Elian.—¿Tienes pruebas de eso? —le pregunto a Jules.—Gaspar... tiene lo suficiente. Su caso se cerró porque Darwin lo amenazó con sacar su estación de radio del aire. Y también con decirle a algún periodista que Gaspar... que es hijo de una prostituta.Wow. Demasiada información para un solo día.—Pero entonces... ¿no son hermanos?—Mi padre se lo quitó a su madre, fue padre soltero por un año, conoció a mi madre y ambos... yo solo bromeo cuando le digo Hermanastro pero él sí es mi hermano de verdad. Y tengo que sacarlo de ahí. Necesito sacarlo.—Saldrá —le aseguro—. Pronto. Ahora necesito que me des los nombres de las otras mujeres que conoces que... ya sabes, las que hayan estado en la investigación de Gaspar, solo hasta que pueda hablar con él.—¿Para quién trabajas? —cuestiona cuando ya estoy levantándome, dándole en una tarjeta mi número—. No me has dicho por qué haces todo esto.Suspiro.—Algún día lo entenderás.Salgo de allí más que con el estómago estragado, por lo que term
Darwin.Años atrás.—Yo no quiero ir...Un Ian de tres años se quejaba entre las piernas de mamá mientras esta lo peinaba.Yo me encontraba listo; de traje, lleno de perfume que según papá era muy varonil, con una pajarita que mamá me había obligado a usar, pero con una inexperimentada sensación de gozo en el pecho.Había invitado a unos amigos de la secundaria a comer en casa de mis padres en Acción de Gracias, no era la primera vez, pues mis amigos de la elemental también habían ido a visitar antes, pero sí era la primera vez que sentía aquella éxtasis por saber que ese día, en donde fuese, iba a ocurrir algo que se alineaba con mariposas en mi estómago.—Me dice tu padre que has invitado a una chica que te gusta, ¿es cierto? —Mamá terminó de peinar a mi hermano y me llamó con el dedo para que me acercara, lo hice, y la miré desde abajo ya que ella estaba sentada, mientras volvía a acomodar mi pajarita—. No tienes que decir que es tu novia si aún no lo es; eso puede hacerla sentir i
Darwin.—Lo siento mamá —murmuro de nuevo en la actualidad, viendo a la nada, con las manos en la cabeza—. Ámbar es el amor de mi vida y no solo le he fallado a ella, te he fallado a ti... —No quiero llorar pero lo hago porque me causa demasiado dolor pensar en ella en estos momentos—. Pero es que tengo esta... nunca quise de corazón realmente ser como papá.Suspiro cuando siento la presencia de un perfume que conozco bien.Tomo asiento. No tengo fuerza ahora mismo de nada.La siento sentarse a mi lado, y vuelvo a suspirar.—No creo que tu madre haya querido que fueses como tu padre —Ámbar me dice—. Pero ese no es el caso... El caso es que siempre has tenido la opción de no ser como él, y al final escoges la vía que te guía hacia allí.—No conoces a mi padre... —le digo.—No hace falta que lo haga del todo.—Él jamás maltrató a mi madre. Él jamás hizo que ella sintiese que era un error estar con él. Y estoy seguro que Ronetta tampoco lo piensa así.—Entonces ya lo sabes. —Ámbar me hac
Ian —¿Entonces está todo bien...? —cuestionaba hacia Ámbar por segunda vez en una hora.Al momento de conseguirla en la heladería realmente me sorprendió. No esperaba que Darwin la dejase estar expuesta de esa forma, pero allí estaba ella, con una media sonrisa hablando después de que su hermano dijese que él sólo quería quedarse en la camioneta.Pude darme cuenta del cambio de humor de su hermano después de nombrar a los Simmons; duró así otra hora más que estuvo también llena de más helados, pero luego solo dijo que esperaría por su hermana fuera, y el guardaespaldas de Ámbar se vio obligado a esperar junto a él.Así que yo tenía la libertad total de hablar con mi cuñada, al menos que esta no se sintiera cómoda con Mellyanna; sin embargo, al hablar, me demostró que sí.—Te voy a ser sincera... no estamos bien, desde hace tiempo, lo sabes, pero... ahora lo intenta, y yo también. —Me dio una media sonrisa que no sentí real e hizo que Melly me diera un leve apretón en la mano—. Créeme
Ian.—Ya veo que no has cambiado nada y solo intentas manipular a la pobre Ámbar. A veces pienso que tienes cerebro de animal —le digo a mi hermano, y ayudo a Ronett a levantarse—. Aunque pensándolo bien, un animal es más inteligente.—¿Se encuentra todo bien?El vigilante del edificio aparece mirando con sorpresa a mi hermano.—Todos bien, oficial —habla Darwin tranquilo—. Es que no podían abrir la puerta.—¿Cómo? —El gerente también aparece—. Todos tienen llaves, señorita Scott, ¿qué es lo que está pasando?Miro a Ronett, y le suplico con la mirada que me deje solucionarlo, a lo que ella cierra los ojos un momento y exhala.Sé que muere por arremeter contra él, pero también sé que no tiene fuerzas ni ánimos ya que pasó toda la noche vomitando.—No podía abrir la puerta, ya mismo mandaré a poner una nueva, si me disculpa...Veo a Ronett perderse en la cocina. Y le hago rápidas señas a Darwin el cual no deja de ver hacia dentro con ganas de acabar con la rubia.—Gracias, Pablo, todo b
Ámbar.Mi dedo da clic en un reel al que me han etiquetado y suelto una pequeña risa porque, son fotografías mías con gestos graciosos o cansados en las últimas sesiones que hemos tenido.Estoy a dos mil seguidores para llegarle a los talones a Darwin, y eso es algo que aún no puedo creer.—¿A quién le has vendido estas fotos, Mellyanna? —La miro con una severidad actuada.La chica de cachetes redondos rápido se pone roja y baja la cabeza.—No fui yo...—¡Fui yo! ¿Ah que no son graciosas?Ian me hace reír por el acento raro que usa imitando a un extranjero, así que sacudo la cabeza.—¿Y el dinero? —Alzo una ceja.Ambos me miran sorprendidos.—¿Desde cuándo tan vanidosa? —Ian me reprende con la mirada, pero ambos sabemos que solo bromeo—. Compré esto, ya que somos mal pagados.Me muestra una caja que no ha sido destapada, y cuando juntos la abrimos se pueden observar unos patines negros mate tan hermosos que me cortan la respiración.—Sabemos que te gusta patinar, y aunque mi hermano
Ámbar.Suspiro, viendo a Melly observarnos a mí y Darwin desde la distancia, y me inclino para darle un beso en la mejilla a mi esposo, un beso que lo hace sonreír.Odio que se tarde en darse cuenta siempre que solo estoy actuando.—Prefiero fingir entre nosotros que también estamos bien —expresa—. No puedes hacerte la difícil… Sé qué puntos pueden hacerte perder la cordura, lo sabes ¿verdad? Y si yo lo hago y tú solo no puedes controlarte, no seré yo el que tenga la única culpa, cielo.Me ve con ese rostro provocativo que siempre me erizó la piel, y aunque debo admitir que siento algo de nervios, tengo autocontrol porque él no vale la pena, para nada.—Sigue soñando. —Le guiño el ojo mientras paso mis uñas por su barbilla, rasguñándolo.—¡Uhm! ¡Ruda! —Siento que me da una nalgada antes de que pueda alejarme—. Así es que me gusta, cielo.El desgraciado disfruta bastante hacer esto y es por ello que he evitado que estemos en el mismo lugar lleno de personas.—¿Ya se van...? —Hago una mu
Elian. Justo cuando tenía la esperanza de que todo fuese una desagradable broma, vi en Insta la reacción de aquella propaganda del perfume; estaban sentados en la sala de su casa, Darwin y Ámbar. La emoción de Ámbar fue tanta, incluso después de que su esposo lo besara frente a la cámara.Entonces sentí que todo se estaba desmoronando en serio; sentí que nuestro amor se estaba yendo de mis manos como si hubiese sido arena cual viento me quiso arrebatar.Luego de eso, luego de que Ámbar estuviese en tan poco tiempo de nuevo en la boca de todos, los videos de ellos felices me pasaban como espinas en el pecho.Y fue cuando no me pude contener y tuve que llamar cada noche a mi amiga para que me convenciera de que lo que las cámaras estaban diciendo era mentira.Pero Mellyanna me lo confirmó. Ella estaba conviviendo con ellos. Melly me lo había advertido, aunque no quisiera del todo involucrarse, ya lo estaba, porque le generaba dinero extra, así que le hice jurar que me estuviese a toda