Capítulo veintiséis: Capo contra Bestia "Narra Harry Mascherano"Lo que he sentido en esta ocasión es... distinto. De hecho, haber sentido ya es novedoso, porque a mí la gente no me inspira nada distinto a la indiferencia.Saber que tiene a alguien —nada menos que Lucio Cavalcanti— detrás de ella por alguna fijación perversa me llena de una ira desconocida mezclada con preocupación. Es desconcertante, inconcebible y muy alarmante, porque un hombre como yo no puede permitirse algo así.Cuando he pegado mi frente a la suya, solo podía pensar en los negros instintos que despierta en mí.Mataría a todo el planeta —incluyendo a un capo de la Mafia— por conservarla... La cuestión es: ¿Por qué?La Bestia Mascherano no es esta persona que se desquicia cuando ese maldit0 pervertido se acerca a mi más grande posesión... Ariana Fallon.Tengo que alejarme de ella. Cuando siento que estoy a punto de doblegarme, salgo huyendo de la responsabilidad que supone para mí responder sus preguntas.La enc
Capítulo veintisiete: No soy él"Narra Harry Mascherano"Observo a mi pequeña rebelde, frágil y vulnerable entre mis brazos, aún inconsciente a mi merced y tengo que reprimir con todas mis fuerzas las ganas de besarla con ternura.¡No soy un tipo tierno!Las alarmas explotan en mi sistema a máxima velocidad, mi cerebro se convierte en un mar rojo igual al líquido que se escurre entre mis dedos.—No, no, no, no —niego para mis adentros al mismo tiempo que regreso en el tiempo, viendo los latigazos abriendo la piel atado de pies y manos sin poder hacer nada—. ¡Ariana, maldit@ sea! ¡Ariana!Mi jefe de Seguridad aparece a la velocidad de la luz y ni siquiera debo darle órdenes para que se marche en busca del doctor Vitale.Con Ariana siempre es igual, es como una reacción en cadena irrompible. Algo que funciona en una especie de constante que nunca cambia.Voy hasta ella con unas ideas claras de lo que deseo y cuando llego todo se vuelve sal y agua en el mismo instante de tiempo.He venid
Capítulo veintiocho: O la venganza, o yo"Narra Ariana Fallon"Una conversación llega a mis oídos en forma de susurros y por más que trato de abrir los ojos, la tarea se vuelve imposible. No es hasta que mi cuerpo presiente su cercanía, que consigo reaccionar.¿Pero qué demonios? ¿Tanta toxicidad tengo en mi organismo que solo trabaja con él cerca?Harry Mascherano es la peor de las drogas… y yo estoy enganchada hasta la madre.—¿Qué voy a hacer contigo, mi esposa rebelde? —de pronto escucho a la perfección.Traicionada por mis propios sentidos, así me siento.—Resignarte —pronuncio muy bajito, pero suficientemente audible para tenerlo sentado frente a mí en un santiamén—. Resígnate a que tú no me mandas, Mascherano.—Creo que el golpe te ha dejado delirante, pequeña —percibo su risa y mis ojos se abren de repente debido a la necesidad hilarante de ver tal espectáculo. El gesto se le amplía cuando nuestras miradas se conectan y no dudo en incorporarme. 'Grave error'—¿Qué mier…? —en
Capítulo veintinueve: Mi sangre está malditą"Narra Harry Mascherano"Si como desafiarme constantemente no fuera suficiente, ahora decide ponerme ultimátums. ¿Pero quién se ha creído esta rebelde? ¿Hacer mi elección? Elegir mis bolas. Ariana Mascherano está muy equivocada si piensa que tiene oportunidad contra mí. Al parecer, no le ha quedado claro que si se larga de aquí o se queda, es porque yo lo decido. Sí, tanto mis planes como mis intenciones han cambiado debido a la forma en la que se ha dado esta historia, pero ella ha olvidado un detalle que debe tener siempre presente: pase lo que pase y esté dónde esté, siempre será mi prisionera, antes en cuerpo y ahora en alma. La he raptado, me ha provocado y la he jodido... Cada acción de uno provoca una reacción en el otro, formando una cadena muy fina y a la vez más resistente que cualquier metal en el mundo, cuya extensión no deja de crecer sin tener para cuándo acabar. Ariana no toma ninguna decisión y si lo hace, es bajo mi co
Capítulo treinta: Fuera de control"Narra Ariana Fallon"¡Maldit0 imbécil! Se ha atrevido a marcharse. Se siente muy seguro de sí mismo y del poder que tiene sobre mí, cree que ignora mis palabras porque le da la gana, pero a mí me da la impresión de que no es así. Está evadiendo lo evidente y por más ridículo que parezca, la Bestia tiene miedo.Sin embargo, está muy equivocado si piensa que va a pasarme por encima o que yo voy a bailar a su salsa. —Déjame pasar —me enfrento a los guardias de la puerta. Llevo tres días sin salir del penthouse y por mucho que me dejen recorrer todo el piso, me siento igual de encerrada que en la habitación malditą. —Sabe nuestras órdenes, señora. —¡Me importan un pepino sus órdenes! —la voz se me enreda al gritar en un idioma que no es el mío—. Pueden metérselas por dónde les quepa. —Ariana...—¡No, Nella! —protesto girando hacia la mencionada—. Lo lamento, pero tus clases de cocina ya no me entretienen ¿y adivina qué? ¡Jamás aprenderé siquiera a f
Capítulo treinta y uno: Provocar a la Bestia"Narra Ariana Fallon"—¡Lion Brooks! —exclamo alzando mi copa en torno a él—. ¡Justo el hombre a quien quería ver! —¿Problemas en la cueva de la Bestia, Ariana Mascherano? —inquiere con esa sonrisa jovial, la cual ya se me hace familiar. —No tienes ni idea —bebo hasta el fondo para volver a rellenar—. ¡Pero siéntate, siéntate! —palmeo la silla a mi lado—. Bebamos juntos esta noche, la Bestia Mascherano invita. Me mira arrugando las cejas como si quisiera entender de qué voy, pero le hago un gesto que resta importancia a ese pequeño detalle y su curiosidad por saber cuales son mis posibles intenciones para mostrarme tan cercana, parecen poder con él y termina sentándose. —¿Otra vez peleados? —indaga mientras pido una copa vacía para servirle de la misma botella. —Harry Mascherano y yo siempre estamos peleados, incluso en... —me detengo antes de soltar una tontería. Todavía no he tomado tanto whisky como para ventilar mis intimidades. —
Capítulo treinta y dos: Menos Bestia y más yo"Narra Harry Mascherano"Juego con el mechero encendiendo y apagando una y otra vez sin descanso al mismo tiempo que fijo la vista en el vaso de whisky como si en el líquido carmesí pudiera ver todo el lío que tengo armado en la cabeza. Los vi... Vi a Mia reír junto al imbécil de su esposo, jugando con sus hijos en un parque infantil y... no sentí nada. No hay rabia, no hay vendetta, no me fastidia ver el castillito rosa que han construido... nada, solo sentí indiferencia. Aún la siento y no lo entiendo porque no existe en este mundo alguien más vengativo que Harry Mascherano, ni una obsesión igual a la que yo sentía por Mia Fallon. ¿Qué coño me pasa? Sé que sigo siendo yo, soy consciente de que nunca voy a cambiar ni siquiera por voluntad propia, porque árbol que nace torcido jamás su tronco endereza. Sin embargo, me siento diferente, hay partes de mis ser, las cuales están saliendo a la luz y no las conozco, ni las entiendo, ni las de
Capítulo treinta y tres: Estás muerta "Narra Ariana Fallon"He dado mi primer paso bailando y creo que lo he hecho bien, he provocado bastante y espero que tenga su efecto.Ahora voy a cambiarme la ropa porque sudo como una cerda. Me pondré algo todavía más pequeño.Caminando por el pasillo al camerino, me abordan las chicas asombradas y asustadas de lo que he hecho y eso que aún no saben lo que haré a continuación. La Bestia Mascherano se ha ido para probarme y ha sacado a la diabla al ruedo... que suban el telón para que continúe el espectáculo. —Estás loca —Fabiola me ve con los ojos muy abiertos—. Estás jugando con la Bestia y te va a comer, Ariana. —Amiga —le sonrío caminando de espaldas—, ese cachorro ya me ha comido… completita —a la rubia se le suben los colores a la cara y yo amplío mi sonrisa—. ¿y sabes qué? Me ha encantado ser su presa. ¿Dónde están esas cervezas? La bebida va y viene, las coreografías en el escenario se vuelven más sensuales y atrevidas a medida que a