Arthur.Llegue a la casa con el corazón a mil, todo lo dicho en la casa de Dylan me desconcierta, si bien yo deseo que ella sea feliz pero por ahora no podemos decirle nada, o saldrá lastimada y es lo que menos deseo. Mi esposa debe estar tranquila, más sobre todo en la condición en la que se encuentra.Bajo del coche aparcando en la entrado, entro a la casa, encontrandome con Nina limpiando la sala con la aspiradora.-Señor, ya ha vuelto- menciona sonriente y luego baja la cabeza apenada.-¿Mi esposa está en la habitación?- preguntó viendo para todos lados.-Sí señor, hace un rato pidió unas uvas y durazno, debe estar leyendo como suele.-Bien- respondí, subiendo los escalones de dos en dos, entro a la habitación y la veo de pies en la gran ventana, las cortinas están corridas, al parecer no se ha percatado de mi llegada porque está mirando un punto fijo. Llegó sigiloso y la abrazo por detrás, se asusta echando un gritito. Entonces gira y me quedo sin palabras al ver sus ojos llenos
Cariza.Agotada, cansada y aburrida cual sería la correcta. Ha pasado tres meses de haber recibido la mejor y la peor noticia, bueno la mejor fue la noticia de mi embarazo y la mala fue la enfermedad de mi madre.Hace un mes tuve que dejar la escuela Bautista para incorporarme en la sabatina, no quise pero tenía que hacerlo, se hubiera visto mal que una alumna de turno regular estuviera embarazada y con uniforme puesto. Okey no soy ni la primera ni la última. Que abrumador es pensar tanto.Mientras leo un capítulo de la novela Esposo comprado. El celular vibra indicándome un mensaje de Keyla.Estaba tan buena la historia y la otra que me interrumpe.Leo lo que dice y lo borro inmediatamente, no sé porque Max, sigue llegando a buscarme al colegio, lo bueno es que ya no estoy ahí, así evito todo contacto con él.¡Ah! Pronto estaré de cumpleaños y ya estoy de 4 meses de embarazo, demasiado joven pero igual estoy emocionada, mi bebé está creciendo sanamente gracias a Dios. Por otro lado,
Camino de un lado a otro, mi mente está maquinando de todo un poco. ¿Cómo descubrió ese lugar? ¿Será que recupero la memoria? ¿Que provocó ponerse alterada? Dios tantas cosas en tan solo poco tiempo. Suspiro y resoplo a la misma vez, me senté en una de las tantas bancas de la sala de espera, incline mi cabeza entre mis manos, sigo recriminándome mentalmente ¿Por qué mierda no le dije sobre nuestro pasado? Sabía que esto llegaría pero no pude evitarlo, ahora mi hijo está sufriendo las consecuencias y ella entró en un estado emocional.—Señor ¿Quisiera tomar un Té?—. Ofrece Gamaliel sacándome de mi trance.—No gracias, lo único que deseo es saber sobre mi esposa—Expresé con la cabeza agachada.El asiente alejándose, miro la puerta en donde entro mi esposa y aún no hay señal de ella.A la media hora aparece un médico junto a Brayan.—¿Cómo está mi esposa y el bebé?— Pregunté con el corazón en la mano.—El bebé está bien y ella aún está en un estado de shock emocional que fue provocado po
ArthurLos miro, que se encuentran de pies a un lado de ella, según tratado de controlarla, corro como un maldito loco y empujó a Demetrio nuevamente la sangre me hierve, golpeó su rostro una y otra vez hasta dejarlo sangrando, los gritos temerosos de mi esposa me alertan, suelto al hijo de puta y llego hasta ella, me duele todo el alma al ver sus ojos rojos, su rostro desfigurado del miedo.—¡No! ¡Yo no los quiero! ¡Ellos me quieren matar! Como mataron a mi nana ¡Me vinieron a buscar! ¡Ayúdame!Levanto a mi esposa del suelo, ella llora a llanto, le hecho una mirada de odio a Xenia.—Nada te va pasar mi amor— Susurro besando su cabeza. A los segundos aparece Martha, se acerca y pregunta que ha sucedido, mira a Demetrio y luego a Xenia. Me pregunto por qué razón dejo sola a Cariza, en el jardín, les di órdenes estrictas a estos guardias mediocres de no dejaran pasar a nadie.—Tú eres la que me robó a mi hija—. Le reclama Martha a Xenia. El rostro de Xenia se desfigura de sorpresa.—No s
Arthur.Todo lo sentía como si fuera en nuestra contra, mi espoasq sangraba y encima tenia dolor bajo su vientre esto que le está pasando es malo y no quiero imaginarme lo peor.—Vamos a ir a la clínica, sostén tus manos con fuerza alrededor de mi cuello— Le pido levantándola en mis brazos.Bajo las escaleras despacio, le informo a Nina que la llamare al rato, su rostro refleja preocupación.—Tengo miedo, no quiero que le pase nada a mi bebe, no se mueve—Musita aferrada a mí, le hago un gesto a Gamaliel para que abra la puerta del coche.—Te aseguro mi amor que todo estará bien con nuestro bebé—Ojalá que sí, porque no soportaría que ella se consuma en la tristeza.Cariza asiente hundiendo su rostro en mi pecho, Gamaliel sube adelante y conduce, no es necesario darle ordenes, él ya sabe lo que sucede ya que la pijama de mi esposa esta manchada con su sangre.Oh Dios mío por favor que este sano nuestro pequeño, esta vez ella colapsaría de tristeza.—Todo va a estar bien princesa- Acaric
Cariza.Días sin estar consciente de nada al mi alrededor, cada cosa en mi cabeza era dolorosa, las imágenes aún seguían intactas, presenciar la muerte de mi nana fue lo más horrible y doloroso en mi niñez. Al recordar el pasado me di cuenta que me encontraba llena de mentiras por parte de mis padres.Arthur sufrió mucho cuando era pequeño, ahora comprendo su actitud, e incluso su odio por ellos, por otro lado pensé que jamás se me quitaría el estado en el que me introduje pero día a día él a estado para mi recordarme el fruto de nuestro amor y déjenme decirle que Martha es un ángel tan linda y protectora, me cuidaba y daba mimos. Como me hubiera encantado tener una madre como ella y no tener los que tengo, ellos son malos unos asesinos que hicieron cosas sin piedad.Luego de las palabras de Arthur al decirme que ellos no son mis padres, me alegré por unos minutos. No se me quita eso de la cabeza, podría ser verdad, ya que mi esposo sabe muchas cosas y no me las dice o bueno quizás a
Arthur. —No me dejes sola—. Pide mi esposa ya nerviosa. —No lo haré mi amor, estaré contigo hasta que nazca nuestro bebé. Sonríe con lágrimas en sus ojos, beso su sien y froto su brazo, tratando de reconfortarla, me siento muy nervioso no quiero que le pase nada a ella y a mi hijo. —¡Ah! Ahora sí creo que va a nacer—. Se queja apretando mis manos. La obstetra mira la máquina que marca los latidos del bebé, se acerca a mi esposa, le toca el vientre y le dice que le hará un ultrasonido para ver la posición en la que está. —Veremos cómo está tu bebé en estos instantes—. Dice mientras mueve el aparato sobre el vientre de mi pequeña. —Ya no aguanto. Me duele demasiado—. Espeta mordiéndose el labio. —¿Doctora a qué hora esto empezara? Acaso no ve como está sufriendo mi esposa—. Mascullo enojado hasta estoy a punto de sacarla de aquí. —Tenga paciencia ya pronto se resolverá, el bebé está en una mala ubicación, tenemos que intervenirla inmediatamente a una cesaría—. Mi esposa niega y
Cariza.—Ojala y tu papi encuentre la pañalera, se me olvido decirle que la deje en el baño— Le hablo a mi bebito.—Uh... eso significa que se va a demora un montón—.Habla una voz conocida a mis espaldas.—¿Qué haces en estos rumbos Maximiliano?—Mi voz sonó rasposa.—Digamos que le haré un favor a mi ex suegro.Mi cuerpo se tensa de inmediato ¿A qué se refiere? Sus pasos hacia mí me provocan escalofríos, levantó mi bebe en mis brazos, protegiéndolo de cualquier cosa que suceda.—Se buena y ven conmigo, tenemos que ir a visitar a tu querido padre —.Replica con un deje de burla.Niego rotundamente. Sacó el móvil de mi bolso y antes de marcar las manos de Maximiliano me lo quita lanzándolo contra el pavimento, provocando que se haga pedazos. Cuando voy a gritar saca una pistola y apunta a mi bebe.—No...No querida ni se te ocurra—Chasquea la lengua y de un rápido movimiento me quita a mi hijo de mis propias manos.—¡No! por Dios que vas a hacer. ¿Entrégamelo tú no eres así Max que te suc