—Eres un maldito- grito con furia, no puedo creer a lo que ha llegado Hoper para casarme con Narisa.- Leo- dice Llena y no puedo ni siquiera mirarla a los ojos, sé que está llorando por la forma en que su voz se ha quebrado.- ¿Es verdad?- pregunta .-No es así como sucedieron las cosas Llena, yo no lo sabía te lo juro- él ríe y camina alrededor.-Entonces, ¿tampoco le planeabas decir que ese chico- apunta hacía el peligris- es su hermano - cierro mis ojos con fuerza cuando un sollozo se escapa de los labios de la pequeña pelirroja.- No me casaré con tu hija Johnson, jamás- Espeto con odio.- Si no lo haces, me encargaré de que ella no vuelva ha ver a su tía con vida, y pienso que no quieres llevar con otra muerte en tu conciencia, ¿o si ?- forcejeo una vez más con los tipos que me tienen aprisionado, pero no logro soltarme.- ¡No, por favor no lo hagas!- su grito me rompe.- ¿Qué tal si empezamos de una vez - apunta a la cabeza de Eliey.- ¡No!- grito.-Detente, lo haré, me casaré
Llena: Quiero que todo esto sea un sueño, necesito despertar de el, es demasiado, demasiado, ha sido un día cansado, uno de los días en el que pagaría por olvidar.- Dime la verdad Leonardo- le pido cansada.- Muchos días antes de la boda, mi padre recibió una amenaza de muerte, el idiota aceptó hacer un trabajo ilegal y traficar con drogas, yo jamás estuve de acuerdo y nunca lo ayudé. No fue hasta que un día mientras cenábamos varios hombres irrumpieron en la mansión, nos golpearon a mi y a mi padre, Melissa estaba en una esquina amenazada con el arma de un sujeto. Otro de los hombres que al parecer era el jefe se hizo presente, se llama Erick Sanders- dejo salir el aire que no sabía tenía retenido. Ese nombre. Es el hombre que me topé en la empresa.-Él dijo que le dejaría un incentivo a mi padre para que no volviera a robarle, porque si, el imbécil de Richard le robó, Erick estaba a punto de dispararme cuando Melissa logró evadir al hombre que la vigilaba y forcejeo con Erick, ell
Llena: Perdí la cuenta de cuántos tragos llevo, me siento un poco mareada, por otro lado Cat tiene muy entretenido a Eiden en la pista, sonrío. - Me puedes servir algo más – le pido al mismo chico que ahora se encuentra limpiando una copa . - ¿No crees que y tomaste demasiado?- lo fulmino con la mirada y este solo levanta las manos en modo de rendición. Me sirve un tequila y lo bebo de un solo trago. Siento como quema en mi garganta pero después me siento con muchas ganas de bailar. Torpemente camino ha la pista de baile y empezó a moverme al compás de la muisca, de un momento a otro un chico me coge de la cintura y baila a mi paso. - Te mueves muy bien muñeca – gruñe en mi oído . Pierdo la vergüenza y muevo mi trasero tratando de despertar a su deseos escondidos. Gime y sonrió al cumplir mi cometido, me pega más a su cuerpo y besa mi cuello, sus manos se cuelan a mi trasero y toca mis piernas por debajo del vestido. Sin embargo alguien lo empuja lejos de mi, cuando vuelvo la v
Dicen que tomar una decisión bajo presión es una de las cosas más difíciles. Para mí no lo fue, el amor no se juzga y mucho menos se deja ir, eso es lo que Melissa me enseñó.La veo y no puedo retener la incertidumbre que me invade. Es tan pequeña, tan débil y frágil.Veo como se remueve entre mis brazos. Abre los ojos y puedo leer sus pensamientos.«No te cases»- ¡Buenos días bella durmiente!- Buenos días Leo- se remueve un poco en la cama, en ese momento escucho el timbre sonar.- ¿Quién es?- Frunzo el ceño y me levanto, de reojo veo como la pequeña pelirroja se cubre los ojos con la sábana.Río para mis adentros y me dispongo a ponerme un pantalón de chándal.El timbre sigue sonando como loco, sin humor me dispongo a abrir.-¿Es enserio?- ¿En dónde está? Pregunta bruscamente Eiden- ¿Por qué mierdas entras de esa forma?- Te vas a casar, no permitiré que mi hermana se convierta en tu juguete- la ira crece en mi, lo estampo contra la pared y lo tomó su cuello.- La amo, y si cree
Llena: - ¿Mamá?- susurro.Lágrimas tibias opacan mi visión, soy incapaz de creer lo que mis ojos están viendo. La misma mujer que me dio la vida y cuidó de mí está aquí, vestida con prendas negras, su cabello recogido en una coleta alta y teñido de negro, en sus manos sostiene un arma apuntando hacía Erick. Muy a lo lejos puedo escuchar el llanto de Narisa, las maldiciones de Richard, he incluso la respiración acelerada de Leonardo y Eiden.- Estás viva – escupe con odio Sanders.- Lo estoy, Llena apártate de él – me ordena.- ¿Por qué?- le reprocho.- Amor, tenía que hacerlo, ahora que has cumplido la mayoría de edad y eres toda una mujer, volví , no sabes cuánto lamento no haber estado a tu lado mientras crecías.- ¡Tú no sabes nada!- grito y lloro por impotencia.- No sé cómo es que estás viva, se supone que encontraron dos cuerpos en el accidente – Exclama el padre de Leonardo.- El otro cuerpo no era mío, si no de Eleonor, una amiga que se sacrificó por mi, ella tenía un tumor y
Llena: Un año después:- Entonces las quieres ¿con alitas o sin alitas?- preguntó burlón Eiden.- No seas imbécil, y con alitas por favor- le digo mientras esté toma las llaves del auto y va al supermercado.- Recuerda traer la cena.- Si mandona – cierra la puerta y suspiro.Estoy en mis días y aproveché para encargarle algunas toallas sanitarias a mi hermano. Busco algo que ver en la enorme televisión de plasma. Pero no encuentro nada.Ha pasado un año desde que estamos viviendo aquí en París, Eiden y yo nos enamoramos de su cultura y él de su gastronomía. De hecho abrió un restaurante en el centro, muy cerca de la torre Eiffel.El dolor de mi corazón sigue ahí, quizá mis heridas han sanado pero se quedaron las cicatrices. Con el apoyo de todos, me siento bien, porque puedo decir que ahora estoy bien..Luciana mi madre, decidió sustituirme temporalmente como directora de las empresas Generation, la verdad se lo pedí yo, quería estar alejada lo más posible de Leonardo, la última vez
Leinad Grossver. Respiré profundo, encontrando el dulce aroma de la canela caliente en el aire. Poco a poco abrí los ojos, me encontraba en mi habitación rodeada por mantas gruesas y un calor un poco reconfortante —a su vez molesto— en mi espalda. Relamí mis labios nerviosa. Sentía la garganta completamente seca, tan seca que dolía centrar mi atención en esa parte. Recordé entonces lo sucedido, aumentando el latir de mi corazón contra el pecho. El frío recorriendo mi cuerpo de forma dolorosa. Mi garganta ahogándose. La presión en mi pecho. Dolor, y después, le recordé, entre ese remolino de viento congelante. Él estaba allí. Leinad. Un ataque de tos hizo que me separara de la superficie caliente intentando calmarme. El peso de la cama se volvió ligera cuando él, se levantó encendiendo una luz. — Tranquila. Respira profundo. ¿Cómo te sientes?— Coloca la palma de su mano sobre mi frente. Su mirada preocupada se aligera. — Ya no tienes fiebre. — ¿Leinad?— Hago una mueca. Me raspa
Desperté sobresaltada, con la respiración entrecortada.« Fue mi culpa, fue mi culpa. Él tenía razón»—Meg, ¿Qué pasa?—Yo.. yo, fue mi culpa, fue mi culpa— lloro.— Jamás, jamás digas que fue tu culpa. Le haré pagar Megan, le haré pagar a ese malnacido.— Cuéntame una historia— Murmuré. —Creo que solo asi podré dormir.— Bueno, no soy un experto cuenta cuentos. A parte mis gustos son un poco oscuros— Sonrió con lujuria.— ¿Qué tipo de oscuridad señor Grossver?—Bueno, de aquella que, te hace sentir bien sin duda alguna. ¿Qué género te gusta leer?— Romance, am, clásicas aunque también, me gusta la fantasía.—¿Hadas y unicornios?—Vampiros y hombres lobo.— Tengo un libro en el móvil. Puedo leerte los primeros capítulos. La energía es de cuidado. En cuanto el clima se calme te llevaré al hospital— Negué.—No me lleves con un doctor. Por favor.— Pequeña, podrías tener una complicación y yo no lo sabría.— Pero, ¿Y si me recupero?— Entonces veremos pero, hay algo que si es seguro Mega