―¿Estás bien? ―Circe se acercó a Karman quien estaba trabajando en unas hermosas coronas hechas con lirios blancos, las flores favoritas de Maribella. ―¿Qué pregunto? ―Sonrió burlándose de ella misma. ―Tú no estás bien. ―Karman la miró a los ojos, había estado pensando tanto en algo que ahora realme
―¿Qué sucede? ―Karman se acercó mucho más a ella, jamás la había visto tan asombrada. ―Circe, ¿Qué está pasando? ¿La sentenciaron a una muerte dolorosa? ¿Acaso eso significa que no irá al cielo? ¡Habla! ―La enterraríamos viva. ―Karman quedó petrificada al escucharla. ―Ella está viva, está hechizada
―Dejarlo vivir también sería un premio. ―Todos miraron a Karman. ―Trevor. ―Miró a su esposo. ―Sé que dije que quería recuperar mi vida y pelearía por hacerlo sin importar cuanto me costara. ―Bajó la mirada. ―Pero el caso es que no podré seguir adelante con todos estos recuerdos… por mucho que yo sup
El regreso a casa había sido bastante estresante, la urbanización estaba destrozada y tenían que volver a iniciar desde cero, pero el apoyo de las demás manadas fue esencial para ellos. Habían pasado tres meses y ya todo estaba volviendo a la normalidad, finalmente las personas podían abandonar el m
―Dios, la vida en el mundo sobrenatural era tan tranquila. ―Cerró los ojos. ―El bullicio de la ciudad me devolvió la ansiedad el triple, eso no es de Dios. ―Las chicas rieron. ―Karmy. ―Miró a su amiga serio. ―Cariño, el mundo entero está encendiendo una velita para que vuelvas al escenario. ―Karman
Trevor abrazó a su esposa, él tampoco lo quería creer, pero mirar a la mujer le dejaba todo en claro, es cierto lo que dice la carta y sabe exactamente por qué la mujer se encuentra en su puerta. ―Es mejor entrar. ―Recomendó a la joven. ―Por favor. ―La invitó a pasar, ella que estaba un poco nervio
―Yo solo quiero a mi hijo. ―Le tendió otra carta. ―Me estoy hospedando en un hotel, por favor. ―Los miró suplicante. ―Devuélvanme a mi bebé, no quiero demandarlos ni hacer un escándalo por esto, a mí nadie me conoce, no tengo nada que perder y mucho por lo que pelear. ―Eso sonó a amenaza. ―Gracias p
―Vamos, tulipán, no le hagas esto a tu esposo. ―Karman suspiró, ese hombre no deja de desearla ni siquiera cuando están en medio de una lucha legal. ―Déjame acabar con ese estrés. ―Besó la parte interna de sus muslos. ―Sabes tan bien como yo que ese estrés se me irá cuando ya terminemos con esto. ―