El avión de Violeta aterrizo, no supo cuánto tiempo se demoró en llegar a su destino, pero al fin llegaron. La joven observa por la ventanilla mientras que el avión terminaba por frenar, reconocía ese aeropuerto, muchas veces lo visito en compañía de su familia. ¿Pero qué demonios hacían tan lejos?
Seguía fisgoneando por la ventanilla cuando de repente siente un piquete ansiedad en el cuello.
—¡Ah! —Exclama confundida llevando la mano al tiempo que fue picada.
Al girar el rostro se percata de que él m@ldito al que deseaba asesinar le inyecto algo en el cuello.
—Dulces sueños princesa…
—Puto, m@ldi... —No logro decir más, ya que cayo inconsciente sobre el asiento.
—Sáquenla de aquí —Ordena.
[…]
Sacándose el saco, Demian baja los escalones de su
Dylan aprieta la mandíbula con fuerza, sus ganas de estrangular a ese tipo eran enormes. Tanto tiempo queriendo librarse de aquel yugo para caer nuevamente a causa de una debilidad. De momento no le quedaba más opción que aceptar las condiciones que le estaban imponiendo, ya que si no lo hacia la vida de Violeta correría peligro. Sin duda alguna la asesinarían, al menos estaría bajo su protección.—Si alguien le toca un solo cabello, se muere.—Nadie la tocara —El hombre levanta ambas manos.Se dio la vuelta, toma a Violeta entre sus brazos alejándola de todos los idiotas a sus espaldas. Observa la palidez de su cara llenándolo de preocupación y dudas.—Envíen a un médico, de inmediato —Grita.Luego de una larga y exhaustiva revisión en el cuerpo de Violeta, el medico dictamino que a pesar de que la herida había sido sutur
Al parecer estaba al tanto de todo, pero creyó que faltaba algo más. Dylan respiro profundo mientras observaba ese maltratado, pero hermoso rostro.—Violeta debes saber que… —En eso la puerta de la habitación se abre interrumpiendo las palabras de Dylan.—¡Oh, excelente! Ambos están aquí.Violeta observo al sujeto que irrumpió en la recámara, ella lo conocía, sabía bien de quien se trataba. Pero, ¿Qué estaba haciendo en esa casa? ¿Ese hombre fue quien capturo a Dylan y a ella?—¿Tú? —Violeta frunce el ceño observando con odio a ese sujeto.—Parece que sabes bien quien soy.—¡Por supuesto! —Medio sonríe, pero de manera peligrosa —. ¿Le tengo que recordar quien es mi padre?—No hace falta, aquí lo que importa es por qué est&aacu
Por más que intentara resistirse a Dylan le era imposible, por mucho entrenamiento de combate que Violeta tuviera no conseguía sacarse de encima a Dylan, por su estatura, corpulencia y por un factor bastante importante, que ella estaba colada por él. Y después de recibir aquel beso la dejo fuera de combate, él sabía muy bien cómo ganarle una batalla mientras que Dylan estaba en ventaja ella tenía todas las de perder.Para cuando el beso se profundizo por ambas partes, las caricias se hicieron más fieras y urgidas. Era como si ya no pudieran detenerse, Violeta había abierto las piernas a tal punto que Dylan se encontraba muy acomodado entre sus muslos. La castaña se aferra a la espalda de él intentando sacarle la camisa.—Violeta —Gime al sentir que ella le subía la prenda —. Espera, tú no...—No, cállate.Ella afianzo el beso ar
Dylan abrió las puertas del despacho de su padre de par en par, enfoco al hombre que a pesar de su edad se mantenía bastante conservado.—¿Qué es lo que quieres? —Dylan se detiene ante él sin mostrar ni un Apis de indulgencia.—Al fin te desprendes de esa mujer, el hecho de que estará con nosotros por un tiempo no quiere decir que te vas a olvidar de los problemas que aquí tenemos.—¿Para eso me has mandado a llamar?, para una tontería como esa —Niega dándose la vuelta.—Espera… tenemos asuntos de que hablar. Has pasado muchos años afuera así que es buen momento para que te pongas al tanto de las cosas.—Dime algo que no sepa, Alonzo.—¡Ah! ¿Así que has hecho tu trabajo todo este tiempo?—Pude estar alejado de toda esta b@sura, pero siempre estuve al tanto.—&
De sus ojos brotaban chispas de rabia, la única intensión de Violeta era la de asesinar a esa idiota que tenía en frente, pero Dylan se empeñaba en detenerla.—Basta Violeta, no conseguirás nada con atacarla.—Claro que sí, si le saco los ojos me sentiré muy bien.—¡Como si pudieras! —Emma sonríe con burla.—Ni te imaginase en lo que te estas metiendo, estúpida. En cuanto tenga la oportunidad juro que me las pagaras.—¿Acaso te enoja que haya explotado tu coche?La castaña frunce el ceño, esa perra la había atacado con todo. Y estuvo a punto de conseguir asesinarla. La muy desgraciada era la que estaba detrás de todos aquellos atentados. Por su culpa Liam estaba hospitalizado.—Es suficiente —Proclama Alonzo poniéndose en pie —. No quiero escándalos en mi casa
Dylan se incorporó lo suficiente como mirarla a la cara, frunce el ceño al notar sorpresa en su rostro, pero curiosamente también se había sonrojado. Efectivamente, no hacía falta que Violeta le contestara nada, era más que evidente que ella sentía lo mismo que él sentía por ella. Le alegraba saber que ella lo amaba, pero la pregunta que realmente debía hacerse era ¿ella estaba dispuesta a pelearse con el mundo entero para estar a su lado?—¿Te cuesta responderme algo tan sencillo? —El chico medio sonríe notando ese rubor natural en sus mejillas —. ¿Ya te he dicho lo hermosa que te vez cuando te sonrojas? —Termina por decirle al no escuchar palabra alguna.Violeta lleva la mirada hacia otro lado, avergonzada por ser descubierta. Se sentía tan expuesta cuando estaba en compañía de Dylan, en muchas oportunidades era como si
Los guardaespaldas de Alonzo llevaron armas a su despacho, el hombre tomo varias guardándolas entre sus prendas. El mafioso estaba tan cabreado, sabía que Demian aparecería en cualquier momento, pero no conto con que hiciera un completo desastre dentro de su casa.—Ese hijo de puta, me las pagara.—Señor —Un guardia armado entra en el despacho todo acelerado —Los Morgan destrozaron la entrada de la mansión.—Desgraciado, ¿Dónde está la perra de su hija?—En la habitación del joven Dylan.—Muy bien.—Alonzo, el miserable de Demian está aquí —Emma ingresa en el despacho con expresión de preocupación.—Dime algo que no sepa.—Pero ¿qué voy hacer yo?El hombre tomó algunas armas quitando los seguros de las mismas, luego mira a la mujer con la hab&iac
Emma bajo el arma guardando una peculiar sonrisa en los labios. Afila la mirada sin apartar la misma de la de Violeta quien no le despegaba la suya.—Muy bien, vamos a divertirnos un poco. Que nadie se meta en esto, ¿entendido? Esto es entre la Morgan y yo.—¡Violeta!, hagas esto —Grita Dylan.Pero Dylan no había terminado de decir la última palabra cuando Violeta se abalanzo sobre Emma tomándola desprevenida, sus ganas de asesinarla eran tan grandes que nada más estaba esperando que bajara el arma para darle su merecido. La castaña no pensaba perdonarle ni mucho menos dejarle pasar el hecho de que había besado a Dylan en sus narices. La haría sangrar.Violentamente, Violeta tomó a Emma por el cuello aplicándole una llave llevando su cuerpo al suelo. Y allí fue cuando empezó a golpear el rostro de esa mujer con tanta fuerza que no le daba oportunida