Demian:
Era un gran desastre; no podía seguir viendo como peleaba contra ella sin que me recordara a esa chica pelirroja. Lo había visto en esa escuela en la que encontramos a Lisa, ella lo había golpeado por algo que solo ella había oído, me hubiera gustado haberlo oído yo para saber por qué ella lo golpeó tan fuerte.
Sería gracioso verla golpear un chico de nuevo siendo ella, ahora no parecía algo agradable, para nada. Ella estaba masacrando al pobre chico con solo usar esa Esencia nueva. El Salón Bélico estaba casi lleno de nuevos chicos y chicas en formación; Schlunk había dado la Orden de llamarlos antes de tiempo ya que, había muchas muertes de niños que podrían despertar el poder. Después de aquella nota, sabíamos que el Duque realmente no había muerto como creímos ver y siempre me culpaba en esa parte.
— ¡Defiéndete, Wilson! —Le gritaba Le François.
Los entrenamientos en la Orden se habían vuelto algo rigurosos después de tantas perdidas a lo largo de estos cinco meses y Le François estaba a cargo y eso era, lo peor que a alguien le podría pasar.
No me sorprendía que Lisa fuera como él, pero, que sean amigos eso sí, realmente no me lo esperaba, Le François no solía ser de esas personas que se encariñaba con sus alumnos pero al parecer le gustaba presumir a su “pupila”, incluso más que a Mason.
Y Mason estaba cerca de Lisa.
Y Lisa estaba en el rango más alto, había logrado ser una de las mejores Exorcistas en tan poco tiempo; y eso me asombraba mucho. Pero, ella ya no era la misma.
Pasaba la mayor parte del tiempo entrenando, o con Taka, Seth e Irianna, entrenando. Empero, no era la misma que había llegado la primera vez; había cambiado de la forma más drásticamente posible, había dejado de ser la tierna e ingenua Elisa para convertirse en la gélida y solitaria. Su nueva amiga Irianna había logrado pertenecer a los Cazadores Especiales y estaba asignada al grupo 5, que conformaba de Lisa, Taka, Seth y Fred. Pero aun estando con ellos, no parecía disfrutar del todo de su compañía y sospechaba que ella tenía siempre en mente a sus antiguos amigos.
Schlunk sabía que para ella lo más importante eran aquellos dos, pero no se le permitió la entrada a este mundo protegido de todas las maldades del exterior y a cambio de eso le dieron un Combo Desmemorizador y Protección absoluta, ella lo aceptó. Sin embargo, siento que en algún momento voy a explotar diciendo cosas patéticas acerca de no soportar esta distancia entre nosotros.
Sé que le había dicho que se alejara de mí, pero, ¡Por Dios! Eso es lo que dicen los chicos que en realidad quieren que se sientan más irresistibles, y ella hacía lo que le había pedido antes de que todo acabara. Dedicaba su tiempo libre a entrenar y su equipo de pelea y entrenamiento que constaba de Seth, Taka, Andy y ella. Y en lo que va del mes había matado a tres Grandes Demonios sin siquiera pestañear, o eso me contaban sus amigos que estaban con ella. No había salido dañada en ningún momento, el cuervo Louis la defendía mejor que todos nosotros juntos. Supimos que El Duque le había desactivado, por así decirlo, la invocación de Lisa cuando él la tocó y su bruja al cuervo y así evitó que ella y Louis se conectaran cuando estuviera en peligro.
Ella pasaba mucho tiempo con ese francés y temía que un día terminaría siendo como él. No estaba seguro de poder soportarlo. Miré a Héctor y me conecté con él para decirle algo.
— ¡Eso es todo! Descansen —Gritó él cuando terminé de decirle lo que quería. Parando la pelea de Ashton Wilson versus Lisa Walker.
— ¿Pog qué paga la pelea? —Protestó Le François.
—Ya han peleado suficiente, Le François —respondió Héctor mientras me echaba una mirada de condescendencia—. Puede que tu discípula favorita sea incansable, pero los demás se cansan. Ellos son nuevos y están en formación.
—En mis tiempos los entgenamientos egan de día y de noche y no salían del Salón hasta que estuviegas deligando.
—Esos tiempos ya pasaron, viejo amigo —replicó Héctor recogiendo las Xenbos, Qtas y las Jins ordenándolas de acuerdo al tamaño.
Quise ir a donde Lisa, pero ella ya había salido del otro lado con los demás chicos, así, prácticamente evitaba toparse conmigo si era necesario. Apreté las manos y mis guantes chirriaron.
Aquella noche en que ese hijo de… Mitchell se revelara, mi brazo izquierdo terminó chamuscado, así que desde ahora en adelante siempre me llamarán como “Mano Roja” en realidad aunque lo mantenía cubierto por un guante, todos sabían lo que le había pasado a mi brazo y Shesina aún seguía investigando si aquel símbolo significaba algo, pero así me habían apodado desde mi cumpleaños número “veinte”.
Me fui a donde Héctor se iba. Así que mejor decidí ayudar. Ahora que Sarah estaba embarazada él se quedaba solo a cargo de los entrenamientos y muchas veces me quedaba entrenando con él solo para evitar pensar en el pasado.
— ¿Qué te parece? —Le pregunté recogiendo los colchones mientras él iba enrollando la alfombra.
— ¿Lisa? Mmm. Cada vez se parece más a Le François, es buena —dijo, pero supe de inmediato, que algo me ocultaba.
—Héctor. Somos amigos ¿Qué pasa?
Él hizo una mueca y siguió con las catanas y las ponía en su debido lugar, decidí imitarlo con los arcos y flechas que los alumnos no se molestaron en dejar en su lugar.
— ¿Y bien? —Esperé, pero era muy desesperado, él suspiró y tuve que esperar de nuevo.
—Dentro de una semana ella presentará la Prueba de Aptitud para Cazador Especial —él sabía que ella me atraía y de alguna forma yo era tan malditamente obvio que creía que esto me afectaría saber. Maldito Héctor, había acertado.
Respiré profundo, inhala, exhala…bien. Solo debía calmarme, parecer sereno y no molestarme con él. Puesto que, era ridículo, yo actuando como un chico dolido, eso, definitivamente no era lo mío.
— ¿Y Schlunk lo aprueba? —Opté por preguntar.
—Sarah me dijo que ella no desistió hasta que Schlunk la aceptara, además de que lo amenazó con dejar el instituto y volverse una Cazadora Solitaria en busca de venganza.
—Suena muy a ella. —Reconocí. Esperaba saber que esto sus amigos no lo sabían aun y cuando lo supieran ellos le pedirían que no lo hiciera. Tenía la vaga esperanza.
Después de unos minutos más, apareció otro ser despreciable que no podía verlo por el simple hecho de haber actuado como un idiota por años.
— ¡Mano Roja! —Me llamó Will desde la gran puerta, ese idiota no dejaba de sonreír por más que le mirase con desagrado.
Una de las cosas que hizo Lisa al volver con nosotros, fue hacer que Will y yo nos reconciliáramos. Tuve que aceptar que yo tenía todas las de perder en cuanto al pasado. Yo había confiado ciegamente en Micaela. Yo estaba tan estúpidamente enamorado que no le creí a mi mejor amigo. Yo había culpado a Will por su muerte. Qué tonto. Pero aun así, mi orgullo de no querer aceptar eso había disminuido desde que Lisa regresó.
— ¿Qué quieres? —Pregunté viendo cómo se acercaba con una zanahoria en la mano, ¿Acaso quería parecerse a Bugs Bunny solo porque a Lisa le gustaban los conejos? Patético. Y yo era todavía más patético por sentir celos.
—Schlunk me mandó a que te dijera que te espera en la dirección en quince minutos… —se pausó y arrugó la frente—. Me quedé unos diez minutos en la cocina y creo que… ¿cinco? ¿Ocho? minutos platicando con Lisa, y…
—Grandísimo idiota —le hice un lado y él rio de esa forma que me sacaba de mis casillas y peor aún fue cuando me dijo que él sí hablaba con Lisa.
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—No puedes hacerme esto, Schlunk —decía alguien y si no me equivocaba, era la voz de Lisa, su voz era la más hermosa melodía que podría existir sobre la tierra, pero ahora esa hermosa voz emitía una especie de gruñido, supe que estaba enfadada por algo.
—Es la condición que te pongo para que te unas a los Cazadores Especiales —replicaba él con demasiada serenidad; me lo imaginaba sentado cerca de la ventana delante ese escritorio de caoba y a un lado de él la esfera que mostraba todo el instituto protegido con sellos y conjuros nuevos que desarrollaron los Cuervos tras el ataque—. Owen está grave, desde hace cuatro meses que tiene el veneno y los Fenills ya no ayudan en nada.
—Pero ¿Por qué tiene que reemplazarlo Demian? Andy está listo, lo quiero a él en mi equipo —dijo entre dientes. Ah, con que le molestaba esto, se me ocurrió entrar justo en ese momento.
— ¿Acaso hablaban de mí? —Pregunté con sarcasmo, y tal como lo pensé, Schlunk estaba sentado en esa butaca; con las manos entrelazadas en son de pensamiento. Su indumentaria negra lo hacía verse bastante temible y peor aún con ese rostro de amargado que tenía todo el tiempo.
La dirección era enorme y se encontraba en una de las cúpulas, pero había muy poca luz para mi gusto, las cortinas eran rojas, los muebles y estanterías de caoba. Algunos cuadros de anteriores directores estaban colgados en las paredes tapizadas en un tono rojo y dorado. Entre ellas estaba Alan Walker, con una indumentaria blanca, con facciones finas, el cabello negro y la mirada más temible que podrías ver en tu inmunda vida si eres un demonio.
— ¿Passmore, acaso no sabes tocar la puerta? —Preguntó tocándose la frente.
—Todo el mundo sabe eso ¿Por qué me lo pregunta?
—Ah, otro dolor de cabeza. —Suspiró— Miren, no tengo tiempo para discutir acerca de tus modales, además de que llegas tarde. Les informo que de ahora en adelante Walker y tú trabajaran juntos —dijo levantándose, viendo hacia la ventana y juntando sus manos hacia su espalda—. Owen ya no será un Exorcista, posiblemente se una a los Cuervos como Siervo. Así que ustedes son el nuevo equipo 5. Eso es todo, se pueden retirar.
Yo iba a decir algo, pero Lisa se adelantó a la puerta con la Esencia activa, le sucedía eso cuando se enojaba demasiado. Así que antes de que ella saliera decidí alcanzarla antes de que se fuera. Pero ella ya había desaparecido en forma de cuervo.
Estaba molesta, mucho muy molesta, que Schlunk decidiera sobre mi equipo era algo inapelable, era el director del instituto, pero no podía soportar que no me dejara decidir sobre quién sería el reemplazo de Frederick. Sabía perfectamente su estado crítico de salud, lo había visto vomitar sangre oscura, perderse en una laguna de recuerdos que lo atormentaban, en crisis existenciales más complicadas que de las de un humano promedio.Lo había visto gritar, cubrirse los oídos como si alguien le estuviera rasgando los tímpanos, perderse ante esa droga llamadas Fenills. — ¿Estás enojada porque teniéndolo cerca no podrás lograr sacarlo de tu mente, no es así? —Preguntó Louis, y tenía razón.Así que mejor no respondí, solo seguí viendo al frente hacia el lago. El lago era verde oscuro y el viento que corría era frío, mi piel se enchinó; era algo infantil de mi parte que saliendo del despacho del director me convirtiera en cuervo sin importarme el qué dirán, ni aunque algunos me tacharán de
Caminábamos en medio de la noche; yo con mi equipo de caza que no necesitaba, pero bien podría hacer uso de ellos, y mis compañeros de la misma forma, Taka se había dejado crecer el cabello, Seth se lo había rapado y Fred estaba cada vez más pálido que sus ojeras de panda se notaba perfectamente, pero más animado que nunca, decidí que hoy le daría chance para matar a su primer demonio desde que conformamos este equipo. Dos Cazadores Especiales esperarían nuestra señal, pero desde que yo comencé a matar sin piedad no habíamos necesitado de uno, aun se tratara de la formación de Irianna.Era muy egoísta de mi parte, algo que no sabía si había adquirido o ya había sido así desde antes de ser lo que era, una Exorcista.— ¿Cómo te sientes? —Le pregunté a Fred, él era bueno con la ballesta cuando no podía regenerar su fuerza y crear armas espirituales con la energía natural como lo hacían los del Clan Cruz. —Si me dieran diez dólares por cada vez que me pregunten como estoy me ajustaría pa
Corrí lo más rápido que mi entrenamiento me había enseñado, pero este demonio era muy rápido y lo último que pude ver es que tomaba la forma de una mujer con la que había chocado y se mezclaba entre la multitud de una calle bulliciosa.Lo que me faltaba.Lo seguí sin perderlo de vista, tomó la forma de un hombre corpulento, minutos después tomó la forma de una chica rubia hasta meterse en un club con un letrero fosforescente. Donde llamaba “Arcano”.—Genial —mascullé, de todos modos, estaba usando el neminem, nadie se daría cuenta de que entraba, pasé por el gorila quien le estaba negando la entrada a unas chicas de unos dieciséis años quienes llevaban identificaciones falsas.El vestíbulo era iluminado por luces rojas y había espejos en el techo. Al llegar al gran salón que tenía un aspecto de palacete vulgar. Ignoré por completo la fachada que ésta tenía y busqué por entre la muchedumbre, la música era ensordecedora y el aire tenía una especie de droga, las luces parpadeaban haciend
Narra el Fugitivo: Al pisar el suelo, casi la besé porque no aguantaba estar más tiempo en aquel barco, y no era por el olor, sino por lo frágil que se habían vuelto mis intestinos conforme recuperaba la compostura. La comida se había vuelto más y más abrumadora cuando comía hasta cansarme, ver tanta comida me hacía pensar en cuanto desperdicié mi vida en comer solo migajas de pan y agua o aire simplemente.¿Algo bueno del enemigo? Nada, excepto sus libros. Libros que me daba como compensación de extraerme sangre y parte de mis tejidos, de ahí podía saber algo de lo que yo formaba parte y porqué necesitaba de mí para con sus marionetas.La vida oculta debajo de una cumbre horrorosa me hacía valorar cada cosa pequeña que veía, las islas, el mar azul, las aves que rondaban por las sardinas, las ballenas que dejamos atrás, los delfines. Todo era maravilloso y el cielo, de aquel color azul tan vivido y en las noches, aquellas motitas blancas y brillantes llamadas estrellas formaban singu
Estábamos en mi habitación, en Leesburg.Era lo único, el único lugar al que había querido volver infinidad de veces y ahora estaba aquí, en mi abandonada habitación. Con una chica de rodillas, con los ojos azules desorbitados, el rímel corrido, temblando y tratando se abrazarse a sí misma mientras observaba en la penumbra. Al igual que yo, que estaba usando el neminem; nadie se daría cuenta de mi presencia, pero tampoco tenía pasos de gato. Mis pasos eran más bien como la de un rinoceronte y la casa era vieja, el suelo de madera crujía bajo mis pies y sentía una ligera punzada en el cuello, pero eso no era lo más importante ahora.Los Ojos Azules también podían usarla, y justo oí que subían ellos; Cam y Nery.—Juro que oí algo —decía Nery seguida de Cam.—Ha de ser la madera, un gato tal vez. Esta casa es vieja. —Excusó Cam, se oía diferente, algo más como una persona aburrida de la vida, cansado de la rutina. No lo recordaba así.Rápidamente me incliné a la chica y comencé a hacer e
Narra Mitchell: Cuando abrí los ojos, sentí mis brazos adormecidos. Estaba atado. Dentro de una habitación de cristal y una especie de no supe qué que hacía sentirme muy cansado nadaba por los recovecos de mi mente. Tras un minuto de intentar enfocar mis ojos en alguna parte que no fueran las luces blancas, me vi reflejado en los cristales. Con los ojos desorbitados y enardecidos por una sustancia que sentía, viajaba por todo mi cuerpo. Provocando una especie de calor, intensidad, con la respiración agitada, pero al verme atentamente, apenas me reconocí; mi piel pálida, casi traslucida, mi cabello oscuro y mis ojos de un color lila. Un sonido pareció inundar la pequeña habitación a través de las paredes, podía sentir como las ondas de una voz viajaba por los cables y de repente, la habitación de cuatro por cuatro se quedó sin el silencio. Inundándose por una voz autoritaria, quizá aquel director quien me había sumido en la oscuridad. —Mitchell Walker ¿Puedes oírnos? Y el siguiente
—Vamos Walker. Ya sal —refunfuñó Mason mientras me mantenía encerrada en el baño. Estábamos en una cafería de Richmond y mi cabello, no había recuperado aun su color natural, sino que este seguía siendo de un tono plateado, que hacía verme terriblemente extraña; como si fuera una de esas chicas cosplayers y lo bueno de esto era que mis ojos ya habían vuelto a su normalidad. Schlunk me había dejado salir a la mañana siguiente de lo que mis ojos presenciaron hablando de muchas cosas de lo que siempre quise saber, de lo nuevo y lo antiguo, de las cosas secretas que Le François me había comentado. Explicándome que la chica estaba paranoica porque el Cuervo Rojo le pasó ilusiones extrañas que nadaban por su mente aun después de que se le diera una serie de tratamientos que los Cazadores y Cuervos por igual le dieron, nada funcionaba, hasta que le extrajeron un poco de sangre y le pusieron Fenills. —Veneno de demonio —dijo mientras se sentaba al borde de mi cama—. Un poco menos letal que
Narra Will:—Hey, Sparks —llamé al chico que estaba marcando un árbol con su Don de la Vejiga Llena. Me habían asignado un nuevo compañero de Rastreo ya que mi antiguo compañero había muerto y Mason encontraba más satisfactorio ir con una chica que conmigo.De lo que se perdía ese idiota. Pero Lisa estaba más bella y fría que nunca. Yo tan tierno y amistoso, muy diferente a lo que era y prefería él.Pero bueno, estábamos en un parque ecológico del Sur de Carolina del Norte, era algo gracioso, pero no lo que estaba entre los árboles. Habían sucedido cosas extrañas últimamente, desde desapariciones de niños, hombres y mujeres hasta las criaturas, pero más los vampiros. Mi pregunta va en ¿Quién demonios raptaría a esos seres? ¿Quién podría? Aunque la pregunta se respondía sola, El Duque trabajaba desde las sombras de nuevo, dejando rastros imposibles de cubrir. Hasta los humanos se daban cuenta de lo que sucedía. Muertes cada noche, desastres cada semana, de un lado a otro, desgracia tra