-Giovanny-— Entonces el viaje a Alemania en noviembre ya tiene fecha. ¿Cierto? ¿Giovanny?—¿Si qué decías?—Hombre, ¿En qué tanto piensas? Haz estado en las nubes toda la mañana.Sonrió de lado. Mis pensamientos solo tenían un rostro, un nombre y un sonido.Sera. No dejaba de pensar en ella, en lo suave que era su piel, en esos sonidos tan magníficos que salían de su garganta cuando hice su cuerpo estremecer y sus piernas temblar. Sé que va a ignorarme, sé que tratará de actuar como si nada hubiese pasado cuando la única realidad es otra.— ¿Es acaso esa asistente tuya la que tiene tus pensamientos tan perdidos?— Creo que nunca había estado más cuerdo que ahora. Y si te soy honesto Kevin, sí, Sera tiene un aura que me está hipnotizando. Claramente no es lo mejor.—¿ A qué te refieres? Eso es bueno. No eres una roca Giovanny. Y debo decir que esa chica es bastante hermosa— le miro mal.— Necesito que me consigas la asesoría de un buen abogado privado. Estoy seguro que voy a necesitar
-Sera- Una semana después. — No puedo creer que esté haciendo esto. Le temo a las alturas. ¿Ahora vamos a escalar una montaña y acampar en un bosque en medio de la nada? — ¿Juegas? Yo siempre quise hacer esto. Si hacer enfadar a papá hace que cumpla mis deseos. La haré más seguida— ríe. Yo niego con la cabeza. Durante toda la semana estuve pensando en cómo sobrellevar este fin de semana. Amanda sigue en coma, según los médicos la inflamación va bajando poco a poco y de seguir con ese proceso, las cosas mejorarían. Y quizás despertaría. Todas las noches deseo que así sea. Cuando el señor Arcuri me dijo que los acompañaría a acampar. Solo podía pensar en tres cosas; oscuridad, insectos y caerme desde las alturas. Llevaba más cosas de las necesarias en mi mochila. Pero estaba segura que terminaría usándolas. Traté de vestirme lo más cómodamente posible, unos shorts de mezclilla color marrón y camiseta holgada negra con un corazón en medio teñido de blanco. Me hice una coleta alta
-Sera-El trayecto se ha vuelto un poco callado. Demasiado para mí gusto. El canto de las aves es sencillamente majestuoso. Hacer caminatas jamás fue de mi agrado, pero está vez, merece completamente la pena.— No quiero hacer pesado el viaje pero. Debo comentarte algo Sera— presto atención a lo que dice. —Contraté a un investigador privado — lo miro confundida.— ¿Un investigador privado?— Asiente. —Llevará el caso de Amanda. Las personas que le hicieron daño pueden intentarlo contigo y al estar bajo mi protección eres mi responsabilidad de ahora en adelante.«Eres mi responsabilidad » ¿Por qué esas simples palabras me hacen sentir tan extraña.— Se lo agradezco muchísimoSeñor Arcuri.— Hablaremos después de algunas otras cuestiones. Y asuntos asociados con la empresa. Pronto deberé hacer algunos viajes fuera del país— Asentí. Estaba por preguntarle algo cuando mi pie tropieza con una raíz. Pienso que caeré de bruces al suelo pero no pasa. El brazo fuerte de Giovanny me detiene ante
Sera. El miedo empezaba a crecer en mi interior conforme la luz del atardecer se marchitaba. Pero él lo sabe, sabe que le temo a la oscuridad, sabe que si no me encuentra puedo entrar en una crisis. Por suerte cargo con una pequeña lámpara. Continuo el camino por dónde creo está la cabaña, y es que han pasado tres horas desde que me perdí. Me pregunto si Giovanny ya habrá llamado a los rescatistas. Ojalá sea así. Las nubes a este punto, han envuelto todo el cielo, los truenos y relámpagos ya se pueden apreciar a los lejos. No quiero que la lluvia me impida seguir mi paso. El bosque es tenebroso de noche, cada ruido me pone alerta. La idea de encontrar un Oso, un Alce o cualquier otro animal que pueda matarme me atemoriza. — Ay no— Maldigo al ver la lluvia caer de forma violenta. Mi cuerpo empieza a enfriarse rápidamente, sé que no moriré de hipotermia, aunque es seguro, que de un resfriado no me salvo. —¡Hola! ¡Ayúdenme!— Grito desesperada. A este punto no me importa despertar a
-Sera- Por un instante lo pienso, por un mínimo jodido instante recuerdo quién es el hombre que se encuentra retirando el nudo de mi bata en estos momentos. « Permítete sentir por un segundo, sin reglas, sin rocas, solo tú, solo él » Lo miro fijamente, está vez su mirada tranquiliza los latidos profundos de mi corazón. Abre los extremos de la única prenda que cubría mi cuerpo, quedando completamente expuesta ante su mirada. — Sei davvero bella (eres verdaderamente hermosa)—. Sus labios me besan, cierro los ojos sintiendo su brazo izquierdo debajo de mi espalda moviendo mi cuerpo hasta quedar exactamente en medio de la enorme cama. ¿Pasará? ¿De verdad dejaré traspasar todas mis barreras? Respiro profundo, siento el cuerpo tenso. El señor Arcuri vuelve a perderse entre mis piernas. Es, en este punto donde me gustaría alguna capa de bello que no me dejé tan expuesta, sin embargo mi cuerpo siempre estuvo en contra de dejarlo crecer. Aprieto las sábanas haciendo un puño con estás. El
-Giovanny-—¡Papá!— Daniel venía corriendo de lado de un chico más pequeño que él en estatura.— ¿Qué pasó? ¿Por qué bajaron del helicóptero? — Pase mi mano sobre mi rostro. No planeaba decirle que estaba decidido a demandar este sitio.— Tuvimos un inconveniente en la excursión. ¿Con ustedes todo bien?— Sí, fue lo mejor. Él es Oliver, mi amigo— me presento a un niño pelirrojo con pecas. Lo saludé desviando la mirada. Mi cuerpo se relajó al instante. Estaban atendiendo a Sera en una pequeña ambulancia.—¿Qué le pasó a Sera Papá?— Te lo explicaré todo en el camino. Hay que llevarla al hospital— Solté serio.Daniel se despidió de su amigo. Al parecer vivía cerca de nuestra residencia, lo cual esperaba mi hijo saliese más. Inmediatamente Daniel bombardeó a la rubia con preguntas. Mismas que trataba de evadir con sutileza. La señorita Llilvian no me dirigió la mirada en ningún momento, sonreí ante su notorio bochorno. Mientras ella iba en la ambulancia, dejaría a Daniel en la mansión pa
Capítulo 35. Ilusión. Un mes después. Deslizo la punta fina del pincel justo al frente, los últimos detalles están terminados, y puedo respirar tranquila. Tomo un pequeño descanso dejando caer mi cuerpo sobre el pequeño banco de madera. Los rayos del sol se filtran por la ventana, es allí cuando me doy tiempo para revisar la hora. Suspiro. Cubro mi obra de arte dejándola en una esquina con las demás. En este tiempo han pasado tantas cosas que ni siquiera me he dado un respiro para digerir; Desde el escándalo de la prensa, hasta los cambios en la mansión. Era ignorante del poder que poseía Giovanny Arcuri, hasta que describí que, con tan solo un par de llamadas, hizo caer al periódico Esmerald. Dos horas después de que el paparazzi nos tomara la fotografía y huyera del lugar, la nota de que el enigmático CEO de Arcuri Companies, estaba relacionado con una dama de compañía que a demás de ser su secretaria, asistía a su hijo como Institutriz, las malas interpretaciones, mi imagen y la
- Sera-— Yo pienso que te ves encantador con ese disfraz— sonrío de lado.A tres días de partir a nuestro viaje, le concedimos a Daniel una fiesta de disfraces. En las semanas posteriores a sus clases, su desempeño académico y social, creó un ambiente positivo. Estaba encantada de verle divertirse entre sus amigos.— ¿Pero por qué debo ser un príncipe?— Porque el Disfraz de tu papá es de un Rey.— ¿Y tú? ¿Qué se supone que eres? ¿Una libélula?— Se cruzó de brazos. Entrecerré los ojos copiando su acción.— Tardé dos días haciendo estás alas como para que me digas que parezco una libélula, comadreja.— Bueno, tu no quisiste que papá comprará tu disfraz en la tienda. Hubieses sido una princesa— Sonreí de lado recordando como el vestido largo de seda color marfil con encaje rosado, me ceñía el cuerpo. Giovanny casi desfallece cuando me vió.— Solo me lo probé para cumplirle el capricho a tu padre. Jamás dejaría que gastará más de cien quinientos dólares en un disfraz.— Pero gana eso ca