El regreso a casa había sido bastante estresante, la urbanización estaba destrozada y tenían que volver a iniciar desde cero, pero el apoyo de las demás manadas fue esencial para ellos. Habían pasado tres meses y ya todo estaba volviendo a la normalidad, finalmente las personas podían abandonar el m
―Dios, la vida en el mundo sobrenatural era tan tranquila. ―Cerró los ojos. ―El bullicio de la ciudad me devolvió la ansiedad el triple, eso no es de Dios. ―Las chicas rieron. ―Karmy. ―Miró a su amiga serio. ―Cariño, el mundo entero está encendiendo una velita para que vuelvas al escenario. ―Karman
Trevor abrazó a su esposa, él tampoco lo quería creer, pero mirar a la mujer le dejaba todo en claro, es cierto lo que dice la carta y sabe exactamente por qué la mujer se encuentra en su puerta. ―Es mejor entrar. ―Recomendó a la joven. ―Por favor. ―La invitó a pasar, ella que estaba un poco nervio
―Yo solo quiero a mi hijo. ―Le tendió otra carta. ―Me estoy hospedando en un hotel, por favor. ―Los miró suplicante. ―Devuélvanme a mi bebé, no quiero demandarlos ni hacer un escándalo por esto, a mí nadie me conoce, no tengo nada que perder y mucho por lo que pelear. ―Eso sonó a amenaza. ―Gracias p
―Vamos, tulipán, no le hagas esto a tu esposo. ―Karman suspiró, ese hombre no deja de desearla ni siquiera cuando están en medio de una lucha legal. ―Déjame acabar con ese estrés. ―Besó la parte interna de sus muslos. ―Sabes tan bien como yo que ese estrés se me irá cuando ya terminemos con esto. ―
Karman no se dejó de él, ella inició a mover sus caderas y eso para Trevor fue una tortura, no pudo evitar gruñir y gemir, ella lo está haciendo a posta, sabe perfectamente que cuando se mueve de esa manera él no puede evitar correrse con más rapidez. Perdió por completo el control de la situación,
Karman giró al escuchar la risa de la mujer tras de ellos, Loris estaba mostrándole algo a los abogados desde su móvil y por las risas risueñas sabía de qué se trataba. ―Es idéntico a mí. ―Dijo la mujer orgullosa. ―Ya quiero tenerlo en mis brazos y poder darle todo mi amor. ―Miró a Karman sin perde
―Tulipán. ―Trevor gruñó. ―Deja de hablar de esa manera, y lo sé. ―La detuvo antes de que esa viperina y larga de lengua mujer limpiar el suelo con él. ―Yo también estoy muy enojado, pero llamándola de cualquier manera despectiva no nos hará ganar. ―No a ganar, pero sí contener las ganas de ponerla