-Leinad Grossver- Respiré profundo. Nuevamente no podía dormir. Ella estaba metida en mi cabeza, su rostro, sus ojos. «Estas mal Leinad» Tomé mi celular buscando solamente embriagarme más. Vi sus publicaciones, algunas eran frases, llegué hasta una fotografía reciente de ella. Se mostraba algo triste, editada de una manera melancólica. Su rostro aparecía de perfil, la mirada baja. Escribí un saludo. «Hola» Para mí sorpresa respondió. «¿Se le ofrece algo señor Grossver?» Sonreí de lado. «¿Cómo estás?» envié. Dejó de responder por un momento. Pensé que ya no lo haría. En la pantalla apareció su llamada. Me quedé estático por unos segundos. Deslicé la pantalla con mi celular recibiendo la llamada. —¿Cuál es tu propósito?— Preguntó. — Saludarte — respondí tajante. — Ajam, saludarme. Ay Leinad, tu fuiste quien decidió romper la amistad— negué con la cabeza tomando el puente de mi nariz. — Él último mensaje que yo te envié fue donde te decía que debíamos tener una amistad más
-Leinad Grossver - —Hablo en serio. Prometiste que está vez decidiría yo. —Tan ñoña, ahora tendré que buscar quien me quite la calentura— Mencionó de mal manera tomando la carpeta y saliendo de su casa. Azotó la puerta. Megan se quedó de pie, se sujetó de la barra de la cocina. Salí acercándome con pasos rápidos. — ¿Estás bien?— Asintió con la cabeza cruzando sus brazos sobre su pecho. —Estoy bien. Creo que, debes irte. Cerré mis ojos, asentí con la cabeza. —Me voy pero, no te librarás tan fácil de mí Panda. Y el idiota de tu novio. Pagará. —¿A qué te refieres?— me preguntó. — Sabré la verdad después de todo. Tenemos que hablar. No ahora pero vendré. A parte no lo sé, ahora que recuerdo me debes algo. —¿Dé que m****a estás hablando? —¿Has visitado a tu abuela?—. Su expresión cambió a una de asombro. —Conocía la señora Raquel en un evento que hizo mi hermana. Yo le ordené al director del lugar que aceptará cualquier visita. —Yo, no se que decirte, te lo agradezco muchísimo
Último Leinad. —Peroo, ¿A ti te gustaba cantar no es así? — Lo adoro, pero necesito algo que me traiga mejores ingresos. A parte los ensayos me consumían bastante tiempo. Después de quince minutos llegamos al club de boliche Blue butterfly. La estancia no estaba del todo vacía, varios Adolescentes se encontraban jugando y charlando. Pasamos al escritorio donde Megan se encargó de anotar nuestros datos y pagar la primera tanda de juegos. Claro que me negué y ofrecí invitar yo. No obstante su terquedad salió a flote. Nos cambiamos los zapatos por unos más cómodos dirigiéndonos a la fila número tres. —Primero debes tomar una bola de Boliche—. Antes de tomarla del mostrador donde la máquina acomodaba cada una. Se amarró su cabellera corta en una coleta alta, algunos de sus cabellos quedaron fuera de está. En los monitores arriba de nosotros estaban los marcadores que contaban los puntos. El número de pinos derribado y de más. De un momento a otro la música comenzó a sonar, las luces
- Amanda-Estaba nerviosa hasta la planta de los pies. Trataré de contener mis nervios todo el día pero me fue casi imposible. A partir de las cuatro de la tarde comencé mi ritual para arreglarme. No sabía qué iba a pasar, no era como si pensara en la idea de, que llegará a pasar algo entre nosotros.«No pienses en eso»Es decir, solo he tenido relaciones íntimas con el que fue mi ex novio. Y han pasado casi cinco años desde entonces.«¿Por qué estoy pensando en eso?»Diablos ni siquiera planeo acostarme con él. Si el hombre ricachón tiene otra idea. Todo se irá al carajo, le daré un golpe donde más le duele y haré como si nada de esto hubiese pasado.Suspiré.Después de una ducha que duró más tiempo del habitual. Coloqué algunos rollos en mi cabello, esperando que, después de secarse, finas ondas naturales se formarán en mi cabellera. Hacía poco que le había puesto un tinte color caramelo oscuro. Pero, especialmente hoy, quería verme linda.Después de embarrar mi cuerpo de varias cre
Cleo Doorian.Asiste te de Kendrick Dankworth.Después del viaje:Quiero arriesgarme, quiero hacerle frente al sentimiento que me envuelve cada que te miro.—Limberem. S.CSalí de la ducha, tenía dos horas para arreglarme antes de que empezarán a llegar los invitados de la fiesta. Cuando le dije a Beth que el tema sería baile de cabaret pensó que era una broma. Dijo que nadie vendría, todo lo contrario, minutos después en el grupo del móvil empezaron a subir fotos de sus disfraces. Me coloqué mi ropa interior y después el conjunto, la rubia y yo usaríamos un traje negro y rosa tirando a carmín, bastante mono, claro que ella tenía en mente otro tipo.Su banda tocaría un par de canciones, por suerte la sala del departamento era suficiente grande como para caber todos. Solo debíamos mover la sala y la mesa del comedor a una esquina.Me coloqué el traje suspirando. Debí habermelo medido en la tienda. Di con la talla de Beth pero el mío me quedaba más pequeño de lo que debería en los pecho
—Es usted tan peculiar.—¿Peculiar malo o peculiar bueno?—No soy el tipo de persona que ve mal lo especial.«Especial»Estaba por replicar cuando escucho un gran alboroto afuera. Vidrios rotos y riñas.MierdaNo otra vez.Cuando salgo lo primero que encuentro es la escena de Harry y Bryan moliéndose a golpes. Busco a Beth con la mirada.—¡¿Pero qué cojones está pasando aquí?!— la rubia me encuentra.— Es la arpía de Ashley, le mandó un vídeo a Harry. Fue el año pasado Cleo. En la convención.—¿Cuándo se besaron?— Asiente con la cabeza.«Bien hasta aquí»—Haber par de idiotas prepotentes, está fiesta no es para que estén haciendo un escándalo. Si van a matarse a golpes. ¡Háganlo fuera de mi departamento!— Estoy enojada a más no poder.—Ella fue mía antes que tuya.—¡¿A así?! Pues yo me la cogí más veces— se escuchan burlas de los demás. Hasta aquí llegaron. Nadie, nadie humillará a mi mejor amiga.Tomo un bat de béisbol y golpeo a Harry en sus pies para que caiga. Estoy en medio de am
Leinad Grossver.«Yo decido por mí» Pensé observando el techo de mi habitación. Dormir me era tan inconveniente en estos momentos. Esa niña estaba borrando todo mi autocontrol.Pero eso debía lo debía tratar cuanto antes.—Alguien irá a un baile muy pronto—. Y sabía que era lo que eso significaba. Navidad estaba tan cerca. Más malos recuerdos vendrían con ello.Respiré profundo dándome la vuelta sobre la cama. Y con el pensamiento de la pequeña castaña me quedé dormido.[…]— Déjame ver si entendí. ¿Quieres que agregue un antifaz a la ceremonia? Solo porque no quieres que sepan quién es tu acompañante. Leinad esto no es un juego, o un libro de literatura erótica.—Qué graciosa eres Donna— Entre cerré los ojos molesto.—Que use una peluca, o es más, que sea su elección. Pregúntale si quiere acompañarte no creo que tenga problemas con que alguien la reconozca—. Me removí incómodo en mi asiento.— Le llevo más de diez años. A parte tiene novio. No quiero escándalos.La rubia se encogió d
-Leinad Grossver-Sus ojos me observaron, miré duda, temor, deseo, y posiblemente los sentimientos más puros y hermosos de los que jamás, hubiese sido testigo. Sin decir una sola palabra entramos a la primer tienda de ropa.—Solo no gastes miles de dólares en un vestido— advirtió algo fastidiada.—Gasto miles de dólares en cosas que me importan— Vi que apretó sus manos. Amaba jugar así con ella.—Así que no te sorprendas si gasto un millón de dólares en tu vestido— Reí adelantando el paso.«Oh pequeña traviesa»Blanco y negro. En efecto había ese tipo de colores en esta tienda sin embargo las tallas eran muy pequeñas. Lo cual pareció afligir a Megan.Pero esos vestidos eran ridículos. Ni siquiera lo hermana, que era muy delgada, hubiese entrado en ellos.—Lamento que no hayan encontrado nada. Pero el letrero dice tallas pequeñas— Canturreó la encargada del lugar.—Si, y por lo que veo no usted no compra su ropa aquí ¿verdad?— Respondió la castaña con un aire de molestia y diversión.