacen por cosas grandes y si ellos ven que es necesario —le explicó, levansentándose del sill
El evento había iniciado y el Sacerdocio no tuvo que hacer demasiado para llamar la atención. Todos eran hombres de negocios y sí, la mayoría quería asociarse en los asuntos legales que ellos manejaban. Por supuesto, se sabía que eran de la mafia, pero nadie esperaba meterse con ellos.La sociedad era corrupta y ellos tenían lo mejor de ambos mundos.El único casado era Fabrizio, pero hicieron acto de presencia los hermanos De Santis, junto a sus respectivas parejas.La Cosa Nostra estaba en casa.—Don, es bueno verlo por estos lados —saludó un hombre, llamando la atención de los mafiosos.—Aysel, Alessandra, Emma y Kassia son las responsables de que nosotros estemos aquí —respondió Fabrizio, haciendo sentir incómodo al anfitrión y obligándolo a irse.—Alessa... —Kassia abrazó a su amiga, ignorando los ojos asesinos de todos—, la maternidad te ha sentado bien.—Dereck quería más, pero ya no podemos —se rieron—. Me han contado lo de Maksym...—Ella viene con Kylian —dijo, con un nudo e
Maksym acariciaba las piernas de Alice con cuidado y mucho anhelo. Estaba cegado por el deseo que sentía por la muchacha. Quería estar dentro de ella, hacerle sentir lo que le pasaba en su interior. Sabía que probablemente era pura calentura del momento, pero algo le decía que ella era de él. Alice era perfecta en muchos sentidos y el mafioso quería corromperla.—Yo... —no la dejó hablar, la alzó y la sentó en su regazo mientras le besaba el cuello y acariciaba su pecho.—Alice... —dijo ronco, al no poder sentir sus senos, ella se rió porque el corsé estaba muy bien puesto gracias a Kassia. Se miraron unos segundos antes de continuar, el corazón de la rubia latió con fuerza y no logró descifrar la mirada que le estaba dando Maksym. Si Alice hubiese tenido experiencia anteriormente, tal vez lo supiera, pero nadie en su vida la había tomado en cuenta. Besos, caricias o miradas. Ella no tuvo nunca nada igual. Se estaba guardando para el amor, pero ese nunca tocó su puerta. Ni siquiera h
A Alice le dolía el pecho. No era una mala persona y había convivido muy poco con Maksym, pero eso no quitaba el dolor que se había instalado ahí y le costaba no pensar en él, siendo golpeado. Iban a tener sexo porque se presentó la oportunidad, pero algo estaba pasando en su interior. Ella no tenía experiencia en nada y todo lo que estuviese ligado a sentimientos o emociones, estaban completamente fuera de su conocimiento. Alice solo conocía el ser dejada o reemplazada por otra persona que verdaderamente fuera importante. —Alice —la voz de Aysel llamó su atención—. Debemos esperar a que esto pase. ¿Quieres salir a la playa?Ella se giró y negó con la cabeza. Vió a Ayla y Kassia que estaban en el auto blindado de Fabrizio. —¿Y la otra rubia? Alessandra... —le preguntó, cambiando de tema.—Con su esposo hablando de cualquier tontería —respondió Aysel—. Alessandra está hablando con Dereck. Ya sabes, cosas de la mafia.Alice asintió, pero seguía sintiéndose mal. El recuerdo de lo que
El viaje fue un completo desastre para ambos. Alice conoció Disney, gracias a la benevolencia de Aysel y carisma de Kassia. La última no la estaba pasando para nada bien. Volvieron a casa en completo silencio y cada uno volvió a su rutina normal.Alice no volvió a hablar con ninguno. Se sentía avergonzada y culpaba a sus deseos por permitir que se nublara su cordura. Seguía sin entender que había hecho mal para que Maksym creyera que ella no lo deseaba, pero tampoco iba a enfrentarlo. Suficiente tuvo con la vergüenza de dejarse tocar por un extraño y permitirse cosas que no debía. —Cariño, era cortar las cebollas, no hacer un licuado —la voz de Nana la hizo volver a la realidad, Alice miró la cortadora y el pobre artefacto no tenía rastro de nada.—Lo siento... —se disculpó, la voz de Mak se escuchó a lo lejos, logrando que Alice se pusiera nerviosa y tirara una taza—. No te acerques, Nana. Puedo con esto. El silencio invadió la cocina y la presencia del hombre se sintió. Alice se i