Trevor abrazó a su esposa, él tampoco lo quería creer, pero mirar a la mujer le dejaba todo en claro, es cierto lo que dice la carta y sabe exactamente por qué la mujer se encuentra en su puerta. ―Es mejor entrar. ―Recomendó a la joven. ―Por favor. ―La invitó a pasar, ella que estaba un poco nervio
―Yo solo quiero a mi hijo. ―Le tendió otra carta. ―Me estoy hospedando en un hotel, por favor. ―Los miró suplicante. ―Devuélvanme a mi bebé, no quiero demandarlos ni hacer un escándalo por esto, a mí nadie me conoce, no tengo nada que perder y mucho por lo que pelear. ―Eso sonó a amenaza. ―Gracias p
―Vamos, tulipán, no le hagas esto a tu esposo. ―Karman suspiró, ese hombre no deja de desearla ni siquiera cuando están en medio de una lucha legal. ―Déjame acabar con ese estrés. ―Besó la parte interna de sus muslos. ―Sabes tan bien como yo que ese estrés se me irá cuando ya terminemos con esto. ―
Karman no se dejó de él, ella inició a mover sus caderas y eso para Trevor fue una tortura, no pudo evitar gruñir y gemir, ella lo está haciendo a posta, sabe perfectamente que cuando se mueve de esa manera él no puede evitar correrse con más rapidez. Perdió por completo el control de la situación,
Karman giró al escuchar la risa de la mujer tras de ellos, Loris estaba mostrándole algo a los abogados desde su móvil y por las risas risueñas sabía de qué se trataba. ―Es idéntico a mí. ―Dijo la mujer orgullosa. ―Ya quiero tenerlo en mis brazos y poder darle todo mi amor. ―Miró a Karman sin perde
―Tulipán. ―Trevor gruñó. ―Deja de hablar de esa manera, y lo sé. ―La detuvo antes de que esa viperina y larga de lengua mujer limpiar el suelo con él. ―Yo también estoy muy enojado, pero llamándola de cualquier manera despectiva no nos hará ganar. ―No a ganar, pero sí contener las ganas de ponerla
Días de estrés estaban pasando Karman y Trevor, la mujer no había ido a las entrevistas, ella no había publicado en ningún periódico o revista, tampoco se había contactado con ellos para tratar de hacer otro acuerdo. Ella desapareció, pero no era un alivio, ambos estaban pensando el motivo de su de
―Quizás no lo acepte porque sin Jimmy ese poder no le servirá. ―Karman se encogió de hombros. ―Esto es una pesadilla, de las peores que he tenido. ―Hizo un puchero. Trevor paró en seco antes de entrar a la casa, el auto que se acerca a velocidad no lo conoce ni tampoco sabe como fue que entró. Al v