—¿Por qué no le preguntas a Owen sobre el libro?— Espetó Ana bebiendo de una botella de plástico. Era una chica De cabellos negros rizados, le llegaban casi a la cintura. Quise saludarla cuando llegó pero, Abby no me había comentado que sufría de discapacidad visual. Perdió la vista cuando tenía seis años en un accidente. No me imagino cuánto debió haber sufrió.Por otro lado Kassie tenía un look bastante fuerte. Ahora entendía Porque la rubia se había perforado la nariz.—Debiste llamarnos. ¿Qué tal si te pasaba algo? Los hombres de hombres de Jackson son una mierda— escupió las palabras. Al parecer el Sheriff no tenía buena reputación. Y algo me decía que Kassie ya había estado detenida antes.—No quería arriesgarme a qué nos descubrieran. A parte de las tres soy la más rápida corriendo.—¡Oye! Yo quedé en el segundo lugar de la carrera no lo olvides— rió Ana.—Como sea. Algo extraño pasa aquí. O tienen miedo o son unos tontos por no darse cuenta.—Pero solo son especulaciones, pien
—Ese vestido es hermoso— comenté sonriendo.—¿En serio lo crees?Estábamos en una boutique. Al parecer habíamos llegado justo en una época festiva. Pues mañana era el aniversario número 150 de Roedville. Sin duda alguna una celebración bastante importante para todos los ciudadanos.—Me gusta, pero siento que le hace falta algo—. El vestido que la rubia había elegido era de color café claro, le llegaba justo a la altura de las rodillas. Me lo pensé un momento.—Espera déjame ver si…— giré mi cabeza buscando los complemento perfectos. Sonreí al ver una chaqueta marrón oscura y cogí unas botas casi del mismo tono del estante.—Ponte esto— Abigail me miró sonriente y rápido se puso los complementos. Su outfit era justo el estilo que inspiraba.—Había olvidado que eras modelo, debes sabee muchísimo de modas. Eso debió haber sido sensacional—. Tragué saliva tratando de alejar los malos recuerdos. Si tan solo supiera lo que hay detrás del modelaje.—Me encanta. Pero está chaqueta es muy cost
Mi respiración subía y bajaba de forma eufórica. ¡No puede ser!, ¿Cómo es posible que haya sido tan rápido y tan fuerte?, Esto debe ser una broma, una jodida broma de la realidad.—¡Lucette!— Escucho a Abby tratando de hablarme pero no puedo decir nada. Las palabras no salen de mi boca.—Esta en Shock. Llama a un médico— Le ordena Owen a una de sus amigas. La reconozco con el nombre de Penélope.—Te dije que todo estaría bienMuñequita—. Observo a Adriel impactada. Esto no es normal. No es normal.—El Sheriff llegó. Vamos hay que ver qué pasó— El hombre de cabellos hasta los hombros llama a mi “Salvador” si es que puedo llamarle así.—Esto no fue un accidente. ¡Mierda!— El tipo calvo parece enfadado. Aquí es cuando puedo mirar a mi alrededor y darle cuenta de que las personas siguen como si nada hubiese pasado. Incluso parecen tenerle miedo a los hermanos Larssen.— Papá va ha matarme— Susurra Abigail.…Decir que la noche terminó bien. Sería una completa mentira. Cuando regresamos a
día de la expedición llegó. Mi primer semana en Roedville había sido caótica. En el periódico local ni siquiera se vio el accidente de la feria. Y ya no había tenido contacto con ninguno de los Larssen. Abigail me comentó que la familia saldría por unos días. Lo cual no era del todo malo. Ya que tendría menos probabilidades de que alguno interfiera en nuestra búsqueda por la verdad.Me encontraba colocando todo lo que necesitaríamos en la mochila. Linternas, cosas de primeros auxilios, algunas herramientas y una navaja en caso de necesitarla. Abby también llevaría equipamiento. Mientras tanto mi tía nos llevaría a casa de Ana, donde según esto tendríamos nuestra pijamada. La única verdad era que saldríamos por la puerta trasera mientras Kassie abriría la línea telefónica con Ana por si cualquier cosa pasaba podría llamar al tío Erik.—Se nota que eres modelo. Hasta para ir a un bosque lleno de lodo te vistes bien— Comentó la rubia halagandome. Un respiro profundo llenó mis pulmones.
La Institutriz del Italiano. Final. —¿Estás seguro de esto Giovanny?— Le preguntó Leinad. Respiré profundo, me encontraba bastante nerviosa dado el nivel de ansiedad que estaba sobrellevando. Giovanny había colocado una junta con los personajes más influyentes de la isla. Kendrick Dankworth, Leinad Grossver, Alekander Ruslan, Leonardo Heitman, Logan Starex, Eidrian Hall, Jonathan Santori, Alexander Selver, y un equipo más extenso de lo que creí. —Debo arreglar mis propios problemas en Nueva York. Los árabes se fueron y la misión al parecer, está yendo bien. Leinad, Kendrick. Cuento con todos ustedes. Giovanny salió conmigo, las maletas ya estaban hechas. El viaje hacia Nueva York tenía que ser rápido. Ambos teníamos una cita en la corte en un par de días. No esperaba que las cosas fuesen fáciles. En mi interior conocía la verdad, yo era culpable, a lado de Damián. Esa mujer hizo tantas cosas malas, fue cómplice de los delitos más horribles posibles. En todo el camino de regreso,
—¿Por qué no puedes dormir Daniel? — Papá dice que todo salió bien con mamá pero aún estoy, algo molesto con ella. ¿Me contarías una historia? — Pidió. — ¿Qué te gustaría leer? — Este — sacó un libro del estante. Parecía ser de fantasía. —¿Vampiros y hadas? — Levanté la ceja. Se encogió de hombros. — Está bien, vamos a leerlo juntos. ...Se sentía aturdida, como cuando entras a una piscina y al salir el agua en tus oídos resuena por sus paredes. Respiró profundo, error, una punzada de dolor apareció en su pecho.«¿En donde estoy?» se hizo la pregunta en la mente. Podía distinguir el frío suelo de tierra en el que estaba acostada. Acarició con un sus pequeños dedos un par de hojas, con su toque suave se rompieron.Pasaron segundos antes de que todos sus sentidos se volvieran a sentir normales, abrió los ojos luchando contra la inconsciencia, la vista que recibió fue la de la copa de los enormes árboles que cubrían lo que parecía un bosque. No sabía qué hora era, mucho menos qué
—¡Ella murió! —Daniel tranquilo. Todavía no termino esa parte. Tenías razón la historia es, cautivadora. ¿De dónde sacaste el libro? — Era el favorito de papá— me sorprendí. Bien sigamos. Benjamín fue consciente de que la pequeña brecha que mantenía los hermosos ojos de la pequeña en sus brazos se había cerrado. Sintió su cuerpo laxo y como su cabeza se dejaba caer en su pecho.No podía creerlo, no después de casi una mínima eternidad. Incluso llegó a afirmar que al ser el Rey de una de las razas más poderosas del mundo, el dios del Sol no le había unido con otra alma. La observó con admiración, era hermosa, como una flor frágil, la fragancia que emanaba de su piel le estaba volviendo loco. Y la melodía que llevaba a sus oídos, simplemente magnífica. A pesar de tener ojeras, sus labios resecos y la piel pálida, la joven se ganaba el título a la belleza más encantadora de todas.—Majestad, creo que nuestra Reina necesita de cuidados— Murmuró uno de sus más leales y antiguos sirvien
El viento sopló con fuerza. El atardecer llegó rápidamente, y con ello la noche. Benjamín no se separó de la muchacha recostada. En poco tiempo recibió noticias de sus sirvientes, Devora había arrasado con alimentos de las pequeñas tiendas del pueblo más cercano. Dejando una minúscula fortuna, confusión y emoción a sus dueños, quienes estaban extrañados, pero fascinados a su vez, de que un par de mujeres comprarán tantos víveres. Ferhial adquirió las prendas más relucientes, ostentosas y caras que encontró en el mismo pueblo.Un par de ojos curiosos les miraban extrañados, pues la forma de andar de ese par de mujeres, con gran belleza, no parecía pertenecer al pueblo. Subieron sus compras al par de autos que habían llevado por su recorrido, mismos que le pertenecían a su rey, y solo eran unos de los muchos que estaban a su disposición.Ben ni siquiera giró su cabeza para prestar atención a las sirvientas que se encontraban acomodado prenda por prenda en su enorme armario. Sabía que ha