—Necesito que tengas listo esto antes de que regrese—le pide Claudia unos días después de que Liv le pidiera un préstamo, dándole unos documentos a su asistente sale de la oficina.
Claudia había tomando una decisión Olivia Wilde sería ahora su pupila, ella la ayudaría y así mataría dos pájaros de un solo tiro.
Suspira adentrándose en la oficina de su hermano.
—Tu hijo no puede seguir haciéndose el idiota ¿Lo sabes no?—le dice mirando a Thomas molesta.
—Lo sé—dice él dándole la razón.
—Entonces porque no has hecho nada todavía—le reclama su hermana.
—Por que no quiero influir en su vida—le responde este cansado recostándose en el espaldar de la silla.
—El deber de Dorian es manejar esta empresa que tú trabajaste para él—Claudia parece querer cachetear a su hermano para ver si reacciona.
—Claudia sabes que no es fácil manejar una empresa de la noche a la mañana y también sabes la condición que estipuló nuestro padre.
El padre de ambos había estipulado hace muchos años en el testamento que la empresa Sinclair solo pasaría a su descendencia masculina siempre y cuando estos estuvieran casados. Algo que para Claudia era una tontería machista.
—Lo entiendo pero Dorian debe tomar las riendas de esta empresa ya.
—No puedo obligarlo, es su decisión—suelta frustrado.
—No es solamente eso—habla su hermana intranquila—. Dorian no parece el mismo desde que esa chica lo dejo plantado.
—Y que sugieres Claudia, buscarle una esposa—comenta Thomas en broma, esa era la única manera en la que Dorian podía asumir la dirección de la empresa sin embargo la sonrisa de su hermana lo hace sospechar—No lo estarás pensando en serio—le dice él con semblante serio.
—¿Por qué? Es una buena idea—se encoge de hombros.
—¿Cómo que por qué? Mujer estás loca si piensas que es una buena idea.
—Piensalo, los dos sabemos que Dorian ya tiene edad para casarse y establecerse pero dado a los gustos que tiene pues...—si eso Thomas lo entendía—. Solo le daremos una ayudita.
—Las cosas no funcionan así—responde su hermano inseguro.
—Ademas que podemos perder—presiona un poco más Cláudia—Lo peor que puede pasar es que alguien termine con el corazón roto pero son jóvenes lo superarían.
Thomas sabía que una vez que se le metía una idea a su hermana iba por ello y nada podía retenerla.
—Solo dame tiempo para hablar con él primero antes de que hagas alguna tontería.
Claudia parece querer gritar de alegría.
—Tú solo déjamelo a mí ya verás.
—No te he dicho que sí y todavía sigo pensando que es una pésima idea—Thomas suena resignado.
—Ya tengo la chica indicada—habla Claudia haciendo odios ajenos a sus últimas palabras.
Thomas ve como su hermana se levanta entusiasmada. Definitivamente su hermana se había vuelto loca.
Pero si lo pensaba mejor la idea no era tan descabellada, el problema era que Dorian jamás permitiría algo semejante. Thomas decidió que lo mejor que podía hacer era hacerle una visita el día siguiente y así podrían hablar de la empresa.
Thomas había cumplido esa mañana en lo de pasar al departamento de su hijo sin embargo lo que encontró lo sorprendió.
Bien, esto no era lo que esperaba piensa el mayor de los Sinclair claramente molesto al ver a su hijo todavía en la cama al medio de dos mujeres desnudas.
—¡Dorian Alessandro Sinclair Montesinos!—grita Thomas alterado logrando despertar todos en la habitación.
—Papá, por Dios no grites—se quejo Dorian llevándose las manos a la cabeza.
—¡Se levantan de una buena vez señoritas y se largan de aquí ya!—volvió a exclamar rojo de la cólera Thomas.
Las chicas asustadas de levantaron rápido recogiendo sus cosas salieron de ahí corriendo mientras en el apuro se vestían.
—Mierda, ¿Estás haciendo con tu vida Dorian?—sigue hablando enojado pero bajando la voz un poco agachándose para recoger un paquete que se encontraba tirado en el piso—¡¿Que es esto?! M*****a sea Dorian no me digas que droga—eso era la última gota que derramó el vaso para Thomas.
—No es droga—responde Dorian claramente irritado por la presencia de su padre aunque por lo menos ya no tenía que correr a las chicas con las que se había divertido la noche anterior.
—No intentes hacerte en gracioso conmigo—lo reprende su padre—¿Ya no eres demasiado grandecito para estás niñerías?
—Lo estoy para que me estés regañando—contesta cínico.
—Se acabo—dijo decidido Thomas—. ¡Se acabó!—Thomas se encontraba demasiado enojado—De mí no volverás a obtener ningún peso mientras lleves esta vida.
—¡¿Que?! No puedes hacerme esto papá—reclama el menor claramente molesto.
Dorian no podía creer que su padre estuviera de eso modo ya que jamás lo había visto de esa manera. Su padre en su vida le había levantado la voz aún cuando era niño y él se metía en problemas, su padre siempre lo entendía.
—Puedo y lo haré—sentencio por fin encaminándose decepcionado de su hijo— Búscame para hablar cuando se le pase esa mierda—soltó dejando a Dorian sólo.
Dorian no sabía cómo manejar la decepción de su padre, era la primera vez que Dorian veía decepción en su mirada. Se acuesta de nuevo en la cama frustrado, ahora sí que lo había hecho todo a perder.
Thomas no podía creer en que momento su hijo se había descarrilado de esa manera y es que ni siquiera en la adolescencia él había que tenido que tratar con ese tipo de escenarios.
Triste marco el número de su hermana.
—¿Que pasó?—respondió rápido Claudia haciendo notoria la curiosidad en su voz.
—¿Estas segura que esa chica es la correcta?—inquirió él inseguro y todavía molesto por lo ocurrido.
—Segurisíma de que es la indicada—contesto ella sin dudar.
—Bien, llévamela mañana en la mañana. Quiero conocerla.
Suspira colgando el teléfono.
Thomas no quería tener que llegar a ese extremo pero Dorian no le había dejado ninguna otra alternativa. Él solo esperaba que esa decisión no fuera un error o que su hermana no estuviera equivocada con respecto a esa chica.
—Casate con mi hijo—dice Thomas sin tacto.Claudia se da un golpe en la frente y se avergüenza de su hermano. Mientras Liv se le queda mirando a Thomas parpadeando pensando que lo que escucho es una broma.Ella no podía creer lo que su jefe le acababa de decir, de todas las cosas que se imaginó que ocurrirían jamás pensó que esas cuatro palabras serían dirigidas a ella.—Pudiste ser más cuidadoso, Thomas—le regaña su hermana más sin embargo él prefería las cosas así, directas.Esa mañana Claudia había llevado a Olivia a la oficina de su hermano con la excusa de que se le daría respuesta por el préstamo que ella había pedido. —Yo...yo...—Liv no sabía que responder simplemente seguía en shock.—Mira, voy a ser sincero niña—comienza a explicarle Thomas a la muchacha—. El dinero que pides es demasiado y ni con diez años trabajando para nosotros podrías pagarlos, en cambio te ofrezco ese dinero y un monto extra con la condición de que te cases con mi hijo por dos años después de los dos a
Tenía que ser una mala broma, piensa Dorian al ver la estúpida invitación en sus manos. Su ex prometida se iba a casar y no solo eso sino que lo había invitado a su maldita boda.—¿Me estas escuchando, Dorian?—pregunta Thomas molesto.Dorian de mala manera guarda el teléfono en el bolsillo de su pantalón.—Te estoy escuchando, papá—dice mirándolo a la cara—. Estamos acá para convencer a Maldonado de invertir con nosotros.—¿Entiendes lo importante que es esto, verdad?—le pregunta Thomas más relajado.—Lo entiendo—suelta Dorian suspirando.—Una vez que hablemos con Maldonado tienes vía libre para divertirte—le dice dándole una palmada en la espalda—. Solo no te pases, recuerda que tienes una prometida.Una prometida, que aún él no conocía.Al parecer todo estaba pactado, así que no había escapatoria. En unos meses habría boda y él ni siquiera le había visto la cara a la chica que aceptó casarse con él.—El lunes nos reuniremos con Olivia para firmar el acuerdo de confidencialidad y deb
Liv no podía explicar lo que sentía por aquel desconocido, las sensaciones que ese hombre misterioso le provocaban con tan solo una mirada la inquietaba, poniéndola nerviosa, la confundía pero sobretodo la atraía.Era un hombre alto, de cabello castaño y unos impresionantes ojos de color marrón eso era todo lo que podía apreciar de su rostro debido a una máscara que le cubría casi por completo la cara.Mientras Dorian sólo podía darse el pequeño lujo de observarla, analizarla, contemplarla.—¿Entonces que dices? ¿Me dejas pagarte un trago en reposición del que se te desperdició?—insiste Dorian con su más galante sonrisa.—Yo no...no es necesario—tartamudea Olivia algo sonrojada.—No acepto un no por respuesta—sonríe al ver el sonrojo en la chica algo que le causó un poco de ternura y lo encendió por partes iguales.Dorian se encontraba confundido ya que no había experimentado todas esas sensaciones antes.—Está bien—acepta por fin Liv intranquila.Todo en ese hombre la ponía nerviosa
Entre besos y tropiezos Dorian logró guiarla hasta la habitación en donde dormirían esa noche.Él estaba fascinado y sentía hervir su sangre con cada beso sin embargo él podía sentir lo nerviosa que se encontraba esa hermosa chica que se estremecía en sus brazos.Así que bajo la velocidad de los beso pero aumento la intensidad, él quería que ella lo disfrutara que olvidará por completo que eran desconocidos, quería que ella se entregará por completo a él.Liv se sentía perdida en la marea de sensaciones que ese misterioso hombre le hacía sentir con cada roce, con cada beso, con cada caricia a tal punto de olvidar hasta su propio nombre.Ambos solo se estaban dejando llevar por el momento tan único que los dos se estaban encargando de dejar grabados en la piel del otro.Dorian cuando sintió que su hermosa dama estaba mucho más relajada se encargó de bajar el cierre del vestido turquesa que lo había dejado sin respiración apenas la vio, lo bajo con cuidado y lentitud sin querer asustar
Liv serpenteaba caminando de prisa por las calles sintiéndose más ligera, por lo menos había podido pagarle una parte adelante a los delincuentes que ya empezaban a asfixiarle con amenazas.Aún sentía las consecuencias de el ataque de nervios y miedo que sufrió al enfrentarse a ellos de nuevo.Estaba hecha un desastre cargaba una que otro rasguño pero por lo menos había podido evitar llorar como una niña.Después de esa noche en la que estuvo en el cielo los días siguientes se convirtieron en un infierno cuando al llegar a su casa volvieron a atacarla y amenazarla de nuevo presionándola.Había pasado varios días de esa noche que se había marcado en su piel para siempre.Liv no pudo evitar sentir decepción cuando a la mañana siguiente al levantarse se encontraba sola en la habitación. Sí, ella sabía y tenía en claro que el misterioso desconocido solo le había prometido una noche sin embargo pensó...niega con la cabeza desviando el rumbo de sus pensamientos.Ella había aceptado y aunqu
—Suelteme—intento alejarse ella sin verlo a la cara debido a que las lágrimas le eran imposibles de frenar y estaba empezando a odiar que él fuera el motivo de su llanto.Estaba cansada, lastimada y humillada.Solo quería irse a casa darse un baño y llorar a solas en la tranquilidad de su cuarto. Ya no quería fingir ser fuerte, estaba derrotada y ya no le importaba nada.—Olivia—pronuncio su nombre despacio llamándola a lo que ella no pudo evitar levantar la mirada como si obedecerlo estuviera en su sistema.A Dorian se le oprimió el corazón al verla tan vulnerable, a él siempre le había molestado ver a las mujeres llorar y mucho más si era su culpa pero últimamente había sido el causante de muchas lágrimas.Esa chica era una sombra de la mujer que conoció esa noche.Llevaba ojeras como si no hubiera dormido en varias noches, desarreglada, se veía terrible y sin embargo el aún la seguía viendo tan hermosa.Las lágrimas seguían cayendo en silencio por sus mejillas mientras le mantenía
Dorian se adentra por los pasillos de la empresa con pasos seguros y con la mirada en alto. Él puede escuchar los murmullos a su alrededor y uno que otro suspiro que algunas empleadas dejan escapar cuando lo ven.Antes pensaba que era por lo apuesto que le parecía a las féminas, no lo pensaba porque fuera arrogante sino por la cantidad de chicas con las que Dorian había estado que se lo habían dicho infinidades de veces pero en realidad él estaba empezando a creer que su verdadero atractivo vendría acompañado de los millones de dinero que se cargaba en su cuenta bancaria.Últimamente ese pensamiento lo perseguía por todas partes.Dorian deja atrás esos pensamientos inútiles, él no estaba ahí para seguir con su autocompación.Hoy él empezaría a representar su papel en la empresa, su padre había sido bastante claro con él. Debía integrase lo antes posible para así estar preparado para asumir como CEO cuando su padre por fin se retire después de que se casará con Olivia.Olivia, él solo
En seis meses ella se casaría, en seis meses sería la señora Sinclair y esa idea no la emocionaba en lo absoluto por lo menos no como pensó que se emocionaria si todo hubiera sido diferente. Si tan solo Dorian y ella fueran una pareja enamorada recién prometidos normal.Liv siente como su mundo de tambalea, Dios ella aún no se hacía la idea de casarse con un desconocido y ahora debía también trabajar con él.Cierra los ojos rescostandose en una de las paredes no tan alejadas de la oficina del Señor Sinclair o mejor dicho su futuro suegro.—Oye, ¿Estás bien?—dice esa voz con la que lleva fantaseando desde que piso esa empresa lo que logra sacarle una sonrisa triste.—Estoy bien, Señor Grayson—logra hablar Liv desanimada.Era la primera vez que se dirija a ella pero se sentía tan agotada tanto física como mentalmente que no siente alguna emoción por el hecho de que Jason Grayson por fin le este dedicando su atención.—Esta muy pálida ¿Esta segura de que se encuentra bien?—Liv asiente a