—¿Por qué no puedes dormir Daniel? — Papá dice que todo salió bien con mamá pero aún estoy, algo molesto con ella. ¿Me contarías una historia? — Pidió. — ¿Qué te gustaría leer? — Este — sacó un libro del estante. Parecía ser de fantasía. —¿Vampiros y hadas? — Levanté la ceja. Se encogió de hombros. — Está bien, vamos a leerlo juntos. ...Se sentía aturdida, como cuando entras a una piscina y al salir el agua en tus oídos resuena por sus paredes. Respiró profundo, error, una punzada de dolor apareció en su pecho.«¿En donde estoy?» se hizo la pregunta en la mente. Podía distinguir el frío suelo de tierra en el que estaba acostada. Acarició con un sus pequeños dedos un par de hojas, con su toque suave se rompieron.Pasaron segundos antes de que todos sus sentidos se volvieran a sentir normales, abrió los ojos luchando contra la inconsciencia, la vista que recibió fue la de la copa de los enormes árboles que cubrían lo que parecía un bosque. No sabía qué hora era, mucho menos qué
—¡Ella murió! —Daniel tranquilo. Todavía no termino esa parte. Tenías razón la historia es, cautivadora. ¿De dónde sacaste el libro? — Era el favorito de papá— me sorprendí. Bien sigamos. Benjamín fue consciente de que la pequeña brecha que mantenía los hermosos ojos de la pequeña en sus brazos se había cerrado. Sintió su cuerpo laxo y como su cabeza se dejaba caer en su pecho.No podía creerlo, no después de casi una mínima eternidad. Incluso llegó a afirmar que al ser el Rey de una de las razas más poderosas del mundo, el dios del Sol no le había unido con otra alma. La observó con admiración, era hermosa, como una flor frágil, la fragancia que emanaba de su piel le estaba volviendo loco. Y la melodía que llevaba a sus oídos, simplemente magnífica. A pesar de tener ojeras, sus labios resecos y la piel pálida, la joven se ganaba el título a la belleza más encantadora de todas.—Majestad, creo que nuestra Reina necesita de cuidados— Murmuró uno de sus más leales y antiguos sirvien
El viento sopló con fuerza. El atardecer llegó rápidamente, y con ello la noche. Benjamín no se separó de la muchacha recostada. En poco tiempo recibió noticias de sus sirvientes, Devora había arrasado con alimentos de las pequeñas tiendas del pueblo más cercano. Dejando una minúscula fortuna, confusión y emoción a sus dueños, quienes estaban extrañados, pero fascinados a su vez, de que un par de mujeres comprarán tantos víveres. Ferhial adquirió las prendas más relucientes, ostentosas y caras que encontró en el mismo pueblo.Un par de ojos curiosos les miraban extrañados, pues la forma de andar de ese par de mujeres, con gran belleza, no parecía pertenecer al pueblo. Subieron sus compras al par de autos que habían llevado por su recorrido, mismos que le pertenecían a su rey, y solo eran unos de los muchos que estaban a su disposición.Ben ni siquiera giró su cabeza para prestar atención a las sirvientas que se encontraban acomodado prenda por prenda en su enorme armario. Sabía que ha
Final. Semanas después. Abroché los botones de mi vestido. Respiré profundo. Hoy era el juicio final. Después de un par de audiencias hoy se decidía todo. En este tiempo, se había descubierto un par de cosas que servirían a mí favor. —¿Estás nerviosa?— Preguntó Giovanny. — No en realidad. Se que las cosas saldrán bien. ¿Y después qué pasará? Justo ahora ¿Cómo van las cosas en la isla? — Todo marcha conforme el plan. Todo el equipo está allá, en espera del mayor movimiento. Si esto sale como espero, personas muy malas van a detener sus planes. — Eso es fantástico. Seguía nerviosa. En estas últimas semanas había decido conservar mi cabellera negra hasta que el bebé naciera. Por su lado, habíamos comprado tantas cosas como nunca antes, y la espera de los pocos meses se hacía casa vez las emocionante. — Llamo a Sera Llilvian al estrado— Suspiré. Subí para dar mi declaración. El abogado me miraba con seriedad. — Señorita Llilvian. Ayer en su declaración afirmó que la señora Dora,
A continuación podrán leer la historia favorita de nuestro Italiano. -¿Su Reina?, ¿Vampiros? Eso quiere decir que, también lo es- tragó saliva miedosa de la respuesta. Él asintió. -Los descendientes de la Luna, la Tierra y el Sol, tienen una pareja de vida. En cada especie es distinta, los hijos de la diosa Luna; Guardianes, Licántropos, Hadas, Elfos. Hijos de la Tierra; ustedes los humanos y animales, mientras que los descendientes del dios Sol-. Se acerca hasta donde está la joven.-Son vampiros, bestias oscuras, caballeros del averno, brujas, seres de las tinieblas, sirenas y Otras especies.Se mareó por un segundo, quería estar sola, necesitaba estar sola. Observó la habitación, en el fondo había dos puertas. Benjamín se observó como Leane se ponía de pie, el frío piso le causó una sensación en sus pies descalzos. Corrió hacia una de las puertas, error, no era el baño. Era un enorme armario. Se dirigió a la siguiente, entró cerrando con el pequeño seguro.El vampiro elevó la comi
Gozaba de todo poder a su alcance, tanto mágico como mundial. Los líderes humanos, Licántropos y de cualquier otra creatura, le rendían respeto. Ahora que encontró a su alma gemela, planeaba coronarla ante una enorme ceremonia, fiesta que duraría días enteros, noches enteras. Sería la festividad más importante de su mundo.Hablaba con el líder del Clan Jhergov, los dos vampiros que había asesinado de forma rápida, pertenecían a el.—Benjamín, hemos sido líderes por muchos años. Mi Clan exige la razón por la cual Fiódor y Cassio murieron aTus manos. A parte, jamás te manchas la sangre con los de tu especie— Habló de forma discreta Rshel, en efecto, conocía a Benjamín desde hace siglos, no tantos como para alardear, la amistad no existía entre los vampiros. El respeto y la monarquía sí.En ese momento el olor dulce de la sangre humana envolvió el recibidor del castillo. Rshel giró su cabeza, confundido, y hasta cierto punto intranquilo con tan delicioso aroma. Benjamín se acercó a Lean
Jadeó cuando Benjamín la cargó colocando sus manos por debajo de la Unión de su hombro y brazo. Las rellenas piernas cortas de Leane quedaron colgando tal cual muñequita del suelo. Miró sus ojos sintiendo un poco de miedo, y no era para más, Benjamín podría matarla con tan solo un movimiento, su cuerpo le cubría totalmente el suyo gracias a su tamaño y anchura.—Mi pequeña. No sientas miedo a mi lado, yo jamás te lastimaría— Ben cerró sus ojos. Había pasado tanto tiempo solo que, no lograba controlar del todo sus emociones. Cargó a la humana corriendo a su velocidad hasta volver al castillo. Leane hubiese pesando que la dejaría en su habitación, pero no. En el jardín real la colocó suavemente en un grande columpio, donde ambos se sentaron. Para el vampiro los jazmines, orquídeas, girasoles, tulipanes, rosas y margaritas, solo eran un bajo complemento ante la belleza de su alma.—¿Qué fue lo que pasó?— trató más tranquilo. Sus ojos habían vuelto al dorado que usualmente los envolvía.—
Oculto de Londonderry- Irlanda.—¡Madre! ¡Madre!— el hada esquivaba a sus hermanas de forma apresurada.—¡Ten cuidado!— se quejó Ashia. Sosteniendo una pila de pequeños documentos que llevaba a la biblioteca.—¡Lo siento! ¿Sabes dónde está Madre?— la pequeña creatura con alas vueltas y cabello naranja respiraba de forma apresurada llevando un pergamino mágico en sus pequeñas manos.—Esta en la entrada del laberinto.—¡Gracias!— Voló tan rápido como sus amigas se lo permitieron. Por fin miraba a quien tanto buscaba.—Madre.—Por las hadas del invierno Kaisha. ¿Qué pasa?— La líder de las ninfas guardó sus enormes alas azules detrás de sí. Cada mañana revisaba el laberinto, supervisando las actividades de sus alumnas.—Es un mensaje, viene de la supremacía. Madre. Es el Rey Ferrell— bajó la mirada. Pronunciar el nombre del Rey Vampiro fue suficiente para captar la atención de la pelirroja.—Dime qué dice el mensaje. ¡Ahora!— ordenó con insistencia. Kaisha titubeó un poco. —El Rey, encon