*—Rosemary:
Nunca se sintió de esta manera con nadie.
La boca de Nathan era mágica y la misma se desplazó desde sus senos hasta su vientre. Rosemary se estremeció cuando sintió como Nathan la besaba allí. Abrió los ojos para verlo colocar un beso en el mismo lugar para luego volver a sentarse sobre sus rodillas.
Rose lo miró anhelante. ¿Por qué se detenía?
—¿Estás segura? —preguntó Nathan como si estuviese asegurándose de que quería esto.
No, no lo estaba, pero ya muy tarde para echarse hacia atrás. Quería esto y aunque luego estuviese partiéndose la cabeza por permitirlo, quería sentir su piel con la suya y que le hiciera recordar esos bellos momentos que vivieron juntos cuando todo fue fácil, cuando todo a su alrededor fue diferente y cuando se sintió feliz. Si
*—Nathan:Volver a tenerla en sus brazos había sido más que mágico, había sido como estar en el cielo y todavía se sentía allí.Nathan sonrió y retiró un mechón de pelo que caía sobre el rostro adormecido de Rosemary.Había hecho el amor con ella y después de tanto tiempo, se sintió como si estuviera en casa. Ahora entendía y con más razón no podía dejarla ir. Aun amaba a Rosemary y tuvo que pasar todo lo sucedido y tantos años para que se diera cuenta que, para él, Rosemary siempre fue la mujer de su vida. Era la única que lo hacía sentir pleno.Era tan tonto, pero era lindo. No se había sentido de esta manera tan emocionado con nadie, solo con Rosemary. Parecía un adolescente.Se inclinó sobre ella en su amplia cama para besarla su frente libre. Rosema
*—Rosemary:Abrió los ojos, pero ante la molestia de la claridad que entraba de alguna parte de la habitación, volvió a cerrarlos. Se movió para darse cuenta que estaba sobre una mullida cama y que su cuerpo parecía como si alguien hubiera pasado por encima de él.Volvió a abrir los ojos y los recuerdos de una fogosa y alocada noche invadieron su mente. Sintió sus mejillas ardientes al recordar vívidamente lo sucedido y se abrazó a misma.No podía creer lo sucedido. Había dormido con Nathan y había sido tan mágico. No pensó que volvería a suceder, más bien, no se imaginó que volvería intimar con alguien, así como fue con Nathan, pero podía comprenderlo ahora: Nathan siempre había sido el único para ella en su vida.Rosemary soltó un suspiro y se giró en la cama
*—Nathan:—¿Desde cuándo estás ahí? —preguntó Nathan bloqueando el teléfono y guardándolo en el bolsillo trasero de su pantalón. Mas tarde llamaría a su asistente para coordinar su breve regreso, lo que tenía fuente a él era mucho más importante que su subdirector siendo incompetente.Rosemary negó con la cabeza y decidió entrar en la cocina. Se acercó a él, pero no directamente, si no a los platos que había sobre la encimera con el desayuno que estaba preparando Nathan. La vio tomar un plato extra y comenzar a servirse algo de tocino y huevos.Nathan se acercó y la tomó de brazo, pero cuando su mano conecto con este, Rosemary se sobresaltó, zafándose rápidamente de su agarre y haciendo que el plato que tenía en su mano, resbalara de esta y terminara en el suelo haciend
*—Nathan:Esta batalla con Rosemary era dura, muy difícil, pero, aunque la misma tuviera miedo por las penas del pasado, de las cuales se aferraba todavía, Nathan iba a seguir insistiendo en lo evidente.Había vuelto al pueblo con la idea de descansar, pero su regreso se debía a un propósito más allá que esto. Lo que aún seguía vivo entre Rosemary y él era más que mágico. Era una oportunidad para avanzar y comenzar de nuevo, más para Rosemary que para él, por lo cual, Nathan debía de seguir. No iba a tirar la toalla.—Prometo regresar —volvió a decir Nathan con más decisión—. Por lo que sea, prometo regresar —juró Nathan tratando de convencerla. Pues, sabía que, si se iba con esta conversación y con las cosas entre ellos pendiendo de un hilo, cuando regresara, no ser&iacu
*—Rosemary:Había sido una perra, lo sabía, pero escucharlo decir que se iba y que probablemente regresaría, la asustó y más que en el pasado.Estar con él la noche anterior fue un grave error, porque estar en sus brazos y sentirse como si estuviese en casa, le hizo desear más, le hizo desear ser feliz, pero saber que volvería a la ciudad a resolver un problema que según él solo tomaría dos o tres días, la asustó y le hizo actuar de esa forma.Se abrazó a si misma mientras veía por la ventana la marcha de Nathan. Pues, ni bien escuchó la puerta cerrándose, algo impulsó a Rosemary de ir tras él, pero cuando llegó a la puerta, sus pensamientos negativos la detuvieron.¿Y si era lo mejor?Nathan no pertenecía al pueblo. El que fuera llamado para resolver un problema en su empre
*—Nathan:Sus amigos habían continuado hablando de algunos chismes del pueblo y Nathan cada minuto que pasaba, se sentía aburrido.¿Cuándo iban a comer?Por suerte, unos minutos más tardes, una señora se acercó para informarle a Jessie que los preparativos de la cena estaban listos. Jessie se puso de pie y les informó en voz alta a todos por si acaso no lo habían escuchado, diciéndoles que tenían que moverse a la terraza donde estaba siendo colocada la cena.—¿No esperaremos a Rosé? —preguntó Amanda mientras se ponía de pie con ayuda de su esposo.—Cariño, ¿no escuchaste a Jessie antes? —le preguntó Jason a su esposa—. Rosé no vendrá.—Aun así, no pierdo la esperanza, ¿saben? —dijo Jessie y Nathan la entendió.Ta
*—Rosemary:Se sentía tan patética, pero la única culpable de sentirse de esa manera era ella misma.Estaba hecha un ovillo en su cama desde lo sucedido esta mañana con Nathan. Había creído que dormiría, pero su conciencia no la dejó descansar. Tampoco había dejado de llorar. Si tan solo fuera más fuerte, más decidida. Si fuera de esa manera, se pondría ropa e iría a la fiesta de nochebuena para buscar a Nathan, pero allí estaba quejándose de su vida, porque era más fácil hacer esto que ser valiente.Era una cobarde.Su vista, borrosa por las lágrimas, se desvió hacia la pulsera de rosas en su muñeca.Esta incertidumbre suya se debía a Nathan.¿Por qué tuvo que volver a poner su vida patas hacia arriba?Todo había estado bien sin él. Desde
*—Rosemary:Aun no había salido de la sorpresa que las palabras de Nathan le habían provocado.¿Un posible embarazo?Sintió su corazón apretarse al pensar en ello y para evitar llorar allí frente a él, disfrazó su dolor soltando una irónica carcajada.—Tomo la píldora —mintió Rosemary. No tomaba ni una mierda porque no había razón para tomarla. Su periodo venia bien y era obvio que no era una mujer con una vida sexual activa, por lo cual, no había necesidad.Nathan no dijo nada ante esto y Rosemary decidió terminar todo de una buena vez. Esta discusión le estaba dando dolor de cabeza y mientras más rápido Nathan saliera de su vida, más rápido podía tratar de olvidarlo y volver a su vida. Mañana mismo regresaría al hospital y adiós sus vacaciones. Er