—Dicen que son de Baltimore —decía Nery mientras nos encaminábamos al aula de Biología, martes en la mañana, nada podía arruinar mi día comenzándolo con ella.
— ¿Quiénes?—¿Me pusiste atención cuando te dije por teléfono anoche, que ayer, cuando tú noqueabas a Ashton Wilson, que llegaron dos chicos que los transfirieron a esta escuela y uno de ellos, la primera clase que tuvo fue el de la mía?—Lo siento. No recuerdo haber oído de ellos.—Eres una ingrata —se molestó entrecerrando los ojos. Tenía el cabello recogido en una coleta, ella era unos centímetros más alta que yo, con una fantástica piel bronceada, esos rizos dorados con mechas rosas y verdes, su mirada coqueta con ese delineado negro que contrastaba con esos ojos azul grisáceo, al lado de ella era una chica simple y sin estilo.—Se llama Demian Passmore. Condenadamente sexy, su voz era… sus ojos…oh, sus labios, me lo hubiera comido a besos, todo él era una escultura tallada por los dioses del amor. Tenía un aura que me hipnotizó al instante… y cuando nuestros ojos se encontraron. Él, él estuvo en mi clase, amiga.— ¿Tu clase? Amiga, tú, odias la clase de Historia.—No cuando hay algo bueno en el aula —dijo muy picara.— ¿Y el otro? —No supe por qué, pero no tenía ganas de seguirle el juego de chica mala en conquista del nuevo.—Mitchell Cranston. Es un chico lindo, muy lindo, en verdad, tiene ese look que me encanta, el chico gótico, los dos tienen un look gótico, con esos ojazos negros y su piel y su cuerpo ¡Qué cuerpo! ¡Era un adonis! Casi me desmayo para que pudiera cargarme con esos brazos. —Se puso dramática, poniendo una mano en su frente—. Oh, Mitchell.—No tienes remedio —concluí mientras estábamos a la puerta del aula, ella miró a mis manos vacías.—Oye ¿Trajiste la pizza enmohecida?Fruncí los labios en respuesta… ¡Carajo!—No. Oye, tú distrae a la profesora mientras voy a por ella… ¿vale?—Me debes una Coca-Cola —me señaló con el dedo con esas uñas pintadas de esmalte negro.—Siempre te invito de mi coca cola —protesté.—Me invitarás uno entero. De 600ml.—Está bien, ya entendí, ahora vuelvo —le dejé todas mis cosas en sus manos y corrí hacía los casilleros.Mis desgastados Chuck Taylors derrapaban contra el piso de mármol cuando sonó el timbre de entrada. Maldición. Corrí por el pasillo hasta llegar a mi casillero. Tenía que llevar esa condenada pizza solo para observar la infinidad de bacterias y hongos que había crecido en ella, pero no sin antes chocarme con alguien que le tiré, accidentalmente todo lo que traía en sus manos, suspiré, este era el comienzo de un día de m****a. Tenía que ser otra persona hoy, por el bien de todos y por el mío. Tenía que ayudar a este sujeto a recoger sus cosas aun si la profesora Díaz no me dejara entrar al aula. Me incliné para recoger los papeles y cuando lo vi, algo en mí despertó.Extraño. Un sentimiento. Extrañísimo.Aun sin saber su nombre, podía saber que se trataba de él, sus extraños ojos grises muy fríos e inexpresivos penetraban hasta lo más profundo de mi ser y mi pensamiento, algo en él hizo que todo se evaporara y me quemara hasta el alma, como si con solo verte te hiciera sentir un extraño sentimiento de añoranza y soledad. Tenía algo que yo no pude ver en nadie más. Algo que no era del todo un algo.—Lo-lo siento —pude decir por medio de titubeos, le entregué los papeles que recogí y me apresuré a abrir mi casillero y sacar la pizza.Sentía un peso enorme en el hombro, él me estaba viendo y odiaba eso, en realidad, odiaba muchas cosas.—Tienes que fijarte por donde caminas. —Era la voz más seductora que había oído en alguien tan joven, llevaba una chaqueta negra y encima de éste tenía una bufanda roja que hacía juego con su casi blanco cabello, en realidad era de un rubio muy claro y si no me equivocaba, éste era Demian Passmore.«Nerissa no mentía» Claramente podía oír que ella me decía “por supuesto que no, estúpida”, pero inmediatamente, algo vino a mi mente, algo desagradable. ¿Por qué ahora?Pude oírlo: “es torpe y muy egoísta… ni siquiera ve por dónde camina, es el colmo que nos...”Aparté mi cabello de la cara «relájate» me aconsejé «relájate…»—Sí. Eso haré. —Y lo dejé ahí, no podía golpear al nuevo y tener que darle un disgusto al abuelo, pero en serio, como lo odié.“segundo día y me topo con la rara… ¡Dios! ¿Qué más falta, una esquizofrénica o ella también es una esquizofrénica?...Con esa cara no lo dudo”Apreté los puños para evitar volver y golpear su hermoso rostro y arrancarle unas cuantas matas de su cabello de cantante de K-pop.La profesora Díaz me dejó p***r solo porque al nuevo también se había retrasado por un “imprevisto”. Nery no dejaba de verlo de reojo y yo todavía no podía creer que siendo un hermoso chico haya pensado así de mí, pero ¿Cómo no? Ashton Wilson también era uno de los “chicos lindos”, así que la mente de una persona bella era realmente horrible. Cuando el timbre de salida sonó, pensaba quedarme en el aula porque no tenía ganas de desayunar en el comedor lleno de pensamientos o lo que fuera que oía, solo que mi teléfono vibró dentro de mi bolsillo y la foto del abuelo abrazado por mí apareció en la pantalla. Le pedí stop a la conversación de Nery para responder:— ¿Abue, qué pasa?—Elisa —era la voz de Cameron, nunca solía llamarme por mi nombre completo a menos que fuera un asunto sumamente serio y él sonaba preocupado.—Cam. ¿Qué pasa? ¿Por qué estas usando el teléfono del abuelo?—El viejo Johnny... —su voz se amortiguaba, podía oír el sonido, el familiar sonido de la sirena de una ambulancia.— ¿Qué, qué pasa? —No pude ocultar el miedo que sentí y lo que mi pensamiento me llevó a deducir.—El viejo Johnny…tuvo un infarto, estoy con él.— ¿Qué? —Me llevé una mano en la boca.—Alcánzame en el Innova Emergency Room Leesburg —oía las voces de los paramédicos diciéndose algo antes de que Cameron colgara.Mi abue…Mi corazón se detuvo y sentí que el mundo se había detenido conmigo, dejé que mi teléfono se deslizara de mis manos. I.E.R.L estaba a unas dos millas o más del colegio, podía irme inmediatamente y eso hice sin pensar siquiera en pedir permiso o el coche de mi amiga, empujé a cuantos se cruzaran en mi camino y no hice caso a los gritos y preguntas de Nery que recogía mi teléfono. ¿Por qué? ¿Por qué? Corrí, corrí, sintiendo que el mundo se cernía sobre mí. El nudo en mi garganta no me dejaba respirar mientras corría y luego de llegar a las calles me chocaba con las personas, las empujaba, pasaba las luces sin importar que me atropellaran, dos casi lo lograban. Mis lágrimas nublaban mis ojos, ardía, mi pecho quería explotar.Llegué al hospital sudorosa a los veinte minutos, le pedí casi a gritos a la enfermera que me dijera en qué habitación se encontraba mi abuelo.—Señorita, cálmese, por favor.— ¿Cómo quiere que me calme si la única persona importante en este mundo para mí está muriéndose? —Repliqué ahogando las lágrimas y sentía que me faltaba el aliento, intentando mantenerme calmada, «estará bien… estará bien» Y la enfermera no tuvo respuesta, solo tecleó en la computadora mientras sentía que esos segundos eran siglos.—Lisa —llamó Cameron, estaba con el mismo atuendo que el día anterior, solo que limpio, estaba pálido. Corrí hacia él y éste me abrazó.El doctor Benjamín Charlson era el médico de cabecera del abuelo y tenía un rostro de “no son buenas noticias”, venía con él.— ¿Cómo está mi abuelo? ¿Se pondrá bien? Por favor, respóndame.—Está en la UCIA, se encuentra por ahora en un estado grave, pero…— ¿Puedo verlo? Por favor, aunque sea un momento.—Precisamente por eso vine a buscarte —dijo Cameron.—No le queda mucho —afirmó el Dr. Charlson—. Mucho me temo que solo está haciendo su máximo esfuerzo, por ti.Y mi corazón se deshizo al pensar en el gran esfuerzo que hacía por aferrarse a la vida.Me vestí con batas y gorro, como se hace en Terapia Intensiva, el abuelo estaba conectado a esos ventiladores pulmonares y tenía una mascarilla con bolsa reservorio. Su cabello blanco estaba pegado contra su frente, su piel arrugada y suave y con manchas de la edad había perdido su habitual color tostado y la cicatriz que tenía en el cuello era más oscura. Sus manos estaban a un lado, con catéteres en ella, en su juventud había sido guapo, su nariz era recta y respingada y ahora seguía así, los músculos que había conseguido con la marina ahora solo era piel flácida. Y parecía muy viejo.Abrió los ojos cuando estuve a su lado, evitando llorar, pero en vano, no podía soportar la idea de que solo esta vez vería sus ojos.—Mi niña —murmuró, su voz era muy débil, apenas audible—. Has crecido.Hizo un esfuerzo por levantar su mano hacia mí, así que se la tomé y lo puse a mi cara para que me sintiera, sus ojos verdes perdían su brillo.—Eras una niña muy traviesa. Tienes los ojos de tu madre y todo de tu padre.Traté de no llorar, Dios… ¿Por qué?—Abue… No hables, te recuperarás, solo necesitas descansar, te pondrás bien… pero no hables.—No. Mi niña linda, ha llegado mi hora. Y no me queda mucho… tiempo —me interrumpió, me miró con esos ojos casi vacíos y sus respiraciones se volvían lentas y pausadas.—No…—Sí… Escucha atentamente a lo que te voy a decir. Se lo prometí a tu padre hace años.—Por favor. No —rogué.—Él me dijo que te dijera, que cuando llegaras a la mayoría de edad, pero creo no poder ver eso, que… te dijera que… eres una Exorcista.Me quedé sin habla ¿aun estando al borde de la muerte mi abuelo quería bromear?— ¿Qué?Tomó una gran bocanada de oxígeno.—En este mundo, hija. Hay muchas cosas que desconocemos. Tu padre me dijo… me dijo que unos Rastreadores vendrían a buscarte cuando despertaras el poder. Tú lo despertaste cuando tenías ocho años… pero yo he evitado que te llevaran… eres, la hija de un legendario Exorcista, hija. Lo llevas en la sangre.—Abuelo… no entiendo… por favor… no me digas esas cosas que no entiendo, te recuperarás.—Ya no, Elisa. Vendrán a buscarte, ahora tú decidirás si irte con ellos o no. Ellos te guiaran.— ¿Ellos?—No puedo responder a tus preguntas, sé que son muchas, tienes que creer y luchar. Lucha siempre por lo que creas correcto. Tienes algo muy valioso, mi niña, algo que siempre me hizo sentir vivo. Gracias por cuidarme y quererme, eres la mejor nieta del mundo, sin duda.—Abuelo, no, por favor. —Le tomé fuerte de la mano y lloré en su pecho.—El cuervo, el cuervo que te observaba…, Mitch… era…Y el monitor hizo ese sonido de piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip y la línea recta en la pantalla. Y grité, le llamé, aparecieron las enfermeras y los doctores, tomé de los hombros al abuelo sacudiéndolo, me hicieron a un lado pero no quería moverme, ellos traían el desfibrilador y me sacaron a rastras, grité, pataleé y lloré, lloré y grité hasta cansarme o quizá fue la inyección que me pusieron.Exorcista. ¿Qué significaba eso?John Anthony Reynolds Marzo 2, 1928-Abril 21, 2015“Toca tu corazón y encuentra tu alma”Descansa en Paz.Te tendremos siempre en nuestros corazones.Así rezaba el túmulo donde yacería el cuerpo de mi abuelo. A los cuatro años lo recordaba llevándome a la escuela y comprándome un helado. A los seis años me enseñó a manejar el triciclo. A los ocho años tomó la completa responsabilidad de mí después de la muerte de mamá. A los nueve estuvo presente en todos los eventos que el colegio montaba y me regaló mis primeros libros: Harry Potter. A los diez años tuvo que explicarme que necesitaba ir al psicólogo porque seguía teniendo pesadillas con mi madre y tenía que tomar esos asquerosos antisicóticos. A los quince me organizó un cumpleaños inolvidable con la ayuda de Cameron y Nerissa Bower; mi antisocial y muy rebelde amiga, y como regalo me enseñó a conducir a Sonia y así obtener mi permiso para conducir aun
Abrí los ojos por el sonido de un mosquito que andaba revoloteando a unos centímetros de mi cara y en un acto reflejo lo atrapé con el dedo índice y pulgar, podía oír el molesto sonido que hacía mientras lo tenía entre mis dedos. Lo aplasté. Me incorporé poco a poco, estaba en mi cama; ellos me habían dejado ahí y no solo eso, Nery estaba acostada a un lado de mí, en el sofá que tenía junto a la ventana estaba unas sábanas con el que seguro, Cameron se cubrió y se había pasado la noche velando por mí. Una sonrisa amarga me apareció en los labios.Pero, aparte de eso, había un no sé qué en el aire que llegaba a mis fosas nasales, los primeros rayos del sol, los sonidos de unas sandalias arrastrándose por la sala y alguien sorbiendo café, las pequeñas motitas en la alfombra que había en la entrada, el claro sonido de los pájaros que estaban a varios metros de casa, el taladrar de una termita en el techo de la casa; era simplemente maravilloso. Podía ver con c
Querida Elisa:Si estás leyendo esta carta, significa que has despertado tus poderes. Y es momento de que sepas algunas cosas detrás de éstas.Seré breve, nosotros descendemos de una antigua raza; y de una asociación llamada Exorcistas de la Orden Negra ¿Cómo empezó todo? Pues bien. En ninguna parte de la Biblia lo menciona. Te diré solo lo que necesites saber; San Lucas y San Mateo fundaron o crearon a los Exorcistas con la única intención de librar a la tierra de todo el mal que había en ella, así que con doce simples hombres comenzaron a practicar lo que antes llamaban hechicería, pero ellos no eran brujos ni hechiceros que se apoyaban con grimorios o libros paganos, ellos se apoyaban con la Biblia para echar a los demonios que tomaban posesión de los cuerpos humanos.Según nos contaron, que a lo largo del tiempo ellos fueron tomando los años de los Grandes Demonios que mataban, y poco a poco éstos pupilos de San Lucas y San Mateo fueron
No quise ir a la escuela al iniciar la semana, y aunque Cam, como el Viejo Cam, me obligara, lo logró persuadirme y me mantuve dentro de casa todos esos días en los que Nery iba y venía de la escuela, contándome de esos chicos nuevos y trayéndome las nuevas noticias del colegio, de quién se había peleado con quién y quién salía con quién.Tuve que asistir a clases el lunes de la otra semana en la mañana, me puse mitones para cubrir el tatuaje antes de salir y con el permiso de conducir, Nery y yo nos fuimos al colegio con Sonia. Se sentía bien ir en un auto aparte a estar soportando todo el bullicio del autobús escolar. Pero, el auto parecía querer hacerme daño al encenderse la radio en la estación favorita del abuelo. Y el dolor regresaba; al menos había dejado de llorar o quizá me quedé seca, como decía Nery y ella trataba de acostumbrarse a verme nostálgica. Era una chica rebelde pero comprensiva.Aparqué a Sonia justo al lado de una Toyota Rav4 en color negro, del modelo m
La noche de ese mismo día, el chico de nombre Mitchell llegó para recoger a Nery, pero, por desgracia, su compañero también llegaba con él. Y lo peor no fue eso, sino que traían palomitas y varias películas que habían rentado. Y para rematar, fui yo quien abrió la puerta estando en pijamas; un pants rosa a cuadros y una camiseta de Jack Skellington y unas pantuflas de conejitos con enormes ojitos negros y nariz rosa. Era las siete y media, Cameron se había ido a despedir de su amigo hippie, Shaquille. Lo había visto en el entierro pero no pude memorizar su aspecto, pero se parecía a Cameron, solo que éste tenía el cabello como un rastafari. Aunque en otra ocasión me pudo haber caído de maravilla, de alguna manera ellos tenían una vibra salvaje y llena de historias acerca de sus viajes.Oí el timbre y mientras Nery se ponía lápiz labial de un tono Berry Vamp, yo bajé para abrir la puerta. En realidad, había oído el rugir del motor de su camioneta y que él bajaba de ella para luego
Les miré, ellos también me miraban con la luz de la pantalla de la televisión iluminándoles el rostro, Nery comprendió lo que traté de decir. Me mordí los labios, prendí la luz algo nerviosa, se cubrieron los ojos y protestaron al mismo tiempo.Mi corazón no podía controlar sus latidos, sentía miedo y emoción y algo más que hacía que mis manos sintieran calambres.—Un momento —dije a los que estaban en la entrada mientras me dirigía hacia la puerta.Pusieron pausa a la película y con los nervios de punta, abrí la puerta. Tenían puestas sus gafas negras como los Hombres de Negro. Parecían iguales a ellos, bueno, solo que los dos eran de piel oscura, uno era alto y delgado, el otro era corpulento, calvo y con barba en candado.—Buenas noches —saludó el corpulento, su voz era rasposa y magnánima—. Tú debes ser Anna Elisa Walker—S-sí. Sí, soy yo —titubeé.Pude oír que los chicos se ponían de pie y ambos, Mitchell y Demian, se decían algo en voz baja, en un
—Lo siento, de veras —susurré con la voz temblorosa tomando la mano de Nery que estaban igual de frías que las mías. Los Exorcistas estaban sentados junto a la chimenea, ya medio limpios, con sudor perlando sus frentes y unos cuantos rasguños surcaban sus mejillas.— ¿Qué es lo que lo sientes? —Preguntó ella viendo el fuego que ardía en la chimenea.—Has recibido el susto de tu vida por culpa mía.—Siempre pensé que el susto de mi vida me lo darías tú, aunque no de esa forma. Además, esto ha sido la cita más extraña que he tenido en mi vida. ¡Carajo! ¡No volveré a tener una cita en mi vida!—Aquí tienes —llegó diciendo Cam, me había preparado el té que solía darme después de una crisis nerviosa, pero ahora sabía, que esto no había sido una crisis convulsiva como lo pensaba desde los ocho años.—Gracias.Él me dedicó una sonrisa casi paternal o eso me pareció ya que nunca vi una sonrisa como aquella y se sentó a un lado, tomó mis pies y los puso en su
Hola, chicos. Esta carta es una de despedida.Sé que se lo tomaran a mal que no les haya avisado antes de esta decisión tan… apresurada.Pero, no soportaría la idea de que por mi culpa uno de ustedes les pasara algo malo. Les agradezco que hayan estado conmigo en estos días difíciles y en todo momento, son como mi familia y no dejaré que les hagan daño para llegar a mí. Y no tuve el valor para decirles la verdad cuando les pedí que me dejaran sola. Esto es lo más difícil que he hecho en mi vida, pero es por su bien y por mi bien. Tengo que hacerlo.Cameron, sé que le hiciste una promesa a mi abuelo, pero yo también le hice una: cuidaré de mí misma, no tienes por qué cargar con esta gran responsabilidad. Y Nery, gracias por estar siempre a mi lado, juro que sin ti mi vida hubiera sido aburrida y triste, Así como sé que al leer esto maldecirás con esas palabras de tu repertorio de malas palabras, aun así te q