-Sera-Me miró al espejo y entiendo con qué razón no querían dejarme entrar. Mi cabello está hecho un rotundo desastre. Ruedo los ojos retirando los pequeños trocitos de hojas secas que hay en mi melena. Por suerte siempre cargo con un pequeño cepillo pegado a un mini espejo. Humedezco la palma de mis manos pasándolas sobre las hebras platinadas tratando de que, se vea casi como lo dejé horas atrás.Retoco mi labial y salgo del tocador para damas, me aseguro de guardar el móvil en la cartera cuando mi cuerpo choca con alguien.— Oh lo siento mucho— me excuso rápidamente. Un hombre de unos cincuenta y tantos años me observa tranquilo.— No se preocupe señorita— Me quedo observando su rostro. La mirada aceitunada de sus orbes me parece tan etérea, pero a la misma vez, triste.— Que disfrute la velada— baja la cabeza haciendo una seña y desaparece nuevamente por los pasillos. Me quedo como estática pensando.— Chocaste con uno de los peces pesados de este lugar chica— en la esquina, a la
Nota: El capítulo 24 y 25 pertenecen al ya leído 23. -Sera- Me siento como si estuviese en la selva, siendo la presa de una enorme manada de depredadores. Las mirada de todos están puestas en nuestros cuerpos, principalmente en el mío. —Tranquila Ragazza— me separo lentamente del señor Arcuri. Estar tranquila para mí en estos momentos, no es ni siquiera una opción. Hay una mirada en especial que Amenaza con desfigurarme el alma, y es la de Odette Sharleston. Me estoy metiendo en donde no debo, y eso puede traerme grandes consecuencias. Doy media vuelta caminando hacia la barra de alimentos. Necesito algo dulce bañado en chocolate. A diferencia de mi jefe, yo no como hamburguesas cuando me siento frustrada. Estoy por llegar a la barra cuando siento un ligero empuje en mi cadera hacia atrás. — Acompáñame. Sigo a Giovanny hasta la parte trasera del evento. Supongo que es el jardín trasero puesto que está completamente lleno de flores, en su mayoría rosas y petunias. Respiro el dul
- Giovanny-Me quedo estático. No puedo creer que haya dejado que se marchara sola. ¿En qué rayos estaba pensando? Respiro profundo apretando el puente de mi nariz.— Giovanny. ¿Nos acompañas?— Algunos empresarios están interesados en charlar sobre el proyecto del príncipe algo de lo que sencillamente, no quiero pensar.La presencia de Odette se siente humillante. Fue capaz de pasar matrimonio por matrimonio para llegar a dónde está ahora. De cierta forma fui causante de ello. Cuando supe su verdadero interés, su engaño, su traición, la dejé casi en la ruina. Con solo lo necesario para vivir en Bretaña. Ahora que regresó, su objetivo se a forzado más que nunca.— Eddie — Llamo a uno de mis servidores.— ¿Si señor?— Me retiraré. La fiesta de ceremonia a concluido.— Pero señor. No ha dado el discurso oficial de …— Estoy seguro que alguien más puede apoyarme con ello— volteo a ver a mi padre, quién se encuentra sonriéndole a todas las chicas jóvenes que pasan a su frente.Salgo rápidam
-Sera- (10 años atrás.)— No quiero hacerlo— Murmuro.— Yo tampoco— el castaño me abraza con fuerza.— ¿Recuerdas el cuento que nos leyó la hermana Cecilia?— Asiento con la cabeza.— No podemos dejar que esto siga pasando. En unos años estaremos afuera. Yo primero que ustedes. Prometo que las ayudaré pero… Los demás. A Lily aún le faltan muchos años.El sonido de pasos corriendo llama nuestra atención. Es Amanda.— ¡Se llevaron a Liliana! — Grita.—¿Qué?— niego entre lágrimas.— ¿Quién?— Pregunta Demián.— Un hombre la adoptó. La directora ni siquiera dejó que se despidiera— caigo de rodillas.«No, ella no lo merecía. No lo merecía»Miro a Demián con enojo.— Lo haré— Murmuro.(Actualidad.)Abro los ojos lentamente. La cabeza me duele y me siento un poco desorientada. Los rayos del sol se cuelan por las enormes cortinas que cubren los ventanales.Esta no es mi habitación.— Por fin despiertas. ¿Cómo te sientes?— Mi jefe me observa con semblante serio.Los recuerdos de la noche anterio
-Sera- Me siento cansada. No he podido pegar el ojo en todo el día. Suspiro. Los médicos mencionan que el golpe de Amanda causó una contusión severa. Su cerebro está inflamado, hasta que baje la inflamación la sacarán del coma. Justo ahora me encuentro guardando todas mis cosas en una maleta. Después de que Demián y Giovanny discutieran sobre quién debía “cuidar de mí” tuve que ceder ante la mirada penetrante y directa del señor Arcuri. El castaño se decepcionó, vi en él algo que hacía mucho no lograba presenciar en su rostro. Y eso fue la decepción. Amanda es fuerte. Siempre lo ha sido, lo fue en el orfanato, lo fue en la preparatoria cuando esas chicas la molestaban por sus pecas, lo fue en la universidad cuando ese profesor intentó acosarla, y lo será ahora. Antes de irme paso a su habitación, trato de dejar todo lo más organizado posible. También de agregar un poco de su ropa para colocarla en mi maleta. Antes de marcharme tomo mi cactus y observo el piso de la sala. “Allí
-Sera- Siento como me deja sobre una superficie cómoda. Al parecer alguien más escuchó mis gritos puesto que Simon a preguntando si todo está bien desde el umbral de la puerta. Luce un poco terrorífico con tan solo una lámpara que alumbra su rostro. Con la pequeña luz puedo notar que el CEO se encuentra desnudo del torso, su espalda luce perfectamente bien trabajada igual que todo su cuerpo. Me pongo nerviosa cuando el mayordomo se aleja con la única luz. Escucho pasos, movimientos, un cajón abrirse y posteriormente dos velas se encienden dándome la tranquilidad que tanto necesitaba. Afuera el cielo parece que va a caerse, como si la vida estuviera enojada, furiosa con algo, o alguien. — Por eso tenías tantas velas en tu habitación. Le temes a la oscuridad. — Creo que usted ya se había dado cuenta de ello— muerdo mi labio inferior. — No creí que tú temor fuese tan, fuerte. ¿Quieres contarme?— Me quedo estática, pensativa. Nuevamente estoy en esta habitación, nuevamente descanso sob
Abrí los ojos naturalmente. Respiré profundo. No había nadie en la habitación, tan solo una completa y notablemente avergonzada Sera. ¿En qué estaba pensando? Paso la palma de mis manos por mi rostro de forma fastidiada. «¿Cómo lo veré a la cara después de esto?» es imposible. Salto de la cama tomando mi ropa —la cuál se encuentra doblada sobre la mesita de noche— maldiciendo al apagón corro hacia mi habitación. Una vez allí dejo escapar un grito bajo de enojo. — ¡Tonta! Eres una boba Sera— Mi nueva misión. Evitar al señor Arcuri. Tomo algunas prendas de mi maleta. Hoy volvería a ver a Daniel después de saludarle el día anterior y contarle que estaría un tiempo aquí. Su carita de Ángel fue épica. Al salir de la ducha más larga que he tenido en mi vida, me coloco unos jeans negros de vestir, y como no sigo ningún estándar de belleza, me pongo unas zapatillas deportivas y un top de mangas color morado. Recojo mi cabello en dos coletas para al final hacer pequeños chongos en mi cabello
-Giovanny-— Entonces el viaje a Alemania en noviembre ya tiene fecha. ¿Cierto? ¿Giovanny?—¿Si qué decías?—Hombre, ¿En qué tanto piensas? Haz estado en las nubes toda la mañana.Sonrió de lado. Mis pensamientos solo tenían un rostro, un nombre y un sonido.Sera. No dejaba de pensar en ella, en lo suave que era su piel, en esos sonidos tan magníficos que salían de su garganta cuando hice su cuerpo estremecer y sus piernas temblar. Sé que va a ignorarme, sé que tratará de actuar como si nada hubiese pasado cuando la única realidad es otra.— ¿Es acaso esa asistente tuya la que tiene tus pensamientos tan perdidos?— Creo que nunca había estado más cuerdo que ahora. Y si te soy honesto Kevin, sí, Sera tiene un aura que me está hipnotizando. Claramente no es lo mejor.—¿ A qué te refieres? Eso es bueno. No eres una roca Giovanny. Y debo decir que esa chica es bastante hermosa— le miro mal.— Necesito que me consigas la asesoría de un buen abogado privado. Estoy seguro que voy a necesitar