Paul a pesar de estar en una reunión importante, en el exterior no dejaba de pensar en Abril, ella era lo más importante en su vida y quería que estuviera bien, también le gustaría que la relación de la niña con su abuela fuera buena. Sin embargo, habían cosas en la vida que no se podían forzar, y eso era algo de eso. Lamentablemente no podía obligarla a quererla, aunque ni siquiera tenía que ser una petición. Ya que eso era algo que debía nacer desde el corazón y no por obligación. Y cuando se miraba los nudillos eso era inevitablemente, el claro recuerdo de lo que había pasado. No podía creer que después de todo se había aventurado para salvar a esa chica que estaba en peligro, la salvó esa noche sin saber qué se trataba de ella. ¿Podía llamarlo una simple coincidencia? No estaba seguro si debía darle ese nombre porque en el fondo de su ser, parecía ser el título equivocada a todo eso que había pasado, es que de alguna forma se miraba entrelazado a la vida de ella, tal vez coincide
Ahora entendía que su padre estaba en medio de aquel sufrimiento debido a los recuerdos que se tornaban sumamente dolorosos, y que tenía directamente que ver con su madre. En ese momento ya no pudo evitar soltar el llanto, la estaba arropando de una forma que era difícil de explicar, así que se sentía con pesadumbre y dolor también. No era fácil estar pasando por todo eso, era totalmente normal que su papá se sintiera de esa forma.Todavía era demasiado reciente la pérdida de su madre y si ella se sentía fatal, no podía imaginar cómo se sentía su padre tras aquel suceso fatídico, tal vez tenía que ir a ver a algún especialista que lo pudiera ayudar con su problema, porque ese tipo de situaciones eran tan complicadas que podrían afectar su futuro y su vida. Su papá tenía que dejar de sentirse culpable por la muerte de su madre, porque esa fue una decisión de ella, un error definitivamente, quitarse la vida así que Daniel tenía que entender que él no tenía la culpa de lo que había pasad
Era una rubia oxigenada que, a pesar de tener los senos operados y ser demasiado abusiva con el maquillaje, se consideraba atractiva. Sin embargo, no era el tipo de mujer con la que él se atrevería a estar. Había sido un día muy largo de trabajo y al caer la noche, decidió ir al bar que le había recomendado un amigo. Ahora que estaba sentado cerca de la barra, una mujer se había aparecido a su lado y era ella, era más que obvio que la fémina estaba tratando de llamar su atención moviendo su cabello o dedicando una sonrisa.Pero Paul no estaba buscando pasar la noche con alguna mujer. Hacía demasiado tiempo que había dejado de hacerlo, debido a sus últimas dos relaciones fallidas. Después de intentar buscar compañía, solo encontró dolores de cabeza. No quería pasar por lo mismo, ya que luego surgían escándalos en las redes, algo que detestaba. Verse envuelto en problemas que salían en la prensa no era algo que le gustara. De hecho, cuidaba demasiado su imagen y solo quería v
Cuando menos se lo esperó, la muchacha recibió de parte de Paul el horario que había estado esperando. A pesar de que tendría que trabajar ese día, pudo darse cuenta al analizar su horario universitario que no interferiría con sus clases. La próxima semana comenzaba oficialmente y estaba nerviosa, deseando dar lo mejor de sí misma y esforzarse al máximo para no decepcionar. Sentía que debía cuidar su trabajo como si fuera lo más importante en su vida.Al reflexionar un poco más, se dio cuenta de lo afortunada que era. Paul, un hombre importante y cotizado, podría haber contratado a una niñera de una agencia, pero en cambio eligió a ella. Si no hubiera sido por el volante que voló y le dio la oportunidad, probablemente no estaría en esa situación. Se sentía orgullosa de haber conseguido ese empleo, un gran logro para ella. Estaba segura de que su calidad de vida mejoraría, permitiéndole cumplir objetivos como tener su propio estudio para trabajar en sus obras de ar
—No, porque debes descansar lo suficiente. Así que hazme caso. Vamos, todavía tienes que cepillarte los dientes y todo lo demás. Así que vamos —le recordó, pero la niña ya estaba negando con la cabeza, no estaba de acuerdo con eso.Se cruzó de brazos, reacia a obedecer.Incluso haciendo eso, era ella.Lara estaba presente en cada parte suya.—No quiero.—¿Después de todo este tiempo te vas a portar mal? Yo creí que eras diferente a las demás niñas. Oye, si sigues llevándome la contraria y desobedeciendo, te prometo que le diré a tu padre para que no te traiga más.—¿Si me voy a la cama, me leerás un cuento?Ella no podía creer que le estuviera diciendo eso.¿Estaba haciendo un trato?—A mí no me vas a tratar de comprar, y tampoco hago negocios con niñas pequeñas, así que ve a la cama y ya. Si te niegas otra vez, llamaré a tu padre para contarle que no me estás haciendo caso, ¿te ha quedado claro? —le ad
Pero ninguna de las dos continuó hablando, ya que estaban concentradas en devorar la comida que olía demasiado bien. Era agradable poder compartir un momento así con ella.—¿Deberíamos hacer planes para ir a la playa? Digo, ese es uno de mis lugares favoritos que siempre me gusta visitar y nunca me aburro de ir a la playa. ¿Tú piensas lo mismo? -preguntó Valeria.—Hace mucho que no voy a la playa. ¿Crees que deberíamos ir la semana que viene? Podría ser el fin de semana. -respondió Amanda.—Claro, todavía tengo cosas de la universidad que hacer, así que el fin de semana es perfecto. -concordó Valeria.—Vale. Sería imposible otro día. -asintió Amanda.Mientras disfrutaban de su comida, la joven no pudo evitar recordar un momento en el que había compartido la mesa con un hombre que la hizo sentir apresada. Aunque ese instante ya había pasado, seguía sintiendo la misma intensidad.—¿En qué estás pensando? -preguntó Amanda.
A pesar del tiempo que había pasado, todavía seguía sintiendo el dolor reciente y su pérdida solo hacía las cosas más complicadas. Quería que ella pudiera regresar, no quería aceptar que ya no volvería, pero de alguna forma la había perdido. Sentía que ella no volvería a ser la misma.Si tan solo fuera posible que ella saliera de ese lugar en donde había caído y pudiera recuperarse a sí misma, al menos haría todo más llevadero, pero lamentablemente nada era así como él soñaba. Aún así, la esperanza volvía a él de vez en cuando, sintiendo que no debía olvidar que un posible milagro podría suceder.Ya era hora de ir a la cama, de acostarse a dormir, pero empezaba a sentir que no podía conciliar el sueño como en otras ocasiones. El hombre estaba acostumbrado a pasar por eso, no era la primera vez que le pasaba, a veces conciliar el sueño se convertía en un desafío para él, por lo que daba vueltas y vueltas sin parar sobre la cama hasta poder dormir. Pero eso no e
Había permanecido frente a su portátil durante mucho tiempo, y ya sus ojos ardían debido a la iluminación de la pantalla pero aún debía conseguir una dirección cercana a ella y que estuviera disponible para poder ir. Nunca pensó que se iba a ver en esa situación de tener que buscar ayuda psicológica. Sin embargo tampoco se avergonzaba de ello, porque sabía que eso era completamente normal y cualquiera podría necesitar de lo mismo. La salud mental eran temas de debate y se tenían que normalizar, no mirarlo como un asunto, porque no lo era y justo era eso, entender que era algo normal lo que ayudaría a las personas animarse a ir a centro de salud y concientizar sobre lo mismo. En poco tiempo ya se encontraba en el sitio y pudo sentirse más nerviosa de lo que inicialmente se encontraba. No dejaba de hacer inhalaciones cuando se encontraba sentada a la espera de ser llamada. Era justo ese preámbulo lo que estaba aumentando el nerviosismo en su sistema y sus palmas c