Annabeth se quedó apartó de inmediato, sintiéndose asqueada por su patético intento de besarla. ¿Cómo podía creer que volvería con él después de todo el daño que le había hecho?Ya la había matado por dentro y ahora que había renacido, ¿resultaba que la amaba? ¡Mentiras!Le soltó un golpe en la mejilla derecha sin pensarlo dos veces. Aunque la mano le escoció por la dureza de la cachetada, jamás disfruto tanto el dolor como en ese momento.—¡Suéltame! No te atrevas a ponerme un solo dedo encima. Tú y yo hemos acabado. Me has perdido para siempre y nada de lo que digas podrá hacerme cambiar de opinión —exclamó, mirándolo con un profundo en sus ojos—. No me queda nada más para ti que asco y desprecio, te pagaré con lo mismo que tú me hiciste sentir todos estos años. ¡Lárgate!Su expresión era de total desolación. Traía la ropa arrugada, el cabello despeinado y la barba sin afeitar, no quedaba nada del hombre elegante y varonil del que solía estar enamorada; ahora solo podía verlo como u
- MINAH PARK -Estaba cansada de fingir. Si tenía que fingir un solo día más que ella era una señorita perfecta que nunca cometería un error y seguía las órdenes de sus padres al pie de la letra, terminaría por saltar de su balcón.Amaba salir a bailar, beber. Conocer gente y descontrolarse un poco. Le gustaban los hombres dominantes en la cama, apasionados y entregados a ella.Estaba enamorada de Sebastián Wang. Compartían el mismo gusto por un estilo de vida libre, querían explorar todo aquello que nunca se les permitió. La naturaleza, las distintas culturas y lenguajes, eran seres extrovertidos con ganas de comerse el mundo juntos.Siendo los hijos de hombres poderosos, ¿cómo podrían ser otra cosa más allá de sus títeres?Llegó en la madrugada a su casa mientras todo seguía a oscuras, no planeaba despertar a sus padres. Subió de puntillas hasta su habitación.Deslizó el vestido de lentejuelas por su cuerpo para quitárselo, y luego procedió a quitarse el cargado maquillaje del rostr
El día antes de que finalmente se llevará a cabo el evento, Annabeth estaba en el despacho de su abogado. La reunión se había dado porque finalmente estaba legalizado que ella era la socia mayoritaria de la empresa de su familia.—Entonces con estos papeles, ¿podré formar parte de las decisiones futuras? —preguntó para asegurarse de que había entendido.Joseph asintió con una ligera sonrisa.—Como ya le había dicho, usted ya está integrada en la planilla organizacional. Su propio hermano se encargo de que el trámite fuera agilizado. Lo que me recuerda, les ha sido entregado el dinero por los cinco años de matrimonio con su esposo —le informo, mostrándole una carpeta.Ella ojeo un poco las hojas, para confirmar la veracidad.—Es verdad, el infeliz sí cumplió con su parte. Supongo que yo también debo cumplir con mi parte en la rueda de prensa —frunció los labios. Pese a que no quería hacerlo, sabía que también sería beneficioso para su imagen.—La rueda de prensa será el lunes siguiente
Ordenaron, entre tanto los meseros les llevaban las bebidas y unos aperitivos mientas esperaban por la comida.Ya no quería hablar de temas amargos, no cuando estaba teniendo tan buenos resultados en su negocio.—Sí, es terrible. Odiaría estar en su lugar, pero como ninguno de nosotros lo está... —Se encogió de hombros, alzando su copa de soda italiana—. Propongo un brindis por nuestro éxito, el comienzo de muchos otros.Estuvieron platicando durante un rato sobre las acciones de la compañía (ya que habían incrementando de sobremanera) y también de sus planes para el evento del día siguiente, que se llevaría acabo en un lujoso barco.Todo transcurría con normalidad, una cena tranquila entre amigos... hasta que unas personas desconocidas se acercaron a su mesa. Eran dos hombres, parecían agitados, como si hubieran corrido.Beth alzó las cejas con sorpresa, estaban de perfil y no podía verlos con claridad. Pero vestían elegante, y podía jugar que desde la distancia la fragancia de su pe
Minah estaba aún más feliz con la noticia de que ellos ya se conocían, parecía que ni siquiera le importaba el asunto en ese momento.—Eso es aún mejor, puesto que todos forman una parte importante de mi vida, me alegra que ya se lleven bien, porque... ¡Taraaan! Sebastián y yo haremos oficial nuestro compromiso. —En ese momento, enseñó el anillo de su dedo—. Me ha pedido matrimonio, nos vamos a casar en un par de meses.Beth rápidamente miró hacia Dylan, quien estaba estático y con la mirada desviada, la noticia no parecía haberle caído en gracia. MinHyuk se quedó con la boca abierta, igual de sorprendido que ella.Así que el hombre finalmente había dado el gran paso, aunque no estaba segura de sí esa era la decisión correcta. Él no veía tan... contento, sino, resignado.—Felicidades a los dos —espetó Dylan en tono seco.—¿Cuándo...? —preguntó MinHyuk, atónito.Minah agarró el brazo de Sebastián, aunque su gesto no expresaba precisamente alegría por el toque de su amiga. Se sintió ter
Los nervios la recorrieron de pies a cabeza, era imposible no sentirse así. Su mañana había comenzado maravillosamente bien, puesto que despertó sin náuseas matutinas.Las únicas malas noticias que tenía, es que el vestido que había comprado semanas atrás para ese evento, ya no le cerraba. Intentó cerrarlo por la fuerza, pero vientre y caderas no cooperaban.—Se ha encogido, claro. Estos últimos días el clima ha estado húmedo y nublado, por eso es que se hizo más chiquito —excusó, quitándose el vestido con resignación y tirándolo en la cama.La diseñadora de imagen asintió con los labios apretados.—Sí, eso es una posibilidad —aceptó, con un tono poco convencido—. Lo que me preocupa es que estamos con el tiempo encima, y salir a comprar ahora un vestido ocuparía muchísimo tiempo. ¿Qué hacemos?Beth apoyo su espalda contra la pared, cruzándose de brazos. Miró los vestidos que habían en su clóset, y decidió que definitivamente ninguno se los que se trajo de su antiguo hogar podrían hace
Annabeth salió al escenario con una sonrisa brillante, sintiéndose empoderada. Los aplausos no se hicieron esperar, todos la miraban con expectación. Las miradas sorprendidas de los Blake no se hicieron esperar, pero enfocó la vista en él, en su verdadero amor.Tomó el micrófono que Minah le pasó, dándole espacio en la tarima para que las personas pudieran verla desde sus asientos.—Buenas noches, agradezco su presencia en este día tan importante para mí y mis socios. Soy Annabeth Grey, y este es mi comienzo en el mundo de los negocios —señaló la pantalla en sus espaldas—. Como pueden ver, Charity's Grey es una empresa de beneficiencia bastante exclusiva. Ayudamos a los más necesitados, de la mano de los que más tienen en la ciudad. Así, nos convertimos en empresarios modelo, personas altruistas que se preocupan por los más desafortunados. Gracias a todos y cada uno de los que se han animado a hacernos llegar sus donaciones, todos ustedes serán reconocidos por sus buenas acciones.Las
Con determinación, se irguio para enfrentarlo, no bajaría la mirada ante nadie a partir de ese momento. Ya no era una simple ama de casa, esposa abnegada y sumisa... La ciudad tenía una nueva diosa de los negocios.Ella alzó una ceja, negando con la cabeza mientras señalaba el lugar con un dedo.—Por si no te has dado cuenta, estaré muy ocupada hablando con los empresarios más importantes de la ciudad. Mi tiempo ahora vale muchísimo, es color verde. ¿Por qué no agendas una cita con mi asistente? —dijo con voz burlona, apartándose del grupo con una mirada de disculpa. Todos parecían incómodos por la presencia de Dominik—. Lo siento, tendré que hablar luego con ustedes, si me permiten.Se dio la vuelta para alejarse de él, pero no se dió por vencido y la alcanzó con facilidad tomándola del brazo.—Te suplico que me perdones, Annabeth. Así no es como quiero que sean las cosas. Quiero que vuelvas a mi lado, hay tantas cosas que quiero decirte... —susurró, con desesperación—. Ahora sé lo e