En el pasillo casi siempre caminaba dando traspiés, el suelo con grietas no me permitía seguirla como ella quería, y se burlaba por ello, riéndose de una manera que empezaba a detestarla en verdad. Y detrás de nosotras venía un chico, su aura era demasiado oscura y cargaba en ella la espada del cual Demian había sido tocado. Recordarlo de alguna manera dolía y hacía que mi corazón se encogiera más que cuando el Duque extraía mi esencia, en mi cuenta mental esto ya era la veinteava vez, mis cadenas tintineaban cada vez que intentaba no caerme, mis rodillas comenzaban a traicionarme con cada paso. La humedad se colaba en mis fosas nasales combinada con un hedor digno de una cueva repleta de demonios, los pasillos no podrían ser ni estrechos ni tan grandes por los ecos que creaban los pasos de los secuaces del Duque, pero el frío era imposible no sentirla.Quería llorar, intentaba no hacerlo, mi pecho se henchía pensando en los años que mi hermano soportó este proceso y que yo no lo hay
Mitchell:Corríamos de manera que mi respiración era agitada.No había aprendido nada sobre la fuerza física ni la magnitud de mi don, pero de los Cuervos que se estaban encargando de eso, me habían dicho que la respuesta estaba en India, donde Amartya había despertado la Inocencia Lunar, y solo habían logrado identificar una habilidad de curación extrema, más fuerte que la de un Inocencia normal. Sin embargo éste no tenía tan desarrollado la Visión. Le François había dejado que yo viniera con la condición de no alentar al equipo y eso incluía no cometer errores. Un Cuervo me había abierto un portal para alcanzar a Mason y a Irianna, dejándonos a los lindes de Nueva York en Harriman State Park dónde había sido percibido por ellos y por Irianna, el frío que estaba haciendo no se quitaba con correr, es más, hasta sentía que mis pulmones iban a explotar si aspiraba aire frío por otra media hora más. Había pasado ya mucho tiempo, quizá el amanecer se encontraba cerca pero la neblina no
Will: Un rayo partió el cielo apareciendo como raíces arrancadas del suelo, una parvada de cuervos pasó volando por los grandes ventanales de la enfermería. No podía identificar a Louis entre ellos, pero si ellos se habían exaltado por el rayo era normal. Sin embargo, los cuervos solían aguardar la lluvia en el aviario o irse a refugiarse en las altas colinas del este, pero éstos habían decidido volar y chillar de manera estrepitosa, como si algo les hubiera asustado de sobremanera, y cuando supe la razón, entendí todo.—Está muerta —Taka estaba de nuevo en trance, casi justo después de pedir hablar con Le François que había venido a la enfermería. Taka no estaba herido, pero se había cansado y se había dormido mientras cuidaba a Seth y a mí. Él nos había dicho parte de una profecía que había contado Sarah.Con su apenas notable barriga de embarazada, ella había visto lo mismo que Taka, solo que con diferentes ángulos. O al menos Taka no quería decir quienes iban a morir. Pero, lo
Once años atrás:—Tienes un don muy particular, aunque deberías estar con los Cuervos, sé que me serás muy útil —dijo Schlunk paseándose por el despacho de la Fortaleza que era un poco más pequeña y poco iluminada que la del Instituto—. He visto cosas, muchas. Pero yo no estaré para poder impedirlas y, tú eres el indicado para hacerlo.— ¿Qué debo hacer? —Respondió el muchacho que permanecía de pie, muy firme, como todos los Cazadores Especiales para con sus líderes—. Mi lealtad siempre estará con la Orden Negra.—Lo sé, lo sé. Tu mentor te ha inculcado muy bien. Pero lo que voy a pedirte es probablemente la misión más arriesgada del mundo. Cabe mencionar también que tu vida y tu nombre quedará manchada para siempre.Schlunk se detuvo hacia la ventana que daba hacia lo más oscuro del bosque, algunos rayos de sol tocaban las hojas de los árboles con tonos ambarinos, algunos árboles iban quedándose esqueléticos. Él recordaba que le encantaba pasearse por el bosque y perderse dentro d
Las luces de toda la Orden Negra estaban encendidas, como una ligera esperanza, los Cuervos había logrado romper el hechizo en el que habían estado, la nieve había desaparecido con los primeros rayos de luz. La restauración de las instalaciones estaban llevándose a cabo, después de un funeral general, todos parecían tener una capa de tristeza que cubría sus auras, pero, debían retomar sus actividades, como siempre. Un hermano que se iba era un hermano bendecido. Cada uno de los que habían sobrevivido a la masacre se había ganado varias estrellas o ninguna, muchos ni siquiera tomaban en cuenta la jerarquía de demonios que habían aparecido, lo único que había importado en aquel momento era pelear o morir.Muchos aún seguían en shock, pero la enfermería se había vaciado un poco, Vaulthier junto con los otros líderes de los Clanes dictaban las ordenes en ausencia del director. Los Exorcistas recibían de nuevo misiones al igual que los Cazadores y los Rastreadores para ir por los que iban
Cazadores en la noche, luz que doma a la oscuridadLuz que persigue el mal de todo el mundoEntrego mi lealtad a mis hermanosen la larga travesía para alcanzar las estrellas.Doy mi alma para el bien de los OrdinariosLucharé por todo lo que conozco,mi vida la cedo para el bien de mi Legión.Protegeré mi rostro y mi corazón del enemigo.Tomo mi descendencia de los dos primeros PadresTomo por compañera mis sentidos y poderSeré la sombra que aguarda a los ExorcistasSeré el Pilar que sostiene el Celeste, porquesomos Exorcistas de La Orden NegraAlcanzaremos las EstrellasPro Nobis(Juramento de los Cazadores Especiales de La Orden Negra)
Era una de esas noches en la que las estrellas estaban ocultas tras nubes obscuras, y que cada cierto tiempo parecían brillantes por los relámpagos que iluminaban el cielo como si el planeta fuese una bola de discoteca.En lo alto de las montañas escarpadas del norte de Montes Torngat, un hombre escalaba con presteza sin importarle que por detrás pudiera caerle un rayo y así matarlo. Eso no importaba; era su deber informar a su maestro lo que había averiguado de la Orden Negra, especialmente sobre ella, quien la había visto matar de una manera muy poco común entre los Exorcistas. Ella era una especie de Dios de la Muerte con esa espada y esos ojos rojos tan hermosos y temibles.Se aferró a la roca rugosa para evitar caer cuando sus botas se equivocaron al pisar una piedra suelta, respiró profundo y con un impulso se lanzó hacia adelante ayudándose del elemento rayo. Claro, por eso él no le temía a los rayos, él se podía comparar como el rayo, rápido y letal. Por eso el Maestro le habí
Narra: El Fugitivo, presente.Por lo que parece, había logrado escaparme esta vez.Siempre había intentado esto y nunca salía a la perfección, hoy al parecer fue diferente. Decidí que ninguna vida valía más que la mía. Sobre todo cuando solo se trataban de Enkhos. Ellos no valían, estaban muertos. Yo merecía vivir. Seguir con vida. Salir. Volver a sentir todo lo que perdí durante años, esa era mi justificación mientras observaba como aquellas enormes rocas se alzaban y parecían alcanzar el mismo cielo y que al mismo tiempo dentro de aquella cumbre era el mismo infierno en la tierra, se iba quedando atrás.Me había escabullido lo más rápido que pude, pero con mi estado actual no creo que hubiera logrado llegar, no supe lo que me mantenía de pie, saber que ella había logrado hacerle daño al enemigo me daba fuerzas; como si fuera la motivación que había perdido hace mucho. No podía perder contra ella. Se suponía que había nacido yo para su protección. Nada debía hacerme daño pero había p