Los ojos del rubio irradiaban enojo, era típico que su padre lo dejara haciendo algún trabajo que no deseaba y esto lo cabreara. Ahora era ella quien tenía que lidiar con un tío molesto al que tendría que darle explicaciones, sospechaba que no la dejaría en paz si no lo hacía.
—Ya debes saber que estaba con Dylan, por esa razón me estas armando tanto jaleo.
—¿Acaso no escuchas lo que tu padre te dice?, me parece que te haces la tonta cuando te advierte una cosa.
—¡Es inevitable! —Se cruza de brazos mirando hacia otro lado —. No me gusta obedecer.
—Eres una malcriada Violeta, no sabes en lo que te estas metiendo. Estar al lado de ese sujeto no es bueno, por tu bien lo mejor que puedes hacer alejarte de él.
—¿Por qué?, quiero que me des una razón convincente del porque no puedo estar con Dylan.
Daniel
—Violeta, debes calmarte un poco. Mejor… mejor baja esa arma y conversemos.—Responde lo que te he preguntado —Lo mira sin siquiera parpadear.—Lo mejor es que le respondas, Daniels.—No, no fue tu padre, ni ninguno de nuestros hombres. No he dado ninguna orden como esta, debes creerme pequeña.Ella pareció creerle a Daniels lo que resulto que bajara el arma al mismo tiempo que derramaba más lágrimas. El rubio al sentir la pena de su sobrina se aproxima a ella, se inclina hasta quedar a la misma altura que ella.—Tranquila Violeta.—Está muerto, alguien lo ha matado —Expresa con voz de dolor.—Violeta, escucha él…—No creo que este muerto, lo más probable es que se lo llevaran —Comenta agachándose.—¿Qué? —Ella levanta la mirada.—Por los indicios,
El avión de Daniels era baleado sin parar, no encontraba las maneras de salir para ir por Violeta y Gastón. La explosión del coche fue tan cerca de ellos que sospecho que estaban gravemente heridos. Miro por la ventanilla del avión vislumbrando que el sujeto recargaba la bazuca y la apuntaba justo hacia el avión.—¡Ay no, mi3rda! —Arriesgándose a que le metieran una bala salta del avión, le da la vuelta al mismo sintiendo que algunas balas rozan por encima de su cabeza.Y fue cuando a sus espaldas una gran explosión se hizo presente, la onda de la misma lo expulso a unos cuantos kilómetros del mismo. El impacto del golpe contra el pavimento fue doloroso, porque sintió como si su cerebro de estremeciera. Por un par de minutos se quedó inmóvil, le dolía a horrores la cara y todo el cuerpo, pero necesitaba ponerse en pie para ayudar a su familia.—M@ld
—Daniels, Gastón ¿Cómo están? —Pregunta Demian no más al entrar en la habitación donde los tenían a ambos.—Jodidos —Contesta el segundo.—Nos estaban esperando esos hijos de perra, y se han llevado a Violeta —Argumenta el rubio poniéndose en pie.Demian ve la convicción de su amigo de salir a la calle en busca de su sobrina lo que lo lleno de orgullo. Pero no podía permitir ponerles en riesgos a todos una vez más, Aurora lo mataría como si alguien más de la familia saliera herido.—Sera mejor que te quedes y descanses, esa herida en tu cabeza es seria.—Ni te creas que te dejare toda la diversión, esos putos volaron mi avión. Se los haré pagar.—Reece y yo nos podemos encargar.—Yo también iré —Gastón se levanta de la cama.Con tod
El avión de Violeta aterrizo, no supo cuánto tiempo se demoró en llegar a su destino, pero al fin llegaron. La joven observa por la ventanilla mientras que el avión terminaba por frenar, reconocía ese aeropuerto, muchas veces lo visito en compañía de su familia. ¿Pero qué demonios hacían tan lejos?Seguía fisgoneando por la ventanilla cuando de repente siente un piquete ansiedad en el cuello.—¡Ah! —Exclama confundida llevando la mano al tiempo que fue picada.Al girar el rostro se percata de que él m@ldito al que deseaba asesinar le inyecto algo en el cuello.—Dulces sueños princesa…—Puto, m@ldi... —No logro decir más, ya que cayo inconsciente sobre el asiento.—Sáquenla de aquí —Ordena.[…]Sacándose el saco, Demian baja los escalones de su
Dylan aprieta la mandíbula con fuerza, sus ganas de estrangular a ese tipo eran enormes. Tanto tiempo queriendo librarse de aquel yugo para caer nuevamente a causa de una debilidad. De momento no le quedaba más opción que aceptar las condiciones que le estaban imponiendo, ya que si no lo hacia la vida de Violeta correría peligro. Sin duda alguna la asesinarían, al menos estaría bajo su protección.—Si alguien le toca un solo cabello, se muere.—Nadie la tocara —El hombre levanta ambas manos.Se dio la vuelta, toma a Violeta entre sus brazos alejándola de todos los idiotas a sus espaldas. Observa la palidez de su cara llenándolo de preocupación y dudas.—Envíen a un médico, de inmediato —Grita.Luego de una larga y exhaustiva revisión en el cuerpo de Violeta, el medico dictamino que a pesar de que la herida había sido sutur
Al parecer estaba al tanto de todo, pero creyó que faltaba algo más. Dylan respiro profundo mientras observaba ese maltratado, pero hermoso rostro.—Violeta debes saber que… —En eso la puerta de la habitación se abre interrumpiendo las palabras de Dylan.—¡Oh, excelente! Ambos están aquí.Violeta observo al sujeto que irrumpió en la recámara, ella lo conocía, sabía bien de quien se trataba. Pero, ¿Qué estaba haciendo en esa casa? ¿Ese hombre fue quien capturo a Dylan y a ella?—¿Tú? —Violeta frunce el ceño observando con odio a ese sujeto.—Parece que sabes bien quien soy.—¡Por supuesto! —Medio sonríe, pero de manera peligrosa —. ¿Le tengo que recordar quien es mi padre?—No hace falta, aquí lo que importa es por qué est&aacu
Por más que intentara resistirse a Dylan le era imposible, por mucho entrenamiento de combate que Violeta tuviera no conseguía sacarse de encima a Dylan, por su estatura, corpulencia y por un factor bastante importante, que ella estaba colada por él. Y después de recibir aquel beso la dejo fuera de combate, él sabía muy bien cómo ganarle una batalla mientras que Dylan estaba en ventaja ella tenía todas las de perder.Para cuando el beso se profundizo por ambas partes, las caricias se hicieron más fieras y urgidas. Era como si ya no pudieran detenerse, Violeta había abierto las piernas a tal punto que Dylan se encontraba muy acomodado entre sus muslos. La castaña se aferra a la espalda de él intentando sacarle la camisa.—Violeta —Gime al sentir que ella le subía la prenda —. Espera, tú no...—No, cállate.Ella afianzo el beso ar
Dylan abrió las puertas del despacho de su padre de par en par, enfoco al hombre que a pesar de su edad se mantenía bastante conservado.—¿Qué es lo que quieres? —Dylan se detiene ante él sin mostrar ni un Apis de indulgencia.—Al fin te desprendes de esa mujer, el hecho de que estará con nosotros por un tiempo no quiere decir que te vas a olvidar de los problemas que aquí tenemos.—¿Para eso me has mandado a llamar?, para una tontería como esa —Niega dándose la vuelta.—Espera… tenemos asuntos de que hablar. Has pasado muchos años afuera así que es buen momento para que te pongas al tanto de las cosas.—Dime algo que no sepa, Alonzo.—¡Ah! ¿Así que has hecho tu trabajo todo este tiempo?—Pude estar alejado de toda esta b@sura, pero siempre estuve al tanto.—&