Manuel y Alex estuvieron viendo muebles y accesorios para redecorar las habitaciones, sobre todo escogiendo lo que pondrían en la habitación de Rebecca. Un par de veces los confundieron con una pareja buscado muebles para su futuro bebé y eso generó una agradable y cálida sensación en la chica, que le hizo pensar si alguna vez viviría esa experiencia. Un ligero suspiro escapó del pecho de Alex que no pasó desapercibido para Manuel.—¿Qué fue eso? Disculpa, en ocasiones no me doy cuenta de que podría estar robándote tu tiempo. Simplemente doy por hecho que te interesa tanto como a mí lo que hago por Rebecca.—Te equivocas, me alegra compartir este momento contigo. Sólo tuve un acceso temporal de maternidad frustrada, no te preocupes. Es lindo hacer esto y me sentí bien, es todo.—Puedo decirte que yo estaba más renuente que tú, pero ahora, mi hija me llena los días. Deseo estar con ella y ya quiero que crezca para poder tenerla en casa. Es incómodo cuando tengo que verla junto a su mad
—¿Qué es eso tan urgente de lo que quieres hablarme? —preguntó Manuel aún molesto cuando entró a la casa de Isis.—Es algo …complicado de explicar. —respondió ella titubeante—Te escucho.—Siéntate, te pediré un café. —le señaló un sofá.Manuel accedió aunque su paciencia se estaba acabando, estaba harto de las escenas de Isis y eso iba a terminar en ese momento.—Verás, Manuel…creo que recuerdas que te dije que yo deseaba continuar con mi carrera cuando Rebecca tuviera edad…—Tiene cinco meses, Isis. Eso no es “edad” es una bebé aún. Entiendo que desees continuar trabajando, lo respeto, es tu derecho pero creo que podrías esperar un poco porque no es algo que requieras para vivir. Al menos unos meses más… No me siento cómodo con la idea de dejar a Becca con otras personas tan pronto, sé que tienes una buena niñera, pero es tan pequeña aún…—Me llamaron de la empresa y me ofrecieron un nuevo cargo, mucho mejor que el anterior… un excelente cargo, de hecho.—Entiendo…quizás podamos lle
La mañana llegó y con ella la resaca para Manuel.Alex se levantó antes y preparó café fuerte para cuando él bajara, lo cual sucedió poco después. Con el cabello aún húmedo y ya totalmente vestido, Manuel se detuvo en la puerta de la cocina y miró a la chica.—¿Puedo pedirte un favor? —dijo con voz ronca.—Claro. Lo que quieras.—Si vuelvo a tomar a esa velocidad, pégame un tiro, es más misericordioso. Se me está partiendo la cabeza y no bebí tanto. Es cierto que no acostumbro hacerlo, pero tampoco me tomé una botella.—Cariño, te tomaste al menos seis tragos dobles uno detrás de otro. Agradece que estás vivo porque lo demás es ganancia. Ven a desayunar algo. Siéntate.—No puedo comer nada.—Claro que lo vas a hacer, luego de que tomes este extraordinario jugo anti resaca. Es delicioso y te va a regular los electrolitos, te sentirás como nuevo. —le entregó el vaso y lo miró. — Hasta el fondo. No se aceptan réplicas.Manuel aceptó y tomó la bebida, que estaba fresca y deliciosa.—Está
—¿Hicieron qué? —Mauricio quería entender lo que le decían sus padres pero su cabeza parecía dar vueltas.—Te adoptamos, Mauricio. Por años tratamos de todas las formas posibles tener una familia, pero no lo logramos y decidimos adoptar un niño. Fuimos a ese hospicio y por casualidad, no sé si llamarlo así, te cruzaste delante de mí y cuando te vi, supe que eras el indicado, supe que eras el hijo que soñaba. Hasta te parecías un poco a Rodrigo y no busqué más. Le dije a tu padre que eras un regalo del cielo, llenamos todos los requisitos y poco después fuiste con nosotros a tu nuevo hogar. No nos dieron mucha información sobre ti, solo nos dijeron que tus padres habían muerto.El rostro de Mauricio había perdido por completo el color. Dejó de comprender cuando escuchó la palabra adopción. Todo lo que vino después de eso, solo era ruido.Miró a sus padres con ojos atónitos sin poder formular las preguntas que venían a su cabeza y muy lentamente pudo hablar.—¿Me… me están diciendo que
Manuel entró a la casa de Alex preocupado. La había estado llamando y no obtuvo respuesta, algo inusual en ella.La encontró en medio de un desorden de cajas y cosas por todas partes.—¿Por qué no respondes tu teléfono?—No logro encontrarlo, está aquí en alguna parte, debajo de toda esta locura. Estoy separando las cosas que quiero donar, no tenía idea de que en esta casa había tanta variedad de absurdos. ¿Sabes que descubrí en el ático armarios completos de ropa de cama en sus paquetes? Creo que mi mamá tuvo más accesos de locura de lo que recordaba. Tengo que sacar todo eso. Hacía años que no entraba al ático, ni a la casa del jardinero. Juro que sólo desearía tomar mis ordenadores y desaparecer de aquí. Esto ha removido recuerdos que no son nada gratos. Todo este tiempo evité entrar a las habitaciones de mis padres, sólo para limpiar y nada más. Nunca quise sacar sus cosas de los cajones y ahora entiendo por qué.—Si realmente quieres salir de todo esto, solo toma lo que quieres c
Manuel salió de aquella casa deseando que todo se redujera a una pesadilla de la cual no podía despertar. Nada de eso podía ser real. Su madre había estado muerta por décadas, esa era la única verdad. Ella había ido a prisión por defenderlos y murió encerrada y lejos de ellos. Por eso habían sufrido el maltrato, el hambre, la miseria, la soledad y ocurrió así porque estaba muerta, si estuviera viva no lo habría permitido. Esa era la única madre que recordaba, la que habría movido el mundo para estar con ellos. No, esa mujer no podía ser su madre.Subió a su auto y solo condujo sin destino por las calles. Necesitaba calmarse para tomar las decisiones que fueran necesarias.Por largo rato dejó que la inercia lo llevara hasta que se encontró frente a la casa de Alex. Permaneció sentado sin decidirse a salir. Cómo le explicaría lo que estaba sucediendo si él mismo no lo podía entender.Finalmente, salió del vehículo y entró. Iba a tocar la puerta pero sabía que Alex solo cerraba con llave
Durante la mañana de ese jueves, un abogado del bufete de Alberto Estrada introduciría en el tribunal de menores la solicitud de custodia total de Rebecca. Mientras esperaba su turno al lado de su representante legal, decidió que ya era hora de dejar la Oficina de Intendencia. No podría ofrecer el tiempo necesario para cumplir con sus obligaciones e incumplirlas no era una opción para él. En los últimos días apenas tenía oportunidad de asistir al gimnasio con todos los cambios que había en su vida.Rato después, la petición había sido entregada y se les citó para el martes siguiente gracias a que el bufete había cobrado un “favor” del juez de la causa. De no haber sido así, tendrían que esperar al menos un mes para procesarla. Manuel odiaba tener que hacerlo, pero era su hija quien estaba de por medio, así que en esa ocasión tendría que mirar a otro lado y saltarse los trámites.Luego de ocuparse de eso, pasó por su oficina para poner su renuncia al cargo. Contaba con que Rebecca est
Ese mismo día, Manuel y Alex se pusieron manos a la obra y para la tarde, ya habían conseguido los recaudos que les exigían. Afortunadamente, Alex recién había ordenado sus documentos y sabía exactamente dónde encontrar los suyos, por supuesto, Manuel, organizado como era su costumbre, tenía todo lo necesario.Hablaron con Estrada y él movió algunos hilos entre sus contactos y todo quedó fijado para el lunes en la mañana.—Manuel, si no te importa me gustaría pedirle a Ariana que venga esta noche para hablar con ella. No quisiera que esto suceda sin siquiera avisarle.—Alex, esta es tu casa, puedes hacer lo que quieras, por favor, no vuelvas a pedirme permiso para invitar a alguien y como igual, yo tengo que salir, puedes recibir a tu amiga a solas. De esa manera, Ariana podrá decirte con toda confianza la locura que estás por cometer. —sonrió al ver el gesto asombrado de la chica—No me digas que no van a hablar de eso, porque yo mismo te lo diría si no fuera el interesado.—Eres un c