CAPÍTULO 27: NO PUEDO SACARLA DE MI CABEZAAkira se revolvía en la cama, incapaz de encontrar la paz. Su mente era un tumulto de pensamientos que no la dejaban descansar. ¿Por qué Thane la había dejado sola en medio de la nada? ¿Por qué no había ido a buscarla? Y, lo que era aún más doloroso, ¿por qué había preferido irse con otra concubina en lugar de estar con ella? Las imágenes de Thane con Carim seguían repitiéndose en su cabeza, como un cuchillo que se clavaba cada vez más profundo en su corazón.Se giró una vez más, sus manos aferrándose a las sábanas mientras intentaba contener las lágrimas que amenazaban con salir. No entendía por qué le dolía tanto. Había estado sola toda su vida, acostumbrada a ser ignorada y despreciada, pero la indiferencia de Thane era diferente. Algo en su interior se había roto cuando él la había dejado atrás, y esa herida seguía sangrando, negándose a cerrarse.Mientras Akira luchaba con sus emociones, en otra parte del palacio, Thane estaba pasando po
CAPÍTULO 28: RECHAZADAAkira había pasado días en el harem, esperando una señal, cualquier indicio de que Thane la recordaba, de que todavía importaba en su vida. Pero no hubo nada. El tiempo pasó lentamente, y la ausencia de Thane se hizo sentir; demasiado insoportable como para tolerarla. Las demás concubinas notaron su desesperación, y no tardaron en aprovechar la oportunidad para burlarse.Mariel, siempre dispuesta a ser cruel, fue la primera en lanzarse.—Parece que el príncipe ya se aburrió de ti —dijo con una sonrisa maliciosa mientras las otras reían.—Te lo advertí, ¿verdad? —agregó Lana, cruzándose de brazos—. Tarde o temprano, las nuevas siempre caen en desgracia. Aunque en tu caso, parece que fue más temprano.Akira apretó los puños mientras contenía la rabia que hervía en su interior. Cada palabra era como una aguja clavándose en su piel, y las miradas burlonas de las demás solo empeoraban la herida.—No te preocupes, Akira —continuó Mariel, fingiendo compasión—. Pronto t
CAPÍTULO 29: LA HUIDAAkira salió del palacio con la determinación quemándole por dentro. Cada paso que daba hacia el bosque era impulsado por la rabia y el dolor. Había soportado demasiado, y la humillación de ser rechazada por Thane la había empujado al límite. Durante años, la habían tratado como una sombra, un ser insignificante que apenas merecía existir, pero Thane había despertado en ella una chispa de algo que ni siquiera podía nombrar, una que él mismo había aplastado sin piedad.El aire frío del bosque le golpeaba el rostro, pero Akira apenas lo sintió. Su mente estaba sumida en pensamientos intrusivos. Sentía como si su corazón estuviera siendo desgarrado por dentro. Thane la había dejado, la había abandonado como si no fuera nada, y eso la llenaba de una furia que nunca había experimentado antes.«¿Cómo pude ser tan estúpida?» pensó. La única que conocía su voz era ella misma, en su mente. Entretanto avanzaba por el bosque. «¿Cómo pude pensar que él sería diferente?»El ca
CAPÍTULO 30: UN DESCUBRIMIENTO PELIGROSOEl rey observó a la joven loba con frialdad y expectación. Su mirada era intensa, casi penetrante, mientras la chica temblaba bajo su escrutinio. La anciana, a su lado, murmuraba en un idioma antiguo, palabras que Akira no entendió del todo. El ambiente era pesado, cargado de una energía oscura que hacía que el aire se sintiera denso.—Pronto serás parte de mí —dijo el rey con voz grave y resonante—. Tu servicio asegurará que el reino de los lobos siga siendo próspero.La joven loba, con los ojos llenos de miedo, asintió débilmente. No tenía elección, y ambos lo sabían. El rey levantó una mano, pero en ese momento, una cadena de aullidos resonó en la distancia. Los ecos de esos sonidos graves y urgentes llegaron hasta sus oídos obligándolo a detenerse.Akira miraba todo desde la cornisa, que apenas y le servía para ocultarse. Seguía aferrada a las rocas con el corazón latiéndole a mil por hora.El rey frunció el ceño, visiblemente irritado. Los
CAPÍTULO 31: LA CONSPIRACIÓNLas velas titilaban en los candelabros, proyectando sombras danzantes en las paredes de piedra. Se refugió entre las pilas de libros, ocultándose de cualquier mirada curiosa. Aunque su misión principal era investigar la muerte de su hermana, no podía pasar por alto lo sospechosa que le resultaba la escena.Mientras ajustaba su posición, escuchó un murmullo cercano. Akira contuvo la respiración agudizando su nuevo sentido de la audición. Pronto, dos figuras se acercaron a su escondite, y aunque sus cuerpos bloqueaban parte de la luz, pudo distinguir sus rostros a través de las estanterías.Se quedaron a pocos metros de donde Akira estaba escondida. Sus voces eran bajas, pero el tono era inconfundible.—Thane no merece el trono —gruñó Kael con la voz cargada de resentimiento—. Nuestro padre me traicionó al elegirlo a él en lugar de a mí. Soy el mayor, el legítimo heredero. Pero todo lo que ve es la fuerza de Thane, su habilidad para transformarse a plena luz
CAPÍTULO 32: DESCUBIERTAAkira se quedó paralizada en el pasillo, su corazón martilleó en su pecho, mientras veía la puerta de los aposentos de Thane cerrarse con brusquedad. La furia y el dolor se entrelazaron dentro de ella, al mismo tiempo que una creciente sensación de traición la abrumaba. Se preguntó cómo había llegado a esto, cómo alguien que en algún momento había mostrado un atisbo de preocupación por ella ahora podía ser tan frío, tan cruel.Con un movimiento decidido, Akira apretó los puños, sintiendo el papel arrugado aún en su mano. Lo que había escrito ya no importaba. Thane no merecía saberlo. No iba a entregarle información valiosa después de cómo la había tratado. Se guardaría el secreto para ella, después de todo, no era su problema si el reino caía en las manos equivocadas. Con esa resolución, giró sobre sus talones y comenzó a caminar rápidamente por el pasillo, manteniendo la cabeza gacha para evitar que nadie más la viera en ese estado.Estaba tan absorta en su r
CAPÍTULO 33: ¿DE VERDAD SE FUE?Thane se quedó de pie frente a la puerta cerrada de sus aposentos, con el eco del último intercambio con Akira todavía en sus pensamientos. A pesar de que se esforzaba por convencerse de que había hecho lo correcto, una inquietud creciente le carcomía por dentro. No entendía por qué, después de todo lo que había dicho y hecho, algo dentro de él seguía tirando de esa parte de su ser más primitiva, más animal, hacia ella.Había echado a la concubina que estaba con él, deseando más que nunca estar solo para pensar. Pero la soledad solo exacerbó la sensación de vacío. Por más que intentaba racionalizarlo, su instinto le decía que algo no estaba bien, que había cometido un error al dejarla ir.Al final la sensación de necesidad fue demasiado fuerte para ignorarla. Thane dejó atrás la habitación y comenzó a recorrer el castillo, con la esperanza de encontrar a Akira en algún lugar. No estaba seguro de lo que iba a decirle si la encontraba, ni siquiera estaba
CAPÍTULO 34: ESTE ES MI FINALAkira mantuvo su cuerpo inmóvil, el olor a tierra y hojas húmedas impregnó sus fosas nasales mientras el mundo a su alrededor seguía girando en la penumbra que la cubría. La tela áspera y pesada que le cubría la cabeza le dificultaba respirar, y el miedo que sentía era tan palpable que parecía tener un sabor metálico en su boca. Cada fibra de su ser le gritaba que se moviera, que intentara escapar, pero sabía que lo único que podía hacer era permanecer inmóvil y fingir que seguía inconsciente.Las voces de los lobos a su alrededor era lo único que la mantenían atenta, aunque distorsionadas por la capucha, pero podía escucharlas lo suficiente como para captar fragmentos de su conversación. Su corazón se hundió al oír uno de ellos preguntar:—¿Estás seguro de que debemos dejarla ahí?Otro lobo respondió con frialdad.—Sí, esas fueron las órdenes del príncipe Kael. Debemos dársela a los cazadores.Akira sintió que el pánico la atravesaba como un rayo. Los ca