El doctor blanqueció de inmediato al escuchar el apellido de la joven, de inmediato le hizo señas a la enfermera para que llevara a Liam a cirugías.
—Lo atenderemos señorita Morgan.
—¡Eso creí! —Baja el arma al ver que rápidamente se llevaban a su cuñado.
—Eso no era necesario —Objeta Dylan a su lado.
—Por supuesto que sí lo era… no sabes nada, si no pones un poco de presión no hacen nada.
—Lo hubiese hecho sin necesidad de que apuntaras un arma en su cabeza.
Dylan niega mientras observa su ropa cubierta de sangre ese tipo había perdido muchísima, dudaba que sobreviviera. Divisa la expresión de Violeta y, se le podía notar que estaba muy preocupada por su cuñado.
—Ven, busquemos un lugar donde sentarnos para esperar.
—Sí —Asiente dejándose llevar
Se sentía como una b@sura después de haber tratado de esa manera a Violeta, pero era la única manera que conocía para quitársela de encima. Todo lo que le había dicho era mentira, bueno en parte, pero contaba que con eso ella recapacitara de una vez por todas y pensara bien las cosas. ¡No podían estar juntos!, sin embargo muy dentro de él sí que deseaba estar con ella, pero lo suyo era prohibido Demian Morgan jamás los dejaría en paz.Recostó su cuerpo del asiento del taxi sintiéndose cansado de todo. Y eso que aún no había terminado de solucionar el pequeño detalle de la llegada de Emma, esa mujer era mucho más problema que la mismísima Violeta. La llevaba de vuelta a su pasado y eso sí que no estaba dispuesto a tolerar, por tal motivo necesitaba saber a qué había venido y luego de saberlo enviarla de vuelta por donde vino.<
—¿Todos son los familiares del paciente?—Yo soy su esposa, ¿Cómo está mi esposo?—Se pondrá bien, la bala no daño ningún órgano. Lo que sí, es que perdió mucha sangre y por desgracia ese tipo de sangre que tiene el paciente un poco complicada. Nos hemos acabado la que teníamos en el banco de sangre.—No se preocupe por eso doctor, en seguida le haré llegar más —Sentencia Demian.—Muchas gracias señor Morgan.—¿Puedo pasar a ver a mi esposo?—Sí, pero solo usted. No es conveniente que todos entren.—¿Liam está en condiciones de ser trasladado a una clínica? —Pregunta Demian.—Lo siento mucho, señor Morgan, pero no lo está… es conveniente que se quede aquí para su recuperación.El doctor se f
—Violeta, ¿Por qué no vas a casa y descansas un poco?, recuerda que apenas saliste de la clínica hace unos días ni siquiera has tenido el reposo adecuado.—Madre, eso no es necesario.—Si lo es… necesitas una ducha, mira toda esa ropa llena de sangre. Nosotras nos quedaremos aquí.Violeta se lo pensó y aunque no deseaba irse sabía que necesitaba un cambio de ropa y posiblemente dormir un poco. Igualmente quedándose allí no lograría nada, no permitían ver a Liam así que lo mejor era regresar a casa.—De acuerdo —Se pone en pie luego de despedirse de su madre.—Violeta —Lucia la toma de la mano para detenerla —Dale las gracias a ese sujeto, el que te gusta. Sino no hubiese sido por él mi Liam estaría muerto.—¿El que me…?, olvídalo, ya no volveré a verlo.
Dylan se divertía con la actitud de Violeta, le era difícil esconder que estaba muerta de los celos. Aunque cabreada era muy peligrosa, no podía negar que era muy cómico intentar apaciguar esos celos y demonios en su interior.—Que me sueltes con un demonio, ¿Eres idiota? ¿No me escuchas? —Ella pataleaba intentando soltarse de sus brazos, pero no lo conseguiría.—¿De verdad has venido a asesinarme? —Pregunta sobre su oído guardando una sonrisa.—M@ldito, en lo que logre soltarme te juro que te meteré una bala en la cabeza o atravesare tu corazón con un cuchillo.—¡No lo creo!Rápidamente, Dylan se cargó a Violeta al hombro mientras que ella gritaba a cantaros. El profesor camina hasta su recámara con la chica a cuestas quien no paraba de quejarse y golpearlo.—¿Dylan, qué estás
Dylan sonríe abiertamente al ver sorpresa en el rostro de Violeta, en esa posición penetro más fuerte el sexo de la chica consiguiendo que ella se arqueara para él mientras que las almohadas eran fiel testigo del ardiente placer que estaba experimentando por primera vez en su vida.—¡Aaahh!, Dylan, joder —Jadeo con intensidad.Este tomó ambas piernas apretándola contra su pecho, Dylan se deleitaba con la expresión de vergüenza y lujuria que Violeta mostraba. Es que quitarle la inocencia a esa mujer era todo un placer, se encendía no más al ver esa boca semi abierta y aquellos senos subir y bajar con cada arremetida. La verdad, es que se estaba conteniendo bastante para no explotar como un volcán.—¡Dylan! ¡Dylan!, creo que me…. ¡Ayyyy! Si —Clama al mismo tiempo que su cuerpo comienza a convulsionar.Esa era la luz verde q
—¿Y dónde está en estos momentos?—No ha salido de su apartamento desde anoche.—Quiero que lo mantengan bien vigilado, y me estén informando absolutamente todo.—Por supuesto, señor.La llamada termina, mientras que la mirada de esa persona se queda fija en un solo lugar. Aprieta el teléfono entre sus manos con fuerza al punto de poder romperlo, sus planes no estaban saliendo como quería y eso lo encrespaba más. Tendría que zanjar el asunto de una vez por todas, para quietarse ese m@ldito dolor de cabeza.[…]—¿Dónde demonios esta Violeta? —El grito de Demian resonó en toda la mansión esa mañana, los guardias sudaban frío ante la autoridad de su jefe.—Señor, es que la señorita…—¿Dónde está? —Su voz era tan amenazad
Los ojos del rubio irradiaban enojo, era típico que su padre lo dejara haciendo algún trabajo que no deseaba y esto lo cabreara. Ahora era ella quien tenía que lidiar con un tío molesto al que tendría que darle explicaciones, sospechaba que no la dejaría en paz si no lo hacía.—Ya debes saber que estaba con Dylan, por esa razón me estas armando tanto jaleo.—¿Acaso no escuchas lo que tu padre te dice?, me parece que te haces la tonta cuando te advierte una cosa.—¡Es inevitable! —Se cruza de brazos mirando hacia otro lado —. No me gusta obedecer.—Eres una malcriada Violeta, no sabes en lo que te estas metiendo. Estar al lado de ese sujeto no es bueno, por tu bien lo mejor que puedes hacer alejarte de él.—¿Por qué?, quiero que me des una razón convincente del porque no puedo estar con Dylan.Daniel
—Violeta, debes calmarte un poco. Mejor… mejor baja esa arma y conversemos.—Responde lo que te he preguntado —Lo mira sin siquiera parpadear.—Lo mejor es que le respondas, Daniels.—No, no fue tu padre, ni ninguno de nuestros hombres. No he dado ninguna orden como esta, debes creerme pequeña.Ella pareció creerle a Daniels lo que resulto que bajara el arma al mismo tiempo que derramaba más lágrimas. El rubio al sentir la pena de su sobrina se aproxima a ella, se inclina hasta quedar a la misma altura que ella.—Tranquila Violeta.—Está muerto, alguien lo ha matado —Expresa con voz de dolor.—Violeta, escucha él…—No creo que este muerto, lo más probable es que se lo llevaran —Comenta agachándose.—¿Qué? —Ella levanta la mirada.—Por los indicios,