Capitulo 02: La boda más humillante.

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Una semana más tarde, en la capital de Maita:

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—Su majestad, tiene una visita —informaba la asistente del Rey Maitano, Emilia.

—¿Quién? —preguntó Landel sin darle mayor importancia al estar ocupado en su oficina.

—Los Reyes retirados de Maita, sus majestades, Virginia y Lance Lamparth.

—¡Mis padres! ¡¿Por qué no me lo has dicho desde un principio, Emilia?! —preguntó Landel, yendo de inmediato a recibirlos.

"Sus padres…"

"Es cierto que la Reina retirada Virginia Wiztan ha tomado el papel de su madre desde que el Rey Landel era solo un niño de cinco años, pero ella no es su madre biológica"

"Aunque tampoco es una mala persona, pero ahora que Landel es el Rey, debería honrar más la existencia de su verdadera madre fallecida y no tratar abiertamente a su madrastra como si fuera su verdadera madre"

Pensó la asistente y también amiga del Rey Landel, Emilia Ferliall.

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En el salón de visitas especiales, Landel ingresó apresurado y una vez las puertas fueron cerradas, él se acercó hacia sus padres haciendo una reverencia.

—Olvida las etiquetas hijo, sabes que no son necesarias, eres el Rey —sonrió el Rey retirado, Lance Lamparth, posando sus ojos dorados en los de su hijo del mismo tono.

—¡Un año entero! —exclamó la Reina retirada Virginia, con una notable expresión de preocupación—, ¿Cómo has podido ser tan egoísta? Demorar un año en una guerra, un año sin saber de ti ni por una simple carta —reclamaba la madrastra de Landel—. ¿Tienes idea de lo preocupados que estábamos por ti?

Landel se sorprendió ante el regaño de su madrastra, para seguidamente asentir sonriente.

—Tienes razón, mamá —Él se agachó en una rodilla frente a la elegante silla acolchada en la que estaba sentada su madrastra y seguidamente sostuvo las manos enguantadas de ella, besando ambas y viéndola a los ojos—. Me disculpo por haberte preocupado, fue bastante difícil tomar el control absoluto de Romian.

—¿Absoluto? —preguntó Lance, su padre—, Estamos aquí por que escuchamos que has traído a los dos últimos sobrevivientes del Linaje Real Lerylan, ¡Sabes que eso es imperdonable!, Todos sin excepción, debían morir.

—Tu padre tiene razón, Lan, la ex Reina de Romian y su hija, no deberían estar vivas, por tu bien y el futuro de Maita, es mejor deshacerse ahora de ellas —decía Virginia imponente.

Landel, quien ya se había puesto de pie, veía seriamente a los Reyes retirados de Maita.

—No puedo. Todo lo que hago es con un propósito, confíen en mí y por favor, denme su apoyo, es lo más valioso para mí —pidió él a sus padres.

Tanto Virginia como Lance se volvieron a ver en ese instante.

El ex Rey Maitano, asintió viendo a los ojos azules zafiros de su amada esposa.

Virginia con su corazón lleno de preocupación por ese joven Rey de 23 años al que consideraba como un hijo biológico; exhaló con pesar y aceptó la decisión de él.

—Está bien, toma a esa mujer como una concubina más, pero la mantendremos vigilada y a la primer muestra de peligro… nos vamos a involucrar te guste o no —aclaró Virginia.

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Durante los siguientes tres días en el Reino de Maita se festejó el triunfo sobre Romian, ahora el Reino Maitano había extendido su territorio ganando mas poder en muchos ámbitos.

La noche del tercer día, en el salón de eventos del castillo principal, comenzaba la ceremonia de bodas… al menos, eso se suponía que pasaría.

—Ella es Yurina Lerylan, ex Reina del ya inexistente Romian, a partir de ahora, Yurina será mi tercera esposa —anunció Landel Lamparth presentándola ante todos los nobles invitados del Reino.

Yurina quien llevaba puesto un pomposo e incómodo vestido de bodas dorado como era característico en el Reino Maitano, se sentía incómoda, humillada y menospreciada.

A pesar de que estaba siendo presentada como una esposa de ese Rey…

Sería la número tres.

Como si eso no fuera suficiente, solo le dio su anillo y ahí finalizó la simple y degradante ceremonia.

Como nada más que un acto de presentación.

…..

Nadie se le acercó.

Ningún noble en el Reino quería tener algo que ver con una ex Reina de una nación que ya no existía.

"Todo lo que quiero es ver a Amanda, mi pequeña niña, todo esto lo hago y soporto por ella"

"Desde ese día en Romian, no he podido verla, no sé cómo está, no sé si está con vida, no sé nada y creo que me volveré loca a este paso"

Pensaba la mujer de 25 años frunciendo el ceño mientras sostenía una copa de vino y veía a distancia al Rey Landel hablando y sonriendo a una hermosa mujer de cabello rubio largo.

—Es su prima, la futura marquesa, Caroline Forsten —dijo una voz femenina, que de inmediato llamó la atención de Yurina, que volvió a ver a su costado izquierdo.

Ahí de pie, se encontraba la primer concubina del Rey Maitano en compañía de la segunda.

"¿Su prima, Caroline Forsten?, Ese apellido… Es el del maldito marqués que usó a mi hija como carnada para traerme por las buenas"

Pensó Yurina con gran resentimiento hacia ese señor.

—No lo sabía, gracias por-

—¡No agradezcas! —La interrumpió la primer esposa, Juliana Heliar, mujer de cabello rubio corto y ojos azules claros—, parecía que la veías con celos, el Rey Landel no es un hombre sentimental o romántico —añadió—, no te ilusiones con él o su amor.

"Supongo que él debe ser así, ella es su primera esposa, debe conocerlo bien"

Pensó Yurina inocentemente.

—Cierto, por algo solo tiene simples concubinas y ninguna a sido ascendida a Reina —recalcó la segunda esposa, Karla Gerkan, mujer de cabello largo oscuro y unos finos ojos grises.

—Así que… ¿Colecciona esposas para tenerlas de adorno? —preguntó Yurina burlista.

Tanto Juliana como Karla se volvieron a ver, para después observar a Yurina.

—No del todo, por que nosotras somos Maitanas puras —decía engreída la primer esposa Juliana—, por lo tanto su majestad nos dió una hermosa ceremonia de bodas a diferencia de la humillante que tú has tenido~ —se rió disimuladamente la mujer de cabello corto rubio.

—Pobre de ti~ ahora eres "nada" jaja~ no tienes Reino, familia, riqueza o título alguno, a este paso morirás pronto~ —rió burlista Karla, la segunda esposa.

Yurina hizo sus manos en puños y se alejó de esas dos mujeres, sin querer seguir siendo ofendida.

La hermosa mujer de cabello corto hasta su cuello, se sentía incómoda y quería salir de ese salón de eventos.

En ese instante, pasó cerca de unos hombres que estaban charlando entre ellos y sin querer, escuchó parte de la conversación.

—¿Dices que la salud de su majestad a estado mal?, Imposible, él es tan joven y se ve bastante sano. Si te escuchan esparciendo esos rumores puedes morir.

—Su majestad está enfermo, tengo contactos en el departamento de medicina Real.

—Que raro, ¿Por qué no han hecho nada público?

—¿No es obvio?, ¿Quién querría a un Rey débil?, No le sirve al Reino, el Rey tiene mucho prestigio propio, tiene mucho que perder.

Cuando Yurina escuchó esas palabras, una profunda alegría creció en su corazón.

"¡Él está enfermo!"

"Tengo que averiguar que tiene, podría ser mi oportunidad"

"Necesito volverme cercana a ese hombre y usar mis habilidades de las cuales posiblemente ellos no tienen ni idea"

"Si tuviera acceso a las hiervas medicinales de Maita, podría crear un veneno eficaz"

Sonreía Yurina maliciosamente.

Ansiando con todo su corazón, la muerte de ese Rey.

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