Madison no llegaba.
Habían pasado ya casi una hora y Madison no se presentaba en el altar.
El párroco mirándolo con lástima le informa a Dorian que ya no puede esperar más a la novia que en unos minutos se realizaría otra boda en esa iglesia y que debían desalojar.
El padre intentó ser lo más amable con él pero dado el caso aunque le hubieran dicho cualquier tontería inofensiva el novio todo lo iba a tomar mal.
—¿Cómo que no se puede esperar más?—hablo el moreno molesto y desesperado.
Madison no podía hacerle eso, ella no podía dejarlo plantado. No después de todo lo que había hecho por ella.
—Calmate, Dorian—Su primo William se mete en medio del párroco y él—. El padre no tiene la culpa.
Dorian enojado se aleja de mala gana.
M*****a sea.
¿Por qué Madison no llegaba?
Mira el reloj que le indica que ya van más de una hora y Madison no llegó. Joder, Madison no pudo hacerle esto, tenía que haberle pasado algo.
Con ese pensamiento se dispuso a salir de la iglesia sin despedir a los invitados.
Él solo quería saber si su novia estaba bien y la razón que justificará el hecho de que Madison no hubiera llegado a su boda. Con prisa llegó hasta su auto y salió disparado hacia el departamento de Madison.
Aceleró y condujo por la autopista sin mirar atras, llegó en menos tiempo de que generalmente le tomaba ese trayecto.
Se adentro en el ascensor apenas entró al edificio y presionó el botón del piso de Madison. Una vez el ascensor se detuvo corrió hacia el departamento de su novia.
Al llegar se percató se unos ruidos raros y exagerados que conocía malditamente bien.
Dorian no podía creer lo que estaba escuchando. No podía ser Madison, ella no podía estar revolcándose con alguien más el maldito día de su supuesta boda.
Él aún con la esperanza se acercó hasta la puerta del departamento con cuidado y tratando de hacer el mayor silencio posible introdujo la llave que el tenía de ese departamento ya era él era el verdadero dueño. Al abrir la puerta camino con sigilo siguiendo gemidos de su novia que lo conducieron hasta la habitación principal donde el muchas veces también le había hecho el amor hasta el cansancio y donde ella le daba el mismo uso en ese momento con otro hombre.
Al abrir la puerta sin hacer ruido sintió como su mundo se vino abajo, sintió una presión en el pecho que no lo dejaba respirar.
Era ella sin lugar a dudas desnuda con otro hombre que la abrazaba pasionalmente y Dorian sin dejarse ver se quedó ahí mirando entre las sombras
Sentía la traición en cada gota de su sangre que comenzaba a hervir debido a la ira que estaba experimentando.
—¿No deberías estar casandote en este momento?—la voz del hombre resonó en toda la habitación seguido de una risita burlona por parte de Madison.
Estaban abrazados extasiados por el momento compartido entre ambos.
—Ese iluso debe de estar esperándome todavía en la iglesia—respondio Madison—. Ni siquiera sé cómo lo sorporté tanto.
Esa no era el tono dulce con el que le hablaba a él. Era un tono venenoso y cruel.
—Ya, ¿Entonces porque llegaste tan lejos?—inquiero el hombre dándole besos cortos por los hombros.
—Porque era el heredero de Thomas Sinclair pero el muy idiota renunció a todo por casarse conmigo y como ves perdió todo el sentido seguir con esta farsa.
Rabia, sentía la rabia recorrer cada médula de su cuerpo. Quería matarlos a los dos, sin embargo sabía que no valía la pena aún así el dolor que sentía también era muy fuerte.
Dorian se sentía el hombre más estúpido, ¿Desde cuándo se estarán revolcando esos dos burlándose de él a sus espaldas?
Cierra los ojos recordando sus palabras de amor, los momentos juntos y las veces que enfrentó a su familia por ella. Estaba apunto de abandonarlo todo por ella.
Rompiendo el silencio se da la vuelta marchándose del lugar y al salir por la puerta la cierra con fuerza sin importar que los amantes lo escuchen.
Se odiaba con todo su ser, por a ver sido tan estúpido de enamorarse como un idiota de esa mujer, por convertirse en un maldito títere de sus antojos.
Se limpia la lágrima solitaria que sin darse cuenta se escapó de sus ojos cerrando sus manos en puños.
Esa sería la última vez que una mujer se burlara de él, Madison había sido la única y última que había roto su corazón por qué de ahora en adelante ninguna mujer lograría manejarlo como un juguete se juró Dorian antes de arrancar a toda velocidad y perderse en la carretera.
Trata de alejar los recuerdos que llevan atormentandolo desde hace ya varios meses, cuatro meses para ser más exactos.
Suspira, estacionando el auto a las afueras de un bar al que suele recurrir cuando a su mente lo atacan los recuerdos de ella.
Sin demorarse mucho se adentra en el sitio encaminándose hasta la barra.
—¿Lo mismo de siempre, Sinclair?—le pregunta con confianza el bantender acostumbrado ya a verlo tan seguido.
—Lo más fuerte que tengas—pide y Matt el chico de las bebidas asiente comenzando echar varias bebidas que Dorian no identificó.
Se sentó y al escanear el local su mirada choco con la de una hermosa castaña que le sonríe entre coqueta y cínica.
Él le regresa una sonrisa descarada y perversa llevándose el trago que Matt acaba de dejar en la mesa a los labios. Cuando hubo terminado el trago comenzó a acercarse a la castaña.
En eso se había convertido su vida, emborracharse, coquetear con cualquier chica dispuesta, tener sexo salvaje y luego nada, solo vacío.
Pero él no cometería el mismo error dos veces, el amor no le interesaba y era lo último que quería en su vida. Esa era su nueva vida y estaba conforme con eso, de hecho de verdad lo disfrutaba por lo menos cuando dejaba de recordar lo realmente jodido ella le había dejado el corazón.
Unos golpes muy fuertes despiertan alertando a Liv, asustada se levanta rápido para abrir.Al abrir la puerta unos hombres la acorralan sin dejarle tiempo para defenderse asustandola mucho más.—Pero miren que tenemos aquí—dice un hombre de ojos negros intensos y aterradores—. La hija de Joseph Wilde.Se acerca el hombre hasta ella para mirarla detenidamente.—¿Qui..quienes son?—pregunta tartamudeando la chica muerta de miedo sacándole una sonrisa cruel al hombre.—Unos muy buenos amigos de tu difunto padre—le responde burló el hombre—. Tan buenos amigos que le preste un dinero hace poco, muñeca y necesito que me lo pages ahora.—Yo no sé de qué habla—contesto Liv temblando al ver como ese hombre invadía mucho más su espacio personal.—Eso me importa muy poco niñita, solo quiero mi puto dinero ya—grito el hombre molesto haciendo que Liv comenzará a llorar debido a los nerviosa que se encontraba.—Yo no...no tengo dinero ahora—dijo entre sollozos.—Te daré algo de tiempo porque hoy me
—Te vi con el semental Grayson—le dice acerca de su oído Óscar su único amigo en ese sitio, asustada se lleva la mano al corazón.—Me asustaste, imbécil—se queja Liv mirándolo mal.—No es mi culpa que sea tan nerviosas, cariño—responde este divertido.—¿Semental Grayson?—cuestiona con el ceño fruncido.—Ya sabes ese toro del que todas las vaquitas del rebaño quieren tener sus hijitos—explica como si fuera bastante obvio sin embargo Liv seguía sin entender—Jason Grayson, te aseguro que tiene pinta de semental y tú quieres ser la vaca de ese padrote—termina mirándola con picardía.Liv oculta el rubor leve que cruza por su rostro haciéndose la desentendida.—Solo tomamos el elevador al mismo tiempo—se excusa concentrándose en su tarea diaria antes de que llegara su jefa.—¿Eso es todo?—cuestiono Óscar molesto y frustrado.Óscar era el único que sabía su pequeño enamoramiento con Jason y él que la apoyaba a acercarse a su amor pero en ese momento ambos estaba perdiendo la esperanza de que
—Necesito que tengas listo esto antes de que regrese—le pide Claudia unos días después de que Liv le pidiera un préstamo, dándole unos documentos a su asistente sale de la oficina.Claudia había tomando una decisión Olivia Wilde sería ahora su pupila, ella la ayudaría y así mataría dos pájaros de un solo tiro.Suspira adentrándose en la oficina de su hermano.—Tu hijo no puede seguir haciéndose el idiota ¿Lo sabes no?—le dice mirando a Thomas molesta.—Lo sé—dice él dándole la razón.—Entonces porque no has hecho nada todavía—le reclama su hermana.—Por que no quiero influir en su vida—le responde este cansado recostándose en el espaldar de la silla.—El deber de Dorian es manejar esta empresa que tú trabajaste para él—Claudia parece querer cachetear a su hermano para ver si reacciona.—Claudia sabes que no es fácil manejar una empresa de la noche a la mañana y también sabes la condición que estipuló nuestro padre.El padre de ambos había estipulado hace muchos años en el testamento q
—Casate con mi hijo—dice Thomas sin tacto.Claudia se da un golpe en la frente y se avergüenza de su hermano. Mientras Liv se le queda mirando a Thomas parpadeando pensando que lo que escucho es una broma.Ella no podía creer lo que su jefe le acababa de decir, de todas las cosas que se imaginó que ocurrirían jamás pensó que esas cuatro palabras serían dirigidas a ella.—Pudiste ser más cuidadoso, Thomas—le regaña su hermana más sin embargo él prefería las cosas así, directas.Esa mañana Claudia había llevado a Olivia a la oficina de su hermano con la excusa de que se le daría respuesta por el préstamo que ella había pedido. —Yo...yo...—Liv no sabía que responder simplemente seguía en shock.—Mira, voy a ser sincero niña—comienza a explicarle Thomas a la muchacha—. El dinero que pides es demasiado y ni con diez años trabajando para nosotros podrías pagarlos, en cambio te ofrezco ese dinero y un monto extra con la condición de que te cases con mi hijo por dos años después de los dos a
Tenía que ser una mala broma, piensa Dorian al ver la estúpida invitación en sus manos. Su ex prometida se iba a casar y no solo eso sino que lo había invitado a su maldita boda.—¿Me estas escuchando, Dorian?—pregunta Thomas molesto.Dorian de mala manera guarda el teléfono en el bolsillo de su pantalón.—Te estoy escuchando, papá—dice mirándolo a la cara—. Estamos acá para convencer a Maldonado de invertir con nosotros.—¿Entiendes lo importante que es esto, verdad?—le pregunta Thomas más relajado.—Lo entiendo—suelta Dorian suspirando.—Una vez que hablemos con Maldonado tienes vía libre para divertirte—le dice dándole una palmada en la espalda—. Solo no te pases, recuerda que tienes una prometida.Una prometida, que aún él no conocía.Al parecer todo estaba pactado, así que no había escapatoria. En unos meses habría boda y él ni siquiera le había visto la cara a la chica que aceptó casarse con él.—El lunes nos reuniremos con Olivia para firmar el acuerdo de confidencialidad y deb
Liv no podía explicar lo que sentía por aquel desconocido, las sensaciones que ese hombre misterioso le provocaban con tan solo una mirada la inquietaba, poniéndola nerviosa, la confundía pero sobretodo la atraía.Era un hombre alto, de cabello castaño y unos impresionantes ojos de color marrón eso era todo lo que podía apreciar de su rostro debido a una máscara que le cubría casi por completo la cara.Mientras Dorian sólo podía darse el pequeño lujo de observarla, analizarla, contemplarla.—¿Entonces que dices? ¿Me dejas pagarte un trago en reposición del que se te desperdició?—insiste Dorian con su más galante sonrisa.—Yo no...no es necesario—tartamudea Olivia algo sonrojada.—No acepto un no por respuesta—sonríe al ver el sonrojo en la chica algo que le causó un poco de ternura y lo encendió por partes iguales.Dorian se encontraba confundido ya que no había experimentado todas esas sensaciones antes.—Está bien—acepta por fin Liv intranquila.Todo en ese hombre la ponía nerviosa
Entre besos y tropiezos Dorian logró guiarla hasta la habitación en donde dormirían esa noche.Él estaba fascinado y sentía hervir su sangre con cada beso sin embargo él podía sentir lo nerviosa que se encontraba esa hermosa chica que se estremecía en sus brazos.Así que bajo la velocidad de los beso pero aumento la intensidad, él quería que ella lo disfrutara que olvidará por completo que eran desconocidos, quería que ella se entregará por completo a él.Liv se sentía perdida en la marea de sensaciones que ese misterioso hombre le hacía sentir con cada roce, con cada beso, con cada caricia a tal punto de olvidar hasta su propio nombre.Ambos solo se estaban dejando llevar por el momento tan único que los dos se estaban encargando de dejar grabados en la piel del otro.Dorian cuando sintió que su hermosa dama estaba mucho más relajada se encargó de bajar el cierre del vestido turquesa que lo había dejado sin respiración apenas la vio, lo bajo con cuidado y lentitud sin querer asustar
Liv serpenteaba caminando de prisa por las calles sintiéndose más ligera, por lo menos había podido pagarle una parte adelante a los delincuentes que ya empezaban a asfixiarle con amenazas.Aún sentía las consecuencias de el ataque de nervios y miedo que sufrió al enfrentarse a ellos de nuevo.Estaba hecha un desastre cargaba una que otro rasguño pero por lo menos había podido evitar llorar como una niña.Después de esa noche en la que estuvo en el cielo los días siguientes se convirtieron en un infierno cuando al llegar a su casa volvieron a atacarla y amenazarla de nuevo presionándola.Había pasado varios días de esa noche que se había marcado en su piel para siempre.Liv no pudo evitar sentir decepción cuando a la mañana siguiente al levantarse se encontraba sola en la habitación. Sí, ella sabía y tenía en claro que el misterioso desconocido solo le había prometido una noche sin embargo pensó...niega con la cabeza desviando el rumbo de sus pensamientos.Ella había aceptado y aunqu