Rodrigo y Verónica llegan a la cena, al verlos Marie, se acerca inmediatamente a ellos, y les pregunta.
_¿Porque tan tarde?. _Tenía mucho trabajo mamá_ Le contesta Rodrigo. La mujer mira a Verónica y hace un gesto inconforme. Luego siguen a la sala, cuando Verónica saluda a la familia, los ojos de Alejandro se posan inmediatamente en ella. Él se queda mirándola fijamente, se toma la copa de vino que tenía en su mano, y luego se dirige a ella. _¿Verónica? Tan bella como siempre_ Le dice él_ Besando su mano. _Alejandro, ¿Cómo estás?_ Le pregunta ella un poco nerviosa, ese era el efecto que siempre provocaba Alejandro en ella. Verónica no podía explicárselo, pero desde que conoció a Alejandro, él la hace sentir inquieta _Muy bien, ¿Estás bien? Te noto un poco extraña_ Le pregunta Alejandro a Verónica. _Si, estoy bien_Le responde ella sin mirarlo directamente. _Hermanito, ¿Cómo van tus negocios?_ Le pregunta Rodrigo a Alejandro. _No me puedo quejar_ Le responde Alejandro_ Luego mira a Verónica y se aparta de ellos. Verónica mira irse a Alejandro, y luego le sonríe a Rodrigo. Minutos después, todos están en la mesa cenando, durante la comida, Alejandro no dejaba de mirar a Verónica disimuladamente, aunque nadie se daba cuenta, por dentro se estaba quemando de deseo. De repente, el celular de Verónica suena, a ella le había llegado un mensaje. _¿Quién te está enviando mensajes Verónica?_ Le pregunta Rodrigo en voz baja. _No lo sé_ Le responde ella. Verónica ignora el mensaje, pero otro llega casi al instante, ella no le queda de otra que revisar su celular, al hacerlo, su corazón empezó a destrozarse poco a poco, con cada palabra que leía. El color de su rostro se fue, y un frío recorría todo su cuerpo. _¿Verónica esta bien? Te pusiste pálida_ Le pregunta Marie. _Si, si estoy bien, por favor me disculpan_ Le responde Verónica levantándose rápidamente de la mesa. Alejandro deja de comer y la mira intrigado, él la sigue con la mirada, y luego a su hermano quien también se levanta de la silla. _¿Qué te pasa?_ Le pregunta Rodrigo a Verónica desconcertado. _¡Esto me pasa!_ Le responde ella alzando la voz y mostrándole el mensaje. _No se que es eso_ Le contesta él. _¿Ah no? ¡¿Desde cuando me estas engañando?!_Le pregunta Verónica alterada. Él mira hacia atrás, y luego tomándola por el brazo la lleva a la biblioteca. _¡No hagas una escena Verónica! Eso no tiene importancia_ Le contesta él. _¡¿No tiene importancia?! ¿¡Me estas engañando y no tiene importancia?!_ Le Pregunta Verónica destrozada y co los ojos llenos de lágrimas. Rodrigo se pasa la mano por su pelo desesperado, y luego la coje fuertemente por ambos brazos y la lleva encima del escritorio, allí le dice con voz fuerte y autoritaria. _No alzes la voz, esto es entre tu y yo, así que deja de hacer berrinches. _¡No son berrinches! Me estas siendo infiel y ahora mismo todos se van a enterar, también quiero el divorció Rodrigo, nunca te voy a perdonar esto, ¡Nunca!_ Le dice Verónica con dolor a Rodrigo. Pero en ese momento, el Rodrigo que Verónica conocía desapareció por completo, tal vez el que ella conocía nunca había existido, tal vez era este Rodrigo su verdadera personalidad. Él, le toma la cara con fuerza, y hundiendo sus mejillas con sus dedos, le dice. _¡Tú no vas a decir nada! Tampoco te vas a divorciar de mi, ¿A dónde vas a ir? No eres nada sin mi, no eres más que una pobre huérfana que no tiene a nadie, ¡Sin mi no eres nada Verónica! Así que mejor cálmate, y sigue como si nada, ¡Mírate! No puedes hacer nada contra mi, eres mi esposa y así será hasta el día qué yo quiera. Verónica lo mira aterrada, nunca pensó que Rodrigo fuera capaz de tratarla así. _Ahora vamos a salir y dirás que fue algo sin importancia, no se te ocurra abrir la boca Verónica, porque te juro que vas a arrepentirte_ Le dice Rodrigo con frialdad. Él le da la mano para salir de la biblioteca, pero ella se niega a aceptarla. Vuelven a la mesa, y Rodrigo finge que nada a pasado. Pero Alejandro sabe que no es así, él no se deja engañar. Después de cenar, Verónica no soportando más lo que sentía, se va al baño para desahogarse, allí lee nuevamente los mensajes de Samara, esos que le hablaban de la traición de su marido. Ella se sienta en el piso y empieza a llorar, no sabía que le dolía más, la traición, o las palabras hirientes de su esposo. De repente, la puerta del baño se abre. _¿Verónica?_ Dice Alejandro _Cerrando la puerta. _¿Alejandro que haces aquí?_ Le pregunta ella, secando rápidamente sus lágrimas. _No trates de disimular, algo pasa y quiero saber que es_ Le dice él_Sentándose junto a ella. _ Nada, no pasa nad, yo...Solo Pero Verónica no soporta más y rompe en llanto. _Oye, ¿Qué pasa? _ Le pregunta Alejandro_ Mientras pone las manos en las mejillas de Verónica. _Nada, mejor salgamos_ Le dice ella. Pero Alejandro acaricia su rostro y secando sus lágrimas con sus dedos, le dice. _No importa que te haya pasado, puedes contar conmigo, puedes confiar en mi Verónica. Ella lo mira directamente a los ojos por primera vez, en ese momento no sintió nervios, sintió algo más, algo muy diferente. Alejandro se acerca tanto a los labios de Verónica, que ella puede sentir el aliento de él sobre ellos. Alejandro estaba tan excitado, que parecía que iba a romper sus pantalones. Pero justo cuando él estaba a punto de besarla, Verónica reacciona y se levanta rápidamente del piso. _Gracias Alejandro, pero mejor me voy_ Le dice ella agitada, con su corazón a mil. Verónica sale del baño, y Alejandro queda sentado en el piso con su sangre hirviendo, él no podía salir de allí como estaba, era muy difícil disimular su excitacion. Mientras tanto, Verónica no entendía que había pasado en el baño, ella se sentía totalmente confundida.Verónica y Rodrigo regresan a la casa, ella estaba destrozada, no supo cómo había aparentando durante el resto de la velada, con lágrimas en sus ojos le reclama a Rodrigo. _¡¿No entiendo porque me hiciste esto!?. _ Ya te dije que eso fue algo sin importancia_ Le responde él. _¿Sin importancia? ¡Mira lo que ella dice! ¡Me dice que están juntos antes de nuestro matrimonio Rodrigo! ¡Eres un desgraciado mentiroso!_ Le grita Verónica con dolor profundo en sus palabras. _ Mira Verónica, ya te dije que eso no tuvo ninguna importancia, así que ya basta de reclamos y gritos_ Le responde Rodrigo. _¡¿Pero a ti que te pasa?! En vez de pedirme perdón me tratas como si estuviera loca, ¡Me traicionaste! ¡Tienes una amante Rodrigo! Y yo no puedo con eso, ¡Quiero el divorcio!_ Le grita Verónica llorando. _¡Ya estuvo bueno! No más gritos, no más reclamos, escucha Verónica, y escúchame muy bien, tu jamás te vas a divorciar de mi, ¿Sabes porque? Porque si lo haces, yo me voy a encargar que pases
Emocionado por la noticia, Rodrigo organiza una reunión familiar en su casa a la noche siguiente, él quería darles a todos la gran noticia. _¿Esta todo listo Tomasa?_ Le pregunta Verónica a su empleada. _Si señor, ya el chef que contrato el señor, tiene todo preparado. _Gracias_ Le responde Verónica. Ella se soba las manos nerviosa, no solo por su duda, si no por la presencia de Alejandro, lo que había sucedido en el baño de la casa de sus suegros, la había dejado inquieta. Verónica cierra los ojos y respira profundo, en ese momento el timbre suena. Ella traga en seco y prepara una sonrisa, en segundos, su suegra y su suegro entraron por la puerta. _¡Verónica! Tan bella como siempre_ Dice Marie_ Saludándola con un beso. _Gracias Marie_ Le contesta ella. _¿Verónica? Es un gusto verte_ Le dice Baltazar Bianchi. _Bienvenido señor Baltazar_ Le dice Verónica. _¡Padres queridos!_ Los saluda Rodrigo bajando las escaleras. _Hijo, gracias por la invitación, pero ya queremos saber q
Sin salida, Verónica lucha contra su deseo que cada vez es más fuerte. Alejandro juega con sus labios, mientras que con su mano derecha, empieza acariciar su muslo. _No te resistas, ¿Para que negar más esto?_ Le pregunta Alejandro_ Mientras sube más su mano. Verónica ya no puede resistirse más, así que se deja envolver por la pasión, correspondiéndole a Alejandro sin pensar en las consecuencias. Él la lleva hacia su cuerpo y empieza a besarla con una pasión desbordada,, muerde sus labios en cada beso lleno de lujuria que le da. Verónica se siente atrapada, esos labios carnudos la hacen perder la cabeza. Pero en medio de esos besos apasionados, Verónica siente algo que la hace detenerse. _No Alejandro, espera_ Le dice ella_ Apartandolo con ambas manos. _¿Qué pasa?_ Le pregunta él excitado, acalorado. Verónica lo mira fijamente, todavía agitada, ella se pasa sus dedos por los labios, y recuerda los labios de su violador, eran iguales a los de Alejandro. _¿Qué pasa Ver
¡¡Auxilio!! Un grito aterrador interrumpió el silencio de una fría noche en la ciudad de Florencia (Italia). Una mujer es subida a una camioneta y llevada sin rumbo fijo. Ella gritaba, a la vez que luchaba contra los hombres que sin decir palabra, ataban sus manos, le ponían una mordaza en el la boca y una venda en sus ojos. El miedo que ella sentía era algo fuera de este mundo, su corazón parecía salirse de su pecho. Pensó que esa noche, sería la última de su vida. De repente, la camioneta dejo de moverse, los hombres la bajaron y ella escucha el sonido de una llave abriendo una puerta. Estaba confundida, desconcertada. Es dejada ese lugar, el cual estaba en total silencio, de repente, escucha pisadas que se dirigían hacia ella. Una voz distorsionada, le dice suavemente al oído. _No sabes cómo esperaba este momento Verónica, cada noche lo soñaba, cada dia lo anhelaba. Ella se queda inmóvil pensando, preguntándose. ¿Quién es? ¿Cómo sabe mi nombre?. Pero sus
Alejandro se acerca a su hermano y a Verónica tan lentamente, que parecía estar contando sus pasos, cuando llega frente a ellos, dice con un tono de voz un poco burlesco. _¡Felicitaciones! Que bien escondida la tenías Rodrigo, ¿Qué? ¿Tenías miedo que alguien te la quitará?. Verónica lo mira enseguida, Alejandro la impacta inmediatamente, sus ojos verdes intensos y su voz grave, lo hacían ver y sentir imponente. Rodrigo lo mira, y con risas le responde. _Jajaja, no hermanito, sabes muy bien que nunca tengo miedo, pero los tesoros más valiosos se deben tener en secreto, eso es una regla ¿Acaso no lo sabes?. _Ya veo_ Le contesta Alejandro a Rodrigo, para enseguida agregar _ ¿Señorita? Bienvenida a la familia Bianchi, espero que no se lleve una decepción con nosotros, o mejor dicho, con mi hermano_ Le dice Alejandro a Verónica_Mientras mira a Rodrigo. _Gracias_ Le responde Verónica_De manera cordial_ Mientras trata de mirarlo directamente. _¿Porque debería llevarse una decep