Capítulo 76 —Tenemos que hablarNarrador:Roman salió del baño con el torso desnudo, su piel aún húmeda por la ducha y el pantalón del pijama colgando peligrosamente bajo en sus caderas. Se pasó una toalla por el cabello con movimientos perezosos, como si no tuviera prisa, pero sus ojos ya estaban fijos en Aylin.Ella estaba sentada en la cama, con el cabello mojado cayéndole sobre los hombros, la toalla aún envuelta alrededor de su cuerpo. Sus piernas dobladas bajo las sábanas, su expresión neutral… demasiado neutral. Pero él la conocía. Sabía que su cabeza estaba trabajando a toda velocidad. Se acercó lentamente, con esa seguridad suya que la volvía loca. Se apoyó en el borde de la cama, mirándola con intensidad, antes de soltar la toalla sobre la mesita de noche.—¿Esperándome, esposa? —preguntó con diversión en la voz.Aylin resopló, apartando la vista de su cuerpo sin pudor.—Solo quiero dormir.Roman sonrió de lado.—¿Ah, sí?Se subió a la cama con la misma tranquilidad exaspera
Capítulo 77 —Solo… se sintió bien decirloNarrador:Roman despertó lentamente, sintiendo el calor de un cuerpo contra el suyo. Al principio, su mente aún estaba atrapada en la neblina del sueño, pero en cuanto parpadeó y su respiración se acompasó, se dio cuenta de algo que lo dejó completamente inmóvil.Aylin lo estaba abrazando y por la espalda. Nunca antes lo había hecho, nunca antes ella había buscado su contacto de manera inconsciente, nunca antes se había enredado en él de esa forma, como si fuera lo más natural del mundo. Y joder, le encantó.Roman entrecerró los ojos, disfrutando por un momento la sensación de su cuerpo pegado al suyo, su respiración tranquila contra su espalda, sus dedos aferrados en su abdomen como si temiera soltarlo. No pudo evitarlo.Giró lentamente sobre el colchón hasta quedar de frente a ella, sus ojos recorriendo cada detalle de su rostro adormilado, de su piel tibia, de sus labios entreabiertos.Sonrió con pura satisfacción y, sin pensarlo demasiado,
Capitulo 78 —Bienvenido a la jodida revelación del siglo.Narrador:Dominic se recargó contra el escritorio con los brazos cruzados, observando a Roman con una expresión de incredulidad mezclada con diversión.—Estás de un humor sospechosamente bueno hoy.Roman, que revisaba unos documentos, apenas alzó la mirada, pero la sombra de una sonrisa ladeada apareció en su rostro.—¿Ah, sí?Dominic asintió con exageración.—Sí. De hecho, no recuerdo haberte visto tan… animado.Roman dejó el papel que tenía entre manos y se reclinó en su silla con aire relajado.—Quizá solo dormí bien.Dominic soltó una risa sarcástica.—Vamos, joder, no me tomes por idiota. Esto tiene que ver con tu nuevo estado civil, ¿no?Roman no respondió de inmediato, pero el brillo en su mirada lo delató antes de que hablara.—Puede ser...Dominic entrecerró los ojos.—Mier*da. ¿Me estás diciendo que…?—No. —Roman lo interrumpió antes de que pudiera terminar la frase —No es amor, Dominic.El hombre levantó las manos en
Capítulo 79 —Pensé que queríamos intentarloNarrador:Luego de salir de la casa destinada a la abuela y el hermano de Aylin, Roman la llevó a un restaurante exclusivo con una terraza que ofrecía una vista impresionante de la ciudad. La brisa era suave, el sol iluminaba cada rincón con un resplandor dorado y la atmósfera era perfecta para cualquier pareja… si es que ellos fueran una en el sentido tradicional.Aylin se acomodó en la silla con elegancia automática, observando el lugar con cierto recelo. No era el tipo de restaurante al que solía ir, y la idea de estar allí con Roman, almorzando como si fueran cualquier matrimonio normal, la ponía un poco inquieta.Él, en cambio, estaba relajado. Demasiado relajado.Apoyó un codo sobre la mesa y la miró fijamente mientras el mesero les servía vino.—Me gusta cómo te ves hoy.Aylin alzó una ceja, llevándose la copa a los labios.—¿Hoy nada más?Roman sonrió con esa maldita suficiencia suya, deslizando los dedos perezosamente sobre la parte
Capítulo 80 —GirasolesNarrador:Aylin condujo en silencio, con Sasha sentada a su lado, ambas inmersas en un ambiente cargado de emociones. El sol de la tarde bañaba las calles con una luz dorada, pero en el interior del auto, la tensión era palpable.Sasha se removió en su asiento, sus dedos jugueteando con el borde de su falda. No solía mostrarse nerviosa, pero Aylin lo notó al instante.—¿Estás bien? —preguntó con suavidad, sin apartar la vista del camino.La adolescente respiró hondo y asintió, pero su voz sonó temblorosa cuando habló.—Un poco… estoy nerviosa.Aylin la miró de reojo y frunció el ceño.—¿Por qué?Sasha bajó la mirada y mordió su labio inferior antes de soltar, en un susurro casi tímido:—Porque hoy… le voy a presentar a mi mamá, mi nueva mamá. —Aylin sintió el aire quedarse atrapado en su pecho. Sus manos se tensaron sobre el volante, sus ojos se llenaron de lágrimas instantáneamente, pero no dijo nada. No podía. Porque su garganta se había cerrado por completo a
Capítulo 81 —JulietaNarrador:Sasha fue la primera en reaccionar. Parpadeó con sorpresa antes de mirar a la mujer de arriba abajo, evaluándola con la curiosidad natural de una adolescente.—¿Quién eres? —preguntó con cautela, aunque su tono no era hostil.La mujer sonrió, un gesto suave y calculado, como si ya hubiera previsto aquella pregunta.—Mi nombre es Julieta —respondió con voz tranquila, posando la mirada en Sasha antes de desviar la vista hacia la lápida—. Fui amiga de tu madre.Aylin sintió una corriente de incomodidad recorrerle la espalda. Algo no le cuadraba.—¿Amiga de Miranda? —repitió, con un dejo de incredulidad en la voz.Julieta asintió lentamente, sin perder la sonrisa.—Sí. La conocí hace mucho tiempo, cuando éramos jóvenes. Solíamos compartir largos paseos, conversaciones interminables… y secretos.Sasha abrió los ojos con asombro.—¿De verdad?Julieta inclinó la cabeza con un aire melancólico.—Sí, cariño. Miranda era una mujer maravillosa.Aylin no apartó la m
Capítulo 82 —RojoNarrador:Después de que Sasha terminara de contar su versión idealizada de la historia, Aylin notó cómo Julieta la observaba con una mezcla de curiosidad y algo más, algo que no supo identificar del todo.—Suena a que Roman finalmente encontró a alguien que lo haga feliz —comentó Julieta con una sonrisa enigmática, removiendo su café con lentitud —No era un hombre fácil… pero supongo que tú tampoco lo eres, ¿verdad, Aylin?Aylin ladeó la cabeza, su sonrisa se mantuvo, pero había un matiz de advertencia en su mirada.—Creo que en eso tiene razón.Sasha rió y bebió su jugo con una alegría despreocupada, mientras Julieta soltaba una carcajada baja, aprobatoria.—Eso es bueno. Roman necesita a alguien con carácter a su lado.El tono era amistoso, pero Aylin no podía sacudirse la sensación de que había un doble filo en cada palabra.Sasha, sin notar la tensión sutil en la conversación, dejó su vaso sobre la mesa y sonrió.—Julieta, ¿por qué nunca te habíamos visto antes?
Capítulo 83 —CenaNarrador:Aylin tomó la bolsa con su compra y salió de la boutique con paso firme, sintiendo una extraña mezcla de emoción y nerviosismo en el pecho. No era solo por el atuendo que acababa de comprar, ni por la reacción que Roman tendría cuando lo viera.Era por todo lo que estaba cambiando entre ellos.Mientras caminaba de regreso hacia la plaza de comidas, sus pensamientos divagaban en la escena en el cementerio. Julieta… algo en esa mujer le resultaba familiar, pero no podía precisar qué. Aun así, había decidido relajarse. No tenía motivos para sospechar de ella.Sacudió la cabeza, centrando su atención en Sasha, quien la esperaba con su helado casi terminado y una sonrisa de pura diversión.—Te tardaste mucho —comentó la niña, mirándola con curiosidad —¿Qué compraste?Aylin sonrió, jugando con la bolsa en su mano.—Nada que puedas ver, enana.Sasha hizo un puchero.—Ugh, seguro es algo aburrido.Aylin rió, pero en el fondo, sentía un nudo de anticipación en su es