Verónica y Rodrigo regresan a la casa, ella estaba destrozada, no supo cómo había aparentando durante el resto de la velada, con lágrimas en sus ojos le reclama a Rodrigo.
_¡¿No entiendo porque me hiciste esto!?. _ Ya te dije que eso fue algo sin importancia_ Le responde él. _¿Sin importancia? ¡Mira lo que ella dice! ¡Me dice que están juntos antes de nuestro matrimonio Rodrigo! ¡Eres un desgraciado mentiroso!_ Le grita Verónica con dolor profundo en sus palabras. _ Mira Verónica, ya te dije que eso no tuvo ninguna importancia, así que ya basta de reclamos y gritos_ Le responde Rodrigo. _¡¿Pero a ti que te pasa?! En vez de pedirme perdón me tratas como si estuviera loca, ¡Me traicionaste! ¡Tienes una amante Rodrigo! Y yo no puedo con eso, ¡Quiero el divorcio!_ Le grita Verónica llorando. _¡Ya estuvo bueno! No más gritos, no más reclamos, escucha Verónica, y escúchame muy bien, tu jamás te vas a divorciar de mi, ¿Sabes porque? Porque si lo haces, yo me voy a encargar que pases el resto de tu vida en la total miseria, ¿Entiendes? Como te dije, tu sin mi no eres nada, yo te saque de la basura, y alli volverás si yo quiero, ¿Qué? ¿Ya no recuerdas cuando te conocí? Eras una simple mesera que vivía en un apartamento horrible, lleno de ratas, ¿Ya no recuerdas eso? _ Le dice Rodrigo a Verónica con la misma frialdad como le había hablado en la casa de sus padres. Verónica lo mira aterrada, ella nunca había sentido tanto dolor y temor al mismo tiempo, ese hombre que estaba frente a ella, no lo conocía. _¿Porque me hablas así?_ Le pregunta Verónica a Rodrigo sorprendida. _ Porque no dejaré que me dejes, estoy dispuesto a todo Verónica, a todo, así que mejor olvida esto, y sigamos como si nada hubiera pasado, te lo digo por tu bien_ Le responde Rodrigo. Verónica estaba destrozada, todo su mundo estaba totalmente destruido. Desde esa noche, Verónica solo lloraba en los rincones de su habitación, ahora no solo tenía que cargar con el tormento de lo qué le había pasado, si no que también tenía que soportar el infierno en que se había convertido su matrimonio. Pero eso solo sería la punta de un gran aicber, Verónica estaba a punto de sufrir otro golpe. "Esto no puede ser, mi periodo debió llegar hace una semana, ¿Porqué no me ha llegado?" Se pregunta Verónica preocupada, mirando su calendario. Ella se levanta y entra al baño, se sentía inquieta, tenía un presentimiento qué no la dejaba en paz. " No, seguramente estoy estresada, me han pasado muchas cosas estos últimas semanas" Se dice ella para calmarse, luego decidí salir de dudas y mandar a comprar varias pruebas de embarazo. Le pide a la empleada ser discreta, que nadie supiera de esa compra. Mientras tanto, ella esperaba ansiosa en la habitación, cuando la empleada llega, Verónica empieza a realizar los test, no había duda, estaba embarazada. Ella se desmorona inmediatamente, no podía creerlo, ¡¿Embarazada?! No, eso podía ser. Verónica se queda sentada unos minutos tratando de digerir todo,¿ pero porque no era feliz con la noticia? Por la misma razón que la había vívido atormentada todo este tiempo, el abuso del cual había sido víctima. Verónica se hacía una sola pregunta ¿Quién era el padre de su hijo?. Mientras tanto, Rodrigo tiene una visita inesperada en la oficina. _¡¿Qué rayos estas haciendo aquí Samara?!_ Le pregunta a la rubia que entraba furiosa a su oficina. _ Hoy me sacaron de mi apartamento, todas mis cosas las tiraron afuera como basura, no puedes hacerme esto Rodrigo, no después de tanto tiempo siendo tu amante_ Le reclama ella. _Te quisiste pasar de lista y no te funcionó, ¿Qué creíste? ¿Qué dejaría a mi mujer por ti? ¿Qué ella me dejaría por un simple mensaje? Estas muy mal de la cabeza, tu misma lo arruinaste todo, ahora ya no te necesito, tengo otra mucho mejor que tu_ Le responde Rodrigo con arrogancia. _¡Eres un cerdo! ¡Te odio Rodrigo Bianchi!_ Le grita ella furiosa. Él hace una seña y pide que la saquen de su oficina. En ese momento, Alejandro llega y se queda mirando el espectáculo. _¡Vaya! ¿Ya recibes a tus amantes en la compañía de la familia?_Le pregunta Alejandro burlescamente. _¿Qué haces aquí?_ Le pregunta Rodrigo secamente. _Esta también es mi compañía, así que vengo a vigilar que todo esté funcionando como relojito_ Le responde él. _Todo esta bien, te puedes ir_ Le dice Rodrigo. _ Qué bueno, no esperaría menos de ti_ Le contesta Alejandro_ Poniendo sus dos manos sobre el escritorio de Rodrigo. Luego sale de la oficina con una sonrisa maliciosa en sus labios, Alejandro entra al ascensor, y saca su celular. _ Necesito información de una persona, quiero saber absolutamente todo sobre ella. Verónica por su parte, no sabía que hacer, ella tenía dos opciones, o le daba la noticia a Rodrigo de que iba a hacer padre con toda naturalidad, o le decía la verdad y se enfrentaba a las consecuencias. Verónica pone las manos sobre su vientre, y elegí la mejor para su hijo. Al llegar la noche, Rodrigo regresa de la oficina. Verónica lo espera en la sala como siempre, aunque para ella las cosas habían cambiado, no le quedaba otra opción que seguir como si nada hubiera pasado. _¿Hola? Luces hermosa como siempre_ Le dice Rodrigo a Verónica_ Mientras le da un beso. _Gracias_ Le responde ella seriamente. _Como has cambiado, que fría eres ahora_ Le contesta él. _No es para menos, no todos los días descubres el engaño de tu esposo_ Le contesta ella. Rodrigo la mira y sonríe, luego se sirve una copa de whisky. A sus espaldas, Verónica respiraba profundo para darle la noticia. _Tengo algo que decirte_ Le dice ella. Rodrigo voltea y le pregunta. _¿Es sobre el divorcio? Porque ya te dije que no, jamás me dejaras_ Le responde él. _No, no es eso_ Le dice ella. _¿Entonces de que se trata?_ Le pregunta él intrigado. Verónica nuevamente respira profundo y le dice. _Estoy Embarazada. Rodrigo queda sorprendido, él deja la copa de Whisky en la mesa de una vez, luego le pregunta a Verónica. _¿Estás segura?. _Si, me hice varios test y todos dieron positivo _ Le contesta ella. Él guarda silencio unos segundos, Verónica lo mira impaciente, ella estaba segura que la noticia no le había gustado. Pero de repente, Rodrigo da un grito y la toma en sus brazos. _¡Un hijo! ¡Vamos a tener un hijo! Esto es increíble, seré papá, escucha mi amor, esta es la mejor noticia del mundo, así que de ahora en adelante ya no vamos a discutir más, cometí un error y lo reconozco, pero ahora eso es pasado, esta noticia lo cambia todo, todo. Verónica lo mira sorprendida, Rodrigo estaba realmente feliz, parecía que todo estaba en su lugar, pero no era así.Emocionado por la noticia, Rodrigo organiza una reunión familiar en su casa a la noche siguiente, él quería darles a todos la gran noticia. _¿Esta todo listo Tomasa?_ Le pregunta Verónica a su empleada. _Si señora, ya el chef que contrato el señor tiene todo preparado. _Gracias_ Le responde Verónica. Ella se soba las manos nerviosa, no solo por su duda, si no por la presencia de Alejandro, lo que había sucedido en el baño de la casa de sus suegros la había dejado inquieta. Verónica cierra los ojos y respira profundo, en ese momento el timbre suena. Ella traga en seco y prepara una sonrisa, en segundos, su suegra y su suegro entraron por la puerta. _¡Verónica! Tan bella como siempre_ Dice Marie_ Saludándola con un beso. _Gracias Marie_ Le contesta ella. _¿Verónica? Es un gusto verte_ Le dice Baltazar Bianchi. _Bienvenido señor Baltazar_ Le dice Verónica. _¡Padres queridos!_ Los saluda Rodrigo bajando las escaleras. _Hijo, gracias por la invitación, pero ya querem
Sin salida, Verónica lucha contra su deseo que cada vez es más fuerte. Alejandro juega con sus labios, mientras que con su mano derecha, empieza acariciar su muslo. _No te resistas, ¿Para que negar más esto?_ Le pregunta Alejandro_ Mientras sube más su mano. Verónica ya no puede resistirse más, así que se deja envolver por la pasión, correspondiéndole a Alejandro sin pensar en las consecuencias. Él la lleva hacia su cuerpo y empieza a besarla con una pasión desbordada,, muerde sus labios en cada beso lleno de lujuria que le da. Verónica se siente atrapada, esos labios carnudos la hacen perder la cabeza. Pero en medio de esos besos apasionados, Verónica siente algo que la hace detenerse. _No Alejandro, espera_ Le dice ella_ Apartandolo con ambas manos. _¿Qué pasa?_ Le pregunta él excitado, acalorado. Verónica lo mira fijamente, todavía agitada, ella se pasa sus dedos por los labios, y recuerda los labios de su violador, eran iguales a los de Alejandro. _¿Qué pasa Ver
_Me sorprendió mucho tu llamada, ¿Para que me necesitas?_ Le pregunta Samara a Alejandro intrigada. _¿Rodrigo te boto? ¿No es así?_ Le pregunta Alejandro a Samara. _ Disculpa, pero no quiero contestar eso_ Le responde ella. _ No importa, me imagino que estas furiosa, indignada, con muchas ganas de vengarte de él_ Le dice Alejandro con un tono malicioso, buscando de ella una interesante respuesta. _ Si, así es, pero tu hermano es un hombre muy poderoso, así que no quiero más problemas_ Le contesta Samara. _¿Pero no te parece injusto que te haya dejado sin nada? Hasta te dejo en la calle, sin un lugar donde vivir, eso merece un castigo ¿O no?_ Le responde Alejandro. _ Ok, entiendo, sabes todo sobre mi, ahora dime que es lo que quieres, ¿Qué es lo buscas?. _ Quiero proponerte un trato, ¿Qué te parece un apartamento, un auto de lujo y mucho dinero a cambio de un favor, un pequeño favor?. Somara sonríe de manera picarestesca, se acerca a Alejandro, y le pregunta. _¿Qué cl
Los labios de Alejandro recorrían el cuerpo de Verónica, llevándola cada vez más al extasis y a la locura.Ya no había alternativa, ya no podía escapar, aunque en el fondo ella lo sabía, al aceptar ir a ese lugar. A ese lugar donde estaría a solas con su tentación. _Dejame Alejandro _ Le dice ella débilmente, como si él se hubiera apoderado de su voluntad. _ No, ya te lo dije, no vas a salir de aquí hasta que te haga el amor, hasta que cada espacio de tu cuerpo este impregnado de mi_ Le responde él excitado, lleno de deseo en cada poro de su cuerpo. No había salida, ya era imposible escapar. Alejandro toma a Verónica entre sus brazos y la lleva a una decorada cama llena de flores, él tenía todo listo, sabía que ese día ella caería rendida entre sus brazos. La acuesta en la cama y empieza a despojarla de la ropa, Verónica solo se dejaba llevar, no tenía voluntad propia en ese momento. Alejandro la deja sin nada, ella esta ante él con su cuerpo totalmente descubierto. Ale
Verónica al ver a Alejandro se turba inmediatamente.Su corazón empieza a latir muy fuerte y muy rápido. Alejandro la mira fijamente, mientras toma un trago de su copa.Sin dudarlo, se acerca a Verónica y a su hermano._Buenas noches, que agradable encuentro_ Les dice Alejandro tranquila y pausadamente._ No pensé que vendrías , estos eventos nunca han sido de tu agrado _ Le contesta Rodrigo. _ Necesitaba venir, hay un asunto que tengo que resolver esta noche_ Le responde Alejandro a su hermano, mirando a Verónica disimuladamente.Entendiendo el mensaje, Verónica dice._ ¿Me disculpan? Voy al tocador. Rodrigo la mira intrigado, Verónica estaba visiblemente nerviosa._ ¿Qué haces aquí Alejandro? _ Le pregunta Rodrigo muy serio._ Ya te dije , tengo un asunto que resolver _ Le contesta él. _ ¿Qué asunto?_ le pregunta Rodrigo._ Es algo personal hermanito, no seas curioso _ Le contesta Alejandro poniendo su mano sobre el hombro de Rodrigo. Mientras tanto en el tocador, Verónica
Verónica tirada en el piso, no podía creer lo que Rodrigo había hecho.Él, mirándola aun furioso, se va al baño.Verónica se levanta y sentándose en el borde de la cama, empieza a llorar desconsoladamente.Toma las sábanas de la cama y tapa su cuerpo aún más.En el baño, Rodrigo se mira frente al espejo, él empieza a golpear la pared del baño una y otra vez con su puño.Luego, respirando profundo, sale y le dice a Verónica._ Tu me obligaste.Ella, con sus ojos llenos de lágrimas, lo mira sorprendida y le pregunta._¿Yo te obligué? ¿Yo?._ Si, tu me obligaste, así que no vuelvas a hacerlo Verónica_ Le responde Rodrigo con todo cinismo.Verónica no lo podía creer, nisiquiera se sentía mal por la fuerte bofetada que le había dado, o por haberla obligado a estar con él, él no tenía ningún remordimiento por nada.A la mañana siguiente, Rodrigo se levanta como todas las mañanas y se da una ducha, luego baja a tomar su café, todo como si nada hubiera pasado. Verónica aún estaba en l
Los días empezaron a pasar cada vez más rápido, Verónica poco a poco iba notando crecer su vientre, eso era algo que la ilusionaba mucho, a pesar de las circunstancias, su hijo era la único real que tenía. Una mañana, mientras desayunaba en total silencio con Rodrigo, él interrumpe ese silencio diciéndole. _ Me iré de viaje mañana, duraré varios días por fuera. Verónica no le contesta nada, ella sigue desayunando sin prestarle la más mínima atención. _¿Acaso no me escuchaste?_ Le pregunta él al ver su silencio. _Si, te escuche, solo que me da igual si te vas de viaje o no_ Le contesta ella sin ninguna prisa, pero si con mucha dureza. Rodrigo toma un sorbo de café y luego sonríe, mientras pone la taza sobre la mesa. _¡Ay Verónica! ¿Crees que con esa actitud vas a ganar mucho? ¿Si sabes que si yo me canso de esas respuestas y de esos modos con que me tratas, vas a terminar en un basurero? Vas quedar peor que una indigente_ Le responde él, con un tono de burla en sus palabr
¡¡Auxilio!! Un grito aterrador interrumpió el silencio de una fría noche en la ciudad de Florencia (Italia). Una mujer es subida a una camioneta y llevada sin rumbo fijo. Ella gritaba, a la vez que luchaba contra los hombres que sin decir palabra, ataban sus manos, le ponían una mordaza en el la boca y una venda en sus ojos. El miedo que ella sentía era algo fuera de este mundo, su corazón parecía salirse de su pecho. Pensó que esa noche, sería la última de su vida. De repente, la camioneta dejo de moverse, los hombres la bajaron y ella escucha el sonido de una llave abriendo una puerta. Estaba confundida, desconcertada. Es dejada en ese lugar, el cual estaba en total silencio, de repente, escucha pisadas que se dirigían hacia ella. Una voz distorsionada le dice suavemente al oído. _No sabes cómo esperaba este momento Verónica, cada noche lo soñaba, cada dia lo anhelaba. Ella se queda inmóvil pensando, preguntándose. ¿Quién es? ¿Cómo sabe mi nombre?. Pero sus