La Orden Negra tenía reglas, leyes y un lema: “Nos mos pervenio stellas” (Alcanzaremos las estrellas) que hace referencia a la muerte de los demonios y supe que cada Clan también tenía una.
De la Esencia: “Ut pervenire ad astra figura cordis tui”. Que significaba: moldea tu corazón para alcanzar las estrellas. Era como si los de ese Clan tuvieran una máscara que escondían su verdadero rostro, como si su corazón estuviera protegido por un caparazón y nunca demostrasen sus sentimientos, yo tenía miedo de no ser capaz de esconder mis sentimientos tras un muro para que los demonios no pudieran usar mis sentimientos para herirme.El de Inocencia: “Semper Pura, Non Solum, Nunquam Sine Astris”. Cuyo significado era: Siempre puros, Nunca solos, nunca sin estrellas. Puesto que parte de su “Pureza” era por la estupenda visión que poseían, nada se les escapaba. Nunca estaban solos, siempre veían cosas que los otros ignoraban.Los de la Cruz: “Estaba usando mi teléfono, con varios mensajes en Skype, We Chat, Snapchat, Twitter, Facebook, Instagram e incluso E-mails de varias universidades. Pero esta vez estaba diciéndole a Nery, después de que me regañara por haberla abandonado, pero ella me perdonaba y que no había sido difícil encontrar el número telefónico de Mitch y cuando mencionó aquello fue cuando comencé:—Mitchell es Mitch.Me la imaginaba volcando sus ojos.—Es obvio.—Noooo. Es Mitch, Mitch, ¡mi hermano!Se quedó por un momento callada.— ¡Santa Madre de los Hermanos Muertos! ¿En serio? ¿Pero no estaba…?— ¿Muerto?—Sí.—Resulta que los de la Orden lo rescataron porque según él había sido envenenado, lo que provocó su extraña enfermedad. Una del Clan Espíritu le regresó el alma al cuerpo que ésta no se le había despegado del todo y ha estado aquí desde sus trece años.—Pero no tendría que… ¿Veintitrés años? ¿Veinticinco años?—Mató a un Gran Demonio cuando tenía diecin
Por suerte, tenía una estrella. Eso también lo descubrió Shesina, que no tenía cien años, sino ciento cuarenta. Y que me agradó un poco más después de ofrecerme una barra de chocolate para recuperarme, según él, era un remedio casero para recuperar la energía perdida por la cantidad de azúcar que éste contenía.—Necesitas tener una Invocación para que te ayudes —dijo comiéndose el chocolate mientras se sentaba a un lado de Picconi, que también comía del chocolate, Demian y Mitchell se habían ido con Schlunk para explicar lo que había sucedido fuera del instituto y supe al instante que eso había sido un error, salir del Instituto.—Si se recupera rápidamente de lo que hace ¿eso no ayuda? —Inquirió Picconi.—No. No, la Invocación no te hace recuperar, sino que hace que controles más rápido el poder incluso cuando pierdes el control, ésta te tranquiliza.Es lo que Louis había hecho en el colegio en Leesburg.Pero, no sabía por qué quería mantener en secreto lo
Estaba soñando con el abuelo y en ese sueño ambos estábamos riendo, le contaba sobre lo extraño que era el mundo, pero él se desvanecía y me quedaba sola en la oscuridad y nadie estaba conmigo, quería gritarle que regresara pero en ese sueño solo había ecos. Y en la realidad, alguien estaba muy cerca y cuando sentí un aura diferente, abrí mis ojos solo para que ese alguien fuera lanzado contra la pared con fuerza por un acto reflejo mío.Y se le escapó un gruñido.El muy desgraciado había irrumpido a mi habitación en la mañana con la intención de asustarme pero esto fue el pago por haberlo hecho. ¡Genial! ¡Aleluya!Cayó al suelo como una muñeca de trapo. Esa sensación de tristeza invadiendo mi corazón que latía con dificultad, hacia un mes atrás había muerto mi abuelo y dolía recordarlo, ahora comenzaba a latir exageradamente. Ahora que él estaba aquí haciéndome sentir feliz por haberse ofrecido a ser lanzado.Demian esbozó una sonrisa frotándose la espalda co
Narra Demian:Cuando me quedaba solo, a veces los recuerdos me visitaban como viajeros del tiempo, era como un ritual que teníamos y siempre trataba de no entrar en ello. Detestaba tener que conservar mis recuerdos aun teniendo el poder de hacer olvidar a las personas. Jugaba con una Xenbo entre mis manos cuando oí que alguien se aproximaba.— ¿Dónde está Elisa? —Llegó gritando Mitch mientras me encontraba admirando la pintura de Caifas del Clan Espíritu, creador de la Xenbo que adornaba el legendario Salón Bélico y giraba el arma con la que impresioné a la chica que él mencionaba.Había querido seguirla, pero sus ojos con su Sempiternal activa me había dicho que no sería buena idea. El haberla atacado por sorpresa no había sido mi intención y quizá mi idea era ver sus reflejos, aunque tenía curiosidad por esa cicatriz.Me incorporé y noté que la angustia cubría toda su expresión, como si de repente algo sumamente peligroso e importante iba a ocurrir, detr
Los cuervos me guiaron por el lado Este del Instituto, un bosque más oscuro y sin vida que la del otro lado, al pie de un roble podrido caí al suelo de rodillas y sentí el dolor más insoportable de mi vida; los huesos se sentían quebrarse, los ligamentos estirarse, las venas romperse, mi cerebro siendo aplastado por un gran bloque de cemento, mi piel ardía en llamas del infierno (figurativamente) mis ojos quemaban y todos mis músculos se iban uniendo como una herida cerrándose. La agonía era lo que regía después de una libertad como esa. Mi cuerpo entero estaba manchado de tinta negra como la gasolina y poco a poco se fue convirtiendo en un manto negro que cubría mi desnudo cuerpo como una membrana negra. Temblaba, estaba desequilibrada, intenté ponerme de pie pero no podía soportar mi peso por mis huesos de gelatina, así que me dejé caer por un lapso de tiempo que sentí pasar lenta y silenciosamente sobre mí mientras observaba el gran manto azul manchado de estrellas tit
Narra Shlunk: Suspiré por los últimos informes que llegaron por parte de Evanson. Y no eran noticias buenas, ninguna de las que habían antecedido a ellas.La Orden Negra tiene, además de los demonios, un enemigo con el que hemos luchado estos nueve siglos, desde que un hermano nuestro se nos reveló. Leighton, ese era su nombre, ahora se hacía llamar el Duque Sempiterno. Dominaba a una especie de hombres-demonio que él había creado por sus experimentos inhumanos.Los llamados Enkhos, Exorcistas muertos, resucitados y poseídos por demonios de todas las jerarquías. Y en las malas noticias venían sus nombres. Habían irrumpido en las moradas de las siguientes generaciones de Exorcistas, jóvenes que no habían despertado sus poderes aun por mandato de nuestro enemigo.Estrujé la quinta carta enviada por nuestro Rastreador con informes de nuestros hombres muertos en batalla.Nos encontrábamos en mi despacho, había convocado a una reunión urgente con los representa
Los Exámenes de Ascenso se llevaron a cabo el lunes en la mañana en el Gran Comedor. Según me contó Seth, la primera Fase de los Exámenes de Ascenso se llevaba a cabo de manera privada con los Cuervos, así que se suspendieron las clases ya que todos los instructores estarían observando. En la segunda Fase estaríamos presentes Demian y yo ya que Mitch también estaba como jurado. Así que él no podía entrenarme como lo habíamos planeado y en su lugar estaba Demian, quien estuvo haciendo lo mismo que la anterior vez, gritándome para que corriera más mientras él solo estaba sentado, observando. Shukaku corría conmigo y luego de cansarse se puso a observarme con esos ojos verdosos y su peludo cuerpo en un cojín.Mientras hacía abdominales, Dios se apiadó de mí al enviar a Picconi con una botella de agua.—No —lo frenó Demian observándome—. Hasta que termine con cincuenta flexiones más.Quise estrangularlo, pero no dije nada porque estaba más sudada que un puerco en
Narra Nery:¡Mierda!Un día más en este jodido lugar, sin ella aquí era como estar en un colegio de monjas, nadie parecía entenderme. Nadie parecía saber nada. Desde que aquellos sexys Exorcistas habían venido para llevársela no pensé que ella accediera, como si no la conociera. Ella se había ido para protegernos, era lo más lógico, yo lo habría hecho, pero no quería aceptarlo, era la única que me podía soportar, en el colegio, en la casa. Pintarse las uñas ya no era tan divertido. Comer pizza ya no era delicioso, bueno, no. Yo amaba las pizzas, pero igual ya no se sentía lo mismo.—Lo hizo por nuestro bien —decía el viejo Cam, pero también sonaba devastado. Ya no había nadie quien alegrara el vecindario, ya no había nadie a quien visitar y hablar sobre el pasado que a él le fascinaba escuchar.—Cuando la vea la patearé —le había respondido, pero cuando ella me envió esa carta pidiendo como chorrocientas mil veces disculpas por abandonarnos con ese pajarraco s