Amanda.«Despierta. Vamos despierta»Una intensa desesperación llenó mi sistema en cuento recuperé la movilidad de mis extremidades. Odiaba sentirme así, me hacía recordar el momento en qué desperté en aquella habitación de hospital después, después de que todo cambiará, después de que la persona que consideraba un hermano, y sobre todo, que amaba con locura, intentará matarme.Lo primero que detecté fueron dos cosas, un olor dulce, como a vainilla mezclado con manzanilla y canela. Lo segundo, una inmensa comodidad debajo de mi espalda, como si me encontrará acostada sobre una nube, u algodón de azúcar.Abrí los ojos incorporándome dónde sea que había estado recostada, todo para darle cuenta que estaba sobre una enorme cama con sedas rojas, la decoración de la habitación en su mayoría dorada. Me senté al final de la cama. La cabeza me dolía casi de la misma manera, antes de quedar inconsciente. Respiré profundo cuando el olor se hizo más fuerte, la puerta había sido abierta. El rostro
Sera.Apreté la mandíbula. Y las manos. Me encontraba justo en medio de la plaza central. Después de hacerme los análisis de sangre, y descubrí que en efecto, Julián Desword si era compatible con mi sangre, y que, todo este tiempo, fui hija de uno de los hombres más poderosos en la industria económica de América, me deja sin pensamientos. Últimamente las cosas han estado danzando entre lo que está bien y lo que está mal.Giovanny a hecho reuniones secretas a mis espaldas en su despacho, con hombres de vista peligrosa. Temo se meta en problemas y eso, repercuta la seguridad de todos.En los últimos días no me he sentido del todo bien. Las semanas siguen pasando y mis síntomas se han vuelto más fuertes. Cuando me hice la prueba de sangre, me enteré que estaba embarazada. Por un instante sentí una fuerte bofetada en el rostro. Recuerdo haberme escondido en el baño de la habitación por largos minutos con la excusa de que me había caído mal la comida.A este punto debo tener dos meses apro
Cleo. Salí de los baños públicos en la estación de metros. Llevaba tres minutos de anticipación. No era mucho pero, el tiempo para mí valía demasiado. Caminé hasta la recepción, allí estaba la secretaria de nombre Sara. Tenía un pequeño conflicto con ese nombre. No era que lo odiara pero, ¿Por qué todas las secretarias se tenían que llamar Sara?-Buenas tardes. Cleo Doorian. Recibí un correo de confirmación en las prácticas financieras-. La mujer que tenía un lunar en su mejilla izquierda me repasó con la mirada.-Estuviste ayer aquí.Este es tu gafete- sacó de un cajón mi pequeña identificación. No se por que pero sentí una gran emoción al tenerlo conmigo.-Ve al área de recursos humanos. Pregunta por Rita, ella te llevará a la sala de archivos. Allí empezarás.«¿Salas de archivos?» fruncí el ceño asintiendo con la cabeza.-Tercer piso, a la derecha.Me apresuré ha llegar al ascensor. Coloqué el piso número tres y esperé a que las puertas se cerrarán. El olor me pareció agradable.M
Inhale y exhale tratando de calmarme. Sentí las piernas de gelatina y como el aire se volvía cada vez más pesado.—¡Giovanny espera! No puedes matarlo.—Oh claro que no solo voy a matarlo. Lo haré sufrir— el corazón parecía que estaba a punto de salírseme del pecho.— Lo siento tanto Sera. Por favor perdóname— Las rodillas de la castaña se doblaron, arrodillándose.—No, no Amanda, no te arrodilles. No hiciste nada malo. Fui una estúpida por no haberme dado cuenta— La voz se me quebró. El hombre de cabellos rizados se aproximó para ayudarle a colocar de pie.Todos estaban expectantes.— Lo menos que merece ese idiota es la muerte. Un tipo le apuntó con un arma a Amanda en el estacionamiento. Casi muere. Y estoy seguro que hay algo más pesado detrás de esto.—¿Papá?— Daniel bajó por las escaleras al escuchar todo el escándalo.—Hijo, estamos arreglando un pequeño asunto. ¿Puedes volver a subir? Simone— Le señaló. Este Asintió subiendo con la comadreja.—¿Hija qué está pasando?— Julián r
Amanda.—¿Está es tu casa?— Pregunté. La mansión de Marcel Jhonson era hermosa por fuera. No podía imaginar cómo sería por dentro.Al inicio, me negué a estar en esta situación, dormir en una casa ajena, de una persona que recién había conocido.—Una de muchas.—¿Y Oliver él…— Mi hijo está en mi casa original. Su nana lo cuida mientras no estoy.—Y ese “no estoy” no es muy concurrido.—La verdad trato de estar el mayor tiempo con él. La mayoría de los días de la semana. Cuando debo salir de viaje, le recompenso.— Entiendo. Eso está bien. Es un poco, difícil cuando no tienes a tus padres contigo. Su mamá ella…—Murió cuando era un bebé.—Lo siento. No debí preguntar.— No es un tema que me afecte Amanda— Su auto se estacionó en la entrada. Al igual que la residencia Arcuri, está contaba con bastante seguridad. Me atrevería a decir, más moderna que la otra casa.Bueno es dueño de una empresa de seguridad. ¿Qué esperabas?La entrada estaba decorada con un hermoso jardín Principal. Inc
— Marcel— Su nombre salió en un susurro.— Solo di que también lo deseas tanto como yo.¿Valía la pena? ¿Valía la pena hacer algo de lo que posiblemente me arrepienta el día de mañana? ¿Y si eso era lo único que Marcel Jhonson estaba buscando de mí? Colarse entre mis piernas.¿Lo iba a permitir?Desde cuándo me preocupaba guiarme por la moral.— Si, lo deseo tanto como tú— Susurré.En un rápido movimiento, colocó sus manos por debajo de mi trasero. Levantándome lo suficiente como para que mis piernas se envolvieran en su cintura y mi pecho se pegará al suyo.—¿Qué haces?— Murmuré viéndolo a los ojos fijamente.—No te haré el amor en esta habitación. Te llevo a la mía.«Hacer el amor»Me quedé un poco confundida. Nunca antes se habían referido a mí con esa idea. Respiré profundo. Reí entre dientes cuando casi tropieza con una pequeña mesita en el pasillo. Antes de entrar a su habitación.—¿Se está burlando de mí señorita Davis?— No lo sé, quizás.— Me encanta el sonido de tu risa pero
Antes de navidad.Cleo y Kendrick.Recordéis que estoy narrando partes importantes de los personajes que más adelante impactarán con Giovanny Arcuri.Encantos Prohibidos.“No lo sé, pero las ganas que tengo de envolverte en una sábana y contemplarte durante horas...suena bastante bien”—Limberem.Jannys y su hermano fueron muy amables al llevarnos hasta nuestro departamento. De hecho el pelinegro ayudó a Beth con un par de cajas. Sabía que ella se lo estaba comiendo vivo, era justo el tipo de chico que entraba en sus estándares.«Estándares» repetí la palabra en mi mente tratando de pensar en cuáles serían los míos. Antes de Jacke no había tenido un novio formal, de pequeña solía fijarme en chicos atléticos y sobre todo, inteligentes.Dejé mis instrumentos de cocina sobre la barra. No podía dejar de pensar en mi pequeño encuentro con el empresario.Tenía que investigar un poco más sobre él.Un relámpago se vió a lo lejos por la ventanilla que está a un costado del refrigerador. Me qui
Después de intentar convencer a mi Roomie de que no sabía nada sobre Kendrick. Intenté regresar a mi búsqueda, para mí mala suerte la batería de mi computadora murió y perdí el historial de búsqueda. Aunque pensándolo bien, no me gustaría que acosaran mi pasado, mucho menos un empleado.Se me hacía tarde para la universidad así que decidí ponerme lo mismo que usaría en mi trabajo. Me coloqué una blusa tipo camisa de cuello cuadrado bastante ajustada. No era que quisiera ocultar mis atributos, si no que buscara una forma de que se mirase más formal y no tan...vulgar.¿Aunque desde cuándo los senos grandes son vulgares? Negué quitando la idea contraria de mi cabeza.Fundí mis piernas dentro de unos pantalones negros ajustados pero comidos. Botas negras y dejé mi cabello suelto. Cómo era costumbre, labios rojos.—Recuerda dejarle comida a Caramelo—. Comenté a Beth quien ya se había levantado y estaba desayunando cereal.— Aquí te dejo cincuenta dólares. Si puedes ahorrar hazlo. Y compra