Darwin.Mylo me abrió la puerta y después de que saliera mi padre, estuvo detrás de nosotros.—Señores Baker. —Sarah nos dio un leve asentimiento—. Señor Baker. —Me miró—. Acabo de hablar con el juez, se ha concedido el juicio privado. Solo el jurado, el padre y madre de la fallecida, O'Reilly, su abogado, usted y yo.—¿Y mi padre?—Lo siento señor Baker. —Giró hasta Sasha—… pero usted entiende. Se ha concedido por respeto y discreción a todo lo que ha estado ocurriendo.—Basura —soltó mi padre, en cuanto caminamos rumbo a las escaleras—. Lo hacen porque ese bastardo es periodista y sus amigos también...—¡Señor Baker! —dijo precisamente uno de los periodistas.—¡Ex senador Baker!—¡Candidato Baker! —Y otro.—¿Podría responder nuestras preguntas, por favor?—Darwin…Giré el rostro hacia la voz. El silencio no tardó en llegar. Era Jules. Mi cara de asco seguramente fue capturada en medio de los periodistas mientras subíamos las escaleras.—Jules O'Reilly, ¡qué flexible es el descaro!
Darwin.Ver si Ronett allí, fue como el invierno en secundaria, cuando mi entonces amigo Mylo lanzó una cava llena de hielo y agua fría sobre mí.Se me erizó la piel hasta sentir que fácilmente podía irritarme.Quedé estático del frío.Y recordé aquella conversación que Ronett había tenido conmigo cuando nos presentaron, muchos años antes de conocer a Ámbar.—¿Hay alguna cosa de la que te arrepientas, Darwin?Ella tejía una clineja en su cabello. Llevaba una blusa descotada, unos shorts aunque anchos apegados a su estilo común. Olía a lujuria y hormonas.Aunque teníamos la misma edad yo sabía que no tenía nada que hablar con ella.La veía tan... fantasiosa y superficial.Aunque a decir verdad esas eran los únicos dos adjetivos que usaba cada que Sasha tenía una nueva conquista tras la muerte de mamá.—No —respondí.—¿Seguro?—Sí, ¿y tú? —intenté no ser descortés.Ambos estábamos sentados frente a frente en el jardín trasero que actualmente luce más bonito, y detrás del panel de vidrio
Darwin. Abro los ojos buscando por todos lados a la traicionera rata inmunda de Ronett, pero lo que hallo es a mi persona encerrada, sí, tras las rejas. —¡Qué demonios! —grito, tomando las rejas, intentando destruirlas—. ¿Qué demonios hago aquí? —¡Senador Baker! —¡Ya no soy senador! —bramo, dando dos pasos hacia atrás para darle paso al guardia que entra. No, no entra. —Ex senador Baker, está aquí por su comportamiento en la Corte Suprema. Usted conoce bastante de leyes y política, ¿no es así? El hombre, además de hablarme y mirarme de forma como si esto le parece divertido, me guiña el ojo y me señala hacia atrás. No quiero voltear. Siento la presencia de un hombre mucho más alto que yo y seguramente de mayor contextura, detrás de mí. Y veo con toda la rabia del mundo al guardia cuando sonando las llaves de la celda, se va. Y soy atacado, golpeado, aunque me defiendo en lo que puedo, por el hombre que comparte este pequeño espacio conmigo. Al final de la pelea, cuando de u
Ámbar.Estoy cansada.Incluso sabiendo que toda mi vida debía conformarme con "poco", sé que no merezco nada de lo que Darwin me da.Lo material no me interesa, desde hace mucho no lo hace; me importaba el amor y la atención que él podría darme, y nunca ha sabido dármelo.Nunca ha sabido quererme como incluso yo he estado dispuesta a hacerlo.Nunca ha sabido cuidar o respetar a sus amantes y era cuestión de tiempo para que pasara conmigo.Bajo al sótano por cosas importantes, y limpio con fuerza las lágrimas de mi cara.Cuando le pregunté a Darwin que qué había pasado me refería a la golpiza que le había dado ese hombre, porque ya yo sabía todo lo que había pasado en el juicio, o al menos ya me hacía una idea.En cuanto Sebastian nos dijo lo que ocurría con Darwin, le pedí a Carly que fuera con Ronetta y Ronett al hospital para que les informara, para que no se enteraran por otros oídos y aquello pudiese alterarles frente a Ian.Mi asesora fue con ellas, mientras yo estaba en la camio
Ámbar.—Me acaban de ofrecer algo que puede salvarme.—¿A qué te refieres?Darwin toma mi mano y nos dirige a la sala para que nos sentemos. Y estando allí pienso en lo poco que hemos compartido de verdad en este sitio.Jamás hemos tenido verdaderas charlas en donde ambos descubramos algo de nuestras vidas o sentimientos. Jamás se ha esforzado por hacerme reír más de una vez.Y mucho menos ha querido que al menos tenga amistades, porque sé que si se entera que mi relación con Carly va más allá de lo laboral, no le agradará.No tengo libertad, no tengo... lo que de verdad necesito.—Bien, leí un mensaje de Sarah; dice que las evidencias realmente apuntan a que Gaspar lo ha hecho, no hay evidencias además de ese video extendido...Él me explica, por primera vez en mucho tiempo, algo con lujo de detalles. Me relata lo que Emily dijo en ese video, y me confiesa que él no sabía de su existencia, me habla sobre el trato que le hizo, y la razón por la cual Ronett fue la culpable de que perdi
Carly. Me coloco la chaqueta de cuero mientras subo a mi auto; estando dentro ajusto mis zapatos, y a la velocidad que corre alguien quien lo persigue el peligro, enciendo el auto y conduzco. Todo va estar bien. No voy a meterme en problemas. Solo tengo que rescatar a Ámbar en su clara huida de su abusador y llevarla a un lugar seguro. Luego me haré la loca. Fingiré que apenas la conozco. Joder, joder. Conduzco mordiéndome una uña y toco la corneta cuando una motocicleta se aparece de la nada, esta finalmente se quita y yo sigo mi camino. M****a. Tengo que sacarla de allí. No puede pasarle lo mismo que a mí. Lo recuerdo... recuerdo el cómo se siente estar atrapada y de repente encontrar una salida. Lo siento, es inevitable que no lo haga; siento su desespero ahora y eso solo hace que me concentre mucho más en lo que estoy haciendo, hasta que tras largos minutos después llego. Pero no está. Salgo se mi auto ajustando mi chaqueta porque hace frío, y en cuanto saco mi teléfono,
Carly.Mi cuerpo me grita que cierre los ojos pero la adrenalina que aún queda en mi cuerpo por el momento que pasó me mantiene despierta.Son las seis y media de la mañana y aún Elian no llega a su trabajo. No tengo otra forma de comunicarme con él y lo más seguro es que hable con él aquí, frente a frente.Aunque sé que tal vez pueda perder el control, dos cabezas son mejor que una y mucho más si una de esas está más que dispuesto a dar su vida.También lo he visto en sus ojos. Es la misma mirada que mi amor casado me daba cada que lográbamos vernos.Es amor.Bajo del auto dispuesta a esperarlo dentro cuando veo al dueño del lugar abrir junto a dos hombres, y justo cuando pongo un pie dentro una voz me hace levantar la mirada.—Señorita, qué gusto tenerla tan temprano por aquí, Levi. —Me extiende su mano, yo la tomo y aunque me aprieta y le devuelvo el apretón siento que no tengo fuerza en el cuerpo—. ¿Mánager de Ámbar Wallace cierto?—Algo así —respondo, y me impacienta no ver a Eli
Ámbar.La finca que Darwin puso a mi nombre, la que me regaló en uno de mis cumpleaños, es donde sé que estoy cuando despierto.No sé por cuánto tiempo he dormido pero lo que sí sé es que mi cuerpo arde de una forma que no pensé podía volver a arder. No como la vez que abusaron de mí, esta vez es... mucho más dolorosa porque vino de una persona que quise mucho, y que pensé, a pesar de todo, sería incapaz de dejarme en estas condiciones.Gaspar tenía razón, Elian, Carly y Jules tenían razón en sus teorías hacia Darwin.Y yo solo he sido una estúpida idiota que estaba esperando... esperando que algo como esto pasara para terminar de perder mi fe en Darwin.Me levanto de la cama con sábanas azules que me cubren, y no espero que la puerta de la habitación abra, pero lo hace.Tengo tanto miedo, hasta de caminar, de verlo, de sentir que está cerca o de escucharlo.Me doy paso hacia el pasillo, la puerta del baño está abierta con la luz apagada. Me duele la cabeza.Pongo un pie en las escal