Dasha Petrov—¿Necesita que la ayude en algo más, señorita? —preguntó con amabilidad el chófer y quise llorar al oírlo. Sí, necesito que me ayudes a aliviar el inmenso dolor que siente mi corazón. —No, gracias —respondí como pude con un jodido nudo en la garganta. —¿A qué hora paso por usted? —preguntó nuevamente y miré el centro comercial frente a mí con una leve sonrisa en el rostro. Él creía que yo venía de compras porque estaba triste, cuando en realidad lo que iba a hacer era esperar que se fuera y largarme a quién sabe dónde, pues no sabía ni qué rumbo tomar. Quería caminar y tomar aire fresco, tenía demasiadas cosas qué pensar y no quería tener ni a Alek ni a sus hombres detrás de mí siguiendo mis pasos. Así que se me ocurrió mentirle al chófer diciéndole que me encontraba triste y que venía al centro comercial a comprar para sentirme mejor. Y él obviamente me creyó, pues dijo que no era la primera mujer que conocía hacia lo mismo.Sí él tan solo supiera. —Yo te llamaré
Dasha PetrovMiré las paredes del departamento y sujeté mis manos entre sí intentando calmar y no dar a demostrar mis nervios. Sergei se encontraba en la cocina preparando café para, según él, ponernos al día con el chisme. Luego de que me hubiera ido a buscar a la cafetería, me había traído a su departamento para que pudiéramos conversar a gusto y sin interrupciones. —¿Te sientes mejor? —su pregunta me sacó de mis pensamientos. Lo miré con atención y asentí. Me tendió la taza de café y la acepté gustosa. Al instante la llevé hasta mis labios y al notar lo caliente que estaba, soplé hasta que finalmente pude darle un sorbo al café. El líquido amargo llegó hasta mi paladar dejando un saber agridulce. Luego, quemó ligeramente mi garganta al pasar por la misma, pero ligeramente por lo que continúe tomando hasta que sentí que era suficiente. Dejé la taza de café encima de la mesita que tenía frente a mí y le presté atención a Sergei, quién se había sentado a mi lado también. —Sí, af
Alek Vólkov(Maratón 1/13)Tiré la puerta del despacho con fuerza y me acerqué hasta el mini bar que se encontraba allí, me serví un trago, me lo bebí de un solo golpe y maldije en voz alta al sentir como el jodido Vodka quemó mi garganta. Dasha se había ido a quien sabe dónde a correr para despejar su mente porque ya no se sentía segura a mi lado, porque la hice sentir mal con mis palabras y jodida actitud. ¡Maldita sea! De mal humor y sin poder controlar mi furia, lancé el vaso de mi vista logrando que el mismo se convirtiera añicos en el piso de mármol. Grité, comencé a golpear y desordenar todo intentando calmar mis demonios, esos que me susurraban al oído que si seguía con mi jodida actitud podía perder a Dasha. Sabía que había sido muy duro y más teniendo en cuenta que ella más que nadie deseaba ese embarazo, pero no podía evitar sentirme furioso conmigo mismo por no poder aceptar a mi hijo, fruto de nuestro amor y, quién además de todo, no tenía la culpa de mis jodidos tra
Dasha Petrov(Maratón 2/13)Mi corazón frenético me recuerda que aún sigo ahí de pie, frente a la puerta y, para completar, Alek está mirándome fijamente con cara de pocos amigos esperando una respuesta de mi parte.Misma que no llega al instante, pues parece que mi cerebro y boca decidieron dejar de funcionar a último momento.—A-alek —tartamudeé sin saber qué carajos hacer o decir.Un movimiento detrás de su espalda me hizo salir de mis pensamientos y, como lo presumía, pude observar a Logan y Vlad se encontraban detrás de él junto con varios de sus hombres.Los mismos me dedicaron una fugaz mirada, pues inmediatamente la presencia de Sergei a mis espaldas captó completamente su atención.Lo supe por los pasos que se escucharon detrás de mí, posterior a la voz de mi amigo preguntando dónde me encontraba.Esto no pintaba nada bien, joder.—¿Quién tocaba la puert...? La pregunta de Sergei quedó en el aire una vez estuvo a mis espaldas e imagino se dio cuenta de la presencia de Alek,
(Maratón 3/13) Alek Vólkov Abrí la puerta de la habitación con cautela y entré aún con todo oscuro y sin querer encender la luz, pues Dasha se encontraba dormida y no quería despertarla. Luego de traerla a la fuerza de la casa de Sergei, ella se encontraba demasiado alterada y apenas me escuchaba, por lo que me tocó convencerla de que no le haríamos nada a su amiguito. Promesa que me tocó cumplir, por lo que me tocó llamar a Vlad y decirle que lo dejara en paz, pues dejaría pasar nuestras cuentas pendientes solo por Dasha. Únicamente por ella. Para mí buena suerte, ella me creyó y accedió a venirse por las buenas, así que al llegar a la mansión, la traje directamente hasta nuestra habitación y, como era de esperarse, se quedó dormida. Sabía que estaba pasando por demasiado estrés y eso no era bueno, por lo que decidí dejarla sola un rato para que pudiera descansar lo suficiente y así yo poder drenar mi furia. Fui al gimnasio y me descargué con el saco de boxeo tanto como
(Maratón 4/13) Alek Vólkov Años atrás... Cerré los ojos durante unos cuantos segundos y me permití relajarme durante ese lapso de tiempo, pues estaba cansado por todas las cosas que tuvimos que hacer en el colegio que no podía ni con un gramo de mi alma. Mamá estaba en la cocina con María preparando la cena para que pudiéramos comer a tiempo y en familia. Vlad se encontraba a mi lado igual acostado, mientras que papá aún no había llegado. Según lo que escuché, se encontraba resolviendo unos problemas del negocio familiar y a lo mejor no llegaría temprano, por lo que no lo esperaríamos para cenar. —¡A comer! —gritó mamá desde la cocina e inmediatamente me levanté del sofá como un resorte. —Cuidado y te quedas sin comida, moco —dijo Vlad a mis espaldas en un tono burlón. Lo decía porque yo siempre era uno de los primeros en salir corriendo al comedor cuando anunciaban que la comida estaba lista, por lo que siempre que podía se burlaba de mi hambre atrasada. —Si no te apura
(Maratón 5/13) Alek Vólkov Años atrás... Abrí los ojos y miré todo con atención preguntándome dónde carajos estábamos. Intenté levantarme de la silla donde me encontraba sentado pero algo me lo impidió. Bajé la mirada hasta mi regazo y me alteré al ver como gruesas cadenas estaban alrededor de mis manos, impidiendo que pudiera moverlas. Y finalmente até cabos. Mamá. La huída. La preocupación de María. El viaje que haríamos a las supuestas vacaciones. Vlad. La ausencia de papá. Caos. Peligro. No, no, no, no. Miré a todos lados intentando encontrar lago que pudiera ayudarme a comprender dónde estábamos, pero solo logré alterarme aún más al notar como a unos pocos pasos de dónde me encontraba atado, también estaba Vlad en las mismas que yo. —¡Vlad! —le grité al notar como estaba dormido o, en el peor de los casos, muerto —¡Vlad respóndeme, por favor! —le grité nuevamente sin recibir respuesta alguna de su parte. Quería creer que estaba inconsciente, que los
(Maratón 5/13) Dasha Petrov Actualidad... El nudo que sentía en la garganta me impedía poder hablar para consolar a Alek como era debido, pero aún así lo hice, porque sabía que lo necesitaba. —Mirame —le pedí con la voz rota por el llanto que amenazaba con salir en cualquier momento. Pero él, como lo esperaba, solo me ignoró, limpió sus lágrimas y se abrazó más a mí plano vientre. Nuevamente se había cerrado en su propio mundo, lo había hecho como mecanismo de defensa para protegerse del dolor en ese momento, pues luego de contarme parte de su historia, se sentía vulnerable y según él y el mundo en el que se encontraba, eso era inaudito. —Mirame de una jodida vez, Alek Vólkov —le exigí está vez con voz dura y sin estar dispuesta a negociar con él. Estaba en juego su estabilidad emocional y luego de su confesión no dejaría que se cerrara nuevamente en su mundo, más bien estaba más que agradecida por la confianza que me tuvo al contarme toda aquella experiencia que vivió. Pasaro