Lali se sentía devastada. Sus lágrimas seguían fluyendo mientras se encontraba de rodillas en el suelo. El nudo en su garganta solo se volvía más apretado a medida que pedía perdón una y otra vez por su descuido. Sabía que había sido su error y no podía perdonarse a sí misma por lo sucedido.Miró a Verónika buscando comprensión y consuelo, pero solo encontró indiferencia en su mirada. La rabia y la frustración se arremolinaban dentro de Lali, sin embargo ¿Cómo podía simplemente ignorarla y seguir su camino? Así que se marchó. Era evidente que la tensión había tomado control de la situación. Se sintió mal por la niñera que no tuvo nunca la intención de que Sídney pasara por todo eso. —Verónika, debemos hablar — murmuró Sebastian. Ella asintió y se sentó a su lado, preparada para escucharle.—Lali... no tenía malas intencionesSoltó de manera sincera, buscando que sus palabras calaran hondo en el alma de su esposa. —Sebastian...—Ella realmente ama a la niña y lo sabes. Lo que pas
Sebastian se encontraba sentado en un cómodo asiento de la sala de espera de la clínica, acompañado por su madre, Regina. Verónika seguía en la habitación con la niña. Su mente estaba llena de inquietud y ansiedad por el estado de salud de Sídney. Regina, con una mirada cálida y preocupada, acariciaba suavemente el brazo de Sebastian en un gesto de apoyo. El hombre agradecido por el apoyo de su madre, suspiró por enésima vez. —Gracias por estar aquí, mamá. Significa mucho para mí. Regina le devolvió una sonrisa amorosa. —Siempre estaré aquí para ti, mi querido Sebastian. Somos una familia, y en los momentos difíciles es cuando más debemos apoyarnos mutuamente. Esto que le ocurrió a la niña me resulta tan terrible, pero es bueno que ya el doctor aclaró el panorama. El ambiente en la sala de espera era tenso, repleto de personas preocupadas por sus seres queridos. Pero en medio de esa atmósfera cargada de ansiedad, ambos encontraron consuelo en la cercanía del otro.Después de un
Sídney abrió lentamente los ojos y parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz de la habitación. Todo a su alrededor era blanco y esterilizado. Entonces, recordó lo que había ocurrido, cómo había sido atropellada por un auto y lo último que recordaba era el dolor agudo que recorría su cuerpo.Intentando incorporarse, se dio cuenta de que aún sentía un gran dolor en su pierna y notó que estaba vendada. A su lado, vio a su madre, quien la observaba con preocupación.—Mamá —susurró Sídney con voz débil.—Oh, mi pequeña Sídney, al fin estás despierta—expresó su madre entre sollozos mientras acariciaba suavemente su rostro.—Mamá, ¿qué pasó? —inquirió a pesar de recordar, ella estaba confundida.—Fuiste atropellada por un auto, cariño. Pero estás en la clínica ahora, los médicos te atendieron y estás a salvo —le explicó su madre, tratando de contener las lágrimas.Sídney miró a su alrededor y vio a los médicos y enfermeras que iban y venían, ocupados en sus quehaceres. Se sentía asus
Al día siguiente, se reunió con Asthon. Finalmente el abogado lo ayudaría a descubrir la verdad sobre el padre biológico de Sídney. La gente entraba y salía, pero el tiempo parecía pasar demasiado lento. Finalmente, la puerta de la oficina de Asthon se abrió, y apareció elegantemente vestido. —Sebastian —emitió Asthon con una sonrisa mientras se acercaba y le estrechaba la mano —. Ha sido un largo camino para llegar aquí, ¿verdad? Sé que estás ansioso por escuchar lo que debo decirte. Sebastian asintió, sintiéndose aliviado de finalmente tener a Asthon a su lado en en todo ese proceso, que cada vez se volvía más intrigante. Ambos se sentaron en la cómoda sala de reuniones del bufete de abogados, y Asthon sacó un archivo de su maletín y lo colocó frente a sí.—Antes de comenzar, quiero que sepas que esta es una situación delicada — comenzó Asthon —. La verdad que descubriremos puede tener un impacto significativo en tu relación, pero creo que es importante para todos los involucrado
Sebastian estaba sentado su silla giratoria en la oficina, revisando algunos documentos importantes cuando escuchó un suave golpe en la puerta. Levantó la mirada y vio a Maritza, con su característica sonrisa en el rostro.—Sebastian, tengo buenas noticias. ¡Tony Cruise ya ha llegado! ¿no es a quien estabas esperando? —expresó Maritza.—Sí, lo es. Sebastian se puso de pie de inmediato y se acercó a la puerta para recibir a su nuevo socio comercial. Tony Cruise era un reconocido inversionista y empresario, con una gran influencia en el mundo de los negocios. Había estado negociando un tiempo atrás un acuerdo que podría ser bueno, y ahora finalmente estaba a punto de concretarse. Si bien es cierto que estaba dudoso al principio, al final llegó a la conclusión de que era lo mejor. —Maritza, gracias por avisarme. ¿Has preparado la sala de reuniones? Debemos asegurarnos de que Tony se sienta bienvenido e impresionado —emitió Sebastian —. Ya sabes cómo es él. Maritza asintió animadament
—Me ha terminado la llamada, ella nunca cambia —soltó a solas, casi llena de enojo. Expiró sobre la colcha, antes de ir por un baño. Ya no pensaría en ello. ***Mientras Verónika continuaba peinando a Sídney, su mente se enredaba en pensamientos acerca de la reciente llamada telefónica que había recibido. Sabía que no debería dejar que eso la afectara tanto, pero no podía evitar sentirse profundamente herida por la negación y la frialdad de esa mujer, que pese a darle la vida, muchas veces parecía una desconocida. ¿Cómo era posible que alguien que había sido la razón de su existencia pudiera tratarla de forma tan desamorada? El corazón de Verónika no lo podía comprender. En ocasiones, Verónika se cuestionaba si verdaderamente era su hija. Existían momentos en los que parecía inconcebible que compartieran algún vínculo sanguíneo. La forma en que aquella mujer la rechazaba y la trataba con indiferencia hacía que dudara de su relación biológica. ¿Cómo podía ser que alguien tan cercano
Él seguía vagando por sus pensamientos.«—Verónika necesito hablar contigo sobre algo importante —se imaginó diciendo Sebastian, tomando la mano de Verónika y llevándola a un banco cercano.Verónika frunció el ceño, preocupada por la seriedad en la expresión de su esposo. —¿Qué pasa, Sebas? ¿Por qué estás tan callado y preocupado?Sebastian respiró hondo antes de responder, tratando de encontrar las palabras adecuadas. —Verónika, he estado pensando mucho en el padre biológico de Sídney. Me resulta difícil aceptar que haya existido una relación entre tú y Adam.La sorpresa se reflejó en el rostro de Verónika mientras intentaba entender las preocupaciones de Sebastian. —Sebas, eso sucedió antes de que nos conociéramos, cuando Adam aún estaba vivo. Yo era una persona completamente diferente en ese entonces. Además, Sídney es nuestra hija y eso es lo único que importa.Sebastian asintió lentamente, intentando procesar las palabras de Verónika. Sabía que tenía razón, pero no podía evita
Verónika estaba sentada en una silla junto a la cama de su hija Sídney. Aunque Verónika estaba agradecida de que su hija estuviera viva y en camino hacia una recuperación completa, extrañaba tenerla en casa. El médico entró a la habitación con una gran sonrisa en su rostro. Era un hombre amable y cálido, y había estado cuidando de Sídney desde el día del accidente. La pequeña estaba sentada en la cama, con sus muletas al lado. Su rostro se iluminó al ver al doctor y a su madre, sin embargo, también mostraba una pizca de preocupación.—Buenos días, Verónika —saludó el especialista —. Hoy tengo una maravillosa noticia para Sídney. Después de una evaluación exhaustiva y ver su progreso, creemos que puede ir a casa. Verónika casi no podía creer lo que estaba escuchando. Una miríada de emociones pasaron por su mente en ese momento. Alegría, alivio y un poco de preocupación por los cuidados adicionales que tendría que brindarle a su hija en casa.—¡Oh, doctor, eso es increíble! Estoy tan