Un silencio se apoderó de la habitación mientras Vanessa esperaba la respuesta de su madre. Sabía que estaba arriesgando su vida al hacer aquella llamada, pero también sabía que no tenía otra opción. Su única esperanza era ella. Finalmente, un suspiro angustiado emergió del otro lado de la línea. Su madre no podría dar crédito a lo que decía. —Vanessa, hija, al fin escucho tu voz, ¿dónde estás? —soltó después de mucho —. ¿Por qué no has tomado mis llamadas? —Mamá, estoy secuestrada por Arthur —repitió —. Es la verdad, no bromeó. Ella abrió los ojos como platos, comprendiendo la situación, entonces supo que no fue solo un mal presagio lo que Verónika tuvo, que detrás de todo ese tiempo su ausencia tenía un motivo. —¡Voy a llamar a la policía de inmediato! —aseguró dejando escapar la angustia en su voz.Pero en ese momento escuchó la voz de Arthur y el teléfono se salió de sus manos. El corazón casi se le sale del pecho de solo saber que estaba a punto de ser descubierta. —Mamá,
El sonido de la puerta abriéndose hizo que Vanessa se sobresaltara y soltara un pequeño grito ahogado. Arthur entró en la habitación lentamente, con una sonrisa fría en el rostro, ella había podido poner de nuevo el móvil en su lugar. Sin embargo tenía miedo de que se le notara el nerviosismo potente dominando su sistema, no quería que se diera cuenta de lo que hizo. —¿Con quién estás hablando, eh? —averiguó exigente hasta la médula, mirando fijamente a Vanessa. Vanessa tragó saliva e intentó mantener la calma. Sabía que no podía mostrar señales de debilidad frente a Arthur, no si quería tener alguna posibilidad de escapar. —Nadie, estoy hablando sola. Me estaba volviendo loca encerrada aquí —respondió, forzando una sonrisa. Arthur se acercó a ella lentamente, sus ojos estaban llenos de una peligrosa combinación de furia. —No te atrevas a mentirme Vanessa. No soporto las mentiras. ¿A quién llamabas? —exigió, agarrando bruscamente su brazo. De pronto sintió el dolor agudo de los
Arthur aún seguía pensativo, luego de la conversación con Bastian. Pero una vez llegó a la casa de Verónika, optó por dejar todos esos pensamientos de lado. Finalmente bajó del auto y tocó la puerta con impaciencia, esperando que alguien le abriera lo más pronto posible. Después de unos segundos, la puerta se abrió y se encontró con la chica, se miraba jovial y tenía unos ojos atrapantes. Ambos se miraron fijamente a los ojos, y en ese momento, Lali sintió una extraña conexión con ese hombre desconocido. No sabía explicar ese sentimiento, pero algo en él la intrigaba. Asthton también percibió algo diferente en Lali, algo que lo hizo sentirse atraído hacia ella de una manera inexplicable.—¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí? —cuestionó la mujer un poco adormilada, rompiendo el silencio incómodo que se había formado entre ellos.El aludido frunció el ceño porque creía que Verónika le avisó sobre su llegada. Pero... ¿no fue así? —Soy Asthton, el abogado y amigo de Sebastian... Vine a bus
Esa mañana, Lali tuvo una buena idea para cambiar un poco el panorama y darle un poco de alegría a la pequeña que miraba alicaída desde que terminó diciéndole hace menos de media hora sobre la situación de Sebastian. Solo le dijo que estaba en el hospital, pero que estaría bien, que por eso Verónika se quedó con él. Aún así, se puso triste. —¿Aún no tienes hambre? —Quiero que mamá venga, quiero también a papá. —Vendrán en un momento, ten paciencia. Sídney, ¿qué te parece si preparamos una sorpresa para tu papá? —inquirió Lali emocionada.Los ojos de Sídney se iluminaron.—¿De verdad? ¡Sí! ¡Eso sería genial! —soltó la niña entusiasmada.Lali sonrió, pensando en las posibilidades.—Podemos decorar su habitación con globos, y hacer tarjetas de bienvenida para cuando llegue a casa. También podemos cocinarle su comida favorita y tener un pastel para celebrar su regreso. ¿Qué te parece?Sídney asintió con emoción.—Me gusta todo, ¡Vamos a hacerlo!Las dos se pusieron manos a la obra. Mi
Asthon caminaba por la calle, con la mirada perdida y un nudo en el estómago. No podía dejar de pensar en la enfermedad del padre su amigo y cliente, Bastian. En su rostro se dibujaba la tristeza. Mientras caminaba, Asthon intentaba encontrar respuestas a todas las preguntas que invadían su mente. ¿Cómo pudo ocurrir esto? ¿Por qué Bastian? ¿Qué podía hacer él para ayudar? Sentía impotencia ante la situación, no tenía control sobre lo que estaba sucediendo.De repente, Asthon escuchó una voz familiar llamándolo desde lejos. Levantó la cabeza y su expresión cambió por completo al divisar a Lali, su cita de aquella noche. Una sonrisa se dibujó en su rostro y todo su enfoque se desvió hacia ella.Lali se acercó corriendo. —Hola Asthon, me alegra verte —emitió con una sonrisa radiante en su rostro —. Tenía muchas ganas de salir contigo esta noche. Pero... ¿por qué te diriges tarde a nuestra salida? Ella parecía radiante y despreocupada, ajena a los pensamientos oscuros que habían plaga
—¿Cómo es posible que la policía no pudo conseguir nada? Mierda, mi hija está en peligro, han pasado días y no se sabe de ella. ¿Por qué no dan una orden de captura contra ese tipo? Él la tiene, maldición. —Jasmine, es porque no se ha comprobado nada. Se que Arthur está jugando muy bien las cartas porque tiene poder pero no más que yo, por eso no me voy a rendir en este caso, no me voy a rendir hasta que tu hija pueda ser liberada, ese hombre no se va a salir con la suya, te lo prometo. —Ya lo está haciendo. Ya se está saliendo con la suya desde que la atrapó, quién sabe las aberraciones que le ha hecho, todo lo que le ha hecho sufrir y pasar a mi hija si sigue pasando el tiempo, no puedo dejar de pensar en eso, hay noches en las que no duermo. —Lo entiendo, Jasmine. No puedo imaginar el dolor que estás sintiendo en este momento, pero tienes que mantener la fe y confiar en que vamos a atrapar a ese monstruo. Estamos haciendo todo lo posible para encontrar pruebas concretas que lo i
—No, para nada. En realidad estoy aburrida sin hacer nada, así que no interrumpes en absoluto. La risa suave de Ashton sonó por el otro extremo del teléfono.—Yo también estoy aquí sin hacer nada, bastante aburrido, los planes que tenía han cambiado. ¿Deberíamos vernos luego? —Ashton, hay algo en mí que me dice que podríamos llegar a ser algo más que amigos. No sé cómo, ni cuándo ni dónde, pero solo siento que hay algo especial entre nosotros —confesó Lali, nerviosa pero segura de sus sentimientos. Hubo un breve silencio, y Lali comenzó a temer que tal vez se había apresurado, pero entonces Ashton respondió con sinceridad.—Lali, siento lo mismo. Es como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, como si estuviéramos destinados de alguna manera. No sé qué nos depara el futuro, pero me gustaría averiguarlo contigo. Lali sintió cómo un cosquilleo comenzaba a recorrer su espalda, subiendo por cada vértebra y enviando pequeñas oleadas de emoción a través de su cuerpo. Era una sensa
Creyó que sería un día tranquilo como cualquier otro, pero no sé esperaba la llegada de su madre, ella estaba allí, pareciendo desesperada, tenía la mirada enrojecida y la cara llena de preocupación, como si algo terrible estuviera pasando. Solo entonces tuve el presentimiento de qué se trataba de Vanessa de nuevo. —Madre... —Lo sé, soy consciente de que no me quieres cerca, sé que no deseas que yo te visite, pero este es un tema urgente, no es suficiente con lo que está haciendo mi prometido. La verdad estoy bastante preocupada por Vanessa, ella me llamó algunos días atrás y me comentó que estaba secuestrada, luego la llamada se terminó antes de que pudiéramos decirnos algo más, estoy realmente asustada...—¿Qué? Oh por Dios... ¿Estás hablando en serio madre? —Quizás no he demostrado ser una buena madre, pero me preocupo por mis hijas. Yo... No te miento, Vanessa está en peligro y Arthur es el responsable de todo esto —emitió, dejándola boquiabierta, impactada. —Mamá...—Sí, por