Las luces de toda la Orden Negra estaban encendidas, como una ligera esperanza, los Cuervos había logrado romper el hechizo en el que habían estado, la nieve había desaparecido con los primeros rayos de luz. La restauración de las instalaciones estaban llevándose a cabo, después de un funeral general, todos parecían tener una capa de tristeza que cubría sus auras, pero, debían retomar sus actividades, como siempre. Un hermano que se iba era un hermano bendecido. Cada uno de los que habían sobrevivido a la masacre se había ganado varias estrellas o ninguna, muchos ni siquiera tomaban en cuenta la jerarquía de demonios que habían aparecido, lo único que había importado en aquel momento era pelear o morir.Muchos aún seguían en shock, pero la enfermería se había vaciado un poco, Vaulthier junto con los otros líderes de los Clanes dictaban las ordenes en ausencia del director. Los Exorcistas recibían de nuevo misiones al igual que los Cazadores y los Rastreadores para ir por los que iban
Cazadores en la noche, luz que doma a la oscuridadLuz que persigue el mal de todo el mundoEntrego mi lealtad a mis hermanosen la larga travesía para alcanzar las estrellas.Doy mi alma para el bien de los OrdinariosLucharé por todo lo que conozco,mi vida la cedo para el bien de mi Legión.Protegeré mi rostro y mi corazón del enemigo.Tomo mi descendencia de los dos primeros PadresTomo por compañera mis sentidos y poderSeré la sombra que aguarda a los ExorcistasSeré el Pilar que sostiene el Celeste, porquesomos Exorcistas de La Orden NegraAlcanzaremos las EstrellasPro Nobis(Juramento de los Cazadores Especiales de La Orden Negra)
Era una de esas noches en la que las estrellas estaban ocultas tras nubes obscuras, y que cada cierto tiempo parecían brillantes por los relámpagos que iluminaban el cielo como si el planeta fuese una bola de discoteca.En lo alto de las montañas escarpadas del norte de Montes Torngat, un hombre escalaba con presteza sin importarle que por detrás pudiera caerle un rayo y así matarlo. Eso no importaba; era su deber informar a su maestro lo que había averiguado de la Orden Negra, especialmente sobre ella, quien la había visto matar de una manera muy poco común entre los Exorcistas. Ella era una especie de Dios de la Muerte con esa espada y esos ojos rojos tan hermosos y temibles.Se aferró a la roca rugosa para evitar caer cuando sus botas se equivocaron al pisar una piedra suelta, respiró profundo y con un impulso se lanzó hacia adelante ayudándose del elemento rayo. Claro, por eso él no le temía a los rayos, él se podía comparar como el rayo, rápido y letal. Por eso el Maestro le habí
Narra: El Fugitivo, presente.Por lo que parece, había logrado escaparme esta vez.Siempre había intentado esto y nunca salía a la perfección, hoy al parecer fue diferente. Decidí que ninguna vida valía más que la mía. Sobre todo cuando solo se trataban de Enkhos. Ellos no valían, estaban muertos. Yo merecía vivir. Seguir con vida. Salir. Volver a sentir todo lo que perdí durante años, esa era mi justificación mientras observaba como aquellas enormes rocas se alzaban y parecían alcanzar el mismo cielo y que al mismo tiempo dentro de aquella cumbre era el mismo infierno en la tierra, se iba quedando atrás.Me había escabullido lo más rápido que pude, pero con mi estado actual no creo que hubiera logrado llegar, no supe lo que me mantenía de pie, saber que ella había logrado hacerle daño al enemigo me daba fuerzas; como si fuera la motivación que había perdido hace mucho. No podía perder contra ella. Se suponía que había nacido yo para su protección. Nada debía hacerme daño pero había p
Dos meses atrás…— ¡No, no! —Exclamó Nery—. No, no te lo permitiré —sus mejillas se iban manchando con el rímel en modo dramático.Tanto que hacía sentirme como la peor persona del mundo, quitándole la sonrisa a una increíble persona, pero lo hacía por su bien, nunca haría nada que los dañara. Aunque los peros y las razones no eran excusas para hacer tal atrocidad.—He tomado mi decisión —respondí, tragando fuerte. No sabía por cuanto tiempo iba a poder fingir tener un corazón de piedra al verla así—. Tengo que hacerlo, por su bien.— ¡Al diablo con mi bien, a la mierda todo, no te dejaré hacerlo! ¡Yo decido, tú no! Te quiero y siempre te querré vayas a donde vayas, elijas lo que elijas, pero no me hagas esto.No respondía, pues si lo hacía, terminaría gritándole, con mocos y lágrimas como en los animes que ella veía. La abrazaría fuerte, preferiría no tener nada de lo que tenía con tal de permanecer con ellos, pero el destino así lo había decidido, había que pagar por el poder.Me pr
Demian: Era un gran desastre; no podía seguir viendo como peleaba contra ella sin que me recordara a esa chica pelirroja. Lo había visto en esa escuela en la que encontramos a Lisa, ella lo había golpeado por algo que solo ella había oído, me hubiera gustado haberlo oído yo para saber por qué ella lo golpeó tan fuerte.Sería gracioso verla golpear un chico de nuevo siendo ella, ahora no parecía algo agradable, para nada. Ella estaba masacrando al pobre chico con solo usar esa Esencia nueva. El Salón Bélico estaba casi lleno de nuevos chicos y chicas en formación; Schlunk había dado la Orden de llamarlos antes de tiempo ya que, había muchas muertes de niños que podrían despertar el poder. Después de aquella nota, sabíamos que el Duque realmente no había muerto como creímos ver y siempre me culpaba en esa parte.— ¡Defiéndete, Wilson! —Le gritaba Le François.Los entrenamientos en la Orden se habían vuelto algo rigurosos después de tantas perdidas a lo largo de estos cinco meses y Le F
Estaba molesta, mucho muy molesta, que Schlunk decidiera sobre mi equipo era algo inapelable, era el director del instituto, pero no podía soportar que no me dejara decidir sobre quién sería el reemplazo de Frederick. Sabía perfectamente su estado crítico de salud, lo había visto vomitar sangre oscura, perderse en una laguna de recuerdos que lo atormentaban, en crisis existenciales más complicadas que de las de un humano promedio.Lo había visto gritar, cubrirse los oídos como si alguien le estuviera rasgando los tímpanos, perderse ante esa droga llamadas Fenills. — ¿Estás enojada porque teniéndolo cerca no podrás lograr sacarlo de tu mente, no es así? —Preguntó Louis, y tenía razón.Así que mejor no respondí, solo seguí viendo al frente hacia el lago. El lago era verde oscuro y el viento que corría era frío, mi piel se enchinó; era algo infantil de mi parte que saliendo del despacho del director me convirtiera en cuervo sin importarme el qué dirán, ni aunque algunos me tacharán de
Caminábamos en medio de la noche; yo con mi equipo de caza que no necesitaba, pero bien podría hacer uso de ellos, y mis compañeros de la misma forma, Taka se había dejado crecer el cabello, Seth se lo había rapado y Fred estaba cada vez más pálido que sus ojeras de panda se notaba perfectamente, pero más animado que nunca, decidí que hoy le daría chance para matar a su primer demonio desde que conformamos este equipo. Dos Cazadores Especiales esperarían nuestra señal, pero desde que yo comencé a matar sin piedad no habíamos necesitado de uno, aun se tratara de la formación de Irianna.Era muy egoísta de mi parte, algo que no sabía si había adquirido o ya había sido así desde antes de ser lo que era, una Exorcista.— ¿Cómo te sientes? —Le pregunté a Fred, él era bueno con la ballesta cuando no podía regenerar su fuerza y crear armas espirituales con la energía natural como lo hacían los del Clan Cruz. —Si me dieran diez dólares por cada vez que me pregunten como estoy me ajustaría pa