Holiii, ¿Cómo están? Espero muy bien. Solo paso por acá para comentarles que si ven el capítulo 27 repetido, se debe a un pequeño error de mi parte al publicarlo. Ya estoy viendo como solucionarlo para así poder seguir actualizando. También aprovecho para mencionarles que se vendrán muchos más capítulos +18 sobre Dasha y Alek. Así que nos estaremos leyendo por ahí, hermanas JAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJJA De igual manera los invito a comentar qué tal les pareció y dejarme sus opiniones al respecto, pues eso me anima a seguir escribiendo. Pd: Gracias por leer y comentar, ayer me divertí muchísimo leyéndolos, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA Los tqm.
Dasha PetrovUn jodido calambre en mi pierna izquierda me hizo despertarme con incomodidad. Abrí los ojos lentamente y traté de acostambrame a la luz que entraba por la ventana, tapé mis ojos y alcé mi cabeza intentando descubrir qué carajos hacia que mi pierna doliera tanto. Al instante lo supe. Alek se encontraba encima de mí, invadiendo mi espacio personal y más dormido que bebé recién nacido. Sonreí al verlo y sin poder evitarlo acaricié su rostro con delicadeza y tratando de no despertarlo. Pero, la alegría me duró poco, pues el calambre continúo con su labor y recordándome el por qué me había despertado primero Alek, quién siempre lo hacía primero que yo. Con delicadeza intenté levantarme y quitarme su enorme cuerpo de encima, pero él al instante me apretó más fuerte contra él en un agarre posesivo. Es que hasta dormido era así de posesivo conmigo. En otras circunstancias, hubiera bromeando comparándolo con una vieja en motocicleta, pues cabe destacar que las mismas se agar
Alek VólkovMiré con cara de pocos amigos a la joven muchacha que nos estaba atendiendo y juro que quise estrangularla en ese preciso instante, pero me contuve por la gente que nos veía y por Dasha. —No te pedí vestidos para que mi mujer muestre hasta las ganas de vivir, creo que fui lo suficientemente claro contigo cuando te especifiqué lo que buscábamos —solté con amargura.—Le traje lo único que se ajustaba a todos sus requerimientos, señor Vólkov —dijo con nerviosismo, logrando enfurecerme aún más. Miré los horrorosos vestidos sin mangas y quise envolverla en ellos y mandarla a Singapur, pero nuevamente me contuve y pensé mejor las cosas. —Llevate esos vestidos de mi vista y tráeme algo decente —ordené con voz dura.Si iba a pagar, al menos tenía derecho de exigir. —Alek, creo que no es necesario montar un espectáculo aquí solo por unos vestidos sin mangas, de verdad —repitió Dasha por enésima vez en lo que iba de tarde. —Claro que sí es necesario, estoy pagando y tengo derec
Dasha Petrov—¿Cuál te gusta? —preguntó la muchacha encargada de la tienda de celulares en la que me encontraba, mostrándome una variedad de los mismos. Alek había insistido en que debía tener un dispositivo móvil, por lo que luego de la íntima escena que tuvimos en aquella lujosa tienda de ropa, me trajo hasta una tienda de celulares para que escogiera uno que me gustara. Me había dejado sola desde hacía ya varios minutos, pues recibió una llamada importante y salió a atenderla, prometiendo volver lo antes posible y dejándome en compañía de uno de sus guardaespaldas, quién se encontraba a pocos pasos de mí cuidando cada uno de mis movimientos. —No lo sé, todos son muy bonitos —dije con duda al ver los hermosos dispositivos frente a mí. —¿Te gusta tomar fotos? —su pregunta me tomó desprevenida. —Eh… No lo sé —respondí sincera. —Mira, si te gusta tomar fotos este teléfono te conviene más —tomó entre sus manos uno de los celulares, el mismo era rojo y era algo grande y me lo tendi
Dasha Petrov Miré todo con atención y quise llorar al comprender que me encontraba en medio de un galpón abandonado, atada de manos a pies y siendo observada por más hombres de los que me podría imaginar. Todos estaban de pie en sitios estratégicos con armas en sus manos, apuntándome obviamente. El sitio olía a orine, nicotina y a polvo, y mirando todo a mi alrededor, pude confirmar que tal vez por aquí habían pasado más personas de las que podía imaginar.Hacía calor y, además, habían muy pocas ventanas y la luz era muy escasa, por lo que poder mirar a mi alrededor con claridad se estaba volviendo un reto. Mi cabeza dolía por los tantos golpes que había recibido en la misma y también por todo el rato que llevaba llorando y pidiéndoles que me dejaran irme a casa. Pero, para mí desgracia, ellos solo me ignoraban y me golpeaban cómo les daba la gana. Me encontraba sentada en una incómoda silla de metal, atada de pies y manos y con una mordaza en la boca, misma que me habían quitado
Alek Vólkov Le di una última calada al cigarro que tenía entre mis labios y con rabia lo lancé fuera de mis vista, sin importarme muy poco a donde había ido a parar la colilla del mismo. Sólo quería saber de Dasha, joder. Por culpa de un maldito error de parte de mi equipo, ese bastardo la tiene consigo y haciéndole quién sabe qué. ¡Maldición! Logan Romanov es un peligroso psicópata que, para mí m*****a desgracia, es uno de mis peores enemigos. Y, como guinda del pastel, le robé un gran cargamento de armas de todo tipo, logrando desatar toda su furia. Por lo que era obvio que buscaría la manera de atacar de alguna manera, teniendo en cuenta que había intentado recuperarlas sin éxito alguno, pues me encargué de eliminar todo rastro de las mismas. Pero, por un mínimo error de parte de mis hombres, Logan había descubierto que había sido yo quién le había arrebatado sus preciados juguetes, porque sí, el tipo creía que las armas de fuego eran juguetes y disfrutaba usarlas con s
Alek Vólkov Miré con furia la pantalla del enorme televisor que tenía frente a mí y quise tener en frente a Logan para poder estrangularlo hasta el cansancio. La imagen de Dasha se encontraba en la enorme pantalla, y lo que más me jodió fue ver cómo se encontraba atada de manos y pies, llorando sin consuelo y con varios golpes en su rostro. Mataría a los responsables de ello, lo juro. Me encontraba nuevamente en la sala de operaciones, por lo que todo mi equipo estaba observando el vídeo junto a mí, aunque más que observarlo, lo que hacían era tratar de rastrear la dirección IP para intentar descifrar de que lugar de Rusia estaba trasmitiendo en vivo. —Mataré a ese, Bastardo —murmuré para mí mismo con los dientes apretados. —El vídeo no se reproduce por la mala conexión que tiene el tipo, entonces eso solo quiere decir que debe estar en un lugar alejado de la civilización y, probablemente, abandonado —explicó con rapidez uno de los mejores hackers presentes en la sala. El m
Dasha PetrovMe sobresalté al sentir unos pasos cerca de donde me encontraba y abrí los ojos rápidamente para confirmar mis sospechas; Logan se encontraba a escasos pasos de mí, mirándome fijamente con una sonrisa siniestra en el rostro. Lo miré de vuelta asustada y él solo comenzó a hablar solo y a reírse de sus propias palabras. Sus hombres se encontraban de pie en los mismos sitios dónde los había visto la última vez. Y la verdad es que no sé si han pasado días o tan solo horas. Luego de la droga que me inyectó, desperté desorientada y luego me volví a dormir cuando me obligaron a hacerlo a fuerza de amenazas. Cómo cosa rara, no me habían vuelto a golpear más y únicamente se acercaban a mí solo para darme agua o comida, para nada más. Logan se perdió durante algunas horas o quizá días, la verdad no lo sé a ciencia cierta. Pero verlo de pie frente a mí, solo lograba ponerme los nervios de punta pues sabía que en cualquier momento podría arremeter en mi contra ya que por lo que