Darwin.—¡Felicitaciones, señor presidente!El bullicio altera mis oídos, pero puedo sentirme bien con algo. Tengo a mi esposa tomada de la mano, a mi hijo en la otra. Veo a mi padre y madre sentados al final de la sala sonriéndome, esperando por mí.Mi pequeño hombrecillo suelta mi mano, mi esposa corre detrás de él regañándolo. Camino hasta mis padres y aunque sé que algo anda mal en todo esto, me concentro en ellos.—Lo lograste, hijo. —Sasha me sonríe—. Eres un campeón. Digno hijo mío, ¿no, Keyla?Mi madre aunque sonríe me mira de una forma vacía.Pronto caigo al piso y tengo que cerrar los ojos con fuerza porque sus ojos se expanden de una forma diabólica.—¡Asesinaste a tu padre!Esas palabras se escuchan en mi cabeza, en los labios de mi madre.Veo a Sasha asfixiándose él mismo con la almohada, luego veo a todos lados y allí sigue igual, pero conmigo sobre él asfixiándolo.En medio del terror me doy la vuelta, y puedo verme en aquella habitación junto a Mylo, compartiendo una m
Elian.—Tienes que dejarla ir, Elian… —Melly intentaba hacerme entrar en razón—. No lo dejará nunca, y menos ahora con todo lo que está pasando, amigo. Dios, me duele verte así.Yo estaba devastado. Había dejado mis responsabilidades a un lado, los chicos se estaban encargando de todo mientras yo estaba allí, hablando con Mellyanna, alejados de la multitud que seguía la muerte de Sasha Baker.—Soy capaz de acabar con él ahora mismo —dije, seguro, viendo a la nada—. No puede tenerla, no la merece, Mellyanna. Estoy ciego, pero lo estoy porque sé que tengo razón en que Ámbar me ama y que solo hace y dice esas cosas para intentar ganar tiempo en no sé qué... Él lo sabe, ese imbécil sabe quién soy yo. Lo sabe y tal vez tienen una especie de trato. Yo no puedo creerle, Melly. Me hace daño pero no puedo creer que lo ha elegido a él...Ámbar era una buena mentirosa. Se había tenido que convertir en una porque vi en sus ojos lo mucho que le dolía. Ella no podría soportar que algo malo me suced
Elian.Niall Owen me dijo que solo necesitaba una llamada porque le había enviado una copia a varios canales esa misma mañana antes de ir al entierro de Sasha Baker.—Ahora entiendo por qué tu insistencia en esto, Davis —mencionó—. Sabía que algo no estaba bien, pero agradezco a Dios que haya sido así, y que no hayas perdido la cabeza durante. Eres fuerte, aunque creo que no estás seguro de eso. Vas a tener trabajo conmigo siempre y cuando a partir de ahora la sinceridad y honestidad esté más que presente.—Lo entiendo, señor —le dije, emocionado—. Juro que no lo volveré a defraudar.—Elian... —Él me llamó justo cuando creí que me dejaría ir—. ¿Sabes que significa todo lo que está pasando no?—¿Que las elecciones se posponen al año entrante?—Que probablemente no hayan elecciones, Elian. Esto ha sido un caos, total, sacando a Baker del camino antes de tiempo no es correcto, pero al menos le da la oportunidad a la nación de saber el tipo de persona por el que querían votar.—Señor Owen
Narrador.Tres días después de lo ocurrido, comienza a nacer la tarde cuando Elian cita a Silly en aquella cafetería en donde estuvieron hablando la última vez.La rizada llega con una sonrisa, nerviosa, sin saber el porqué de su cita. En el fondo piensa que él querrá dejar ir a aquella mujer que tiene su corazón, y está dispuesto a darle una oportunidad a ella. Aunque también sabe que su corazón está dispuesto a ofrecerle una amistad, pues ha demostrado ser un buen amigo.—Wow, qué locura esta semana. ¿Estás bien? —le cuestiona al pelinegro.Elian asiente, sintiéndose algo nervioso. La ve, y sabe que ella pudo ser la mujer con quien se diera una oportunidad de no ser por todo lo que ha pasado con Darwin, y por su amor infinito hacia Ámbar.—Estoy bien, ¿y tú? No te he visto en casa de los Owen últimamente.Silly le responde que quiere mantenerse alejada del bullicio que hay sobre todo el escandalo con las elecciones, pero le confiesa que justo un día antes se ha visto con Lucrecia. E
Ámbar.El día siguiente de lo ocurrido con Darwin, el novio de Carly, Jimmy Simmons, llegó con el abogado de su familia. Rápido Adrián me tomó de la mano, y entonces recordé la conversación que tuvimos la tarde en que comimos helado con Ian y Mellyanna.—Eras muy pequeño para darte cuenta, pero ella estaba ya prácticamente muerta cuando llegamos, Adrián —le hice saber—. Pero ella... lo sabes, era drogadicta. No supo detenerse, y el hecho de que hayan cubierto su muerte de la forma en que lo hicieron no los hace de todo culpables. Así lo veo ahora, así quiero que lo veas, porque nunca le importamos, y su muerte en parte fue lo mejor que nos pudo pasar… —Me dolía decir eso, pero era cierto—. Ella solo nos quería para trabajar para ella, y tal vez te hubieses perdido mucho más rápido, hermanito, y no estarías aquí conmigo.—Pero ellos...—Adrián, ellos no tuvieron la culpa —le dije, viéndolo a los ojos—. Ella sola decidió qué camino tomar, y nosotros mismos tomamos la decisión de seguir
Narrador.Por supuesto que Ámbar le dio el sí a Elian aquella tarde. Desde ese momento, la castaña le hizo saber la noticia a Carly, Mellyanna y hasta a la misma Ronett, y entonces tuvo a las mejores damas de honor.Una boda que fue planeada para ser llevada a cabo a principios del año entrante en julio, verano, pero mientras ese día llegaba, ocurrió algo inesperado.En una conversación sobre la niñez de ambos, Elian le comentó a Ámbar todo lo que había pasado con su familia. Fue Ámbar quien lo convenció de tomar la decisión de ir a Snowdonia, con la pequeña Amelia aún de meses acompañándolos.Cuando Elian tocó la puerta de la que era su casa, mientras con su otra mano sostenía a Ámbar, una mujer abrió.Era él, versión mujer. Alta, hermosa y con la mirada misteriosa.—¿Hijo?Que lo llamara de esa forma llegó al corazón de los recién llegados, pero especialmente Elian se quedó estático, sin palabras. Fue Ámbar quien le dio una mirada a su madre y esta tras observarlos bastante junto a
Ámbar.—Para algunas personas, recordar el punto medio en sus vidas es casi imposible; todos pensamos en los momentos muy felices, esos que te marcan el alma, al igual que los tristes, pero no solemos recordar el punto medio, esa temporada en donde se está triste, pero se está completo, en donde partimos desde nuestro medio a un “desde cero”.—No estoy entendiendo nada, mamá —señala David Elian levantándose de mis piernas, haciendo luego un puchero—. Creo que estoy muy pequeño para entender ¿no crees? Además, las historias de drama me aburren.—¿Cómo que te aburren eh? —Suelto una risita.—Es que ya he escuchado muchas… —Y lo dice con desgano—. Prefiero una de comedía o acción ¿pero puedes contarla después? —cuestiona viendo con un brillo en sus ojos la lluvia afuera—. Por fis, ¿sí?Ante su ocurrencia le revuelvo el cabello y noto cómo se aleja para ir a jugar con las que consideramos sus primas al jardín, pero antes, justo antes, me da un beso en la mejilla, uno sonoro, que me llena e
Ámbar.Es común que, proviniendo de una familia pobre, alguien siempre tenga ganas de “más”. No limitarme en el sentido económico era lo que había deseado desde que fui consciente de que las familias de bajos recursos no solo tenían que vivir de lo poco, sino que recibir poco de todos.Poca ayuda, poco entendimiento, pocas oportunidades.Falsas miradas de pena y empatía.Sonrisas y promesas deshonestas.Ahora imaginen sumar todo lo que sería terrible para una adolescente con ganas de experimentar, vivir, soñar y triunfar, en un mundo con tan “poco”, el hecho de que, en alguna parte del camino se dio cuenta de hiciera lo que hiciera, el dinero jamás alcanzaría.Poca esperanza, pocas oportunidades, poca empatía, promesas que jamás fueron cumplidas y sonrisas fingidas, pero no de alguien hacia a mí, sino de mí misma contra el mundo.Poco era lo que más había en mi mundo, en mi cabeza, en mis bolsillos, en mis expectativas, en mis sueños, en mis ganas de respirar. Sin embargo, todo cambió