Ámbar.Darwin no llegó a dormir anoche. Lo sé porque son las seis de la mañana y no he logrado pegar el ojo, cuidando a mi hermano, y sintiendo que, no puedo dejarlo solo.Si Adrián dice que Mylo estuvo allí, fue porque de verdad lo estuvo.Darwin ha estado acumulando mucha rabia contra él porque significa un fastidio y la razón por la cual no he intentado irme de casa de nuevo.Pero por otro lado, estuve pensando demasiado en Silly, y en si le ha dicho o no a Elian mi advertencia.Si se lo ha dicho ya, ¿entonces Elian realmente sabrá por qué me despedí de él? ¿Entonces no me odiará? Vivir sabiendo que Elian puede odiarme por haber tirado la toalla de esa forma, me deja más que desganada.Nadie quien ama de verdad quiere hacer sufrir a esa persona; así que es un tanto irónico ahora para los dos.Porque sé que puede estar pensando que no lo amo. Al menos no lo suficiente.Incluso me he martirizado al pensar que lo mejor era decirle que no me buscase más, las causas de mi decisión, pero
Ámbar. Entonces entro a la habitación de Adrián, sintiendo que me he liberado un poco de todo el miedo que le tengo a mi esposo.—¿Qué fue todo eso que escuché? —Cuando mi hermano habla me doy cuenta que estoy temblando, y que estoy pálida también.Ya no hay marcha atrás. Es mi momento.—Date un baño que vamos a salir.—¿Ah? ¿A dónde?—Voy a llevarte al hospital, como una gente normal, y luego vamos a comer helado, como una gente normal.Estoy temblando, mis manos lo hacen, pero no mi voz.Adrián me da una mirada llena de orgullo entre todo, y asiente con frenesí para irse al baño.Ya cuando ambos estamos listos, bajamos.Adrián no dice nada cuando Darwin nos ve ya que está sentado sobre el pie de la escalera.—¿A dónde van? —cuestiona desde su lugar, mirándonos.—Sí lo que te preocupa es que no vuelva, tranquilo. El otro monigote tuyo siempre estará con nosotros, y al final, también te dice todo lo que hago ¿no? —Entrecierro mis ojos hacia él y paso luego mi mano por mi
Elian.El teléfono vibra en mis bolsillos y quiero ignorarlo pero ya que no me encuentro con los Owen, y puede ser importante, lo atiendo.Rápido me arrepiento.—Lo siento —se disculpa Silly.Anoche pude evitar hablar con ella porque me canceló. Resultó que tuvo que hacer de nuevo su trabajo, y ello le iba a llevar toda la noche, así que no podríamos vernos.Al menos logré dormir por cinco horas, gracias a un té que Adam me recomendó al verme "desgastado". Así que mi voz sé que no suena tan lenta y tan falta de seguridad como anoche cuando me llamó.—No te preocupes. —Cierro la puerta del auto y suelto un exhalo—. Estamos vivos. Eso quiere decir que hay más oportunidades.Usualmente sintiéndome como me siento, no soy positivo, es más, sé quién era antes de conocer a Ámbar; totalmente un pesado de primera. Conocerla y sentir la esperanza de que podría tenerla era lo único que me mantenía realmente de pie.Ahora ya no sé nada más, solo que necesito hacerle justicia.—Tienes razón, cariñ
Elian.—¿Tienes pruebas de eso? —le pregunto a Jules.—Gaspar... tiene lo suficiente. Su caso se cerró porque Darwin lo amenazó con sacar su estación de radio del aire. Y también con decirle a algún periodista que Gaspar... que es hijo de una prostituta.Wow. Demasiada información para un solo día.—Pero entonces... ¿no son hermanos?—Mi padre se lo quitó a su madre, fue padre soltero por un año, conoció a mi madre y ambos... yo solo bromeo cuando le digo Hermanastro pero él sí es mi hermano de verdad. Y tengo que sacarlo de ahí. Necesito sacarlo.—Saldrá —le aseguro—. Pronto. Ahora necesito que me des los nombres de las otras mujeres que conoces que... ya sabes, las que hayan estado en la investigación de Gaspar, solo hasta que pueda hablar con él.—¿Para quién trabajas? —cuestiona cuando ya estoy levantándome, dándole en una tarjeta mi número—. No me has dicho por qué haces todo esto.Suspiro.—Algún día lo entenderás.Salgo de allí más que con el estómago estragado, por lo que term
Darwin.Años atrás.—Yo no quiero ir...Un Ian de tres años se quejaba entre las piernas de mamá mientras esta lo peinaba.Yo me encontraba listo; de traje, lleno de perfume que según papá era muy varonil, con una pajarita que mamá me había obligado a usar, pero con una inexperimentada sensación de gozo en el pecho.Había invitado a unos amigos de la secundaria a comer en casa de mis padres en Acción de Gracias, no era la primera vez, pues mis amigos de la elemental también habían ido a visitar antes, pero sí era la primera vez que sentía aquella éxtasis por saber que ese día, en donde fuese, iba a ocurrir algo que se alineaba con mariposas en mi estómago.—Me dice tu padre que has invitado a una chica que te gusta, ¿es cierto? —Mamá terminó de peinar a mi hermano y me llamó con el dedo para que me acercara, lo hice, y la miré desde abajo ya que ella estaba sentada, mientras volvía a acomodar mi pajarita—. No tienes que decir que es tu novia si aún no lo es; eso puede hacerla sentir i
Darwin.—Lo siento mamá —murmuro de nuevo en la actualidad, viendo a la nada, con las manos en la cabeza—. Ámbar es el amor de mi vida y no solo le he fallado a ella, te he fallado a ti... —No quiero llorar pero lo hago porque me causa demasiado dolor pensar en ella en estos momentos—. Pero es que tengo esta... nunca quise de corazón realmente ser como papá.Suspiro cuando siento la presencia de un perfume que conozco bien.Tomo asiento. No tengo fuerza ahora mismo de nada.La siento sentarse a mi lado, y vuelvo a suspirar.—No creo que tu madre haya querido que fueses como tu padre —Ámbar me dice—. Pero ese no es el caso... El caso es que siempre has tenido la opción de no ser como él, y al final escoges la vía que te guía hacia allí.—No conoces a mi padre... —le digo.—No hace falta que lo haga del todo.—Él jamás maltrató a mi madre. Él jamás hizo que ella sintiese que era un error estar con él. Y estoy seguro que Ronetta tampoco lo piensa así.—Entonces ya lo sabes. —Ámbar me hac
Ian —¿Entonces está todo bien...? —cuestionaba hacia Ámbar por segunda vez en una hora.Al momento de conseguirla en la heladería realmente me sorprendió. No esperaba que Darwin la dejase estar expuesta de esa forma, pero allí estaba ella, con una media sonrisa hablando después de que su hermano dijese que él sólo quería quedarse en la camioneta.Pude darme cuenta del cambio de humor de su hermano después de nombrar a los Simmons; duró así otra hora más que estuvo también llena de más helados, pero luego solo dijo que esperaría por su hermana fuera, y el guardaespaldas de Ámbar se vio obligado a esperar junto a él.Así que yo tenía la libertad total de hablar con mi cuñada, al menos que esta no se sintiera cómoda con Mellyanna; sin embargo, al hablar, me demostró que sí.—Te voy a ser sincera... no estamos bien, desde hace tiempo, lo sabes, pero... ahora lo intenta, y yo también. —Me dio una media sonrisa que no sentí real e hizo que Melly me diera un leve apretón en la mano—. Créeme
Ian.—Ya veo que no has cambiado nada y solo intentas manipular a la pobre Ámbar. A veces pienso que tienes cerebro de animal —le digo a mi hermano, y ayudo a Ronett a levantarse—. Aunque pensándolo bien, un animal es más inteligente.—¿Se encuentra todo bien?El vigilante del edificio aparece mirando con sorpresa a mi hermano.—Todos bien, oficial —habla Darwin tranquilo—. Es que no podían abrir la puerta.—¿Cómo? —El gerente también aparece—. Todos tienen llaves, señorita Scott, ¿qué es lo que está pasando?Miro a Ronett, y le suplico con la mirada que me deje solucionarlo, a lo que ella cierra los ojos un momento y exhala.Sé que muere por arremeter contra él, pero también sé que no tiene fuerzas ni ánimos ya que pasó toda la noche vomitando.—No podía abrir la puerta, ya mismo mandaré a poner una nueva, si me disculpa...Veo a Ronett perderse en la cocina. Y le hago rápidas señas a Darwin el cual no deja de ver hacia dentro con ganas de acabar con la rubia.—Gracias, Pablo, todo b