—¿Para dónde crees que vas así? —escuché la voz de Lotte escandalizada al ver que ingresé a su habitación, estaba acostada y se sentó de golpe en la cama.En lugar de irme directo a la habitación para cambiarme, me desvié y después de adivinar al abrir una puerta y otra, y otra, fue que logré dar con la que estaba ocupando Lotte.—Vengo, mi amor —la corrigió—, dirás ¿de dónde vengo? —agregué divertida—. Estaba en la piscina.—¿Así? —preguntó sorprendida señalando con el dedo índice derecho.—¿Y cómo es que debía estar? —respondí fingiendo confusión—. Si no es así, ¿cómo iba a estar en una piscina? —agregué levantando los brazos y dándome la vuelta.Sabía que Lotte se escandalizaría, esta es una de las situaciones en las que no congeniamos, tenemos gustos y personalidades totalmente distintas, tanto así que parecemos el cielo y la tierra, el día y la noche, somos contrapuestos. La mirada de Lotte parecía reventar, como si de verdad yo estuviera cometiendo un delito, o peor aún el peor
¿Qué si sufrí al ver su cuerpo tan bien formado con solo tres escasas telas que cubrían las partes más excitantes? Claro que sufrí, y todavía sigo padeciendo. Casi me atraganté. Como quien ve llenó su estómago antes de llevar la comida al plato, así me pasó con esa niña. No pude ignorar mi naturaleza, instintivamente mi cuerpo y mi olfato de hombre cazador la asumió como una mujer, una verdadera mujer. Me di cuenta que que la imagen que me ofreció nada tenía que ver con su comportamiento inmaduro. Su cuerpo contradecía la forma en la que ha actuado en todo este tiempo. Pese a lo desbocado que se vio mi cerebro y toda la parte instintiva de mi ser, acepté que debo tener precaución, ya comprobé que jamás asumiré a Becca como la hija que asumí en el pasado.—Hans, hola —escuché la voz de Lotte, su hermana.Giró a verla y la encontré en la entrada de mi despacho. A diferencia de Becca iba bien cubierta,, llevaba puesto un jean y una camisa de manga tres cuartos abotonada al frente, su cab
Tres días fue el tiempo que decidí tenerla encerrada, tres días de total aislamiento que espero hayan surtido un efecto positivo en ella. Ordené que la privaran de cualquier privilegio. Si en el internado no aprendió de las carencias y limitaciones que ordené les dieran a ella y a Lotte, conmigo lo va a aprender a la fuerza, ya no es una niña, y como la mujer que se ha empeñado en hacerme ver que se convirtió, debe soportar y aprender la lección que mi decisión lleva de trasfondo. De alguna forma tengo que hacerle entender que su forma de ser tan irresponsable no le llevará a obtener respuestas positivas del entorno. Becca debe entender que la belleza no le será suficiente para que el mundo soporte su comportamiento tan irresponsable, tan desligado del orden que debo mantener. Lamentablemente para ella le toca hacer vida en mi mundo y bajo mi mando.Me puso en evidencia delante de su hermana, y aunque me importe un bledo lo que el mundo piense, procuro hacer eco de la prudencia, y eso
—Hans, ¿tú por aquí otra vez esta semana? —Lucas el dueño del club lo saluda con su acostumbrada emoción.—Necesito liberarme del estrés, ¡Qué te puedo decir! —exclamó y levantó las manos—. Si no soy bien recibido me iré a otro lugar, total, huecos como estos es lo que sobran —agregó de manera despectiva pero a modo de broma. Lucas se carcajeó y le hizo seña para que caminara, al llegar a su lado lo abrazó por los hombros para caminar juntos a una de las mesas exclusivas—¿Cómo te ha ido con los Dickman? ¿Lograste encontrarte con ellos? —le preguntó luego de que tomaron asiento uno frente al otro.—No, ya ni recordaba a esos insectos, como en casa no he sentido el efecto de las plagas ni recordaba que andan por ahí buscando picar a quien menos les conviene —contesté serio.Mi comentario aunque pareciera una broma, estaba lejos de ello. Como me encuentro ahora, alterado por culpa de esa niñata, seguro me consigo a alguno de ellos en el camino y no dudaré en enfrentarme a ellos.—Ayer m
Huyendo de mis instintos, decidí quedarme en esa suite toda esa noche y parte del día siguiente. Era cerca de la media noche cuando me aburrí, le pagué a la chica y tomé el volante de mi camioneta. Manejé hasta mi casa.No esperaba encontrar a nadie despierto a esta hora de la noche, más que a los hombres encargados de hacer las rondas correspondientes. Me sorprendí al ver a la niñata en el jardín, sentada a gusto con un vaso en la mano. Al acercarme un poco, pero manteniendo la distancia apropiada pude comprobar que estaba tomando whisky. No estoy en contra de estas cosas, pero viniendo de ella cualquier previsión es cuidado a un futuro convulsionado.—¡Hasta que al fin el señor aparece! —le escuché decir en voz alta sin ni siquiera voltear a verme.Comprobé lo que me dijo la noche que salí de aquí, el aroma de la poca loción que debe quedar impregnada en mi ropa delató mi llegada.—Cuéntame, ¿Dónde estaba? ¿A quién fuiste a matar ahora? o ¿Con qué hembra te estabas revolcando como p
—Necesito que nos reunamos al terminar —le anuncié a ambas.Estamos desayunando, me sorprendió ver a Becca en la mesa apenas hice acto de presencia, de Lotte lo esperaba. Era demasiado temprano para que ella se hubiera dispuesto a poner su hermoso cuerpito en esa silla. No supe si se quedó en el jardín después que me retiré y la dejé allí con las ganas de que le siguiera el juego, lo cierto es que consideré que no la vería sino hasta bien entrada la noche con unos tragos de más aunado al efecto de la nicotina, creí que haría valer su forma irresponsable de vivir la vida, sin horario ni un norte en el que fijarlo.—¿Sucedió algo? —me preguntó Lotte.—Nada de qué lamentarse, solo son medidas que tomé y debo comunicárselas —manifesté y me llevé un buen trozo de jamón a la boca, lo que les dio la impresión de que no pensaba seguir discutiendo en la mesa.Lotte aparentemente lo entendió y lo aceptó, la otra no sé si lo entendió, pero sí, como es su intención siempre de llevarme la contrari
Con toda la intención de avanzar lo más rápido que pudiera para garantizar mi seguridad, ese mismo día trabajé con Lotte por varias horas y luego salí a resolver otros pendientes y en la mitad de la tarde fue que me arme de valor para aguantar un par de horas la carga energética que se gasta.—Vamos abajo —le pedí a Becca al ingresar a su habitación.La encontré acostada en una posición de total relajación viendo la televisión, algo que me pareció extraño porque no aparenta estar tranquila ni siquiera con esas cosas.—Ahora ¿Para qué? —preguntó en actitud sobrada mostrando su renuencia a obedecer.—Haz caso, nos vemos abajo en unos minutos —le dije serio desde la entrada—. Si no bajas en unos tres minutos me iré con Lotte.Sin darle detalle de mis intenciones salí de la habitación y cerré la puerta, avancé luego a la habitación de Lotte, quien en cambio. estaba sentada frente a su escritorio al frente de la laptop y una serie de hojas.—Hey —llamé su atención porque pareció que no se
No soy inocente de todo lo que representaba la oportunidad que nos estaba dando el desgraciado de Hans. Claro que soy consciente de la utilidad tan grande que aprender a manejar armas traería a mi vida, y sobre todo por las intenciones que tengo. Aprovechando su decisión de enviarme lejos, planifiqué alejarme del todo de él. La vida que quiero y me sirve no la puedo realizar si permanezco bajo su observación. Es asfixiante tenerlo a él o a cualquiera de sus pendejos pendientes de todo lo que hago. No puedo ni respirar sin sentir que hay alguien cerca verificando a qué se deben mis suspiros. Desde hace días llevo conteniendo las ganas de recurrir a la autocomplacencia. Extraño a Siem, y más que a él en sí, sus cogidas. «¡Por Dios!», exclamé en mi mente al sentir la revolución interna de mi cuerpo cuando solo restregué mis senos en su costado. Lo hice con toda intención de fastidiarlo. El desgraciado es tan pendejo que me dejó ver cuán débil puedo llegar a ponerlo. Es un juego todo e