Derek y Ariam salieron de la casa y se encontraron en la entrada, donde su Camaro negro estaba estacionado. Derek se acercó a ella y le abrió la puerta del auto con un gesto caballeroso. Ella subió al asiento del copiloto mientras no dejaba de admirar el vehículo deportivo, a pesar de haberlo conducido, todavía seguía quedándose fascinada.Derek se sentó en el asiento del conductor, ajustó el retrovisor y encendió el motor. El sonido del rugido del motor hizo que Ariam sintiera una descarga de adrenalina en el cuerpo. Él hundió el pie en el acelerador y el auto salió disparado de la entrada, dejando una estela de polvo detrás.A medida que avanzaban por las calles, el viento soplaba en el cabello de Ariam. La ciudad estaba llena de vida, y los edificios altos y brillantes se alzaban hacia el cielo. Derek condujo hábilmente a través del tráfico, cambiando de carril con facilidad y dejando atrás a otros conductores.Los hombres de Derek los seguían de cerca en otros autos, asegurándose
Ariam se despertó antes de que saliera el sol, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción por la misión que se le había encomendado. Se vistió cuidadosamente con su ropa deportiva de alta calidad, que había comprado específicamente para la ocasión. Se aseguró de que cada prenda fuera cómoda y no limitara sus movimientos, ya que necesitaba estar preparada para cualquier eventualidad.Mientras se vestía, verificó cuidadosamente que había empacado todo lo que necesitaba en su bolso deportivo. Agarró su teléfono y la billetera falsa con identificación falsa, que había preparado para esta operación. También aseguró que sus credenciales de la ONG ficticia estuvieran en orden y en su lugar correspondiente dentro de su bolso.Luego, Derek la llevó en su coche hasta el Central Park, donde la dejó a unas cuadras de su destino.En el camino hacia el Central Park, Derek le explicó detalladamente a Ariam cuál era su papel en el plan y cómo debía acercarse a Gauri para que la situación pareciera
Ariam y Gauri se adentraron en el Central Park mientras disfrutaban del aire fresco que corría. El sol aún no había alcanzado su máxima intensidad, por lo que el camino hacia el café del parque resultó agradable.Finalmente, llegaron al pequeño café que estaba situado cerca del lago del parque. Era un lugar tranquilo, con mesas al aire libre, que ofrecían una vista espectacular del lago, decorado con pequeñas plantas en macetas y lámparas colgantes que creaban un ambiente cálido y acogedor. El sonido de las hojas de los árboles, moviéndose con el viento y de las aves cantando, hacía que el lugar fuera aún más encantador. El aroma del café y la repostería recién horneada flotaba en el aire, invitando a los transeúntes a detenerse y disfrutar de un descanso en un lugar tranquilo y agradable.Ariam comenzó a contarle a Gauri sobre la ONG a la que supuestamente representaba, describiéndola como una organización sin fines de lucro dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas en si
Confundida y aturdida, Ariam se apartó de Derek, tratando de recuperar el control de sus emociones. Su cuerpo temblaba de excitación, y su mente no dejaba de repetir el momento en que los brazos de Derek la rodearon con pasión. Con un tono entrecortado, tartamudeó:−Ayúdame, por favor, no quiero fallar en la cena − le suplicó mientras trataba de controlar su voz temblorosa.Derek la observaba con el ceño fruncido, escudriñando su rostro con sus ojos grises, tratando de entender qué estaba sucediendo.−Por su puesto que te ayudaré, aunque ya tú estás más que preparada, para conseguir esta misión −Le dijo Derek con la voz ronca.Él le acarició la mejilla de Ariam con dulzura, haciendo que su corazón latiera con fuerza. Con cuidado, apartó un mechón de su cabello y lo colocó detrás de su oreja, causando en ella un escalofrío placentero. Sus ojos grises parecían escudriñar su alma, dejándola vulnerable y expuesta ante su mirada.Ariam estaba hechizada por aquel hombre, quien tenía un magn
Con sus ojos ardientes y su puño apretado, Derek golpeó la pared con un estallido que sacudió la habitación. La impotencia que sentía era como un fuego abrasador que le quemaba el pecho. ¿Cómo pudo haber sido tan ingenuo como para confiar en Ariam? ¿Cómo pudo haberse arriesgado tanto por cumplir los objetivos de la misión? Se lamentaba con furia, sintiendo cada golpe que daba en la pared como una pequeña venganza, dejando surcos de frustración y rabia. Era un dolor que se manifestaba en su rostro, marcando cada línea con el peso de su preocupación.Julian y los otros hombres en el sitio secreto intentaron calmar al furioso Derek, pero su ira estaba fuera de control. Quería escapar de allí inmediatamente para buscar a Ariam y asegurarse de su seguridad. Sin embargo, Julian y los demás se plantaron en su camino, formando un muro humano que bloqueaba su salida. Derek los miró fijamente, su corazón latiendo con intensidad, mientras sus manos temblorosas se cerraban en puños.—Quítate de m
Ariam yacía en su lecho, rodeada de cojines y mantas suaves, que la acunaban como si fuera una frágil muñeca de porcelana. A través de la ventana, podía divisar el resplandor del sol y el canto de los pájaros, que la envolvían en una sensación de paz y tranquilidad. Su piel, aún pálida por el dolor, brillaba bajo la suave luz de la mañana, mientras que su cabello oscuro caía en cascada por su rostro como una cortina de seda. A pesar de la gravedad de su herida, Ariam había sido bendecida con una recuperación inesperadamente rápida, y su cuerpo se estaba curando más rápido de lo que cualquier médico habría pronosticado. Sin embargo, todavía se sentía un poco adolorida y fatigada, por lo que pasaba la mayor parte del tiempo descansando en la cama, dejando que su mente divagara en sus pensamientos más profundos.Gaurí había convertido la habitación de Ariam en un santuario lleno de flores y fragancias, intentando alejar cualquier rastro del ambiente hospitalario. Con su impecable traje y
Ariam levantó su mentó y le dio una mirada desafiante a Derek, dejando en claro que no iba a dejarse vencer tan fácilmente. —No voy a dejar que un pequeño tropiezo me haga desistir— dijo con firmeza. —Estoy perfectamente capacitada para seguir trabajando contigo y lo sabes.Derek se acercó a ella con una determinación silenciosa en su mirada. Tomó sus manos entre las suyas y las sostuvo con firmeza, como si fueran la cosa más preciosa del mundo. Ariam no podía apartar la mirada de él, hipnotizada por la intensidad de sus ojos. Con ternura, Derek llevó sus manos a sus labios y las besó suavemente, como si quisiera calmar la tempestad que emergía dentro de ella.Fue entonces cuando Derek habló, y su voz era ronca y a la vez suave.—No puedo soportar verte herida de nuevo—La mirada de Derek la quemaba su corazón comenzó a latir como si se quisiera salir de su pecho—Nena tú significas mucho para mí.Ariam se estremeció al oír sus palabras. Ella sabía exactamente lo que él estaba diciendo
Ariam se encontraba en una situación crítica, luchando por su vida contra un hombre enviado por los Yakuza para acabar con ella. El hombre intentaba inyectarle una sustancia que ella consideraba venenosa. Su corazón latía con fuerza, sintiendo la adrenalina correr por sus venas mientras peleaba por su vida. El hombre era un luchador experto, ágil y fuerte, y parecía no tener problemas en controlarla. Ariam sabía que necesitaba ayuda y justo en ese momento, los guardias entraron en la habitación. La pelea se intensificó, con los guardaespaldas luchando contra el hombre con ferocidad. Los golpes y los gritos llenaron la habitación, mientras Ariam se mantenía en guardia, observando con atención cada movimiento. En un descuido, el agresor logró agarrar la jeringa y, en un movimiento rápido, se la inyectó a sí mismo en el cuello. Cayó muerto al instante, pues los Yakuza preferían la muerte antes que ser capturados, ya que eso supondría una deshonra para ellos. Afortunadamente, Ariam logró