Sídney abrió lentamente los ojos y parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz de la habitación. Todo a su alrededor era blanco y esterilizado. Entonces, recordó lo que había ocurrido, cómo había sido atropellada por un auto y lo último que recordaba era el dolor agudo que recorría su cuerpo.Intentando incorporarse, se dio cuenta de que aún sentía un gran dolor en su pierna y notó que estaba vendada. A su lado, vio a su madre, quien la observaba con preocupación.—Mamá —susurró Sídney con voz débil.—Oh, mi pequeña Sídney, al fin estás despierta—expresó su madre entre sollozos mientras acariciaba suavemente su rostro.—Mamá, ¿qué pasó? —inquirió a pesar de recordar, ella estaba confundida.—Fuiste atropellada por un auto, cariño. Pero estás en la clínica ahora, los médicos te atendieron y estás a salvo —le explicó su madre, tratando de contener las lágrimas.Sídney miró a su alrededor y vio a los médicos y enfermeras que iban y venían, ocupados en sus quehaceres. Se sentía asus
Al día siguiente, se reunió con Asthon. Finalmente el abogado lo ayudaría a descubrir la verdad sobre el padre biológico de Sídney. La gente entraba y salía, pero el tiempo parecía pasar demasiado lento. Finalmente, la puerta de la oficina de Asthon se abrió, y apareció elegantemente vestido. —Sebastian —emitió Asthon con una sonrisa mientras se acercaba y le estrechaba la mano —. Ha sido un largo camino para llegar aquí, ¿verdad? Sé que estás ansioso por escuchar lo que debo decirte. Sebastian asintió, sintiéndose aliviado de finalmente tener a Asthon a su lado en en todo ese proceso, que cada vez se volvía más intrigante. Ambos se sentaron en la cómoda sala de reuniones del bufete de abogados, y Asthon sacó un archivo de su maletín y lo colocó frente a sí.—Antes de comenzar, quiero que sepas que esta es una situación delicada — comenzó Asthon —. La verdad que descubriremos puede tener un impacto significativo en tu relación, pero creo que es importante para todos los involucrado
Sebastian estaba sentado su silla giratoria en la oficina, revisando algunos documentos importantes cuando escuchó un suave golpe en la puerta. Levantó la mirada y vio a Maritza, con su característica sonrisa en el rostro.—Sebastian, tengo buenas noticias. ¡Tony Cruise ya ha llegado! ¿no es a quien estabas esperando? —expresó Maritza.—Sí, lo es. Sebastian se puso de pie de inmediato y se acercó a la puerta para recibir a su nuevo socio comercial. Tony Cruise era un reconocido inversionista y empresario, con una gran influencia en el mundo de los negocios. Había estado negociando un tiempo atrás un acuerdo que podría ser bueno, y ahora finalmente estaba a punto de concretarse. Si bien es cierto que estaba dudoso al principio, al final llegó a la conclusión de que era lo mejor. —Maritza, gracias por avisarme. ¿Has preparado la sala de reuniones? Debemos asegurarnos de que Tony se sienta bienvenido e impresionado —emitió Sebastian —. Ya sabes cómo es él. Maritza asintió animadament
—Me ha terminado la llamada, ella nunca cambia —soltó a solas, casi llena de enojo. Expiró sobre la colcha, antes de ir por un baño. Ya no pensaría en ello. ***Mientras Verónika continuaba peinando a Sídney, su mente se enredaba en pensamientos acerca de la reciente llamada telefónica que había recibido. Sabía que no debería dejar que eso la afectara tanto, pero no podía evitar sentirse profundamente herida por la negación y la frialdad de esa mujer, que pese a darle la vida, muchas veces parecía una desconocida. ¿Cómo era posible que alguien que había sido la razón de su existencia pudiera tratarla de forma tan desamorada? El corazón de Verónika no lo podía comprender. En ocasiones, Verónika se cuestionaba si verdaderamente era su hija. Existían momentos en los que parecía inconcebible que compartieran algún vínculo sanguíneo. La forma en que aquella mujer la rechazaba y la trataba con indiferencia hacía que dudara de su relación biológica. ¿Cómo podía ser que alguien tan cercano
Él seguía vagando por sus pensamientos.«—Verónika necesito hablar contigo sobre algo importante —se imaginó diciendo Sebastian, tomando la mano de Verónika y llevándola a un banco cercano.Verónika frunció el ceño, preocupada por la seriedad en la expresión de su esposo. —¿Qué pasa, Sebas? ¿Por qué estás tan callado y preocupado?Sebastian respiró hondo antes de responder, tratando de encontrar las palabras adecuadas. —Verónika, he estado pensando mucho en el padre biológico de Sídney. Me resulta difícil aceptar que haya existido una relación entre tú y Adam.La sorpresa se reflejó en el rostro de Verónika mientras intentaba entender las preocupaciones de Sebastian. —Sebas, eso sucedió antes de que nos conociéramos, cuando Adam aún estaba vivo. Yo era una persona completamente diferente en ese entonces. Además, Sídney es nuestra hija y eso es lo único que importa.Sebastian asintió lentamente, intentando procesar las palabras de Verónika. Sabía que tenía razón, pero no podía evita
Verónika estaba sentada en una silla junto a la cama de su hija Sídney. Aunque Verónika estaba agradecida de que su hija estuviera viva y en camino hacia una recuperación completa, extrañaba tenerla en casa. El médico entró a la habitación con una gran sonrisa en su rostro. Era un hombre amable y cálido, y había estado cuidando de Sídney desde el día del accidente. La pequeña estaba sentada en la cama, con sus muletas al lado. Su rostro se iluminó al ver al doctor y a su madre, sin embargo, también mostraba una pizca de preocupación.—Buenos días, Verónika —saludó el especialista —. Hoy tengo una maravillosa noticia para Sídney. Después de una evaluación exhaustiva y ver su progreso, creemos que puede ir a casa. Verónika casi no podía creer lo que estaba escuchando. Una miríada de emociones pasaron por su mente en ese momento. Alegría, alivio y un poco de preocupación por los cuidados adicionales que tendría que brindarle a su hija en casa.—¡Oh, doctor, eso es increíble! Estoy tan
Mientras caminaba hacia casa, Vanessa seguía sintiendo una alegría fuerte. Su bebé era una niña, y pronto podría compartir ese amor incondicional con su pequeña hija. Sabía que estaba en el camino correcto y que haría todo lo posible para brindarle una vida llena de amor y felicidad, sin importar lo que él patán de Arthur intentara hacer otra vez. Como si lo hubiera llamado de forma telepática, ella salió de la clínica prenatal y vio a Arthur parado cerca de su auto, esperándola. La emoción que había sentido momentos antes desapareció al instante al recordar el verdadero motivo detrás de su embarazo. Arthur que solo la había utilizado como un medio para obtener la herencia de su familia, estaba allí. Sintió mucha ira desde su interior, solo quería correr lejos y desaparecer, pero él la estaba mirando con ojos poderosos. Suspirando, Vanessa se acercó a él, tratando de ocultar sus emociones. Arthur la miró con una sonrisa falsa en el rostro —¡Qué bien que todo esté yendo bien con e
—Asthon... ¿en serio lo has obtenido? Todavía seguía sorprendido de que eso fuera cierto, no podría creer que había más pruebas contundentes, cada vez que avanzaba un poco más había una parte de él que ya no quería seguir indagando, pero no podía dejar nada a medias, porque también quería descubrir si lo que sospechaba era cierto. Así que de ese modo continuaba atrapado, entre la espada y la pared. —Sí, hay videos de aquella noche. No fue fácil, pero se la logrado comprobar que Adam y Verónika estuvieron en el mismo lugar, a la misma hora, aquel día —señaló dejándolo congelado. Era tan extraño como sus destinos se habían juntado, si no hubiera conocido a Verónika, ni sabría de aquella aventura, de aquel resultado. —Mi hermano... ¿se encuentra en dicho vídeo? —cuestionó varado en aquella incertidumbre que todos los hechos le producían. Expiró. —Sí, puedo mostrarlos si traes alguna portátil —aseguró elevando un pendrive. Pero el hombre se quedó en silencio tratando de procesar l