Alberto enterró su pena por medio del trabajo, mientras que Ximena pasaba sus días en las cuatro paredes de esa habitación acompañada de una cuna y varios peluches. Los primeros meses fueron los más difíciles, ni siquiera salía de la estancia, ahora, tan solo pasaba una hora recordando.Angie acompañó a Dona hasta el local donde vendían uniformes escolares, recogió el pedido de su hermano, que previamente ya había costeado.—Bueno, ¿Ahora que quieres hacer?, ¿vamos a las maquinitas? — regresó su amiga. Se lo pensó un instante, la idea no le disgusto para nada, antes de asentir con la cabeza recordó que la biblioteca cerraba temprano los domingos.—Si, pero primero vamos a la biblioteca, no quiero que cierren sin conseguir un nuevo libro de química, el que tenía lo extravié en el laboratorio— Bufó, era la segunda ocasión que perdía algo en una semana. Tenía una suerte horrenda para conservar los objetos, especialmente escolares.—¿Crees que el suplente sea tan estricto como Garza?— Ang
—¿Estás segura de hacer esto Sera? — Claro que estoy segura. Es la única manera. En los últimos días no había hecho más que darle vueltas al asunto de mi supuesta identidad. La vigilancia por parte de Giovanny había incrementado el doble. Mi padre, utilizaba el tiempo que tenía para visitarme — el cual era casi siempre— para tomarme fotografías, huellas y datos que servirían para hacer los pasaportes falsos, por ahora, la moral y ética debía quedar a un paso atrás, al menos hasta que el asunto con la isla quedará resuelto. Estaba nerviosa hasta lo más profundo de mi ser. ¿Y como no estarlo? El temor a ser descubierta iba más atrás de tener problemas con la justicia. Si me descubrían, podía afectarme en el caso abierto de la directora del Orfanato. Poner en riesgo mi vida, la de mi bebé, y sobre todo, afectar en la relación que tengo con Giovanny. Las extensiones de color negro azabache fueron colocadas una por una en las hebras de mi cabello, resoplé al tener que cubrir mi dorado c
Antes del viaje a la isla. Alekander. Ruslan. Abrochó el último botón de su camisa blanca , tomó su saco, aquel que le había costado más de dos mil dólares y se lo colocó rápidamente. En su mente solo estaba el pensamiento de terminar con ese trato lo más antes posible, odiaba tener que exhibirse y más en ese tipo de lugares . Salió de su oscura habitación y caminó por el pasillo hasta llegar a la puerta de salida , las llaves de su Lamborghini color plata las cargaba en su mano derecha . Le gustaba llamar la atención , pero no más de lo debido, una vez salió del elegante edificio Migth cirus , subió al automóvil y aceleró queriendo llegar y concluir dicho acuerdo.El burdel al que asistiría para cerrar un trato convenio era conocido por pocas pero poderosas personas , no cualquiera tenía acceso a el. Alcohol , drogas, bailarinas y muchos problemas era lo que abundaba ahí según rumores que solía escuchar, puesto que nunca tuvo el mal gusto de entrar y estaba seguro de que su estadía
- Nos vemos en tres días para que firmes el acuerdo , misma hora , mismo sitio- fue lo último que estipuló para salir .Una vez subió a su auto y emprendió camino a su departamento , Bakaer Clooney quedó intrigado con su última respuesta , sabía que el inglés había odiado el lugar, y aún así no le pidió verlo en otro lado . Sonrió con malicia al descubrir la razón . Tal parece que la pequeña Dalia Faither no necesitó más de un baile para convencer al “lost soult” de volver .Lo que nadie sabía es que no solo lo había impresionado ,muy pocas veces se dejaba llevar por sus instintos de placer y dominación , esa chica con tan solo mover su cuerpo alentó a al tatuado de una forma predecible .- Dalia , te traje esto- Mustió Marley la única amiga que tenía dentro de ese lugar . La pelirroja le agradeció con la mirada mientras tomaba un ungüento para los golpes, que la rubia amablemente le había comprado en la farmacia .Para aquellas que se portaban como es debido según el dueño del lugar,
Miraba atentamente su reflejo en el espejo , lucir de esa manera no la hacía sentir orgullosa y mucho menos hermosa . Perdió las esperanzas de salir hace un par de años , era la razón por la cual el burdel se llenaba cada día más , todos querían ver a la estrella del centro nocturno “without sin”.(Sin pecado) Sin embargo no odiaba su vida, era complicado sembrar en su alma ese sentimiento ya que, durante mucho, creyó que las personas tenían un corazón, inclusive aquellas capaces de matar, de dañar, de crear un abismo inmenso en jardines de rosas, rosas que para ella, ya no tenían color, que eran negras, opacas.Sujetó su cabello en una coleta alta dejando caer las ondas del mismo por su cintura, como una fina cascada, suave, sutil, irreal. Deseó no tener esa belleza, mismos rasgos que la ataron al mundo en que vive ahora. Con pereza se terminó de vestir de la misma forma que todas las noches, se colocó las capas innecesarias de maquillaje y ya conforme con el resultado tuvo que añadi
Ya habían pasado dos horas, con mucho esfuerzo la rubia logró desinfectar las heridas, curarlas y vestir de nuevo a la pelirroja. Sabía que el daño interno era peor, un trauma más, un grito más por las noches . Y aunque todas en ese lugar tenían pesadillas, Marley era la única consciente de cuánto había sufrido aquí desde los dieciséis años.- Marley sal ya, tienes clientes que atender en el bar- La rubia bufo cansada, eran apenas las once de la mañana y muchos ya estaban tomando y pidiendo aperitivos. Por un instante se alegró de ser mesera. Y de no estar en las condiciones de su amiga .- Algún día cambiarán las cosas Dalia, y todos tendremos esa vida que merecemos- Mustió con lástima para después salir y continuar con su trabajo .Una lágrima recorrió la mejilla de la chica, puesto que lo último lo había escuchado, no quería abrir los ojos, no quería afrontar esta realidad.~*~- Su auto ya está listo señor-. Alekander tomó sus llaves de su auto y emprendió camino al burdel. Ansiab
Sera. —¡Amanda deja de temblar que me pones más nerviosa!— Repliqué. —¿Cómo no quieres que esté nerviosa? Evadimos a seguridad. Y ahora vamos acompañadas de estos hombres a no se dónde. — Es la parte secreta del aeropuerto. Abordaremos un avión privado. ¿Estás segura? — Claro que estoy segura. Marcel va a matarme. Pero no te dejare ir sola. A parte nadie me conoce. Esta peluca es increíble. Reí para mis adentros. Se miraba bastante obvia. El color algodón de azúcar rosado que llevaba sobre su cabeza, se mantenía esponjada en risos no muy bien elaborados. —¿Y si me piden documentos o algo por el estilo? ¡Todo está controlado! — No lo harán. Mi padre se encargó de ello. A parte, yo llevo el indentificador que le robé a Giovanny. —Pero yo no tengo ide...— Señoritas. Sus documentos por favor. Habíamos llegado a la fila donde todos estaban abordando. La pista. A mí frente había varios hombres y mujeres. Incluso chicos jóvenes haciendo una que otra rabieta. — Ten— respondí secan
Prometo no irme de tu lado nunca”.*Fortaleza*Cuando era niña, solía pensar que al morir, las personas se convertían en estrellas. Y aquellas que más brillo tenían eran quienes habían sido felices, hasta este momento una parte de mi quiere pensar en ello, pero si es así… Suelo cuestionarme si brillaría tanto como otras, o mi brillo sería opaco como algunas.—Tamara, ¿qué haces aquí?— me dí la vuelta para mirar a Isett, tomó asiento a un lado de mí.—Sabes que siempre trato de venir aquí, ver las estrellas, eso me hace sentir…—Libre— concluyó suspirando.Asentí con la cabeza, seguí observando la luna y sus estrellas. Solía subir a las habitaciones finales, una de ellas tenía una gran ventana, claro, con barrotes, el lugar no tenía muebles y hacía un frío del demonio, no obstante, apreciaba tanto la vista que, no me importaba congelarme unos minutos.—Sérgio te está buscando, tu turno entra en diez minutos— recordó la pelinegra, asentí con la cabeza y me puse de pie sin despegar la vi