Dylan se divertía con la actitud de Violeta, le era difícil esconder que estaba muerta de los celos. Aunque cabreada era muy peligrosa, no podía negar que era muy cómico intentar apaciguar esos celos y demonios en su interior.
—Que me sueltes con un demonio, ¿Eres idiota? ¿No me escuchas? —Ella pataleaba intentando soltarse de sus brazos, pero no lo conseguiría.
—¿De verdad has venido a asesinarme? —Pregunta sobre su oído guardando una sonrisa.
—M@ldito, en lo que logre soltarme te juro que te meteré una bala en la cabeza o atravesare tu corazón con un cuchillo.
—¡No lo creo!
Rápidamente, Dylan se cargó a Violeta al hombro mientras que ella gritaba a cantaros. El profesor camina hasta su recámara con la chica a cuestas quien no paraba de quejarse y golpearlo.
—¿Dylan, qué estás
Dylan sonríe abiertamente al ver sorpresa en el rostro de Violeta, en esa posición penetro más fuerte el sexo de la chica consiguiendo que ella se arqueara para él mientras que las almohadas eran fiel testigo del ardiente placer que estaba experimentando por primera vez en su vida.—¡Aaahh!, Dylan, joder —Jadeo con intensidad.Este tomó ambas piernas apretándola contra su pecho, Dylan se deleitaba con la expresión de vergüenza y lujuria que Violeta mostraba. Es que quitarle la inocencia a esa mujer era todo un placer, se encendía no más al ver esa boca semi abierta y aquellos senos subir y bajar con cada arremetida. La verdad, es que se estaba conteniendo bastante para no explotar como un volcán.—¡Dylan! ¡Dylan!, creo que me…. ¡Ayyyy! Si —Clama al mismo tiempo que su cuerpo comienza a convulsionar.Esa era la luz verde q
—¿Y dónde está en estos momentos?—No ha salido de su apartamento desde anoche.—Quiero que lo mantengan bien vigilado, y me estén informando absolutamente todo.—Por supuesto, señor.La llamada termina, mientras que la mirada de esa persona se queda fija en un solo lugar. Aprieta el teléfono entre sus manos con fuerza al punto de poder romperlo, sus planes no estaban saliendo como quería y eso lo encrespaba más. Tendría que zanjar el asunto de una vez por todas, para quietarse ese m@ldito dolor de cabeza.[…]—¿Dónde demonios esta Violeta? —El grito de Demian resonó en toda la mansión esa mañana, los guardias sudaban frío ante la autoridad de su jefe.—Señor, es que la señorita…—¿Dónde está? —Su voz era tan amenazad
Los ojos del rubio irradiaban enojo, era típico que su padre lo dejara haciendo algún trabajo que no deseaba y esto lo cabreara. Ahora era ella quien tenía que lidiar con un tío molesto al que tendría que darle explicaciones, sospechaba que no la dejaría en paz si no lo hacía.—Ya debes saber que estaba con Dylan, por esa razón me estas armando tanto jaleo.—¿Acaso no escuchas lo que tu padre te dice?, me parece que te haces la tonta cuando te advierte una cosa.—¡Es inevitable! —Se cruza de brazos mirando hacia otro lado —. No me gusta obedecer.—Eres una malcriada Violeta, no sabes en lo que te estas metiendo. Estar al lado de ese sujeto no es bueno, por tu bien lo mejor que puedes hacer alejarte de él.—¿Por qué?, quiero que me des una razón convincente del porque no puedo estar con Dylan.Daniel
—Violeta, debes calmarte un poco. Mejor… mejor baja esa arma y conversemos.—Responde lo que te he preguntado —Lo mira sin siquiera parpadear.—Lo mejor es que le respondas, Daniels.—No, no fue tu padre, ni ninguno de nuestros hombres. No he dado ninguna orden como esta, debes creerme pequeña.Ella pareció creerle a Daniels lo que resulto que bajara el arma al mismo tiempo que derramaba más lágrimas. El rubio al sentir la pena de su sobrina se aproxima a ella, se inclina hasta quedar a la misma altura que ella.—Tranquila Violeta.—Está muerto, alguien lo ha matado —Expresa con voz de dolor.—Violeta, escucha él…—No creo que este muerto, lo más probable es que se lo llevaran —Comenta agachándose.—¿Qué? —Ella levanta la mirada.—Por los indicios,
El avión de Daniels era baleado sin parar, no encontraba las maneras de salir para ir por Violeta y Gastón. La explosión del coche fue tan cerca de ellos que sospecho que estaban gravemente heridos. Miro por la ventanilla del avión vislumbrando que el sujeto recargaba la bazuca y la apuntaba justo hacia el avión.—¡Ay no, mi3rda! —Arriesgándose a que le metieran una bala salta del avión, le da la vuelta al mismo sintiendo que algunas balas rozan por encima de su cabeza.Y fue cuando a sus espaldas una gran explosión se hizo presente, la onda de la misma lo expulso a unos cuantos kilómetros del mismo. El impacto del golpe contra el pavimento fue doloroso, porque sintió como si su cerebro de estremeciera. Por un par de minutos se quedó inmóvil, le dolía a horrores la cara y todo el cuerpo, pero necesitaba ponerse en pie para ayudar a su familia.—M@ld
—Daniels, Gastón ¿Cómo están? —Pregunta Demian no más al entrar en la habitación donde los tenían a ambos.—Jodidos —Contesta el segundo.—Nos estaban esperando esos hijos de perra, y se han llevado a Violeta —Argumenta el rubio poniéndose en pie.Demian ve la convicción de su amigo de salir a la calle en busca de su sobrina lo que lo lleno de orgullo. Pero no podía permitir ponerles en riesgos a todos una vez más, Aurora lo mataría como si alguien más de la familia saliera herido.—Sera mejor que te quedes y descanses, esa herida en tu cabeza es seria.—Ni te creas que te dejare toda la diversión, esos putos volaron mi avión. Se los haré pagar.—Reece y yo nos podemos encargar.—Yo también iré —Gastón se levanta de la cama.Con tod
El avión de Violeta aterrizo, no supo cuánto tiempo se demoró en llegar a su destino, pero al fin llegaron. La joven observa por la ventanilla mientras que el avión terminaba por frenar, reconocía ese aeropuerto, muchas veces lo visito en compañía de su familia. ¿Pero qué demonios hacían tan lejos?Seguía fisgoneando por la ventanilla cuando de repente siente un piquete ansiedad en el cuello.—¡Ah! —Exclama confundida llevando la mano al tiempo que fue picada.Al girar el rostro se percata de que él m@ldito al que deseaba asesinar le inyecto algo en el cuello.—Dulces sueños princesa…—Puto, m@ldi... —No logro decir más, ya que cayo inconsciente sobre el asiento.—Sáquenla de aquí —Ordena.[…]Sacándose el saco, Demian baja los escalones de su
Dylan aprieta la mandíbula con fuerza, sus ganas de estrangular a ese tipo eran enormes. Tanto tiempo queriendo librarse de aquel yugo para caer nuevamente a causa de una debilidad. De momento no le quedaba más opción que aceptar las condiciones que le estaban imponiendo, ya que si no lo hacia la vida de Violeta correría peligro. Sin duda alguna la asesinarían, al menos estaría bajo su protección.—Si alguien le toca un solo cabello, se muere.—Nadie la tocara —El hombre levanta ambas manos.Se dio la vuelta, toma a Violeta entre sus brazos alejándola de todos los idiotas a sus espaldas. Observa la palidez de su cara llenándolo de preocupación y dudas.—Envíen a un médico, de inmediato —Grita.Luego de una larga y exhaustiva revisión en el cuerpo de Violeta, el medico dictamino que a pesar de que la herida había sido sutur