Les miré, ellos también me miraban con la luz de la pantalla de la televisión iluminándoles el rostro, Nery comprendió lo que traté de decir. Me mordí los labios, prendí la luz algo nerviosa, se cubrieron los ojos y protestaron al mismo tiempo.
Mi corazón no podía controlar sus latidos, sentía miedo y emoción y algo más que hacía que mis manos sintieran calambres.—Un momento —dije a los que estaban en la entrada mientras me dirigía hacia la puerta.Pusieron pausa a la película y con los nervios de punta, abrí la puerta. Tenían puestas sus gafas negras como los Hombres de Negro. Parecían iguales a ellos, bueno, solo que los dos eran de piel oscura, uno era alto y delgado, el otro era corpulento, calvo y con barba en candado.—Buenas noches —saludó el corpulento, su voz era rasposa y magnánima—. Tú debes ser Anna Elisa Walker—S-sí. Sí, soy yo —titubeé.Pude oír que los chicos se ponían de pie y ambos, Mitchell y Demian, se decían algo en voz baja, en un—Lo siento, de veras —susurré con la voz temblorosa tomando la mano de Nery que estaban igual de frías que las mías. Los Exorcistas estaban sentados junto a la chimenea, ya medio limpios, con sudor perlando sus frentes y unos cuantos rasguños surcaban sus mejillas.— ¿Qué es lo que lo sientes? —Preguntó ella viendo el fuego que ardía en la chimenea.—Has recibido el susto de tu vida por culpa mía.—Siempre pensé que el susto de mi vida me lo darías tú, aunque no de esa forma. Además, esto ha sido la cita más extraña que he tenido en mi vida. ¡Carajo! ¡No volveré a tener una cita en mi vida!—Aquí tienes —llegó diciendo Cam, me había preparado el té que solía darme después de una crisis nerviosa, pero ahora sabía, que esto no había sido una crisis convulsiva como lo pensaba desde los ocho años.—Gracias.Él me dedicó una sonrisa casi paternal o eso me pareció ya que nunca vi una sonrisa como aquella y se sentó a un lado, tomó mis pies y los puso en su
Hola, chicos. Esta carta es una de despedida.Sé que se lo tomaran a mal que no les haya avisado antes de esta decisión tan… apresurada.Pero, no soportaría la idea de que por mi culpa uno de ustedes les pasara algo malo. Les agradezco que hayan estado conmigo en estos días difíciles y en todo momento, son como mi familia y no dejaré que les hagan daño para llegar a mí. Y no tuve el valor para decirles la verdad cuando les pedí que me dejaran sola. Esto es lo más difícil que he hecho en mi vida, pero es por su bien y por mi bien. Tengo que hacerlo.Cameron, sé que le hiciste una promesa a mi abuelo, pero yo también le hice una: cuidaré de mí misma, no tienes por qué cargar con esta gran responsabilidad. Y Nery, gracias por estar siempre a mi lado, juro que sin ti mi vida hubiera sido aburrida y triste, Así como sé que al leer esto maldecirás con esas palabras de tu repertorio de malas palabras, aun así te q
—Tu abuelo te consentía bien —dijo Demian cuando le mostré los discos y mi repertorio de música que tenía en mi iPod.Ellos hacían que me sintiera bien y supe por qué; Demian podía influir en los estados de ánimo, él había hecho algo cuando me vio salir nuevamente con un terrible aspecto aun después del baño.—Lo hacía —respondí acariciando a Shukaku con una mano (mientras sostenía el libro que leía con la otra) él me había dado el espanto de mi vida. Mi enorme felino blanco no estaba y me puse histérica cuando noté que me hacía falta antes de subir al auto. Estuvimos buscándolo por una hora hasta que éste decidió aparecer con sangre en el hocico, completamente satisfecho. Los felinos y los humanos se parecían en algo, y es que a ambos les divertía jugar con su víctima y matarlos por puro placer, o al menos eso es lo que pensaba, pues Shu gustaba de matar pequeñas aves y quizá comerlas o simplemente abandonarlas para que los gusanos nacieran del cadáver.Y ju
Mitchell era Mitch.No pude siquiera voltear a verlo, a ninguno de ellos. Vi la vida pasar frente a mis ojos, vi como mi madre lloraba por la muerte de mi hermano, recordaba sus sonrisas y su rostro cuando la enfermedad por fin le había arrebatado la vida. Sentí una ola de furia y otras emociones entremezcladas. ¿Acaso mi padre también estaba…? No, eso era demasiado, jamás podría perdonarlo si eso fuera posible, una parte de mí decía que eso era imposible, que quizá solo estaba teniendo un mal sueño. Que despertaría en mi cama, sin ningún inconveniente, con el abuelo oyendo la vieja radio, con el mandil rojo cocinando panqueques con Shukaku decorándolas con esas patitas blancas y las almohadillas rosas.Pero, sabía que eso no era real, esto era real, las personas con ojos lilas, rojos y color fuego como el de Demian, los demonios horribles que adaptaban la apariencia de un humano, y esta vez no podía escapar para ponerme a llorar amargamente por la gran burla hacia
Seguía gritando. —Ay, vosotros los humanos son verdaderamente muy tontos —dijo exasperado poniendo su ala en su cabeza como si le doliera—. Piensan que son únicos en toda la tierra.—Pero… ¿Cómo?—Fuera de esa protección soy solo un cuervo y aquí soy Louis. El líder de los Cuervos —explicó bajándose del armario y posándose en la cama donde Shukaku chilló—. Calma gatito lindo, si quisiera comer tu gordo cuerpo ya lo habría hecho hace mucho tiempo, pero me caes bien.— ¿De la Élite Cuervo? —Inquirí todavía asustada, pensé que había perdido el control y éste era el Cuervo del que habló Schlunk.—Esos estúpidos no son mis compañeros. Poniéndose máscaras, bah.— ¿Entonces?—Vine a ver cómo estás. Soy tu Invocación, ahora somos como marido y mujer.Eso me asustó aún más.—No te asustes, no de ese “marido y mujer” sino en la parte de la promesa “te seré fiel hasta que la muerte nos separe” —recitó.— ¿Y por qué me elegiste a mí?—No lo sé, es es
Alguien tocaba mi puerta, era las 15 para las seis de la mañana según el reloj que tenía en la mesita de noche y todavía no sonaba, Shukaku estaba completamente dormido a un costado, su ronroneo me había hecho dormir tranquila.Siempre dormía con ropa interior cuando necesitaba de un sueño profundo, tomé mis pants y me lo puse rápido ya que el toc toc se hacía cada vez más intenso, me puse las pantuflas y me encontré a Picconi con una sonrisa blanca con mi nuevo uniforme; vestido de tutú negro, camisa blanca, casaca negra con franjas rojas y la insignia de la orden bordada al lado izquierdo y medias a mi medida. También traía una caja de zapatos con tacones que daban miedo.—Supuse que te encantarían —dijo sonriendo.Eran sin duda los zapatos más bellísimos.—Supusiste mal querido amigo, no sé andar con ellos por más de media hora y por lo que sé, este Instituto me estará impartiendo clases que durarán horas, ¡horas!Hizo que me vistiera frente a él, le dij
Narra Demian: No hay nada mejor que ir de cacería. A lo que mi amigo no le gusta, dice que debemos llamarlo como es, La Expulsión, en lo particular no suena bien. La llegada a Tennessee no era lo que yo me esperaba, era de noche. El sacerdote Joseph nos contaba todo lo que había pasado con aquella niña de doce años que había sido poseída por un demonio, él no sabía que había jerarquías, así que nos contaba lo que la mayoría de ellos hacían cuando nosotros acudíamos. Había ciertos reglamentos y pautas que seguir en cuanto a solicitar nuestra ayuda. Por supuesto. La mayor parte siempre acudíamos porque de eso trataba nuestra existencia. Pero no era eso lo que no me esperaba, sino que en el aire corría una especie de bruma demoniaca, era difícil no percibirlo, Dan lo percibía. No se necesitaba ser un Inocencia para percibirlo.Miré a Mitchell quien trataba de poner toda su atención ante las grabaciones que el padre había pedido para que se pudiera llevar a
La Orden Negra tenía reglas, leyes y un lema: “Nos mos pervenio stellas” (Alcanzaremos las estrellas) que hace referencia a la muerte de los demonios y supe que cada Clan también tenía una.De la Esencia: “Ut pervenire ad astra figura cordis tui”. Que significaba: moldea tu corazón para alcanzar las estrellas. Era como si los de ese Clan tuvieran una máscara que escondían su verdadero rostro, como si su corazón estuviera protegido por un caparazón y nunca demostrasen sus sentimientos, yo tenía miedo de no ser capaz de esconder mis sentimientos tras un muro para que los demonios no pudieran usar mis sentimientos para herirme.El de Inocencia: “Semper Pura, Non Solum, Nunquam Sine Astris”. Cuyo significado era: Siempre puros, Nunca solos, nunca sin estrellas. Puesto que parte de su “Pureza” era por la estupenda visión que poseían, nada se les escapaba. Nunca estaban solos, siempre veían cosas que los otros ignoraban.Los de la Cruz: “