La señora cerró la puerta detrás de sí dejando a la joven castaña con el vestido entre sus manos y confusión en su rostro. Levantó la prenda delante de ella con rabia y la arrojó a un costado sin cuidado.“Está loco si cree que voy a ponerme ese maldito vestido” Bufó a sus adentros-Necesito salir de aquí- murmuró pensando en sus posibilidades. No tenía idea de donde estaba, si estaba cerca de su casa o siquiera en la misma ciudad.Recordaba que la mujer amable le había dicho que unos hombres la esperaban fuera del cuarto para llevarla al comedor, seguro eran los guardaespaldas del idiota ese llamado “Sr. White”. La joven estaba familiarizada con ese tipo de gente y estaba más que segura que ese hombre misterioso no era alguien de quien fiarse y tenía bien en claro que “Desayunar” no iba a significar solamente eso.Miró con desespero hacia todos lados. Había una puerta que conducía a un baño del mismo tamaño que la habitación, pero nada más, volvió sobre sus pasos hacia el cuarto y su
-Sí, quiero que trabajes para mí, para mi familia. El Grupo Sol ¿Te suena?¡Claro que le sonaba! ¿Qué persona de toda la ciudad no conocía al peligroso y poderoso Grupo Sol? No era tonta, sabía que era la familia que manejaba el tráfico de armas y tenía a todos los maleantes controlados y bajo sus órdenes.Clara abrió levemente sus ojos con asombro al darse cuenta que tenía al frente suyo al líder del Grupo Sol y rogó que ese hombre de mirada oscura y sonrisa divertida no notara el miedo que se apoderó de su cuerpo.Había pensado que era un simple niño rico caprichoso de papá, pero qué equivocada estaba. Había estado desafiando toda la mañana a un hombre que podía chasquear los dedos y simplemente deshacerse de ella sin que nadie se atreviera a preguntar luego.Tragó saliva pesadamente y se odió por eso.-¿Y bien?- finalmente habló el hombre.La joven se odió, tenía que mostrarle a ese tipo que su poder no la intimidaba, aunque no fuera cierto.-Estás loco si crees que voy a aceptar s
Clara no podía creer haber aceptado convertirse en la guardaespaldas de un maldito mafioso, pero así fue, ahora se encontraba en su nuevo cuarto con su nuevo uniforme de entrenamiento.-Esto es ridículo e hilarante- exclamó mientras se observaba en su espejo de tocador con una musculosa color negra y unos pantalones de algodón del mismo color, realmente parecía una toda una profesional con su cabello recogido en una coleta alta dejando completamente descubierto su rostro sin maquillaje.“No está nada mal” Pensó contemplando su figura, luego sacudió su cabeza quitando sus tontos pensamientos y volviéndose a sentirse irritada.¡Necesitaba volver a su negocio! Quería saber cómo estaba todo, si su tío se encontraba bien y si realmente esos malditos buenos para nada no lo habían matado por la deuda. Pero Ivan le había dicho que todo estaba resuelto y que no volverían a molestarlos.Clara quería creerle, supuso que no tenía más opción ya que tampoco tenía su móvil para verificarlo, según su
Micaela conocía a su mejor amiga Clara desde hacía años, prácticamente habían crecido juntas y aún así nunca dejaba de sorprenderla. Su amiga era una caja de pandora, siempre salía con algo nuevo. Quizás por ello es que cuando vio que un coche de alta gama, de color negro y perfectamente lustrado detenerse en la puerta de su casa, supo que Clara tenía algo que ver con eso.Y lo confirmó rápidamente cuando la joven salió del asiento trasero. La observó con curiosidad desde la ventana de su casa, la joven castaña se acercó a la puerta del conductor, la abrió y se inclinó hacia dentro del coche, como si le estuviera diciendo algo a la persona que estaba dentro, para luego cerrar la puerta con fuerza como si de una puerta giratoria se tratase.Micaela observó con curiosidad cómo el coche no se iba mientras su amiga caminaba apresurada hacia la puerta de su casa, parecía que la estaba esperando para volver.Escuchó que el timbre de su casa sonaba y corrió hacia la puerta, necesitaba saber
-Pruébame.- murmuró peligrosamente contra su cuello, con la voz aterciopelada y tan grave que provocó un calor no solo en sus mejillas, sino también en su entrepierna.Clara abrió sus labios rosados y húmedos por su saliva queriendo decir algo que jamás salió. Como si esa mirada tan profunda y llena de lujuria le hubiese quitado el aliento. Abrió y cerró la boca varias veces y parpadeó como si quisiera salir del hechizo en el que estaba atrapada, pero sin éxito.Ivan se acercó más, como si eso fuera realmente posible y pudo sentir el aroma de su colonia, una mezcla de madera y café que la encendió aún más. Cerró los ojos por un momento al sentir sus ojos humedecerse por la conmoción justo cuando la traviesa y descarada rodilla del hombre se movió entre sus piernas que no lucharon y se separaron a merced de su jefe.Ivan también cerró sus ojos y se dejó llevar por el aroma natural de la piel de la joven que se sentía en su nariz como miel pura, un perfume dulce que hizo que su garganta
Sorprendentemente Clara abrió sus ojos color miel antes de que el despertador sonase, eso jamás le había pasado antes. Aunque siempre había sido una madrugadora, le había costado dar la bienvenida al nuevo día.Pero esta vez una gran sonrisa se esbozó en su rostro mientras se estiraba debajo de las suaves sábanas y gemía de placer, como si nunca antes hubiese dormido tan bien como esa noche.“¿Por qué Será? ¿Será por lo cómoda que era la lujosa cama?”No tuvo que indagar mucho más, cuando se quitó las sábanas de encima suyo se dio cuenta de que estaba completamente desnuda, avergonzada de sí misma se volvió a cubrir ocultando su rostro.Tapó su boca con las sábanas y chilló avergonzada, recordando lo que había hecho a noche, el pecado que había cometido, rápidamente corrió hacia la ducha y se metió debajo de la lluvia helada que chocó contra su cuerpo caliente, porque el solo hecho de recordar el aliento caliente de esa voz tan varonil contra su cuello y ese aroma tan embriagador habí
-¿Tú no saludas?- exclamó Ivan enarcando una ceja mientras una sonrisa ladeada aparecía en su rostro.Clara puso los ojos en blanco antes de exclamar de forma burlona.-Buenos días señor White.- Luego se levantó de su asiento y tomó lo que había sobrado del desayuno para dejarlo en la cocina.-¿A dónde vas?- preguntó el joven quien había comenzado a irritarse por el desinterés de la joven.-Ya me iba antes de que llegaras.-La castaña intentó alejarse de él, pero la tomó de su antebrazo y comenzó a arrastrarla fuera de allí.-¡Me está comenzando a irritar que siempre hagas lo mismo!- chilló mientras era sacada del comedor bajo la mirada atónita de todos.-Ven a desayunar conmigo- murmuró con la voz ronca de recién levantado.Clara no dijo nada, prefirió seguir manteniendo su cara de fastidio y sus gruñidos para tratar de hundir en lo profundo de su ser el nerviosismo que le generaba esa voz vibrante y esa mano firme rodeando su brazo con tanta facilidad.Ivan finalmente la soltó cuand
Ivan no estaba escuchando nada de su reunión matutina, asentía con la cabeza y de vez en cuando respondía con un “Si” para que no se notara tanto que no podía quitar de su mente el incómodo encuentro que había sucedido esa mañana. Lo cierto es que sabía que en algún momento eso iba a suceder, su padre iba a cruzarse alguna vez con Clara. Solo que no esperaba que fuera tan pronto.Sus palabras giraban por su cabeza sintiendo su cuello y sus orejas enrojecerse por la humillación. Le había dicho a esa mujer cabeza dura que no permitiría que nada le pasara y lo había dicho frente a su padre.La verdad es que era cierto, la sola idea de imaginarla en peligro le hervía la sangre y sabía que mataría a cualquier que lo intentara. Por ello es que estaba comenzando a cuestionarse si realmente la quería como guardaespaldas o la quería para algo más.“Basta, eso no va a suceder” Le dijo la voz sensata de su cabeza. Sacudió con fuerza sus ideas y se prometió prestar atención a la reunión, necesita