—Tu abuelo te consentía bien —dijo Demian cuando le mostré los discos y mi repertorio de música que tenía en mi iPod.
Ellos hacían que me sintiera bien y supe por qué; Demian podía influir en los estados de ánimo, él había hecho algo cuando me vio salir nuevamente con un terrible aspecto aun después del baño.—Lo hacía —respondí acariciando a Shukaku con una mano (mientras sostenía el libro que leía con la otra) él me había dado el espanto de mi vida.Mi enorme felino blanco no estaba y me puse histérica cuando noté que me hacía falta antes de subir al auto. Estuvimos buscándolo por una hora hasta que éste decidió aparecer con sangre en el hocico, completamente satisfecho. Los felinos y los humanos se parecían en algo, y es que a ambos les divertía jugar con su víctima y matarlos por puro placer, o al menos eso es lo que pensaba, pues Shu gustaba de matar pequeñas aves y quizá comerlas o simplemente abandonarlas para que los gusanos nacieran del cadáver.Y juMitchell era Mitch.No pude siquiera voltear a verlo, a ninguno de ellos. Vi la vida pasar frente a mis ojos, vi como mi madre lloraba por la muerte de mi hermano, recordaba sus sonrisas y su rostro cuando la enfermedad por fin le había arrebatado la vida. Sentí una ola de furia y otras emociones entremezcladas. ¿Acaso mi padre también estaba…? No, eso era demasiado, jamás podría perdonarlo si eso fuera posible, una parte de mí decía que eso era imposible, que quizá solo estaba teniendo un mal sueño. Que despertaría en mi cama, sin ningún inconveniente, con el abuelo oyendo la vieja radio, con el mandil rojo cocinando panqueques con Shukaku decorándolas con esas patitas blancas y las almohadillas rosas.Pero, sabía que eso no era real, esto era real, las personas con ojos lilas, rojos y color fuego como el de Demian, los demonios horribles que adaptaban la apariencia de un humano, y esta vez no podía escapar para ponerme a llorar amargamente por la gran burla hacia
Seguía gritando. —Ay, vosotros los humanos son verdaderamente muy tontos —dijo exasperado poniendo su ala en su cabeza como si le doliera—. Piensan que son únicos en toda la tierra.—Pero… ¿Cómo?—Fuera de esa protección soy solo un cuervo y aquí soy Louis. El líder de los Cuervos —explicó bajándose del armario y posándose en la cama donde Shukaku chilló—. Calma gatito lindo, si quisiera comer tu gordo cuerpo ya lo habría hecho hace mucho tiempo, pero me caes bien.— ¿De la Élite Cuervo? —Inquirí todavía asustada, pensé que había perdido el control y éste era el Cuervo del que habló Schlunk.—Esos estúpidos no son mis compañeros. Poniéndose máscaras, bah.— ¿Entonces?—Vine a ver cómo estás. Soy tu Invocación, ahora somos como marido y mujer.Eso me asustó aún más.—No te asustes, no de ese “marido y mujer” sino en la parte de la promesa “te seré fiel hasta que la muerte nos separe” —recitó.— ¿Y por qué me elegiste a mí?—No lo sé, es es
Alguien tocaba mi puerta, era las 15 para las seis de la mañana según el reloj que tenía en la mesita de noche y todavía no sonaba, Shukaku estaba completamente dormido a un costado, su ronroneo me había hecho dormir tranquila.Siempre dormía con ropa interior cuando necesitaba de un sueño profundo, tomé mis pants y me lo puse rápido ya que el toc toc se hacía cada vez más intenso, me puse las pantuflas y me encontré a Picconi con una sonrisa blanca con mi nuevo uniforme; vestido de tutú negro, camisa blanca, casaca negra con franjas rojas y la insignia de la orden bordada al lado izquierdo y medias a mi medida. También traía una caja de zapatos con tacones que daban miedo.—Supuse que te encantarían —dijo sonriendo.Eran sin duda los zapatos más bellísimos.—Supusiste mal querido amigo, no sé andar con ellos por más de media hora y por lo que sé, este Instituto me estará impartiendo clases que durarán horas, ¡horas!Hizo que me vistiera frente a él, le dij
Narra Demian: No hay nada mejor que ir de cacería. A lo que mi amigo no le gusta, dice que debemos llamarlo como es, La Expulsión, en lo particular no suena bien. La llegada a Tennessee no era lo que yo me esperaba, era de noche. El sacerdote Joseph nos contaba todo lo que había pasado con aquella niña de doce años que había sido poseída por un demonio, él no sabía que había jerarquías, así que nos contaba lo que la mayoría de ellos hacían cuando nosotros acudíamos. Había ciertos reglamentos y pautas que seguir en cuanto a solicitar nuestra ayuda. Por supuesto. La mayor parte siempre acudíamos porque de eso trataba nuestra existencia. Pero no era eso lo que no me esperaba, sino que en el aire corría una especie de bruma demoniaca, era difícil no percibirlo, Dan lo percibía. No se necesitaba ser un Inocencia para percibirlo.Miré a Mitchell quien trataba de poner toda su atención ante las grabaciones que el padre había pedido para que se pudiera llevar a
La Orden Negra tenía reglas, leyes y un lema: “Nos mos pervenio stellas” (Alcanzaremos las estrellas) que hace referencia a la muerte de los demonios y supe que cada Clan también tenía una.De la Esencia: “Ut pervenire ad astra figura cordis tui”. Que significaba: moldea tu corazón para alcanzar las estrellas. Era como si los de ese Clan tuvieran una máscara que escondían su verdadero rostro, como si su corazón estuviera protegido por un caparazón y nunca demostrasen sus sentimientos, yo tenía miedo de no ser capaz de esconder mis sentimientos tras un muro para que los demonios no pudieran usar mis sentimientos para herirme.El de Inocencia: “Semper Pura, Non Solum, Nunquam Sine Astris”. Cuyo significado era: Siempre puros, Nunca solos, nunca sin estrellas. Puesto que parte de su “Pureza” era por la estupenda visión que poseían, nada se les escapaba. Nunca estaban solos, siempre veían cosas que los otros ignoraban.Los de la Cruz: “
Estaba usando mi teléfono, con varios mensajes en Skype, We Chat, Snapchat, Twitter, Facebook, Instagram e incluso E-mails de varias universidades. Pero esta vez estaba diciéndole a Nery, después de que me regañara por haberla abandonado, pero ella me perdonaba y que no había sido difícil encontrar el número telefónico de Mitch y cuando mencionó aquello fue cuando comencé:—Mitchell es Mitch.Me la imaginaba volcando sus ojos.—Es obvio.—Noooo. Es Mitch, Mitch, ¡mi hermano!Se quedó por un momento callada.— ¡Santa Madre de los Hermanos Muertos! ¿En serio? ¿Pero no estaba…?— ¿Muerto?—Sí.—Resulta que los de la Orden lo rescataron porque según él había sido envenenado, lo que provocó su extraña enfermedad. Una del Clan Espíritu le regresó el alma al cuerpo que ésta no se le había despegado del todo y ha estado aquí desde sus trece años.—Pero no tendría que… ¿Veintitrés años? ¿Veinticinco años?—Mató a un Gran Demonio cuando tenía diecin
Por suerte, tenía una estrella. Eso también lo descubrió Shesina, que no tenía cien años, sino ciento cuarenta. Y que me agradó un poco más después de ofrecerme una barra de chocolate para recuperarme, según él, era un remedio casero para recuperar la energía perdida por la cantidad de azúcar que éste contenía.—Necesitas tener una Invocación para que te ayudes —dijo comiéndose el chocolate mientras se sentaba a un lado de Picconi, que también comía del chocolate, Demian y Mitchell se habían ido con Schlunk para explicar lo que había sucedido fuera del instituto y supe al instante que eso había sido un error, salir del Instituto.—Si se recupera rápidamente de lo que hace ¿eso no ayuda? —Inquirió Picconi.—No. No, la Invocación no te hace recuperar, sino que hace que controles más rápido el poder incluso cuando pierdes el control, ésta te tranquiliza.Es lo que Louis había hecho en el colegio en Leesburg.Pero, no sabía por qué quería mantener en secreto lo
Estaba soñando con el abuelo y en ese sueño ambos estábamos riendo, le contaba sobre lo extraño que era el mundo, pero él se desvanecía y me quedaba sola en la oscuridad y nadie estaba conmigo, quería gritarle que regresara pero en ese sueño solo había ecos. Y en la realidad, alguien estaba muy cerca y cuando sentí un aura diferente, abrí mis ojos solo para que ese alguien fuera lanzado contra la pared con fuerza por un acto reflejo mío.Y se le escapó un gruñido.El muy desgraciado había irrumpido a mi habitación en la mañana con la intención de asustarme pero esto fue el pago por haberlo hecho. ¡Genial! ¡Aleluya!Cayó al suelo como una muñeca de trapo. Esa sensación de tristeza invadiendo mi corazón que latía con dificultad, hacia un mes atrás había muerto mi abuelo y dolía recordarlo, ahora comenzaba a latir exageradamente. Ahora que él estaba aquí haciéndome sentir feliz por haberse ofrecido a ser lanzado.Demian esbozó una sonrisa frotándose la espalda co