Esa mañana, Lali tuvo una buena idea para cambiar un poco el panorama y darle un poco de alegría a la pequeña que miraba alicaída desde que terminó diciéndole hace menos de media hora sobre la situación de Sebastian. Solo le dijo que estaba en el hospital, pero que estaría bien, que por eso Verónika se quedó con él. Aún así, se puso triste. —¿Aún no tienes hambre? —Quiero que mamá venga, quiero también a papá. —Vendrán en un momento, ten paciencia. Sídney, ¿qué te parece si preparamos una sorpresa para tu papá? —inquirió Lali emocionada.Los ojos de Sídney se iluminaron.—¿De verdad? ¡Sí! ¡Eso sería genial! —soltó la niña entusiasmada.Lali sonrió, pensando en las posibilidades.—Podemos decorar su habitación con globos, y hacer tarjetas de bienvenida para cuando llegue a casa. También podemos cocinarle su comida favorita y tener un pastel para celebrar su regreso. ¿Qué te parece?Sídney asintió con emoción.—Me gusta todo, ¡Vamos a hacerlo!Las dos se pusieron manos a la obra. Mi
Asthon caminaba por la calle, con la mirada perdida y un nudo en el estómago. No podía dejar de pensar en la enfermedad del padre su amigo y cliente, Bastian. En su rostro se dibujaba la tristeza. Mientras caminaba, Asthon intentaba encontrar respuestas a todas las preguntas que invadían su mente. ¿Cómo pudo ocurrir esto? ¿Por qué Bastian? ¿Qué podía hacer él para ayudar? Sentía impotencia ante la situación, no tenía control sobre lo que estaba sucediendo.De repente, Asthon escuchó una voz familiar llamándolo desde lejos. Levantó la cabeza y su expresión cambió por completo al divisar a Lali, su cita de aquella noche. Una sonrisa se dibujó en su rostro y todo su enfoque se desvió hacia ella.Lali se acercó corriendo. —Hola Asthon, me alegra verte —emitió con una sonrisa radiante en su rostro —. Tenía muchas ganas de salir contigo esta noche. Pero... ¿por qué te diriges tarde a nuestra salida? Ella parecía radiante y despreocupada, ajena a los pensamientos oscuros que habían plaga
—¿Cómo es posible que la policía no pudo conseguir nada? Mierda, mi hija está en peligro, han pasado días y no se sabe de ella. ¿Por qué no dan una orden de captura contra ese tipo? Él la tiene, maldición. —Jasmine, es porque no se ha comprobado nada. Se que Arthur está jugando muy bien las cartas porque tiene poder pero no más que yo, por eso no me voy a rendir en este caso, no me voy a rendir hasta que tu hija pueda ser liberada, ese hombre no se va a salir con la suya, te lo prometo. —Ya lo está haciendo. Ya se está saliendo con la suya desde que la atrapó, quién sabe las aberraciones que le ha hecho, todo lo que le ha hecho sufrir y pasar a mi hija si sigue pasando el tiempo, no puedo dejar de pensar en eso, hay noches en las que no duermo. —Lo entiendo, Jasmine. No puedo imaginar el dolor que estás sintiendo en este momento, pero tienes que mantener la fe y confiar en que vamos a atrapar a ese monstruo. Estamos haciendo todo lo posible para encontrar pruebas concretas que lo i
—No, para nada. En realidad estoy aburrida sin hacer nada, así que no interrumpes en absoluto. La risa suave de Ashton sonó por el otro extremo del teléfono.—Yo también estoy aquí sin hacer nada, bastante aburrido, los planes que tenía han cambiado. ¿Deberíamos vernos luego? —Ashton, hay algo en mí que me dice que podríamos llegar a ser algo más que amigos. No sé cómo, ni cuándo ni dónde, pero solo siento que hay algo especial entre nosotros —confesó Lali, nerviosa pero segura de sus sentimientos. Hubo un breve silencio, y Lali comenzó a temer que tal vez se había apresurado, pero entonces Ashton respondió con sinceridad.—Lali, siento lo mismo. Es como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, como si estuviéramos destinados de alguna manera. No sé qué nos depara el futuro, pero me gustaría averiguarlo contigo. Lali sintió cómo un cosquilleo comenzaba a recorrer su espalda, subiendo por cada vértebra y enviando pequeñas oleadas de emoción a través de su cuerpo. Era una sensa
Creyó que sería un día tranquilo como cualquier otro, pero no sé esperaba la llegada de su madre, ella estaba allí, pareciendo desesperada, tenía la mirada enrojecida y la cara llena de preocupación, como si algo terrible estuviera pasando. Solo entonces tuve el presentimiento de qué se trataba de Vanessa de nuevo. —Madre... —Lo sé, soy consciente de que no me quieres cerca, sé que no deseas que yo te visite, pero este es un tema urgente, no es suficiente con lo que está haciendo mi prometido. La verdad estoy bastante preocupada por Vanessa, ella me llamó algunos días atrás y me comentó que estaba secuestrada, luego la llamada se terminó antes de que pudiéramos decirnos algo más, estoy realmente asustada...—¿Qué? Oh por Dios... ¿Estás hablando en serio madre? —Quizás no he demostrado ser una buena madre, pero me preocupo por mis hijas. Yo... No te miento, Vanessa está en peligro y Arthur es el responsable de todo esto —emitió, dejándola boquiabierta, impactada. —Mamá...—Sí, por
Dos días después...Verónika se encontraba descansando en la cama, abrigada bajo las sábanas, con una expresión de dolor en su rostro. No se sentía bien y no entendía qué podía estar causando esa sensación de malestar en su cuerpo. A su lado, Lali, no solo cuidaba de la niña, también se había ofrecido gentilmente a ocuparse de ella mientras se recuperaba.Lali entró en la habitación cargando una bandeja con una sopa humeante y en sus manos unos pañuelos de papel. Al ver a Verónika en ese estado, se preocupó un poco más. — ¿Cómo te sientes, Verónika? —inquirió Lali acercándose a la cama.—No muy bien, Lali. Me duele la cabeza y tengo una sensación general de debilidad. No sé qué me pasa, pero no consigo descansar lo suficiente para recuperarme -suspiró Verónika, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con asomarse a sus ojos.Lali asintió comprensivamente y se sentó al borde de la cama, ofreciéndole un pañuelo para secar su rostro. —Tranquila, Verónika. Estoy aquí para cuidar de ti y
El terror se apoderó de Vanessa en ese instante, pero recordó su promesa y se aferró con más fuerza a la esperanza y la valentía. Estaba dispuesta a proteger a su hijo a cualquier costo.Arthur la miró con furia y desdén en sus ojos mientras avanzaba hacia ella. Sin embargo, Vanessa se negó a retroceder y mantenerse en silencio. Se erguió con toda su fuerza, consciente de que tenía que defenderse y proteger a su hijo.—Ya basta, Arthur. No puedo permitir que sigas destruyendo nuestras vidas y no voy a dejar que nuestro hijo crezca en un ambiente lleno de violencia —soltó con miedo. Arthur soltó una risa sarcástica mientras se acercaba cada vez más a ella, ignorando sus palabras.—Si crees que te vas a escapar de mí, estás muy equivocada. Eres mía y no vas a ir a ningún lado sin mi permiso —gruñó Arthur, agarrándola del brazo con fuerza.Vanessa sintió un intenso dolor recorrer su brazo, pero no dejó que eso la detuviera. Instintivamente, llevó su mano libre a su teléfono celular y lo
Días después... Se acercaba otro día por la mañana y Sebastian, queriendo mostrar su amor hacia Verónika, decidió sorprenderla preparándole el desayuno. Había planificado cuidadosamente cada detalle, desde el menú hasta la decoración de la mesa. Quería que ese día fuera especial, lleno de amor y felicidad.Tan pronto como abrió los ojos por la mañana, Sebastian salió sigilosamente de la cama, evitando hacer ruido para no despertar a Verónika. Se adentró en la cocina y comenzó a reunir los ingredientes para el desayuno perfecto. Después de un rato, la mesa estaba llena de deliciosos platos. Había pancakes esponjosos decorados con frutas frescas, huevos revueltos con queso derretido, tocino crujiente y jugo de naranja recién exprimido. Verónika había estado esos días más sensibles de lo normal sabía que la razón era el embarazo las hormonas las dominaban y estaba más emocionada, a sabiendas de eso, aquel gesto le alegraría la mañana. Finalmente, todo estaba listo. Unos minutos más ta