—¡Lucette despierta! Mira ya llegamos—. Abrí los ojos algo cansada.Había un enorme letrero al frente que decía; Bienvenidos, de forma electrónica, algunas letras como la V y la O ya no tenían luz. Al menos fue lo que pude percibir dado que no era de noche.«Deberían apagarlas durante el día» pensé.Seguimos por un largo camino hasta dar con una plaza. Era bastante grande, pero también vacía. Esperaba ver más pueblerinos en las calles.—Ese lugar se ve bastante bien. Deben vender pasteles deliciosos— Murmuró Aurora observando una panadería de dos niveles.Al menos no es un pueblo fantasma. Conforme salíamos del centro me di cuenta que la mayoría de negocios y pequeños edificios tenían el apellido “Larssen”.No le tomé mucha importancia. Minutos después arribamos en un pequeño almacén de alimentos. Estaba sedienta y supuse que mi tía cobraría algunos platillos para llevar.Me bajé de la camioneta cruzandome de brazos. Al girar la cabeza pude notar algunas cuantas miradas curiosas de pa
Me desperté en medio de la noche. Estaba completamente ansiosa. Mi corazón latía con fuerza, la temperatura de mi cuerpo era más caliente que de costumbre. Quité las cobijas que cubrían mi cuerpo y me acerqué hacía la ventanilla para tomar un poco de aire fresco. Al abrirla un viento furioso me recibió dejando mi rostro libre de cabellos. Un dulce olor a fresas llegó a mis fosas nasales. Bajé la cabeza cruzando mis brazos.No tenía preocupaciones, ninguna otra más que yo misma. Y a pesar de ello, sentía una enorme presión en el pecho. Alcé la mirada al escuchar el aullido de un lobo. Pero aquello había sonado tan fuertemente. Di un paso hacia atrás, parpadeé un par de veces más rápido, no podía dar crédito a lo que estaba observando, había una enorme bestia en una esquina de los árboles. Eso no podía ser un lobo, media casi lo mismo que la vieja camioneta del tío Erick. —Abby— me giré para hablarle. Cuando regresé la vista, la creatura ya no estaba.Me recargué a un lado. Necesitaba
—¿Por qué no le preguntas a Owen sobre el libro?— Espetó Ana bebiendo de una botella de plástico. Era una chica De cabellos negros rizados, le llegaban casi a la cintura. Quise saludarla cuando llegó pero, Abby no me había comentado que sufría de discapacidad visual. Perdió la vista cuando tenía seis años en un accidente. No me imagino cuánto debió haber sufrió.Por otro lado Kassie tenía un look bastante fuerte. Ahora entendía Porque la rubia se había perforado la nariz.—Debiste llamarnos. ¿Qué tal si te pasaba algo? Los hombres de hombres de Jackson son una mierda— escupió las palabras. Al parecer el Sheriff no tenía buena reputación. Y algo me decía que Kassie ya había estado detenida antes.—No quería arriesgarme a qué nos descubrieran. A parte de las tres soy la más rápida corriendo.—¡Oye! Yo quedé en el segundo lugar de la carrera no lo olvides— rió Ana.—Como sea. Algo extraño pasa aquí. O tienen miedo o son unos tontos por no darse cuenta.—Pero solo son especulaciones, pien
—Ese vestido es hermoso— comenté sonriendo.—¿En serio lo crees?Estábamos en una boutique. Al parecer habíamos llegado justo en una época festiva. Pues mañana era el aniversario número 150 de Roedville. Sin duda alguna una celebración bastante importante para todos los ciudadanos.—Me gusta, pero siento que le hace falta algo—. El vestido que la rubia había elegido era de color café claro, le llegaba justo a la altura de las rodillas. Me lo pensé un momento.—Espera déjame ver si…— giré mi cabeza buscando los complemento perfectos. Sonreí al ver una chaqueta marrón oscura y cogí unas botas casi del mismo tono del estante.—Ponte esto— Abigail me miró sonriente y rápido se puso los complementos. Su outfit era justo el estilo que inspiraba.—Había olvidado que eras modelo, debes sabee muchísimo de modas. Eso debió haber sido sensacional—. Tragué saliva tratando de alejar los malos recuerdos. Si tan solo supiera lo que hay detrás del modelaje.—Me encanta. Pero está chaqueta es muy cost
Mi respiración subía y bajaba de forma eufórica. ¡No puede ser!, ¿Cómo es posible que haya sido tan rápido y tan fuerte?, Esto debe ser una broma, una jodida broma de la realidad.—¡Lucette!— Escucho a Abby tratando de hablarme pero no puedo decir nada. Las palabras no salen de mi boca.—Esta en Shock. Llama a un médico— Le ordena Owen a una de sus amigas. La reconozco con el nombre de Penélope.—Te dije que todo estaría bienMuñequita—. Observo a Adriel impactada. Esto no es normal. No es normal.—El Sheriff llegó. Vamos hay que ver qué pasó— El hombre de cabellos hasta los hombros llama a mi “Salvador” si es que puedo llamarle así.—Esto no fue un accidente. ¡Mierda!— El tipo calvo parece enfadado. Aquí es cuando puedo mirar a mi alrededor y darle cuenta de que las personas siguen como si nada hubiese pasado. Incluso parecen tenerle miedo a los hermanos Larssen.— Papá va ha matarme— Susurra Abigail.…Decir que la noche terminó bien. Sería una completa mentira. Cuando regresamos a
día de la expedición llegó. Mi primer semana en Roedville había sido caótica. En el periódico local ni siquiera se vio el accidente de la feria. Y ya no había tenido contacto con ninguno de los Larssen. Abigail me comentó que la familia saldría por unos días. Lo cual no era del todo malo. Ya que tendría menos probabilidades de que alguno interfiera en nuestra búsqueda por la verdad.Me encontraba colocando todo lo que necesitaríamos en la mochila. Linternas, cosas de primeros auxilios, algunas herramientas y una navaja en caso de necesitarla. Abby también llevaría equipamiento. Mientras tanto mi tía nos llevaría a casa de Ana, donde según esto tendríamos nuestra pijamada. La única verdad era que saldríamos por la puerta trasera mientras Kassie abriría la línea telefónica con Ana por si cualquier cosa pasaba podría llamar al tío Erik.—Se nota que eres modelo. Hasta para ir a un bosque lleno de lodo te vistes bien— Comentó la rubia halagandome. Un respiro profundo llenó mis pulmones.
La Institutriz del Italiano. Final. —¿Estás seguro de esto Giovanny?— Le preguntó Leinad. Respiré profundo, me encontraba bastante nerviosa dado el nivel de ansiedad que estaba sobrellevando. Giovanny había colocado una junta con los personajes más influyentes de la isla. Kendrick Dankworth, Leinad Grossver, Alekander Ruslan, Leonardo Heitman, Logan Starex, Eidrian Hall, Jonathan Santori, Alexander Selver, y un equipo más extenso de lo que creí. —Debo arreglar mis propios problemas en Nueva York. Los árabes se fueron y la misión al parecer, está yendo bien. Leinad, Kendrick. Cuento con todos ustedes. Giovanny salió conmigo, las maletas ya estaban hechas. El viaje hacia Nueva York tenía que ser rápido. Ambos teníamos una cita en la corte en un par de días. No esperaba que las cosas fuesen fáciles. En mi interior conocía la verdad, yo era culpable, a lado de Damián. Esa mujer hizo tantas cosas malas, fue cómplice de los delitos más horribles posibles. En todo el camino de regreso,
—¿Por qué no puedes dormir Daniel? — Papá dice que todo salió bien con mamá pero aún estoy, algo molesto con ella. ¿Me contarías una historia? — Pidió. — ¿Qué te gustaría leer? — Este — sacó un libro del estante. Parecía ser de fantasía. —¿Vampiros y hadas? — Levanté la ceja. Se encogió de hombros. — Está bien, vamos a leerlo juntos. ...Se sentía aturdida, como cuando entras a una piscina y al salir el agua en tus oídos resuena por sus paredes. Respiró profundo, error, una punzada de dolor apareció en su pecho.«¿En donde estoy?» se hizo la pregunta en la mente. Podía distinguir el frío suelo de tierra en el que estaba acostada. Acarició con un sus pequeños dedos un par de hojas, con su toque suave se rompieron.Pasaron segundos antes de que todos sus sentidos se volvieran a sentir normales, abrió los ojos luchando contra la inconsciencia, la vista que recibió fue la de la copa de los enormes árboles que cubrían lo que parecía un bosque. No sabía qué hora era, mucho menos qué